Partida Rol por web

El rastro de Cthulhu: Goliardos - Toledo, años 20

Primera Parte: El Ceremonial

Cargando editor
01/08/2008, 16:25
Juan H.Goldheart
Sólo para el director

-Vamos, Alex, ahorrate los consejos para algun otro novato. Sabes bastante bien que no soy un novato en esto de robar carteras.- Dije totalmente convencido, mientras me agachaba y llamaba a mi perro a base de silbidos.- Esta bien, Payaso. Se un buen perro y quedate vigilando la guarida, yo me tengo que ir a trabajar. En recompensa me asegurare de traerte un buen solomillo en el que hincar el diente¿De acuerdo, chico?

No importa que me ladrara en plan protesta, iba a cumplir mis ordenes de todos modos como me encarge yo de enseñarle. Era una desgracia, pero esta noche no podia ni traer a mis mascotas o mis herramientas, lo cual me producia la sensacion de ir por la calle sin proteccion alguna e indefenso. Sin embargo, eso no impedio que sonriera con aquel traje y me acercara a la entrada, donde brevemente me gire a Alex y pregunte bromista.

-Bien, Hada Madrina, ya estoy listo para ir a la fiesta.- Dije remeronado aquel cuento famoso llamado "Cenicienta".- ¿Empezamos a caminar hacia la fiesta, o nos esperamos un poco mas, para a ver si sacas un carruaje de calabaza de la manga?

Notas de juego

Siento la tardanza, pero es que estos dias he estado un poco atareado y con la cabeza muy distraida.

Cargando editor
01/08/2008, 13:44
Prof. Dr. Manuel de Orellana y Quiroz de Velasco

Tras haber dejado el sombrero y el abrigo en el guardarropa, entro en el salón del casino cogiendo a mi mujer por el brazo, parando a saludar a algunos de los presentes, y saludando a algunos otros con un gesto, antes de dirigirnos a nuestra mesa para tomar asiento

Buenas noches caballeros, creo que no conocen a Isabel, mi esposa

Cargando editor
01/08/2008, 18:10
Juan Manuel Silvano

El viejo comandante observa la mesa, que esta justo al otro extremo de la sala.

- Creo que es aquella del fondo, nuestros compañeros de mesa aun no han llegado.

Cargando editor
01/08/2008, 23:00
Teodoro de Borja Bordiú
Sólo para el director

El capitán de Borja asintió. Ya habría tiempo para charlar con los presentes durante el baile. Era demasiado violento el presentarse a los demás cuando estaban sentados esperando a que les sirvieran la cena, si estos no eran buenas amistades. A esas ya las había saludado, aunque fuera de lejos y con un gesto. La presencia de Silvano le imponía un poco. De todos modos, era su superior y tampoco quería cohibirle con tanta presentación.

-Vayamos, pues.

Caminó hasta dicha mesa, y tomó asiento vigilando que el sable no se le quedara enganchado con nadie antes de desenganchar el mosquetón y dejarlo colgadero del segundo apoyo, para poderlo poner entre sus piernas y no molestar al camarero. Esperó a que Silvano tomara asiento antes de quitarse la gorra y dejarla en la mesa, con los guantes dentro. Extrajo un cigarrillo de la pitillera, y le ofreció uno al comandante.

-¿Fuma?

Cargando editor
04/08/2008, 04:31
David Segundo Vairoletto

Bien señor linda fiesta pero necesitaba que venga? la verda` no me siento comodo en la alta socieda`, podria haber venido alguno de los muchachos a ellos le gustan estas cosas...comenta el argentino con cara de genuina incomodidad

Cargando editor
07/08/2008, 18:47
Luis Fuentes

Te he traido, David, porque un hombre como yo, que se ha ganado su puesto y su dinero con el trabajo y el sudor de su frente, es victima de las envidas de muchos. Siempre acostumbro a ir acompañado de alguno de vosotros porque lo que pudiera pasar.

Lo dice con un tono autosuficiente y autoritario bastante desagradable, mientras da una calada al puro habano que tiene y suelta el humo lentamente.

Nunca se sabe quien podria intentar incarme la navaja por viejos rencores o a quien debemos partir las piernas para proteger lo que es mio, David.

Cargando editor
07/08/2008, 18:51
Juan Manuel Silvano

Silvano coje uno de los cigarrillos.

Muchas gracias.

Cargando editor
07/08/2008, 19:12
Director

Justo cuando el comandante esta encendiendo el cigarrillo con el encendedor, tres personas se acercan a la mesa.

La primera es un varón de unos cuarenta años, vestido de forma impecable, pero con ropas ligeramente distintas a las que se acostumbra a llevar en España de este tipo. Tiene un mirada simpática y misteriosa al mismo tiempo. Se nota que no es militar sino un tipo de letras.

