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El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Capítulo 3: Lobos con piel de cordero

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11/06/2018, 20:52
Tobías Quinn

Tobías quiso marcharse a cumplir las misiones que habían planteado... hasta que Collins empezó con su numerito. Una vez hecho eso, no iba a dejar a un compañero a merced de los inquisidores. Todavía no estaba seguro de que pudiera vencerlos de forma tan fácil. 

Poco a poco comenzaron a aparecer los inquisidores que habían mencionado los tentempiés que habíamos tomado antes. Para el común de los humanos, para los que no eran ricos y pudientes como los de la terraza, los inquisidores serían un terror más grande incluso que los Strigoi. Para nosotros... para nosotros eran objetivos. Y sólo eran dos. 

De pronto, llegaron tres lobos. Tobías se dirigió al extremo opuesto de la plaza, no por miedo a los animales, sino por dejarles actuar y enfocarse desde otro lado en los inquisidores. 

—Veamos si funciona lo que hice en la isla. Supongo que estos serán más resistentes. Voy a tratar de paralizarte a uno para que lo estudies... Setrakian ya había estudiado a varios, pero quizá Collins, con sus nuevos sentidos, lograría algo más. 

Buenas noches, queridos inquisidores —Volvió a usar su poder, a sentir como atraía sus miradas y su voluntad— ¿No os parece que hace una noche maravillosa?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Afecto a muchos, primero a los de voluntad más débil. 

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12/06/2018, 23:08
Richard Collins

Collins sonrió al ver aparecer a los silenciosos inquisidores y se levantó de la silla de la terraza, alisando un poco su chaqueta mientras se acercaba hacia ellos. Se paró en seco a mirar a los lobos. Había escuchado aullar a Syria, pero no esperaba que su llamada funcionase. En el corto periodo de tiempo en el que estuvo observando a los animales, Tobias se le adelantó y comenzó a hablar con los inquisidores. Su ceño se frunció y un deje de ira paso por sus ojos, pero no dijo nada, y observo intensamente a los dos strigoi extendiendo sus brazos a ambos lados grandilocuentemente, como un pavo real extendiendo su cola, en completo silencio, aunque era obvio que estaba usando sus poderes e irradiaba confianza. 

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12/06/2018, 23:09
Richard Collins
Sólo para el director

 Su plan había funcionado, cosa que no le sorprendió, pero si tenía miedo de que no apareciese nadie y parecer un idiota. O peor, que solo acudiese un furgón de la policía turca cargado hasta las trancas de escopetas y fusiles de asalto  y parecer un idiota. Lo peor era siempre parecer un idiota. Un idiota como Tobias, que era incapaz de dejarle trabajar, hablando de armamento nuclear. Si el maestro tenía acceso a bombas nucleares, no iba a mandar una a Estambul en el plazo de unas horas… y ya lo habría usado para atacar Lesbos la misma noche que el resto del grupo mató decenas de strigoi. Que idiotez. Syria se lo tomo como él esperaba que lo hiciese; con una sonrisa, aunque la cobardía de Tobias pareció afectarla en el último momento y se puso a aullar al cielo como una ridícula perra en celo. ¡Dios! A veces se sorprendía a si mismo regodeándose en el desprecio que sentía ahora por los que hace 4 días eran sus… bueno, no, no habían sido sus amigos; no era tan tonto como para saber que no era el más popular antes de ser poseído por lo que parecía a todas luces la versión pre-sumeria de una adolescente mezquina. En cualquier caso, sabía que no eran sus verdaderos pensamientos sobre ellos, si no que eran los de la mujer, Arikel, sobre Ravana y Baal. Pero notaba como ambas conciencias se fundían en una sola, y que pronto no podría separar sus pensamientos con los de Arikel. Solo quedaba luchar para ganar el mayor terreno posible en esa guerra por su alma y cuerpo. Al menos una cosa era cierta. Pasase lo que pasase, podía confiar en Danica. Y en lo que había dentro de ella, aunque no pudiese entenderlos siempre.

