Partida Rol por web

Cuando el Cuervo desapareció, perdí el poco color que me quedaba. ¿Qué había hecho?

Me arrastro empujando con los pies hacia fuera del alcance de las balas de <Nathan:

-Nathan, eres un inú...

Le disparo al monstruo con la desert y la magnum.

Jack dispara con desert a Molay reventandole la cabeza, entonces el cuerpo vuelve a ser el del hombre quemado, yaciendo muerto con varios tiros en el cuerpo y la cabeza destrozada. Pero segundos después Ross se levanta, coge el medallón y se lo coloca, antes de que podais hacer nada, Molay está nuevamente en su forma original, convertido en ese egendro al que acabais de matar

"La daga" escuchais la voz del Cuervo en vuestras cabezas

Le pasé el puñal a Jack, ya que tendría más mano que yo con esos cacharros. Enfilo mi magnum a Molay, y como un deja vú vuelvo a disparar, pero esta vez podía controlar mi propio cuerpo. Sin embargo, parece que no tenía mucha más suerte que anteriormente. Al menos no había disparado a Jack.

Recojo la daga y salto sobre el monstruo Ross a clavársela como un jabato. Salto lanzándome hacia delante y en la caída la hundo ayudado por las dos manos.

-Vuelve al infierno, hijo de satán...

Nathan dispara pero su arma se queda encasquillada, impidiendo poder volver a utilizarla. Jack en cambio dispara en la cabeza a Molay, mientras que corre hacia él y le clava la daga en el ojo, lo deja gravemente herido, pero aún no lo ha matado. Molay se dirige hacia Nathan y le golpea con las garras en los brazos, haciendole unos grandes arañazos

Aun agarrado al cuchillo lo retuerzo y aprieto para llegar al cerebro mientras le coloco la pistola en el otro ojo y aprieto el gatillo a quemarropa...

Solté un gañido de dolor, alejándome un poco. 

-Maldita pistola... ¡¡De todos los jodidos momentos para encasquillarte elijes ahora!! 

Agarré el gotero de metal, quitando las bolsas de suero, usándolo a modo de porra, lanzándolo contra Molay. Sin embargo el golpe no hizo nada. Empezaba a acostumbrarme a esta sensación de inutilidad. Pero al menos llamaría la atención para que me golpease a mí.

-¿Y esto es un monstruo? En Noruega lo pasé mucho peor con los no-muertos de Federico. ¡Y al menos casi consiguen matarme!

Jack retuerce el cuchillo en el ojo de Molay, este grita, parece que la daga lo absorve dejandolo en su interior. Al parecer todo a acabado.

Un hombre entra en la habitación, os poneis en guardia

- Lo habéis hecho bien- reconoceis la voz del Cuervo- Éste coge el medallón y lo destruye delante vuestra. Es hora de que marche.

La policia entra en la habitación, pero al parecer no os ve, reconoceis a algunas persona de la Merrick, los supervivientes, uno de ellos, los reconoceis por saber que es uno de los que mandan, se acerca a vosotros

- ¿Como estais chicos?- os pregunta- Tripper necesito la daga, un experto podrá sacar de allí a Catalina y devolverla a su cuerpo. Os mereceis unas vacaciones, ¿por qué no os vais a descansar? La Merrick pronto volverá a estar en pie y os necesitaremos en plenas facultades

-Bueno... Mi madre decía que el mejor lugar para estar al borde de la muerte es un hospital...

 Me derrumbo en el suelo y apenas me quejo mientras una enfermera me cose la cara y me curan los brazos.

-¿Qué tal llevas el cuerpo, inglés? Y por cierto, Escocia sigue siendo parte de Reino Unido desde el siglo XVIII. -me acerco a él y le llevo en una silla de ruedas.- Se cambian las tornas, ¿eh?

La verdad, si no  hacía bromas, no creo que pudiera evitar ponerme a darme golpes contra la pared.

Recojo mis pertenencias y le digo:

-Ha sido un placer señor, estoy deseosos de volver a empezar otra misión...

