Partida Rol por web

El proyecto XVIII reinas

1a - La charla

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10/04/2021, 11:34
Cayetano Stuart

Había sido otro de esos días mega guays, osea, otro día en la universidad donde había ido solo a las clases de inglés. Había un motivo para acudir a las clases de inglés, primero su futuro, que en cuanto acabara le pediría a su padre que lo colocara de gerente en algún resort de Bali, Las Maldivas o Hawaii, un sitio con sol, palmeras y donde las mujeres fueran ligeras de ropa y fueran cariñosas; pero el motivo principal era porque la profesora estaba buena, muy buena, y había una apuesta entre los estudiantes sobre quien sería el primero en llevársela a la cama. Borja estaba seguro que sería él, que no es que le fuera mal con las mujeres, le sobraban, pero es que era normal, era guapo, siempre vestido de marca y con una familia que tenía el dinero por castigo. Caería, estaba seguro, y le haría pagar todas esas clases, tiempo que podría haber aprovechado en el bar, haciendo cosas más provechosas como el mus, el dominó o mantener al ganado entretenido.

Al llegar a casa en su deportivo, que conducir utilitarios era de pobres, le dejó las llaves a Ambrosio, su fiel mayordomo, que le dio el peor de los mensajes que se podía esperar en aquella casa.

- Señorito Borja, su señor padre le está esperando en la biblioteca. Me ha dicho que acuda allí inmediatamente para una reunión de familia. - Ambrosio era un buen hombre, le había visto crecer y le tenía cariño, y por su expresión supo que se venía marejada como poco, probablemente mar gruesa, porque su padre era así, dueño de una naviera de esas que llevan contenedores del punto A al punto B, y aunque no pisaba un barco porque se mareaba le gustaba soltar términos marinos como si fuera el mismísimo Popeye.

La biblioteca era el sitio donde su padre hablaba de cosas serias, cosas de hombres, así que ya sabía a lo que iba. Tocó la puerta con los nudillos y esperó a que le dijeran adelante para entrar. La biblioteca era uno de los espacios donde su padre se relajaba, normalmente eran sus dominios y nadie podía entrar, así que aquella invitación era algo realmente extraño. El magnate estaba bebiéndose una copa de Napoleón, su brandy favorito, y sin preguntarle, le sirvió otra.

Sonó el móvil, el rojo, el de las emergencias, y su padre lo cogió y colgó, algo que no había hecho nunca, así que era algo grave, un divorcio, la bancarrota, un meteorito, algo muy grave. Lo miró con solemnidad y le dijo

- Hijo mío, que tal te ha ido el día? - le sonrió, pero aquello lo que provocaba era que la situación fuera más tensa, mucho más, su padre no era de los que preguntaba que tal, no colgaba el teléfono rojo. Aquello debía ser gordísimo.

 

Notas de juego

Y arrancamos....la que te va a caer pollito. Tienes hasta el próximo martes para postear. Con calma :D

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12/04/2021, 07:47
Borja Stuart

Gracias, Ambrosio — Borja sonrió, marfileño, subió en un par de saltos la escalinata hasta la puerta de la mansión y se perdió en sus marmolados y neoclásicos pasillos con las manos en los bolsillos.  Que su padre quisiera verle le había hecho sentir una intranquilidad y tensión poco habituales. 

«Aunque» se dijo «Para tensión, las que soportaba 'ese' botón de la blusa de Alice» La profesora de inglés parecía haberse vestido con un par de tallas menos hoy y a Borja nunca se le había hecho una clase tan interesante.  Incluso le había parecido que la docente se sonreía un par de veces.  

El resto del día había estado bien.  El tercer cuatrimestre* tocaba a su fin, el pescado estaba vendido salvo error u omisión y aprobaría todo, de nuevo, pero con notas tirando a mediocres.  Excepto en inglés, por supuesto, donde se salía.

Junto con Jimena 'Gime' y un par de amigas de segundo, había pasado una tarde total, de compritas por Princesa y Sol. Había tomado unas CocaColas en el Ella Sky y luego, tras despedirse de las dos rubias, había ido al sitio de Jimena para hacer un poco de ejercicio aeróbico.  

Hola papá — respondió con las manos en los bolsillos —Me ha comentado Ambrosio que me pasara a verte.  Los gestos poco habituales de su padre le estaban poniendo de los nervios.  Debía tratarse de algún familiar que había fallecido, quizás su tío abuelo, el cual tenía en su haber un doce por ciento de Evergreen shipping.  