Cuando aparecieron los inquisidores a punto estuvo de forzarse a inspirar aire para luego soltarlo con alivio, pero el no tener que respirar servía para algo más que para sus discursos; también podía fingir que realmente sabía lo que hacía. Sonrió pues, con autosuficiencia, y se acercó a lo que había hecho venir. Pero algo lo detuvo. ¡Lobos! En plena Estambul. Era de esperar que la fauna se hubiese vuelto loca tras la conquista mundial que llevaron a cabo los agusanados strigoi, pero desde luego no esperaba que ningún cuadrúpedo acudiese a la llamada de Syria. Un yorkshire de los ricachones que parecían acudir a la zona, como mucho. Pero no, 3 lobos. Hizo mal en detenerse a observar, de todas formas. Tobias decidió que era demasiado inútil como para seguir la simple orden de “no interrumpas mi trabajo”, y como un niño pequeño que ha aprendido un truco de cartas, quiso hacerse el interesante y prácticamente le dijo a un mago profesional “Coge una carta”. Si, la metáfora era horrible, pero estaba demasiado furioso como para pensar en algo de relevancia histórica. Por eso no dijo nada. No, no iba a dejar que los inquisidores cogiesen la sucia carta de Tobias. Él les iba a lanzar el mazo en la cara, y luego a obligarles a recoger las cartas del suelo.

Acercaos y arrodillaos ante vuestro señor, escoria.

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16/06/2018, 18:02
Syria Keogh

Tobías actuaba. Collins actuaba. A la vez, mismo objetivo. Realmente no sabía si uno solaparía al otro, quien a quien, en ese caso. Es por eso que Syria tomó la decisión que aguardar cual de los dos tenía éxito en su propósito. De momento, aquellas cosas habían llegado sin más, solo dos hasta ahora, y era obvio que Collins buscaba algo de ellos. ¿Información? ¿Tobías le acababa de joder la jugada?

Ella tenía ante sí a las bestias a las que había convocado, desconociendo si esto era todo y llegarían más conforme transcurrieran los minutos. En cualquier caso, buscó la mirada a ambos tres para poder llegar a sus almas y lanzó una orden sencilla. No usó palabras para ello, tan solo sonidos animales que no podrían emanar de ningún humano.

"Aguardad" decian.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No me queda clara la dificultad, creo que es 6 o 7, ya queda en tus manos. Tiro 7 a modo estándar, por si acaso.

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16/06/2018, 18:45
Danica Dvorák

Danica siguió con la mirada la llegada de los dos inquisidores, pero no tardó en mirar más allá, detrás de ellos, comprobando si venían solos o traían consigo una horda de strigois como la que les había atacado en Lesbos. Parecía que no era así, por el momento, pero la exploradora no terminaba de fiarse. 

Dedicó un vistazo a los animales cuando llegaron, pero tampoco se detuvo mucho en ellos. Desenfundó el machete y poco a poco empezó a moverse, manteniéndolo cerca de su pierna, tranquila, pero, al mismo tiempo, preparada por si las cosas se complicaban. Sus pies la llevaban cerca de Collins, a un par de pasos por detrás de él. 

No dijo ni hizo nada más que mantenerse allí, por el momento. Estaba alerta, vigilante, escudriñando el mismo aire mientras dejaba que sus compañeros se encargasen de tratar con los inquisidores y con los lobos. Sin duda se habría sentido más cómoda si hubieran preparado aquello en campo abierto y no en medio de una ciudad, pero a ella no le costaba adaptarse a las circunstancias.

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17/06/2018, 19:10
Damon Gates

Damon sonrió al ver a dos strigois acercarse hacia él. El grueso de la manada iba contra el rubio Heikki, como si le pidieran cuentas por tantos monstruos aniquilados en su vida pasada. Damon no temió por sí mismo, pero sabía que a Heikki quizá le faltaran manos y tinieblas para enfrentarse a todos los enemigos que había allí.