La segunda persona es una dama que acompaña al primer varón, cogida por el hombro. Va vestida de forma extraña, con ropas oscuras pero sin apenas maquillaje. Lo poco que hay es maquillaje negro también. Parece una persona descuidada que se ha arreglado para una ocasión, realmente. Va algo encorvada, mirando a su alrededor y con la mirada fría y distante.

La tercera persona es otro caballero, pero parece completamente lo contrario del primero. Aunque también va muy bien vestido, tiene un gesto completamente animalizado. No se sabe exactamente si es feo o deforme, y todos sus movimientos son lentos. Parece que tenga los labios pegados y la mirada perdida.

Cargando editor
07/08/2008, 19:12
Wolfgang Laforce

-Buenas noches caballeros, ¿Cómo están? – Se nota la dificultad para hablar, y un fuerte acento alemán, y extiende la mano a los dos militares estrechandola de forma bastante amistosa y cercana – Soy Wolfgang Laforce, y esta es mi acompañante, Hella Ortrich, y mi buen amigo Klaus Siepen.

Cargando editor
07/08/2008, 19:13
Hella Orsitsch

Hella Ortrich se limita a saludar mirando fijamente a los dos militares mientras dibuja una sonrisa misteriosa... quiza incluso para los militares... "provocadora", mientras se arrima un poco mas hacia Wolfgang Laforce. Parece una dama de lo mas extraño.

Cargando editor
07/08/2008, 19:14
Klaus Siepen

Klaus Siepen ni parpadea. Se limita a mirar a Teodoro y a Juan Manuel Silvano fijamente mientras extiende su mano con un gesto robótico. Al darle la mano la aprieta con fuerza, tanto que casi les hace daño.

Cargando editor
07/08/2008, 19:15
Juan Manuel Silvano

- Encantado de conocerles, caballeros... señora. -Hace una inclinación de cabeza a la antigua para saludar a Hella- Yo soy el comandante Juan Manuel Silvano y este caballero es el Capitán Teodoro de Borja Bordiú. Por favor, sientense.

Mientras todos se sientan, incluido Silvano, que se ha levantado para saludar, el viejo militar hace una disimulada mirada a Teodoro… El joven militar adivina lo que quiere decir… “Lo siento, joven. Si llego a saber que era gente tan extraña no le habría traido…”

Cargando editor
07/08/2008, 19:19
Teodoro de Borja Bordiú
Sólo para el director

Gente rara, sin duda. ¿Psicópatas místicos? La forma de vestir, totalmente enlutada de aquella dama le recordaba a viejas ilustraciones de Gustave Doré y otros autores románticos acerca de gente extraña con costumbres extrañas... incluso con cultos extraños. La verdad es que aquellas extrañezas resultaban interesantes con un libro en la mano y a la hora de meter miedo a ciertas damiselas para luego reconfortarlas, en privado y con poca ropa. Pero aquello era distinto.

Dejó el pitillo descansar en el cenicero y estrechó la mano del tal Wolfgang y luego la del tal Klaus, que parecía haber salido de la cueva de Atapuerca de la mano de Saez de Sautuola con una cachiporra y un taparrabos. A decir verdad, con algo de barba y más viejo tendría la misma pinta que aquel famoso asesino vasco, Díaz de Garayo "el sacamantecas". Le apretó la mano, pero él apretó también, como marcando territorio. Despues de todo, él y Silvano eran militares españoles, y no iban a dejarse intimidar por aquel nehandertal. Como decían los sargentos en la academia "la mejor arma del mundo es un soldado español y su fusil".

Se tocó la mano por debajo del mantel de la mesa, jugando un rato con los dedos para que se disipara el dolor. Entonces, notó la mirada de Silvano. Entre militares y veteranos de guerra aquellas cosas se entendían a la perfección. "Perdón por haberte metido en esto". Pero ahora había que apechugar, así que con una sonrisa miró al tal Wolfgang, que parecía el más diplomático de los tres presentes, antes de volver a tomar el pitillo.

-Permítame el atrevimiento, señor Laforce. ¿Un apellido francés y un nombre alemán? Me aventuro a pensar que su padre tenía algo de sangre francesa, o es que que procede usted de Alsacia o Lorena... quizá de Agisgrán.

Se tocó la barbilla con un dedo, sonriente.

-Disculpe por la curiosidad. ¿Estoy en lo cierto?