Cojeando voy hacia Caty y me coloco a su lado cogiéndole la mano:

-Ya está, descansa amiga.

Me siento la lado de Nathan y le digo:

-Mejor no vuelvas a la policía, sigues siendo muy malo disparando -saco la bala de mi chaleco y se la dejo en la palma mientras agarro su mano- no te voy a dejar que compres balas perforantes nunca. -la miro y le cierro la manita como si fuese un cofre- Hazte un llavero con ella, o un colgante, será tu amuleto.

Ya fuera, le lanzo una mirada acusatoria.

-Así que te gusta Catty, ¿eh? -suelto una risa incómoda. Toso, evitando poner cara de tristeza.- Vamos, te invitaré a comer donde elijas. El más caro, si te apetece. 

Le miro de reojo:

-Caty podría ser mi madre, y está un poco pasada para mi, de frita y de edad. Fue mi mentora en mis principios de Merrick, cuando em pusieron en activo. Le debo la vida, no como a ti que me debes una vida, jajajaja. -me lo pensé y le dije- vamos a por un bigmac de esos, que me han dicho que regalan bolitas de pollo o a saber que por un euro mas.

-Te debo la vida y una bendita cicatriz. ¿Le explicarás tú a mi madre cuando vuelva con esto a casa? Pensará que estoy liado con narcotraficantes y mafiosos... -le examino detenidamente.- Aunque mirándote, no sería del todo mentira.

Le llevé a un hotel para poder ducharme y ponerme una camisa nueva. Nunca me había sentido tan cansado en mi vida. Me senté en la cama, indicándole que se sentase un momento a mi lado.

-Jack, quiero hablar contigo un momento. Sobre algo importante.

Me siento a su lado y le digo:

-Dispara, -me lo repensé- no, mejor que no dispares, simplemente habla.

Le miré de nuevo.

-Quiero... Compartir contigo un secreto... Pero no sé si me mirarás igual después de contártelo. Es para... Explicarte mi extraña actuación en el día de hoy.

Me acariciaba las manos, que comenzaron a temblar de nuevo.

Me estiré sobre la cama y acaricié su espalda:

-Si es por lo del tiro, el lamparazo y varias cosas mas te perdono, sino dime, te escucho...

No pude evitar llorar descontroladamente. Llevaba años con ese secreto a cuestas, y él estaba siendo extrañamente considerado conmigo. Me calmé un poco.

 -Yo... Maté a una persona. A Wulf... Mi compañero... Quizás lo recuerdes... Él... Estaba infiltrado en una banda, y nos traicionó. Se llevó la lista de infiltrados, y murieron unas veinte personas en menos de venticuatro horas... Todos compañeros nuestros... Le encontré y... 

Aún lo recordaba. Apretó el gatillo de la misma Magnum que llevaba siempre encima. Un recordatorio de lo que había hecho.

-Sin embargo, desapareció sin dejar rastro, aunque no había duda alguna de que debía estar muerto... Pero sé que no lo está. Por eso dejé la policía... En el fondo tienes razón, Jack... No sirvo para seguir el legado de mi padre.

Acaricié la bala que me había dado. Se había calentado al contacto con la piel.

-Lo siento. Es por eso que no sirvo para coger un arma...

Puse una mano en su lomo dándole golpecitos y le dije:

-Yo, personalmente, también la habría matado, en Merrick la traición es imperdonable, y supongo que lo mío ha sido un accidente. no te preocupes, sigo vivo, y si me matases, que sepas que volvería, jajajajaja, así que olvídalo.

Encendí un cigarro, hacía tiempo que no lo hacía, y se lo pasé a Nathan.

-Igual vuelve algún día y pierdes tu culpabilidad, aquí todo es posible, hay que tener siempre la mente muy abierta... y como me lo cargaré yo, ya no tendrás sentimiento de culpabilidad...

Cerré los ojos y le dije:

-Ahora túmbate, relájate y descansa.