Partida Rol por web

Mientras el profesor Yang preparaba a sus compañeros, fue el profesor Lyan el que tomó la palabra esta vez.

- Además, como incentivo, podéis apostar por cualquiera de vuestros compañeros y si gana, recibiréis cuatro veces lo apostado. Las apuestas se harán en bloques de cien mil.

Entonces, pasó a mirar a los cuatro elegidos para esta demostración.

- Por otro lado, los participantes, aunque no podéis apostar por vosotros mismos, ganareis todo lo que se apueste por vuestros rivales si ganais.

Podemos ver los combates? Me preguntaba si había alguna pantalla para ver la diversión, si así era, iría a por mis palomitas y mi coca cola.  

Apostar??? Eso era legal??? Seguramente sería más interesante así, pero no tenía la información suficiente como para decantarme por alguien, además, esto eran más de 20 créditos. No, no iba a tirar el dinero de esa manera.

Se sienta en el sofá indicado con impaciencia ¿Qué le abrían puesto? ¿Cómo sería la simulación? ¡Todo era de lo más emocionante para ella! 

Al sentarse en el sofá se noto distinta... Toca su cabeza y nota que tiene orejas. Unas orejas suaves y reconocibles para ella ¡Eran de zorro! Mira sonriente su cola, tan larga como si fuera un zorro humanoide. ¿Qué diría Newt* si lo viera ahora? Nota como la cola le sale de un agujero hecho a medida de su traje de licra apretado y negro como el carbón. Se mira las manos y ve que tiene unas uñas afiladas y perfectas para poder atacar. También ve que el traje no era tan solo negro, tenía cosidos de un color blanco neutral que destacaban sobre el negro. Deseaba mirarse en un espejo, pero no sabía si abría alguno por al rededor. 

Es una mezcla de estos dos: 

Había sido, como siempre, demasiado impulsiva. No debería haber levantado aquella mano. ¡Pero se había movido sola! Bueno, lo hecho, hecho estaba. Ahora era momento de prepararse. Hizo caso a todo lo que se le ordenó, atenta a las indicaciones, concentrándose como podía en lo que se avecinaba. 

Abrió los ojos de par en par cuando habló de "combate a muerte". Estaba perdida. ¡Si lo hubiera sabido no...! Ah, espera. El profesor continuó hablando y resulto que iba a ser una especie de juego virtual. Nataly respiró aliviada. Aquello mejoraba las cosas. 

Se colocó en la zona y miró a quienes iban a ser sus contricantes. El chico era muy guapo la verdad, pero eso no le desconcentraría. Ya había atacado a Eli sin importarle sus ojazos azules. Astrid le daba más miedo. Mucho más. Sobretodo después del encuentro de hacía un rato. Fijo que iría a por ella. No entendía muy bien por qué pero... Nataly se estaba sintiendo el objetivo principal de aquel combate. Sería difícil. Muy difícil. 

Si saben que gané ayer, seré el primer objetivo.

Irania era harina del mismo costal. Le parecía tan peligrosa como Astrid. No había coincidido con ella el día anterior, pero solo ver su mirada y sus movimientos indicaba a Nataly que era peligrosísima. ¿Pero quién no lo era de allí? Respiró hondo, soltando el aire por la boca. Concentrándose y olvidando las molestias que sentía. Iba a ganar aquel combate. Aunque los tres fueran a la vez a por ella. Cuando abrió de nuevo los ojos, su mirada desprendía un brillo especial. Estaba lista para aquel reto. 

Cuando entró en la simulación, lo primero que hizo fue verse. Tenía pies negros y grandes, de pantera. Las piernas parecían más fuertes y ágiles. Las manos seguían siendo las suyas pero con el añadido de unas peligrosas garras afiladas. Además, sus ojos parecían percibir mejor los movimientos y sus oídos detectaban hasta el más mínimo movimiento. Tenía los sentidos de una pantera. Además, su dentadura había variado un poco pues notaba cuatro grandes colmillos que acababan en una punta cortante. El resto de su cuerpo estaba cubierto por un traje de superhéroe negro y en su cara un antifaz.