Ha estado bien, papá.  Y tú ¿Estás bien?¿Le digo a Fernanda que te traiga un agua con gas? — no iba a ofrecerse a ir él, no aquí en La Moraleja, dónde tenían empleados para eso. Y menos delante de su padre, que era muy de 'respetar los roles de cada uno' y, por qué no decirlo, mazo clasista.

 

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13/04/2021, 11:16
Cayetano Stuart

Su padre se sonrió, esa sonrisa que ponía cuando hacía negocios y estaba a punto de metérsela doblada a alguien. No es que fuera un tiburón de los negocios, por lo general era un tío bastante legal siempre que hubiera beneficios, pero tenía instinto para saber cuando había que desplegar velas y se las sabía todas, que si la mesana, los trinquetes, la vela mayor, así que era una sonrisa que no auguraba nada bueno, porque la última vez que lá había utilizado había acabado en un internado en Gales para que "mejorara" su inglés. Cayetano le invitó a sentarse y le dijo

- No, hijo mío, no, nada de agua con gas, los negocios y los malos tragos de la vida solo se pueden tragar con Napoleón, bebe, bebe que lo vas a necesitar - dijo con una sonrisa irónica. Le dejó un tiempo para que bebiera si lo deseaba y para ganar tiempo. Siempre que tenía que hacer un anuncio importante le gustaba hacer esas paradinhas, como si fuera Sergio Ramos a punto de chutar a lo Panenka un penalty, pero mucho más efectivo, porque Cayetano no fallaba, no se hacía una fortuna como la suya fallando penalties. Lo miró, sorbió su copa y le dijo

- Recuerdas a una tal Claudia?, Clara?, no sé, era algo con C, o con K, así, rubita, ojos azules, cinturita de avispa?. Un encanto de chica, de verdad, y muy razonable - Su padre sonrió pero el brillo en los ojos era de cierto cabreo - El hecho es que la señorita se plantó en el despacho de la empresa para informarme que estaba en cinta, ya sabes, que el palito tenía dos rayitas - dijo con tono condescendiente - Y sorprendentemente, me informaba que iba a ser abuelo, toda una sorpresa, lo más sorprendente desde que me enteré que a tu hermano le iban las catalanas. - Lo miró, traspasándolo con la mirada, con una sonrisa que auguraba algo malo, algo doloroso. - Afortunadamente la chica es bastante centradita, y quiere desembarzarse, que ya sabes, que el aborto es un pecado de pobres, así que le ofrecí correr con los gastos, sufragar un par de operaciones de cirugía que se quería hacer y pagarle la carrera y ya está, aceptó encantada de la vida.

Carraspeó, apuró la copa de brandy y le dijo
- Evidentemente todo ese dinero saldrá de tu paga, que se va a ver reducida, digamos que a 100 euros a la semana hasta que el coste se haya cubierto, y, hasta que se calme esto, tendrás que irte de Madrid. No podemos permitirnos el escándalo, nos echarían de los saraos de la jet-set,  así que ya está todo organizado, vas a estar un par de meses fuera. Quieres saber donde?

Por la forma de sonreír no parecía que fuera a ser un resort en el Caribe.

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14/04/2021, 13:09
Borja Stuart

Sostuvo tímidamente el vaso de cognac, sin atreverse a darle un trago. Su perenne sonrisa empezó a ponerse mustia y hasta su imperturbable flequillo parecía algo despeluchado.    Con los ojos como platos, boqueó varias frases que no pudo ni siquiera terminar coherentemente.

Pero.. pero ¡Ella no me comentó...! ¿Cuando te...? Eso no pudo haber...— pero sí que pudo haber pasado, vaya que si.  Del derecho y del revés, de un lado y del otro costado.  Y recordaba la cara de ella en plan 'no te preocupes' cuando él fue a tomar precauciones.  La cara indignada de su hermano con lágrimas en los ojos se le apareció como en un espejismo de esos de las películas de faraones, unas palabras que le vinieron a la cabeza  "Los Stuart tenemos que ser precavidos con las mujeres.  Te engañarán para sacarte los cuartos y que las invites al palco del Bernabéu

-Pero papá, el aborto también lo hacen por la sanidad pública... no entendía que su padre le hubiese tenido que pagar nada.  A menos que Claudia le hubiese chantajeado, la muy... con lo guapa que era por fuera como podía ser tan remala por dentro y abusar de su confianza.  Se sentía sucio, violado por su incansable amiga de tetas perfectas. 

