Partida Rol por web

Giro la llave con insistencia varias veces hasta que consigo poner el coche en marcha, suelto un suspiro de preocupación al comprobar los estragos que esta causando la tormenta al motor, un poco mas y no se si habría arrancado. Bueno, pues si tu casa esta cerca dime la dirección y vamos para allá lo mas rápido posible, no se cuanto tiempo podré hacer funcionar el coche. Agradezco el aire caliente que surge de las rendijas de la calefacción mientras me concentro en el parabrisas para no perder detalle de la calle y no atropellar a nadie mas, algo mas cauta y precavida atravieso calles desiertas e inundadas.

Cuando Leon me tiende la cazadora le miro con una sonrisa de agradecimiento Creo que solo la mojaría mas, pontela tu o que se la ponga Ryan, sino creo que no podría mover los brazos con las mangas empapadas. Permanezco atenta a la carretera mientras escucho a Ryan, como siempre utiliza las palabras justas, ni mas ni menos para hablar. Directo al grano como los vaqueros de las películas antiguas. La verdad es que no tengo ni idea de la vida de los demás. Lo ultimo que supe de Natalie es que se mudo a casa de sus abuelos para criar a la pequeña que rescató aquella fatídica noche En ese momento me doy cuenta de lo que acabo de decir, quizás tiene mas consecuencias para Ryan que para mi, fue esa noche cuando despareció de nuestras vidas, y ha comentado que hoy había conseguido escapar.

Si ha conseguido escapar quiere decir que esa gente también tiene una base de operaciones aquí, o que se han trasladado con todos sus efectos personales. No quiero ni imaginarme lo que ha tenido que pasar durante todo este tiempo como prisionero. Lo que han podido hacerle para que revelase información, quizás información que desconocía por completo... Continuo con la explicación como si no me hubiese pasado nada por la mente, Leon y yo nos hemos encontrado hoy desde hacia mucho tiempo, la verdad ha sido una coincidencia que nos encontraras juntos.

Ryan va mirando a ambos algo ceñudo y contemplativo, quizá cansado ya que después de todo no sería tan extraño si uno empieza a pensar dónde puede haber estado durante seis meses.
De vez en cuando observa simplemente los asientos en los que descansáis y en otras ocasiones lo hace a través del espejo retrovisor central moviéndose un poco en el asiento trasero.

-La pequeña Susan...Espero que esté bien, eso suena bastante agradable- admite con una ligera sonrisa ante lo que acaba de mencionar Ayira respecto a Natalie.
-No creo que fuera una coincidencia, demasiadas juntas, ¿no crees?- se incorpora un poco apoyando la mano en el respaldo del asiento de Ayira, y justo entonces empieza a sonar un móvil que Ryan saca del bolsillo empapado del abrigo que le cubre.

-Natalie...- arquea ambas cejas y sonríe satisfecho, contestando él mismo -Esperábamos tu llamada- responde directamente, y probablemente provocando cierta perplejidad al otro lado del teléfono mientras el coche avanza inexorablemente y sin detenerse hacia la dirección indicada por Leon, hasta llegar al edificio en cuestión donde, cómo era de esperar, no hay sitio para aparcar a menos que sea en segunda fila o busquéis un sitio más alejado.
-Soy Ryan, creo que vamos a tener una de esas reuniones que sé que tanto os gustan- dice con sorna mientras mira el edificio que se alza ante vosotros a través de la ventanilla y repite la dirección facilitada por Leon hace un instante.

-Como quieras.. respondí tras haber escuchado el rechazo de Ayira por mi chaqueta. Al tiempo que decía estas palabras me puse a buscar algo de música por la radio, pero a causa de la interferencia por culpa de la tormenta no consigo dar con una emisora, de todas formas es mejor mantenerla apagada así que dejo de insistir con la busqueda.

Me mantengo con un rostro pensativo mírando por la ventana, un tanto ausente, mirando con insistencia las calles mojadas -Mi casa está siguiendo esa carretera; tres semáforos y luego a la izquierda. Antes de llegar veremos una cafetería donde hacen los mejores bollos... deberíais ir a probarlos... giro la cabeza siguiendo un coche que nos adelanta Me temo que será complicado aparcar por esa zona..-

El viaje hasta la casa es tranquilo y no muy largo, y como era de esperar no se ve ni un hueco para el coche de la cirujana. Ambos lados de la calle están a rebosar de coches, y más en un día como hoy. Al menos no todo son malas noticias y me alegra saber que la persona que se encuentra al otro lado del móvil es Natalie, me mantengo atento a la conversación que mantienen pero sin desviar la mirada en busca de algún hueco..