Parece que habían salido más voluntarios de los que esperaba en un primer momento. Pero aún así, la sorpresa "a muerte" del profesor seguro que hizo que, más de uno, se lo replanteara.

Por suerte, iba a ser una especie de juego por ordenador, así que no corrían peligro real, aunque seguramente salieran con un dolor de cabeza.

Por otro lado, lo que pregunta el otro Kyle me interesa. ¿Podremos ver los combates?

Sería una buena forma de ver lo que pueden hacer y así pdoer crear un buen plan de acción para futuros combates. 

Me dio algo de pena que no escogieran a Marcel no fuera escogido, me moría de ganas de saber cuál era su habilidad innata. Pero al parecer lo descubriría en otro momento. Miré a los elegidos, observando cuál podría ser el mejor para postar. -¿Apostamos a mitas? -pregunté a mi amigo. -Me llaman la atención la que ganó ayer y Frank... ¿qué opinas? Aunque Astrid... la vi ayer cosas con los cuchillos... difíciles de creer. Difícil decisión. 

El profesor Lyan asintió con la cabeza.

- Claro, para eso están las pantallas, para verlo. Cada una seguirá a cada uno de ellos.

Tras eso, fue Lis la que habló.

- ¡Apuesto medio millón por Nataly, la ganadora del juego de ayer!

Con las prisas, los que habían entrado al final de forma apresurada no habían podido ver que Nataly era la ganadora, Eli el segundo e Irania la que había hecho mayor puntuación. Damian fue el siguiente en hablar.

- ¡Otro medio millón! Pero yo apuesto por Irania.

Llamó la atención, pero pronto Michael desvió hacia él la de todo el mundo.

- ¡Un millón por Frank, el hermano pequeño de Maze Storm!

No se sabía muy bien que había llamado más la atención, la cantidad o que fuese hermano de Maze Storm.

Jessica, con ganas de llamar la atención también un poco, añadió.

- Doscientos mil para cada uno menos para Nataly, lo importante es que ella pierda.

Seguida de Jennifer que añadió

- Lo mismo que Jessica

Y ambas comenzaron a reír. Sandra, a la vista de esto añadió

- ¡Pues medio millón por Nataly! Cuadriplicaré esa cantidad y ella se quedará con vuestro dinero.

Los cuatro participantes se encontraban sentados cada uno en una de esas extrañas sillas, pero ellos no sentían estar allí, estaban en lo alto de un edificio, tan alto que si uno se asomaba desde el borde y miraba hacia abajo, se veían las nubes y sentían el frio, que era tan real, que les hacía dudar que de verdad estuviesen en una simulación.

Esa azotea, sin ninguna puerta para bajar al piso anterior y prácticamente lisa, era un cuadrado con unos cincuenta metros de lado y cada uno de ellos se encontraba en una esquina.

En la esquina norte estaba Irania. Tenía unas orejas marrones sobre la cabeza, con que le daban un toque algo canino y una larga cola a juego que salía por un agujero hecho a medida en un traje de licra apretado y negro como el carbón que tenía cosidos de un color blanco neutral, que destacaba sobre el negro. Además, sus manos acababan en unas afiladas y largas uñas.

En la esquina este se encontraba Frank, el cual bestia una larga gabardina marrón que solo dejaba ver unas botas militares aunque no parecía favorecerle pues se le notaba con ella un tanto más gordo que de costumbre. Además, lo más destacable de él es que su piel se encontraba de un tono gris oscuro y escamoso y estaba completamente calvo. Por otro lado, sus manos a pesar de las escamas, se veían normales.

En la esquina sur se encontraba Nataly que tenía pies negros y grandes, las manos seguían siendo las suyas pero con el añadido de unas peligrosas garras afiladas, s u dentadura había variado un poco pues tenía cuatro grandes colmillos que acababan en una punta cortante y sus pupilas estaban rasgadas como las de un felino. Llevaba un traje de superhéroe negro y en su cara un antifaz.

