Partida Rol por web

Sin darme cuenta de lo que pasa, muestro mas interés sobre la pata de cabrito que estoy comiendo que cualquier otra cosa, hasta que oigo hablar de mi tema favorito, la cetreria.

Y comento como con un aguila real fuí capaz de cazar varias palomas y dos conejos en una misma mañana.

Edgar come, sin hablar con nadie en particular. A decir verdad, había estado durante varios dias de viaje a base de caldos y hierbas extrañas para recuperarse. No era de extrañar que tuviese bastante hambre. Quizás por no estar hablando con nacie estaba mas pendiente de lo que ocurría a su alrededor que de otra cosa.

Waldon continúa la velada, mirando como los caballeros se pavonean por el salón, mientras degusta la carne asada, pensaba que todo tendría que ver con el torneo que se iba a celebrar, pero al intentar hablar del torneo, no saca nada claro, o no le dicen nada nuevo.

Sigo sin sentirme comodo, me he planteado la idea de cuando el torne haya finalizado abandonar el grupo pero lo cierto es que me siento mejor a su lado y me gustaria ser uno mas en el grupo. Las atenciones mostradas me abruman y decido evadirme un poco sin poder evitarlo me centro en las conversaciones sobre caza ya que las veo mas amenas y menos serias que las demas.

Ya sin armas ni armadura y ataviado de nuevo con mis mejores ropas ceno tranquilamente honrado por tan nobles presencias a mi alrededor. Y como tan irrepetible momento debe ser aprovechado, en cuanto tengo ocasión me dirijo a alguna personalidad para entablar conversación sobre algún tema.

En vuestras conversaciones descubris que por la mañana se celebrará lo que llaman "la exibicion de yelmos". 

Una manera de presentarse ante la gente, noble y vasalla, como participante del torneo, pues se viste como para la contienda con armas, escudo y yelmo incluido, de ahí su nombre. Será poco después del amanecer puesto que lo han adelantado ante la gran cantidad de escuderos e hijos de nobles que se presentan.

Me acerco a waldon cuando acaba mi conversacion, cuando estoy a medio metro de el pongo mi mano encima de su hombro para que se gire y le hablo en tono amistoso, mientras contemplo ampliamente la fiesta, 

-Has oido lo de la exhibicion de yelmos? creo que deberiamos ir.

Cuando acabas de cantar la gente alrrededor te aplaude por tu maravillosa interpretación y alguna dama no puede resistir esa lágrima que escapa por la historia de amor. Las felicitaciones pasan y decides ir hacia las barricas de vino para refrescar la garganta. Una voz femenina pregunta tímida desde tu espalda.-Escudero trovador, un favor.-

-Fascinante, el aguila real es un ave de presa magnífica aunque bastante dificil de dominar. Estaría encantado de cazar contigo joven escudero y que me enseñarais esas maniobras tan hábiles, precisamente tengo un peregrino y un azor en mi tienda.-

Eliott se gira y hace una media reverencia galante hacia la dama que se le ha acercado

Lo que vos pidáis, mi dama, que dudo que nadie se negara a concederos lo que requiráis dice con una brillante sonrisa, encantado porque le hayan comparado a un auténtico trovador...

Tras intentar conseguir más información del torneo, sobre todo después de enterarte que adelantaron la exibicion de yelmos, te quedas bebiendo ensimismado en tus pensamientos, cuando  a medio trago del dulce vino oyes una conversación entre dos caballeros y una dama.

Caballero 1:-El rey demasiado ocupado está para tener en cuenta este torneo.

Caballero 2:-Arturo está haciendo todo lo posible por conseguir la paz en el sur, pero las revueltas de sajones son cada vez más violentas.

Dama:-Que dios nos asista, esos malditos sajones solo saben que matar a la gente como animales salvajes que son.

-Al oir la su voz y entonar el do,re,mi,fa,sol, una amiga y yo, sentiamos que la historia de amor embargaba nuestro ser y acordemos de en pedir, si quisiera cantar la balada para nos.-

Conversas sobre caza con unos caballeros mientras explicas la forma de seguir a un corzo entre arbustos.

-Me intriga su percepción de la presa escudero. Me gustaría que me acompañara, estaría dispuesto?.-

Ves entre las columnas algo que te llama la atención, algo familiar. Una mujer con el rostro ajado de la edad te mira fijamente mientras va caminando hacia una puerta. En su mano lleva una vela y se vuelve para mirate una vez más antes de adentrarse. Es la anciana del sueño, la que te guió hasta tus actuales compañeros indicándote que cargaras contra el gigante en la oscuridad.

Placer sin par sería para este humilde trovador, que en cantando rodeado de belleza las musas inspiran más y mejor y la música y los versos parecen brotar del mismísimo cielo dice ahora ya con una completa reverencia

Cuando vos gustéis, mi dama, será un placer acompañaros para regalaros a vos y a vuestra amiga con ésta y cualquier otra canción que deseen y este pobre escudero conozca...

-Entonces acudid en media noche al jardín que al norte está y viendo desde allí un pequeño cobertizo, que enmendado a Dios está, una señal os haré para que os acerqueis y troveis sin ser molestado.-

La Dama sale casi corriendo de vuestro lado al abrigo de unas doncellas que en círculo la esperan.

El escudero asiente y hace una galante reverencia Allí estaré pues, para complaceros a vos y a vuestra amiga, mi dama que nada me placerá más que trovar para ambas...

Y una vez se ha ido la dama, Eliott mira a su alrededor, pensando dónde y cómo conseguir un laud a estas horas...

Tras esperar unos instantes en que el Duque no está ocupado, se dirige a él con todo respeto

Perdonad, mi señor, pero me veo en un  ligero apuro y no siendo este mi hogar, no sé cómo solucuionarlo de una forma buena y rápida...

Veréis, es que necesito imperiosamente un laud para trovar dentro de poco. El viejo que tenía y con el que aprendí lo dejé en mi hogar, pues las cuerdas ya no sonaban bien así que... por favor, sé que os molesto, pero indicadme, aunque sea mercándo con el pecunio que tengo, como resolver mi problema... que a vos os parecerá nimio, pero para mí en estos momentos es casi asunto de honor... dice seriamente el escudero a su anfitrión y amigo paterno...

-No solo deberíamos ir... -comenzó, sosteniendo una copa de vino-, sino que tendremos que ir. Tenemos que presentarnos como participantes del torneo, así que espero que tu armadura esté impoluta. Aunque al ser tan temprano, no podremos disfrutar tanto de la fiesta.

Waldon hablaba con franqueza y cercano, aunque su rostro expresara ese enfado constante, tenía a Marcus como a un camarada.

El rostro era familiar, muy familiar... tanto que Edgar no duda en levantarse de la mesa

Si me disculpáis un instante...- dice mientras inclina la cabeza ante la reina y a Sir Frederic. Tras esto, se encamina hacia la puerta.