Partida Rol por web

Ha pasado algun tiempo, todos estais haciendo lo posible para derrocar a Voldemort, unos mas en la medida de lo que cabe, otros prefieren esconderse. Os ha llegado un mensaje a vuestro lugar de trabajo o de escondite, de residencia de que se os convoca, que la Orden del Fenix busca a gente para ayudar, tienen un plan y todo mago que se oponga a los Mortifagos tiene un lugar alli.

Una casa en ruinas en los suburbios de Londres, las luces de las farolas que tiemblan, la niebla que se levanta y una puerta semiabierta y descolgada

La lluvia caia sobre el tejado...la pequeña cabaña habia sido su hogar durante esta epoca revuelta..alejada varias decenas de kilometros de cualquier centro urbano, la vida se habia vuelto muy monotona para Cole y empezaba a odiar no haber podido haber hecho nada más aquel dia en el colegio, aun las palabras del profesor Flitwich retumbaban en su cabeza cuando le daba aquel anillo y les pedia que salieran de alli...aun guardaba el anillo con cariño...recordando todas las muertes que se produjeron y todas las que estaban por venir, todos aquellos que habian dado su vida para que Cole y Josephine y muchos otros por detras salieran con vida de alli...

Josephine...ella era la unica fuente de inspiracion que encontraba Cole en esta vida monotona, y era por lo que Cole se esforzaba en seguir hacia delante...los mortifagos seguian dando caza a los que intentaban oponerse a Voldemort, pero Cole no permitiria que hicieran daño a Josephine...

Un retumbar en una de las ventanas sobresalto a Cole...los nervios estaban a flor de piel, la situacion lo exigia...pero esta vez resulto ser algo mejor de lo que pensaba Cole...un mensaje de buenas noticias, de futuro

Josephine...mira lo que tenemos aqui...parece que han podido contactar con nosotros...la orden del fenix...Harry Potter pertenecia a ella...esperemos tener mas suerte que el...que me dices Josephine..yo empiezo a estar arto de esta situacion, escondiendonos cual ratas...quiza podamos hacer algo mas que escondernos...que me dices??

Miro la casa con suspicacia. Mira a donde te han traído tus actos, Dimitri. Ahora espero no estar sólo en esta cruzada. Miro la puerta, vieja, casi parece que se fuera a caer si la toco, y me quedo allí fuera, un rato pensando en si esto es realmente lo que quiero hacer.

La Orden del Fénix... un lugar para luchar contra los magos oscuros... ¿pero es eso lo que quiero? Yo sólo he venido aquí buscando venganza... sólo eso... ¿Será la Orden un medio para alcanzar mi fin?

Pronto lo averiguaré.

-La puerta descolgada y hecha un asco..mal comienzo...-

Observo friamente la entrada y jugueteo con mi varita, todavia no tengo muy claro si quiero o no entrar ahi pero se lo debo a mi propia historia, asi que ¿Por que no? esto tiene que coninuar de una puñetera vez

Veo como se acerca a la puerta otro chico y tambien parece divagar..Acercarme no seia buena idea teniendo en cuenta lo que hay por ahi pero no me da mala espina. Suelto una carcajada alta y clara

-Vamos a jugar-

Me giro al ver a la chica que rie y dice unas palabras que no logro comprender por la distancia que nos separa. ¿A dicho vamos a jugar? Me pregunto si estará aquí por lo mismo que yo... la Orden...

Me acerco a ella lentamente, con la mano dentro de mi bolsillo, cogiendo la varita con fuerzas.

- Bonita noche, ¿no crees? -, le digo seriamente. - Esa puerta parece bastante derruida, ¿no? -

A mi espalda se encuentra envainada mi espada corta y en otra vaina mas pequeña mi varita, mis manos las sujetan.

Desde el cobijo de las sombras, observo que se juntan dos personas delante de lo que parece ser el escondite que se mencionaba en el mensaje. Me deslizo un poco hacia ellos con mucho cuidado y preveniendome ante cualquier movimiento brusco que puedan hacer, sin hacer ruido y cruzando mis manos detras de la espalda, perdiendose estas entre mis ropajes.

Miraba hacia el vacío, por las noches siempre recordaba aquella tragedia... la marca, los mortífagos, la muerte inminente ¿como pudo ocurrir todo aquello?  a menudo sentía ganas de llorar y dejarme caer sin más, pero luego veía  a Cole, su determinación me hacía volver a la realidad con fuerzas renovadas, no podía fallarle, no ahora, fue en ese instante, en el que me voltee hacia él que llego el mensaje, esperé ansiosa mientras el chico la leía, poco a poco su rostro se fue iluminando, tal vez no igual que antes pero conocía esa expresion de hace mucho tiempo...

quiza podamos hacer algo mas que escondernos...que me dices??

yo.. creo que... si tu piensas que esta bien vamos a intentarlo tampoco quiero quedarme aqui de brazos cruzados, además sabes como me gustaría pelear esta vez.