Miró a su padre y tragó saliva.  Había dos cosas que no le gustaban a papá: Que perdiese el Madrid y que los planes NO le salieran bien.  Asintió y se bebió de un trago el Napoleón como si fuese mosto Greip.  Con un hilillo de voz, como si estuviese a punto de ponerse a llorar, preguntó:

-¿A donde me vas a mandar, papá ?

 

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17/04/2021, 18:41
Cayetano Stuart

No parecía que los arranques de disculpa de Borja fueran a servir para mucho, de hecho, diríase que su padre estaba disfrutando de su mal trago. Era cierto que su madre era más protectora, porque su carácter era más parecido al de los hermanos, alegre, dicharachero y distendido, mientras que su padre era más religioso, serio y aburrido, pero entre los dos hacían un equilibrio perfecto, sublime, uno ganaba dinero y el resto se lo gastaba.

Todo iba más o menos dentro de lo civilizado, su padre no le recriminaba en exceso, y salvo lo de la paga, nada demasiado serio porque Borja siempre podía tirar de otras fuentes de ingresos, como abuelos, las acciones de la naviera, vender uno de sus polos en wallapop; nada iba a cambiar en su vida. El tema del aborto en la pública abrió la caja de Pandora, la expresión de su padre mudo en la de un despiadado demonio que le taladraba con su mirada incandescente y con sus palabras afiladas

- Aborto?, Aborto has dicho? No Borja, nosotros somos una familia cristiana, y el señor dice, muy claramente en el antiguo testamento que toda la vida es valiosa, que honrarás a tu padre y a tu madre y que os trataréis los unos a los otros como hermanos. Enviarías a tu hermano a la pública? eh? No, en la pública hacen muchas preguntas y hay gente que te intenta convencer de que no lo hagas, de que los rojos te dan ayudas por madre soltera, y queremos eso?, pues no... queremos un desembarazo limpio, sin preguntas y sin rojos de por medio. Te enteras? - Su padre tenía un pronto malísimo, y la vena del cuello la tenía tan hinchada que parecía que le iba a explotar. Apuró su copa  y se puso otra, y como su hijo se había acabado la suya le sirvió otra él. Aquello que le iba a decir le iba a romper el alma, pero es que a veces un padre tiene que hacer lo que tiene que hacer y Borja iba por el mal camino.

Bufó, enfadado y le dijo

- Pues te vas a Egipto, pero no de vacaciones ni a bucear en el Mar Rojo, no, te vas a ir a trabajar, a trabajar en una expedición de esa a lo National Geographic, de sol a sol, a picar piedras durante un par de meses. El hecho es que cada año sufragamos los gastos de una expedición, porque desgrava, que a mi lo de los pedruscos viejos me da igual, y la lleva un amigo del colegio, Masfu el collejas, ahora va de muy catalanista y tal, pero ya te digo yo que se crío en Madrid e iba a un colegio del opus. Pues eso, que te dejo en manos del Masfu, pero no le llames así que se cabreaba mucho, tiene un nombre, pero no me acuerdo, todos lo llamaban así. Pues eso, que llame a Masfu, le explique tu caso y dice que está contentísimo de tener allí para enderezarte. - Sonrió como un tiburón delante de su cena y le dijo - Por tus notas no te tienes que preocupar, ya he hablado con tus profesores y con una pequeña donación a la universidad aprobarás,ah, tal vez tengas tentaciones de hablar con tu madre, pero si lo haces, bueno, lo del resort en Bali se podría torcer, así que si te pregunta le dirás que se te ocurrió a ti todo, que te mueres de ganas y del desembarazo ni una palabra, que se muere por ser abuela y es capaz de desgraciarte la vida.

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19/04/2021, 08:41
Borja Stuart

¡Demasiado! ¡Cómo se había puesto por lo del aborto!  A Borja, tan de llevarse bien con todo quisque que incluso se había llevado al huerto a la más perroflauta de toda la Uni, la vehemencia de su papá al respecto lo dejó shockeadísimo.  Siempre había pensado que toda esa pompa aristocrática y conservadora era un papelote que se marcaba por sus amigos del palco y del Opus y que en el fondo era un hombre razonable y con los prejuicios típicos, como lo eran los que tenía hacia los catalufos, los culés, los canis, los manteros, inmigrantes, los sociatas, podemitas, rojales, feminazis, colectivo LGTB y pobres en general. Mentía; pobres no mientras fuesen honrados e inmigrantes tampoco mientras se matasen a trabajar en el campo por cuatro chavos.  Ahora se daba cuenta de que su padre no era tan guay o.. que quizás, mon dieu, Virgencita de la Cabeza, Borja Stuart se había vuelto algo progre.