-¿Crees que podrás meterlo ahí.... pregunto sin tener demasiadas esperanzas en que le quepa el coche, inlcuso me levanto un poco del asiento para calcular la medida del hueco.

Dejo que Ryan continúe charlando por teléfono con Natalie mientras en mi mente sigo repitiendo la sentencia que acaba de lanzar al aire

Cita:

mi ceño se frunce un poco mientras me planteo seriamente el tema. Lo cierto es que no esperaba una llamada de Leon esa mañana, pero lo mismo que no sabia cuantos pacientes iba a tener en el día. Hay cosas que uno no puede controlar, lo que si escapa mas a la lógica o la racionalidad de lo cotidiano es que Ryan, desaparecido hacia 6 meses mientras intentábamos liberar a los ángeles, apareciese justo esta tarde, durante esta terrible tormenta, ataviado con un pantalón vaquero y precipitándose sobre mi coche cuando iba con Leon. Tenia demasiadas preguntas para sus coincidencias reales. Sobretodo sobre los espantosos 6 meses que debe haber pasado y sobre como ha llegado a Chicago desde DesMoines...

La pregunta de Leon sobre el parking del coche me saca de mis pensamientos ehmm...perdona estaba algo distraída. Me fijo en el hueco que me ofrece y dudo negando con la cabeza No creo que quepa ahí, lo mejor seria dejarlo en segunda fila para no tardar mas o que busque plaza yo sola, porque si vamos a estar reunidos todos un rato hablando no creo que deba dejar el coche mucho tiempo ocupando un carril. Prefiero no parar el coche y busco un hueco en las cercanías, o al menos lo mas cerca que pueda de nuestro destino. ¿No te parece curioso que todos nos encontremos aquí? Sin poder aguantarme por mas tiempo le hago la pregunta a Leon en un tono un poco bajo para no molestar a Ryan con su conversación telefónica.

....te ocurre algo?- suelto al tiempo que noto a Ayira algo absorvida por sus pensamientos. Tranquila. hago una ligera pausa viendo el hueco que le había indicado como poco a poco se va quedando a lo lejos No creerás que voy a dejarte que andes sola bajo esta lluvia ¿verdad? Encontraremos un sitio, no te preocupes por eso..-

Mis ojos no se despegaban del cristal de la ventanilla para tratar de divisar algún hueco donde podamos estacionar, parece una tarea demasiado complicada. En el asiento de atrás, Garras, que así se le conocía como cazador sigue pegado con el móvil a la oreja.
Al principio me quedo un tanto estancado al escuchar en voz baja la pregunta de Ayira, me hace pensar la respuesta dejando un paréntesis abierto hasta que respondo con el mismo tono de voz.
-¿A qué te refieres..? ¿crees que puede estar ligado con todo aquello que ocurrió?..

No se muy bien a que se refería, pero me había recordado a todo lo ocurrido seis meses atrás. Por alguna razón, Ryan, había caído del cielo a nuestros pies sin saber aún el como y el porque. Sin duda va a tener que ponernos al día. No quiero pensar nada malo Ayira, pero siento que algo no anda del todo bien-
En sus ojos podía leer una sensación parecida a la mía, pero a su vez trato de transmitirle seguridad con esa mirada dejando de lado el terror que he podido sembrar con mis últimas palabras..

Las sospechas de ambos por todo lo que está ocurriendo en tan poco tiempo parecen irse incrementando mientras Ayira detiene el coche en segunda fila frente al portal de Leon, todavía dudando si proseguir con la búsqueda de aparcamiento ella sola o todos juntos.
Empezáis a susurrar por lo bajo, pero para cuando Leon hace su último comentario, Ryan ya os está mirando inquisitivamente y en silencio desde la parte trasera, puesto que al parecer la conversación telefónica no ha sido en absoluto tan larga como creíais.

-Me ha dicho que iba a buscar a alguien y ahora vendrá- se limita a responder a vuestras posibles miradas con cierto tono molesto que su ceño arrugado acompaña, pero no hace hincapié en ese detalle y espera a que Ayira intente buscar un sitio... Pero parece que el coche ya no es capaz de arrancar de nuevo.
El motor se queja varias veces pero no acaba de reaccionar, así que finalmente bajáis del vehículo y os internáis hasta el apartamento de Leon.
Cómo era de esperar la luz no funciona, pero abriendo todas las persianas todavía podéis ver lo suficiente.

Antes de escuchar la respuesta por parte de Ayira o un gesto que identifique lo mismo, Ryan, que permanece en la parte trasera rompe ese posible silencio con una respuesta fuera de ese tema. Me giro y en ese tono molesto se puede identificar que nos ha estado escuchando. Evidentemente no nos estabamos guardando nada, y seguramente ya esté pensando en la respuesta que tiene que darnos.