Los strigoi no eran un peligro real para una criatura superior como eran ellos ahora, pero sí un peligroso entretenimiento. Damon quiso comprobar su superioridad y se concentró en sus propias entrañas, en el denso fluido que llenaba de vida sus venas, y sintió las células hambrientas, anhelantes. Y les dio alimento, ordenando a esa sangre que se diera para inmolarse a cambio de fuerza, destreza y salud.

De inmediato sintió cómo sus músculos, sus sentidos y su vitalidad aumentaron, como una fogata agitada por el viento. Damon se congratuló con esa sensación de furia y sintió que todo a su alrededor giraba lento, torpe. Como si la normalidad fuera él y su nueva velocidad, y todo lo demás fuera pegajoso y estúpido. Con ese viento en los pies golpeó a los strigoi que se le habían acercado, casi con desinterés y, a continuación, se deslizó como un rayo de muerte para introducirse en las sombras donde Heikki plantaba cara a las aberraciones.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto 15 de sangre para 5 Destreza, 5 de Fuerza y 5 de Resistencia.

He tirado 8 dados, creo que está bien.

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17/06/2018, 19:47
Director

Heikki estaba lidiando con los strigoi, tratando de deshacerse de ellos. La verdad es que no conseguían hacerle mucho más que rasguños entre todos. Esos que pronto podría curar bebiendo sangre de algún humano, eran simples de curar desde que ahora no érais humanos sino vástagos. Lidiaba con los monstruos que causaban terror en aquellas calles y que hasta hace no tanto habían sido algo que temer para él mismo.

Tan ocupado estaba tratando de dominar las sombras que no vio venir por su espalda a su compañero. Damon concentró su sangre, aumentó sus atributos y fue a por el que consideraba su enemigo en ese momento. Los strigoi no eran nada para él, era tan simple como usar su presencia o su dominación como para que atacaran o dejaran de hacerlo. Aquel sueño tan vívido que habían tenido les había explicado el secreto. Esas bestias no eran nada para ellos, pero quizás sí lo eran ellos mismos.

El golpe cayó duro sobre Heikki, rompió algo, pues Damon notó ceder huesos bajo su puño y casi podía sentir el crack de estos al romperse. Heikki cayó inconsciente al suelo, en letargo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro 8 de fuerza más los éxitos netos para el daño.

El daño será letal en este caso, puesto que no sois humanos normales ni os golpeáis con la fuerza normal.

9 letales.

Tiro Resistencia+fortaleza de Heikki como defensa.

Absorbe 2 letales, pero le entran 7.

7 letales hacen caer en letargo a Heikki y lo incapacitan.

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17/06/2018, 19:58
Director

Los inquisidores habían venido al ver a los humanos espantados. Seguramente esperaban encontrarse con algún strigoi descarriado, pero lo que encontraron desde luego no era esperado. No mostraron sorpresa, o no lo parecía. Sus semblantes eran como máscaras del humano que una vez fueron.

Una jauría de lobos apareció, nada demasiado grande, pero suficiente para poder usarla si era necesario. Ante las palabras de Syria quedaron en espera. Miraban la situación, pero no intervenían, a la espera de unas nuevas palabras de aquella que les había llamado. Aunque más que palabras Syria había pronunciado unos ruidos muy poco humanos para hacerse entender.

Tras ellos no había ningún strigoi, parecía que era precisamente lo que estaban buscando cuando llegaron a la terraza. Se quedaron parados con las palabras de Tobías, pero cuando Richard se levantó y extendió los brazos, hicieron algo que nadie esperaba ver nunca. Aquellas cosas se pusieron sobre sus rodillas, adorando a Richard casi.

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17/06/2018, 20:04
Director

Su aura apenas es leve a los ojos de Collins, aquellas cosas no eran casi ni vampiros. Al llegar rezumaban un azul claro, pues aquellas cosas parecían calmadas. Pero al ver a los cainitas, pasaron a tener cambios de colores de forma moteada. No comprendían qué pasaba ahí y no sabían cómo sentirse, dentro de lo poco que aquellas cosas sintieran.