Se calló la bocaza y no respiró ni un miligramo de aire mientras su papá desgranaba sádicamente su terrible plan:  obligarle a trabajar manualmente, bajo el abrasador sol de un país del tercer mundo, bajo las órdenes de un tipo que, ya se lo olía, no era trigo limpio y seguro que, por renegar de su pasado, le iba a hacer la vida imposible.  Lo decía siempre su hermano: hay gente cuyo único objetivo en la vida es hacer caer a un Stuart.

Pero Borja no era un pijito cualquiera, un llorón de la vida que cuando las cosas se le torcían cargaba contra todo y todos. La improbable combinación entre una buena vida, su obsesión cuando era un niño con Dora exploradora y el afilado sarcasmo latino de su nana Fernanda  le había llenado el cerebelo de unas inagotables reservas de buen rollo, haciéndole capaz de verle el lado bueno de cualquier asunto, por espinoso que fuese.

-Vale, papá - se comió las ganas de mostrarse demasiado optimista, no fuese a caerle una peor.   Pero un par de meses poniéndose moreno, pasándole el pincel a unas piedras y bebiendo té por la tarde con alguna estudiante de intercambio, que seguro que había alguna de esas, no era un plan taaan malo.  Y le podía dar para alguna anécdota de las buenas.

 

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20/04/2021, 13:03
-Narrador-

Y así fue como se cerró el lazo del destino en torno al cuello de Borja. Su padre lo miró decepcionado, tal vez esperando algo más de resistencia, de orgullo, pero dos no pelean si uno no quiere, y Borja no era de los que peleaban, ¿Para qué?, siempre podía pagar a alguien que lo hiciera por él, y sobre todo, nunca, bajo ningún motivo se discutía con quien llevaba la cartera. Las consecuencias podían ser tan desastrosas que era mejor ni explorarlas, una vida de trabajo, ver los partidos del Madrid en el cuarto anfiteatro y no, Borja era de los de palco, de los de canapés y botellas de champán, de los que no decían que no a una azafata cariñosa que quisiera salir en las revistas de la prensa rosa.

Su madre le preguntó, menuda era doña Pitina, porque aquello que su hijo se quisiera ir a un país extranjero no lo veía, pero es que encima iba a trabajar, y se le pondrían feas las manos, y a saber si no le iba a salir una pelandrusca como la Preysler o algo peor, traerse una mora o una negra. Por mucho que insistió la buena de Pitina no consiguió convencerle, que sabía lo que se jugaba, y al final aquello serían unas vacaciones, al final bastaría con demostrar al Masfurroll ese que no era capaz de hacer muchas cosas y así le darían los trabajos fáciles.

Más complicado iba a ser lo de sobrevivir con 100 euros a la semana, pero ya lo tenía todo pensado, una maleta bien grande, llena hasta arriba de ropa y en caso de necesidad podría vender un polo viejo, de esos que se había puesto como dos veces, que estaba seguro que los moros se lo iban a quitar por las manos. Además, seguro que en Egipto las cosas eran baratas y que si la comida del campamento no le gustaba siempre podía recurrir a glovo.

Llegó el día de la partida. Su padre sonreía radiante, triunfador, mientras que su madre lloraba como una magdalena, pidiendo que llamara al llegar y que tuviera cuidado con los alacranes, que había visto en el national geographic que eran peligrosos. El vuelo, en clase turista, lo llevaría desde Madrid a Frankfurt, de Frankfurt a Roma, de Roma a El Cairo para finalmente llegar a Luxor. El avión había resultado ser un museo volante, las azafatas de Air Egypt parecían portuguesas por el bigote que tenían y encima le había tocado asiento con una familia de chinos con niños gritones y padres permisivos.

Al aterrizar se dirigió al control de pasaportes donde un tipo de aspecto tranquilo, entrado en la treintena y frente despejada le estaba esperando con un cartel que ponía

Proyecto XVIII Reinas.

Maldita su suerte, ya podría haberle venido a buscar una bailarina de la danza del vientre.

Notas de juego

Fin de la escena. Seguirá en escena 2 :)