Bajo la varita poco a poco mientras los recuerdos vienen a mi mente...
Recuerdo los de tu Orden, desconocida... ¿qué haces aquí? Le digo con una sonrisa mientras la miro a los ojos.
Tienes que haber recordado a mi maestro, pero esta muerto una pena tan grande. niego sonriendo hablo de devolver la vida a los que estan muertos, con plenas facultades magicas. Sirius es el ejemplo de ello, lo hice por un pequeño pago que me dara su hija y que espero que este dispuesta a pagar ahora mismo.
Vuelvo a levantar la varita apuntando a la rubia...
Como la toques, te mato. Le digo completamente serio. Si tu maestro ha muerto, tu puedes morir también.
¿Puedes devolver la vida? -le pregunto, atónita y esperanzada, olvidándome completamente de la discreción. Mikel....volverás a mí- Por favor explícame cómo funciona y el pago requerido. -le pido con la ansiedad reflejada en mi rostro-
No creo que sea buena idea, Aaliyah... -me dice mi hermano en un susurro, pero le acallo con un simle gesto de mi mano
Tranquilo, no la quiero a ella sino algo que tiene me giro a la otra mujer y sonrio mientras me siento en la mesa y comienzo a enumerar. la verdad con que el cuerpo este intacto nos vale pero el pago puede ser nimeo o enorme, tal vez un don, tal vez un poco de tu alma, tal vez quien sabe solo cuando lo haga tendras la oportunidad de saberlo.
¿No puedes decirlo antes, ni aún sabiendo las causas de la muerte?
Aaliyah... no sabes lo que estás diciendo... y tu... desconocida... ¿qué es lo que quieres que ella tiene? ¡Vamos! ¡Responde! LE digo aun apuntando con la varita.
Solo al volver a traerlo, no necesito saber ni como murio, el pago puede ser grande o puede ser pequeño. me giro y sonrio a Dimitri mientras me humedezco los labios. solo quiero esa preciosa piel de tigre blanco que tiene, ahora o mas adelante ella decide.
Tu te pinchas, rubia, tu te pinchas. Y un huevo... vete por donde has venido, tranquilita... o si no te las verás conmigo y eso es algo que no querrás hacer. Le digo a la desconocida muy seriamente.
En ese momento, Kudrow empieza a tirarme de la manga. Al principio no le hago caso, pero su insistencia me hace volverme. Tiene a Galandra entre las manos y ésta tiene un pequeño mensaje para los dos. Se lo desato de la pata, olvidándome momentáneamente de la desconocida que traería a mi querido Mikel de entre los muertos, y empezamos a leerla con el corazón en un puño. La única que podía usar esa lechuza era Clarissa y, efectivamente, cuando abrí la nota, reconocí su letra.
Queridos Kudrow y Aaliyah,
Estoy bien, no os preocupeis, sólo es que me sentía un pelín sola y he decidio enviaros un mensaje para saber cómo os van las cosas, quiénes están con vosotros,... en fin, que me contárais un poco que se supone que tenéis que hacer, si podéis claro. Y si sabéis aproximadamente cuando volveréis.
Eso es todo. Por favor cuidaos mucho y respondedme en cuanto podáis.
Besos.
-Aaliyah, tenemos que hablar con Lupin enseguida. Cuando le devolvamos la lechuza será para decirle si puede o no venir aquí.
-No te preocupes Kudrow, no creo que haya ningún problema por eso, pero estoy empezando a hartarme de que no nos hagan caso. -entonces me dirijo hacia Lupin discretamente- ¿Podemos hablar en privado, por favor, es algo urgente?
Lupin asiente mientras miro a la desconocida con algo mas parecido a la ira que a otra cosa y os lleva a otra habitacion para que podais hablar con mas calma y con tranquilidad ambos.
Hicimos un trato, yo lo he cumplido y con algo mas de lo que pidio, estamos cansados de esperar, quiero la piel del tigre, solo tiene que decir las palabras magicas y me la llevare para devolvertela de una pieza sin ningun rasguño. Miro a Liliam un segundo y me llevo la mano a la marca me llaman, volvere y me la llevare, si no cumples el trato sabes que pasara.