El aura comenzó a teñirse en rojo, pero antes de adquirir ese color del todo, se volvió gris con la voz de Tobías. Hicieron como él pedía y dejaron de pensar o sentir nada más que lo que él decía. Entraron en modo "automático". Quizás era así con todos los strigoi a los que daban órdenes. Collins podía saber fácil cuando alguien los estaba dirigiendo.

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17/06/2018, 21:30
Heikki Mäkelä
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cómo? ¿Peeo que cojo....? Enserio que ha pasado XD

Pero creo que no caigo en letargo, tengo 1 punto de Fortaleza, quedaría en Tullido.

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17/06/2018, 22:11
Richard Collins

Collins se acercó aún más a los inquisidores, ahora arrodillados, aún con sus brazos abiertos de par en par. Aun miraba a los strigoi como si quisiese atravesarlos con la mirada, pero cuando llego hasta ellos lo primero que dice fue darle un bofetón con la mano abierta al de la derecha, con todas sus fuerzas. Lo tiro al suelo, y comenzó a patearlo y darle pisotones, así como más bofetones, esta vez más flojos, no parecía que buscase hacerle daño real. Mientras, el otro inquisidor seguía con la misma postura, sin inmutarse.

Collins terminó su asalto con la misma indiferencia con la que lo había comenzado. En ningún momento pareció estar disfrutando, simplemente estaba analizando, observando con curiosidad.

Al parecer, una vez han sido afectados por nuestros poderes no son más que simples marionetas, sin voluntad ni sentimientos. Probablemente aceptaran cualquier orden que les den, sin inmutarse ni plantar cara.  – Collins guardo silencio durante unos instantes – Menos el suicidio, eso no parecen llevarlo a cabo. Eso complicará las cosas, dará más trabajo.

El profesor miro hacia dánica, y extendió su mano hacia ella.

Préstame eso un segundo, por favor. – Dice mientras espera a que le ponga el machete en la mano – Quiero comprobar si al menos se estarán quietos cuando vayan a matarlos, y no solo al darles un par de golpes.  – Esperó unos segundos, pero Danica opto por avanzar ella misma para acabar con los inquisidores directamente, lo que hizo que Collins diese dos pasos para interponerse en su camino – ¡No, no! ¡Quién sabe si te atacaran para defenderse! Quiero decir, estoy seguro de que los matarías sin problema, pero es un riesgo innecesario. Probemos otra cosa… - La mirada de Collins volvió a los dos seres arrodillados, pero esta vez dijo su orden en voz alta. – Tú, - Comenzó, señalando a uno, para luego mover el dedo hasta el otro – mátalo.  

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17/06/2018, 22:12
Director

Notas de juego

Usé la fortaleza junto con la resistencia para absorber. He estado usando EO20 que dice que con 7 letales se cae en letargo, pero si me equivoqué solo dime ^^

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18/06/2018, 15:52
Heikki Mäkelä
Sólo para el director

Notas de juego

Si, cierto. No conozco del todo las reglas de EO20

 ¡No! Mi personaje cae en Letargo. Hoy me pongo con el post del letargo. Maldito Gates traidor. XD

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18/06/2018, 18:10
Director

Notas de juego

Yo tengo el manual al lado porque no quiero cagarla, no me acuerdo de todo. Si alguna cosa no es como es, solo decidme :)

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19/06/2018, 22:09
Heikki Mäkelä

El finlandes se defendía con soltura de los malditos monstruos. No era muy complicado de luchar contra ello ahora que aprendía a usar sus nuevos poderes. Pero pasaba algo raro. ¿Por qué su compañero no le ayudada? Heikki no pensó mucho en ello, había mil escusas y él estaba disfrutando demasiado peleando como para ponerse a pensar en escusas.