No hacia falta decir mas, esa misma noche luego de empacar lo poco que teniamos en las mochilas, salimos rumbo hacia aquel lugar, ambos guardabamos la esperanza de encontrar alguno de nuestro antiguos compañeros, tal vez un profesor... seguia cayendo una lluvia suave, pero conforme nos acercabamos a los suburbios la noche se hacia más seca y fría...

Cole y Josephine empezaron a acercarse al barrio donde aquella indicacion les habia llevado...parecia muy solitario y muy ...muerto seria la palabra apropiada, quiza era lo mejor para un lugar donde se iban a juntar renegados del nuevo regimen

Al llegar a la entrada de aquel sitio otras dos personas mas esperaban alli delante, susurrando a Josephine

-Tenemos que tener cuidado, no sabemos si sera mas gente que acude a la llamada o mortifagos que han recibido el soplo de este lugar, vayamos con cuidado...

Cole se prepara la varita en la mano y se queda expectante a lo que ocurra alli...

Supongo que si todos estamos aquí y todos vemos la casa, seremos todos del mismo bando. Aunque la chica a la que le he hablado todavía no me ha respondido, observo como a nuestra posición se acercan más y más personas. Bueno, es extraño que todos estemos aquí juntos y que nadie de el primer paso... creo que tendré que ser yo, más que nada, por que he llegado primero.

Me acerco lentamente a la puerta de la casa mientras miro hacia atrás la reacción de las demás personas que se encuentran en la oscura calle, y con cautela, abro la puerta y entro a la casa...

- ¿Es que nadie piensa seguirme? -, digo por última vez antes de entrar a la casa.

Tras recorrer el tramo que me separaba de los primeros incursores entre las sombras, aparezco tras el hombre del hombre que se ha pronunciado al resto de los alli presentes.

- Parece que tendremos que dar el primer paso, camarada.- le comento al hombre que tengo ante mi, haciendole entender que tengo intencion de entrar tambien.

- Aunque no estaria de mas un poco de cautela, podria ser una trampa. Misteriosos son los dias que vivimos.- digo dirigiendome solo a el.

Acto seguido, una de mis manos que se encontraban apoyadas en la espalda surge con una varita entre sus dedos para, una vez que estoy armado, invitar al hombre que tengo frente a mi a acompañarme al interior.

- Pues, son las primeras palabras sensatas que eschucho... -, le digo mientras mi izquierda levanta la varita y la derecha se apoya sobre el pomo de mi espada listo para desenvainar en cuanto surja el peligro.

- Mi nombre es Dimitri, encantado. -, continúo mientras avanzamos dentro de la casa.

O son muy buenos engañando o parece que algo de bueno tienen...avancemos, pero solo cuando ellos hayan entrado, digo dirigiendome a Josephine

- El mio Auroas- digo con una pequeña sonrisa en la cara.- Te daria la mano, pero parece ser que las manos que no empuñan varitas estan empuñando otras cosas- digo al percatarme de lo que sin duda es el pomo de una espada en su mano.

Acto seguido,echo mis ropajes a un lado y dejo ver que mi mano izquierda se encuentra sobre la empuñadura de una espada corta que se encuentra envainada en mi cinto para despues volver a cubrirla.

- Vamos aya- me ajusto la bolsa bandolera que llevo colgada del hombro y atravieso el umbral. Comienzo a andar despacio por lo que diria que es un pasillo, varita en mano y la otra recogida entre mis ropajes.

Escuchais voces dentro, una mujer que esta discutiendo con alguien y las voces de un par de adolescentes que se apagan tras un portazo.

Viene de un lateral, un pasillo que llega hasta una cocina, de espaldas hay una chica de pelo negro que esta con una varita en la mano apretandola con fuerza con los nudillos blancos parece que no os ha oido.

Me acerco sigilosamente a la chica, mi hermnao pegado a mi espalda, ambos con la varita encendida y levantada y noto como Karpia se tensa alrededor de mi cuerpo, dispuesta a atacar. Cuando estoy a suficiente distancia como para ser escuchada y esquivar cualquier ataque saludo en voz audible a los presentes, atenta a cualquier movimiento:

-Hola.-Me quedo exactamente en la misma posición, bajo la varita para que no parezca que estoy a punto de atacar a nadie, pero la sigo aferrando con fuerza suficiente. Mi hermano me imita sin decir nada aún.