-Verá, señor Lupin -empieza Kudrow-, estoy casado. Con una muggle -pareción costarle un poco decir esto-. Y me gustaría saber si podría venir aquí con nosotros. Ahora mismo está en nuestra tienda de campaña, a salvo. Pero no sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí y cuánto tardarán en pasarse los efectos de los hechizos defensivos que pusimos a su alrededor. -explicó. La siguiente vez que habló se le quebró un poco la voz-. Si los mortífagos la encontraran y descubrieran que se casó con un mago y que ese mago soy, le sonsacarían toda la información posible y luego la matarían -la última palabra casi no se entendió-. Me gustaría ponerla a salvo. Además podríamos limpiar la tienda. Podría ser de utilidad. Es una cocinera estupenda y ayudaría encantada en todo lo que pudiese -añadió con una nota de desesperación en su voz-. Yo mismo la traeré hasta aquí en un periquete. No será peligroso. No me seguirá nadie. Se lo juro por mi honor -concluyó al fin-
Yo me mantuve al margen por el momento, esperando para intervenir si fuera necesario.
Vamos a ver... desconocida... Lily... ¿podrías explicarme de que va todo eso? Le has prometido algo por el regreso de tu padre... ¿pero tu piel de tigre? A ver... explicame todo. Le digo a Lily sin dejar de apuntar a la desconocida.
Me quedo pensativo y asiento puede venir, pueden traerla estara aqui seguro de eso pueden estar seguros, ademas Neville ira a otro lugar mas seguro con gente de la orden y podrian llevarsela seguro que alli estara mas comoda y tranquila.
Solo dijo que queria algo que era importante para mi, pero no sabia que era mi aptitud como animaga. Ademas yo no la pedi que me trajera a mi padre de nuevo a la vida, asi que no se de que me esta hablando.
- A ver si lo estoy entendiendo, que tanta "explicacion" me esta saturando- digo ironicamente- Sirius Black esta vivo. Y es gracias a la mujer del tatuaje por algun tipo de magia que desconozco, y que parece ser que Dimitri sabe de que se trata. "Asi que tendra sus origenes en su pais, supongo"
Giro mi cara hacia la chica
- Segun la mujer, Liliam, le pedistes que devolviera a la vida a tu padre, que ahora me entero que es el mismisimo Sirius. Y que por ello te ha pedido algo a cambio. Algo que, si mal no he entendido, es la piel del tigre blanco en el que te conviertes cuando usas la animagia.- hago una pequeña pausa- ''Uff.. que marron''- resuena en mimente mientras dejo de hablar- ¿es todo eso correcto o me equivoco en algo?
Muchísimas gracias, sr. Lupin, ahora mismo voy a por ella.
Iré contigo Kudrow, para ayudarte a que todo sea más rápido.
Acto seguido nos vamos a por ella. Nos desaparecemos y aparecemos justo donde sabemos que, invisible, está la tienda. Pasamos dentro y encontramos a Clarissa preparando té.
Kudrow: Qué oportuna, cariño ¿nos tomamos uno rápido antes de irnos?
Clarissa: ¿Irnos adónde?
Yo: Vas a venir con nosotros. No sabemos cuánto tiempo estaremos trabajando para la Orden. Se te llevará a un lugar seguro donde podrás estar cómoda. Y no tendrás que pasar más tiempo en esta tienda. Nos la quedaremos nosotros. Tmbién nos quedamos a Galandra y a Karpia. Tu te quedarás con Arla. Vigila su embarazo.
Kudrow y yo salimos de la casa y volvemos en unos veinte minutos con una mujer nueva para el resto del grupo. Arla, mi fénix, está posada en mi hombro cuando aparecemos y yo le acaricio la cabeza al sentarme en una silla. Kudrow se sienta a mi lado y la mujer nueva se sienta al otro lado de Kudrow.
De pronto, Arla se deja caer en mi regazo y suelta una melancólica nota de dolor, estremieciéndose de pies a cabeza.
¿Arla? ¿Qué te pasa, cielo? Kudrow!! Creo que va a dar a luz. Auroas, tú trabajas con criaturas mágias no? Ayúdame, creo que ya viene el huevo aunque todavía faltaban algunos días -digo con una nota de desesperación en mi voz acercándome a él con Arla en mis brazos- A lo mejor estoy exagerando, pero es que es la primera vez que me pasa y Arla es como una hermana para mí, no quiero que le pase nada.