Entonces un fuerte zumbido recorrió el aire y un inmenso dolor partió en dos el cuerpo y el alama del finlandes. ¿Qué había pasado? ¿Quién le había atacado? Sus ojos comenzaron a nublarse por el inmenso dolor que poco a poco iba entumeciendo cada una de sus extremidades.

Mientras caía al suelo, con los ojos nublados por el dolor, pudo ver la negra silueta con el puño manchado de sangre. Tú. ¿Cómo has podido? Dijo con un hilo de voz. Lo último que Heikki pensó fue que todo aquello se parecía a una película de cine negro que había visto hace unos días, donde el malo se desvelaba asesinado al ayudante del detective. Solo pudo pensar hasta ahí, no recordaba como continuaba la película. Puede que el detective vengara a su amigo, o puede que el malo se saliera con la suya.

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20/06/2018, 13:27
Damon Gates

Los tres ojos de Saulot observaban al hermano caído y no le respondió.

...es como fue y como será…

Los strigoi merodeaban, expectantes, ansiosos de guía. Pero no lo encontrarían en Damon.

—Morid. No sois dignos de presenciar esto. Morid—ordenó.

Y mientras los monstruos entraban en una orgía de asesinato unos contra otros, Saulot se agachó sobre Heikki. Podía ver el latir de su vida, ya agotándose, descansando por fin después de milenios. Un largo viaje hasta el merecido reposo. Un sueño eterno para el sacrificio necesario.

Porque aquello era necesario.

—Descansa, amado hermano. Yo seguiré la guardia.

Y tomando el brazo de Lucian, devoró las sombras.

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23/06/2018, 23:21
Syria Keogh

Syria alzó una ceja perpleja por lo que veía ante si, aunque lo que habitaba en su interior no sintió tanta sorpresa. La presencia de Collins parecía abrumar a los inquisidores hasta el punto de dejarlos dóciles cual corderitos. Se arrodillan ante él y se dejan de hacer de todo a su merced. 

Si esto es posible con este tipo de strigoi, lo será con los otros...encontró sentido en las acciones de Collins, aunque se le cuestionase en un comienzo.

Sintió que no era necesaria la presencia de la jauría lobuna, así que los miro y les ordenó que se marcharan, en un sonido animal. Aquí no hacían nada, no viendo que solo son dos (de momento) y que están completamente controlados. Tras despachar a las bestias, miró con curiosidad si los strigoi eran capaces de cumplir la orden dada por Collins. Si acabaría matando a su compañero.  La respuesta acabaría siendo si, con alta probabilidad. 

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24/06/2018, 00:29
Danica Dvorák

Los ojos de Danica se abrieron un poco más cuando los inquisidores se arrodillaron ante Collins, pero fue apenas un instante, ese primer instante en que era la exploradora la que reaccionaba y no la otra parte de sí misma. Tras ese segundo, sus labios empezaron a curvarse en una sonrisa. No sintió lástima por los golpes que el profesor les propinó, eran monstruos, pensaba su cabeza, simples herramientas, pensaba su sangre. 

La explicación vino bien y abría las posibilidades, pero cuando el profesor se dirigió a ella, dio una vuelta al machete en la mano, sin dárselo. 

¿Para qué...? —empezó a preguntar, pero detuvo sus palabras cuando él se explicó directamente. Entonces negó con la cabeza—. No. Yo lo haré. 

Empezó a caminar hacia uno de esos strigois venidos a más, con toda la intención de rebanarle el cuello, pero Collins se interpuso y lo miró con cierta sorpresa. Primero se sintió confusa, poco acostumbrada a que nadie salvo Jarek se preocupase por ella. Pero después la confusión se fue volviendo diversión. Incluso antes de que la esencia del vampiro se metiese en ella, Danica ya era muy capaz de darle una buena pelea a un strigoi. Pero ahora... Ahora que era y no era, que era más que nunca... Era más fuerte, más rápida, más resistente. Resultaba tierno que el profesor se preocupase por la seguridad de un ser eterno, de alguien a quien los humanos habían adorado como a un dios. 