Y en la esquina oeste se encontraba Astrid. Sus ojos se habían vuelto amarillos, un fino plumaje blanco adornaba los alrededores de su cara y por su cabeza sustituyendo a su pelo, dos grandes alas habrían brotado en su espalda y sus manos se veían como peligrosas garras.

Frank observa a las tres chicas… pero ahora mismo a quien tenía ganas de golpear era a su amigo, aunque había aguantado un día más de lo esperado, esperaba que se hubiese ido de la lengua el primer día.

Se preparó para luchar en una pose de boxeo, sin saber muy bien contra quien ir primero.

Astrid observó su cuerpo, estiró sus alas, preparó sus garras y miró hacia Nataly…

Y allí estaban. Todos con trajes y adiciones animales super chulas. Nataly se fijó cuanto pudo en sus contrincantes, analizando con qué podían atacarle y cómo podría ella defenderse. Y debía admitir que aunque estuviera en un encuentro virtual, estaba nerviosa. Tragó saliva.

Intentando estar atenta a sus compañeros, Irania lanza una mirada fugaz a todos sin poder evitar fijarse en los trajes. Sin lugar a dudas, el suyo era el más molón -o eso pensaba ella- además, su cola rojiza, abundante y peluda con la punta blanca le daba un toque salvaje que le encantaba. Jamás en la vida se había planeado tener cola hasta ahora.

Pero no era tiempo de pensar en eso, no. La chica estaba al tanto de los movimientos de los demás. Como no sabía muy bien como iba el juego y tampoco tenía miedo, esperó a ver que hacían los demás en aquel edificio, ¿quién comenzaría a atacar a quién?

Astrid sin tiempo que perder vuela a toda velocidad hasta alcanzar la posición de Nataly y le ataca con sus garras mientras pliega las alas en su espalda para conseguir una posición más aerodinámica para el ataque.  Todo ello sin perder su rostro inmaculado que no refleja sentimiento alguno y sin emitir ni una sola palabra.

Aunque había estado escuchando las apuestas de los compañeros - ¡qué asquerosamente vengativa era Jennifer! De Jessica se lo esperaba. ¿Cuándo se les pasaría el incidente de aquella vez?-, sintiéndose muy agradecida por el apoyo de Lis y de Sandra, sus cinco sentidos estaban totalmente focalizados en el combate. Y si a eso se le sumaba el hecho de que esperaba ser atacada, fue sencillo, muy sencillo, esquivar el ataque de Astrid. 

Con una agilidad felina, esquivó el ataque sin apenas mostrar sorpresa en su cara. Astrid. ¿Qué mosca le había picado a esa tía? Nataly entrecerró los ojos de forma peligrosa y no dudó en golpear con suma rapidez a la chica que se le había acercado. Garrazo al estómago, garrazo a la cara, otro al costado y finalmente otro, su punto fuere, en el toda la nariz de nuevo. ¿Lograría dejarla KO con ese primer ataque? No podía confiar en los demás.

Al ver que Astrid y Nataly se ponen a pelear, la pelirroja va directamente hacia Frank. Como el tío era de constitución fuerte, opta por darle en punto clave; con sus garras afiladas, le raja la yugular intentando hundir lo que pueda las uñas antes de desplazarlas hacia la izquierda del cuello. Acto y seguido, con un rápido movimiento y con las dos garras esta vez, le comienza a arañar los ojos para que el chico, si salía con vida, no pudiera ver lo que estaba pasando. 

Parece que todos los estudiantes se lo están tomando bastante en serio.

Están atacando con todo lo que tienen y disponen, sin miramientos ni dudas. Es bueno saberlo... Espero que pongan la misma dedicación en las misiones reales. 

Por ahora el sector femenino ha dado el primer paso... Veamos que tiene que decir él al respecto... 

Miraba divertido la simulación y el aspecto de mis compañeros de clase, tratando de averiguar los animales que habían elegido. Algunos de ellos bastante obvios.

Eran todos bastante agresivos  y decididos, aunque también demasiado impulsivos. Veía que las ganadoras de la prueba anterior no se andaban con tonterías, lo que era de esperar. Aunque Frank y Astrid parecían buenos y duros contrincantes….