Cargando editor
24/08/2008, 16:11
David Segundo Vairoletto
Sólo para el director

Bien señor digame si me tengo que preocupar por alguien

Cargando editor
08/09/2008, 00:45
Wolfgang Laforce

Mi abuelo era francés, señor Bordiu. - Dice con su acento alemán. - Nació en Nancy pero vino a vivir a Regensburg, en Baviera, cuando era pequeño. Espero que esto no le importune en absoluto, aunque ahora hay buenas relaciones entre Francia y España, especialmente en lo militar, es bien sabido la rivalidad histórica de ambos paises. - Añade sonriente, parece que lo dice en broma. - Si le sirve de interés yo por mi parte me considero cien por cien alemán.

Cargando editor
08/09/2008, 00:53
Federico García Lorca

El  joven alumno saluda afectuosamente a la mujer, con buena educación pero poco protocolo.

- Encantado de conocerla, señora. Un placer.

Mirando de nuevo al profesor:

- Permitame presentarle a mis dos acompañantes, son dos buenos amigos de la residencia de estudiantes. Luis Buñuel Portolés, y Salvador Felipe Dalí. - Dice con su acento algo afeminado.

Cargando editor
08/09/2008, 00:57
Luis Buñuel

Buñuel es un joven corpulento, y parece de clase alta. Tiende la mano al profesor.

 - Un placer, señor.

 La fuerza con la que pronuncia las palabras hace ver bastante clara su procedencia: Es Aragonés.

Cargando editor
08/09/2008, 01:01
Salvador Dalí

El tercer joven parece que tiene la medida perdida y se tambalea un poquito. Orellana nota un leve olor a alcohol en el ambiente.

- Federico nos ha hablado de usted, señor profesor Don Manuel de Orellana y Quiroz de Velasco... - Dice pronunciando todas y cada una de las palabras y títulos del profesor. - Sentémonos, sentémonos... - Dice invitando al grupo a que le siga. Manuel ve como sus dos amigos se miran resignados, viendo que su amigo no guarda mucho la compostura aún con el doctor presente.

El acento de Dalí tampoco es de la zona, ni de cerca. Es catalán con un par de copas de más.

 

Cargando editor
09/09/2008, 00:45
Teodoro de Borja Bordiú
Sólo para el director

El militar escuchó al alemán, fumando poco a poco su pitillo. Parecía evaluar las resonancias de su acento. Entretanto, miraba a veces a aquella misteriosa, oscura y cuasi mística mujer, así como furtivamente al nehandertal de su acompañante, cuando este no miraba en su dirección. Formaban un trío verdaderamente interesante. Mejor dicho, un trío pintoresco.

-Gran pueblo, el alemán -dijo el capitán- Trabajador, industrioso y sufrido. Mi señor padre, en tiempos de la Gran Guerra, confesaba públicamente ser germanófilo...

Dió otra calada, elegante.

-Disculpe -matizó, político- En este país, aún en su neutralidad, se vivieron encendidos debates entre el 14 y el 18. Unos eran partidarios de Francia, por lo que se les denominaba aliadófilos. Mi padre, como podrá suponer, era de los del bando enfrentado.

Suspiró, más fingida que melancólicamente, mirando a algún punto impreciso de la ventana que el alemán tenía detrás, como en un ejercicio de remembranza.

-Siempre me habló de las virtudes prusianas, de von Clausewitz, Federico el Grande y otros pasajes de la historia... historia en la que, por cierto, fueron ustedes también pioneros en colocar en su justo pedestal, con nombres tan sonoros como Ranke o Mommsen, muy estimados en la España del siglo viejo, o eso rezaban las gacetas y se comentaba en los ateneos.

Después de ese despliegue de cultura, había llegado la hora del contraataque, el contraataque español.

-No obstante, aquí en España no nos quedamos mancos. No se si conoce usted a nuestro laureado ex-presidente, don Antonio Cánovas del Castillo, o la Revista crítica de historia y literatura española, que dirige don Rafael Altamira, a cuya lectura soy aficionado.

Dejó la colilla del cigarro en el cenicero, para no quemarse. Entonces, sonriente, de modo casi cómplice tras aquella bravata, formuló la verdadera pregunta.

-Y, si no es mucha indiscreción. ¿Que negocios le traen por Toledo, señor Laforce?

Cargando editor
09/09/2008, 22:04
Prof. Dr. Manuel de Orellana y Quiroz de Velasco

Encantado caballeros saludo estrechando la mano del hombre que me la extiende y arqueando ligeramente una ceja con el estado del otro, pero tampoco es que le de mayor importancia, son estudiantes de buena familia, y es normal que en las fiestas un caballero beba algo de mas, luego esta el saber sobrellevarlo en la buena educacion

Cuentenme caballeros, que es lo que les ha hecho que se interesen en las celebraciones del Corpus de esta ciudad, pese a ser antiguas no son excesivamente conocidas