Hizo un gesto alzando las manos y retrocedió un paso, aceptando únicamente por esa ternura, pues estaba segura de que podía quebrar el cuello del engendro como si fuese una ramita, sin ningún esfuerzo. La sonrisa seguía bailando en sus labios, divertida, tal vez algo fuera de lugar, quizás incluso demente, para quien no pudiera comprenderla. Sus ojos contemplaban con expectación a los dos inquisidores, a la espera de ver si obedecerían a Collins o al final serían ellos quienes les arrancasen la cabeza. 

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24/06/2018, 07:34
Tobías Quinn

Los Strigoi llegaron pero, en vez de las huestes que esperaba Tobías, sólo un par de inquisidores hicieron acto de presencia. 

En fin, hemos corrompido al Maestro, ahora reduce costes y sólo nos manda un par de esbirros. O más bien son los únicos que estaban por aquí. 

Collins empezó a pegarles. No creo que quiera hacerles mucho daño. En ese caso les daría una lectura. Luego enunció unos resultados y siguió con sus experimentos. Quería que se matasen. Danica había avanzado. Si el plan no funcionaba, entre todos podrían con los inquisidores. 

Se ha pasado de la historia a la ciencia. Collins. El experimento es interesante, pero el Maestro está a medio mundo de distancia... circunstancias cambiantes, grupos de control, el Maestro puede estar fingiendo con ellos... —enunció todo tipo de problemas que afectarían a cualquier artículo científico. Pero era eso o nada —pero adelante. 

Esperó a ver que ocurría. Es la primera vez que le veo hacer algo inteligente de verdad. Quizá esas estatuas sí nos están cambiando. 

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30/06/2018, 18:31
Director

Richard probó su teoría, que aquellos seres eran débiles de voluntad antes ellos. Para ello Arikel había preguntado a Verddatha tanto al respecto en otra vida, tratando de comprender hasta dónde llegaban sus capacidades. Para él eran marionetas y las trataba como tal. Pero quería probar más, para eso los había hecho llamar.

Tobías esperaba que vinieran más, quizás una horda. Pero los inquisidores podían controlar masas, por lo que si se habían acercado al ver humanos huir lo que esperaban encontrarse era un puñado de strigois alborotadores. Sin embargo, no fue así. Eran un muro de contención más que unos guerreros de élite. Más poderosos y conscientes que un strigoi medio, pero no por ello más inteligentes. El maestro podía ver a través de ello si lo deseaba, pero no parecía ser el caso, o no lo sentía así el profesor, Richard.

Syria comprendía que lo que Richard quería probar no era una locura, ni una parafernalia para dejarse ver, era otra cosa… Al fin y al cabo la mayoría de ellos habían sido estudiosos en otra vida.

Cuando se le pidió a Danica su cuchillo, se mostró reacia a soltarlo. Era normal, una cazadora no quería verse desprovista de su arma por un experimento. El experimento había sido probado ya en Lesbos, pero ahora eran más conscientes de todo ello. Había sido Tobías el que había paralizado una manada de strigois mientras el resto los remataba como podía, sin que estos pestañearan siquiera. Pero eso había sido con strigois comunes, los inquisidores quizás eran más complicados. Más complejos.

Una orden, simple, no se necesitaba más. El inquisidor señalado saltó sobre su compañero con una rabia desmedida. De su boca salió aquel apéndice que uso para atacar a su prójimo, al tiempo que trataba con sus manos de despedazarlo. El otro inquisidor no quedó quieto, devolvió los golpes.

Los cuatro tuvieron una lección y un espectáculo mientras aquellos bichos trataban de acabar el uno con la vida del otro. Aunque podría ser más exacto decir que aquel que recibió la orden trataba de acabar con su compañero de forma directa, concisa y cegado por el mandato. El otro trataba de defenderse. Esto acabó con el primero desgarrando poco a poco al segundo hasta la muerte, quedando después malherido y cubierto en aquel tipo de sangre que no era sangre, que estaba plagada de aquellos parásitos.