-Espero que tenga mas suerte que nosotros.. en ese instante el motor del coche no da mas de si y se detiene a escasos metros del edificio. Menudo día..- Por mas que intenta arrancarlo de nuevo no funciona, parece que ha gripado.
Sin esperar más abro la puerta del coche. En el exterior me cubro la cabeza con la chaqueta y vuelvo para meter medio cuerpo en el coche y coger las llaves de casa que había dejado en la guantera. Venga salgamos ¿Puedes salir Ryan?..-

Les guío hasta mi casa y una vez entramos en el edificio compruebo la luz. Parece que es escasa, así que habrá que subir a pie y no arriesgarse a subir en el ascensor.
Una vez en la puerta de mi casa busco las llaves en el bolsillo trasero del pantalón y con una mano empiezo a buscar entre le manojo hasta que doy con la correcta. Al entrar como era de esperar no hay corriente, pero gracias a la escasa luz que se cuela por las ventanas es suficiente para aventurarse sin peligro.

-Entrad. Siento el desorden.. alargo el brazo para alcanzar un mechero, justo en la mesita de entrada donde descansa un paquete de tabaco. Cogo uno y me lo enciendo de camino hacia las persianas para abrirlas del todo. El interior de la casa es tan acogedor como promete el exterior. Algo viejo y antigua. Las paredes interiores están algo agrietadas. La decoración es sencilla, aunque en algunas de las paredes lucen cuadros de fotografías, algunas de paisajes, otras de modelos y cantantes de rock. El comedor se encuentra separado de la cocina por una barra americana. En el suelo del salón hay una enorme alfombra con motivos geométricos, un sofá de tres plazas, la televisión, un equipo de música, cuyos altavoces se hallan distribuidos por las cuatro esquinas, y una pequeña puerta que da a un aseo. Un poco más allá, en el pasillo, una puerta conduce a la habitación de invitados, dispuesta de una cama de matrimonio con un somier blanco completamente desecha, armario, tocador, baño propio, con bañera incluida, y una 'excelente' vista de la gran ciudad de Chicago.

El humo del tabaco me sigue haya por donde yo voy -Estáis en vuestra casa. Id donde tengáis que ir sin preguntarmelo. Voy a por algo de ropa.. mientras hablo me cuelo en mi cuarto y abro mi armario en busca de algo cómodo y cálido. Saco un par de mantas, así como tres pantalones, y tres jerseys de lana que tenía perdidos entre el desorden del armario. Vuelvo aparecer en pocos segundos y lanzo al aire la ropa de cada uno.. poneos esto. Puedes cambiarte en el cuarto Ayira..-

Me quito la parte de arriba totalmente empapada quedándome con el dorso desnudo y paso los brazos por las mangas del jersey nuevo..

Las maldiciones entre dientes que le dedico al motor del coche parecen no ser suficientes para hacer entrar en razón a la maquina y permitirme aparcarlo con comodidad solo una manzana mas lejos. Retiro las llaves del contacto un poco frustrada pero con el consuelo de saber que al menos se ha detenido cerca del portal y no en un sitio excesivamente malo.

Sigo al anfitrión hasta la casa pendiente del estado de Ryan por si necesita mi ayuda para caminar o veo algún síntoma demasiado grave que pueda ayudarme en el futuro reconocimiento que pretendo hacerle. Que menos, después de estrellarse contra mi coche de esa forma no creo que sus costillas se lo agradezcan de forma efusiva. Al entrar en la casa me detengo junto a la puerta para deshacerme en un rincón de mi bolso y mis botas que están empapados, no quiero ir dejando charquitos por todo el suelo, y menos mojar esa colorida alfombra. Es muy acogedora... el comentario me sale como lo mas natural del mundo mientras mis ojos se pasean por todos los muebles, las paredes, las fotos y demás enseres que conforman la casa de Leon. Lo cierto es que nunca había pensado cómo seria su apartamento.

Cuando me lanza la ropa la sujeto, procurando no acercarla demasiado a mi actual conjunto empapado. Ante el ofrecimiento de un lugar algo mas intimo para cambiarme sonrío y me dirijo hacia allá gracias, procuraré no cotillear demasiado. Sin cerrar la puerta de la habitación dejo la ropa que me ha ofrecido en la cama con cuidado, no tendría porque tenerlo, ya que el orden parece no ser su fuerte, pero prefiero no manipular sus cosas, seguro que en todo ese caos sabe donde ha metido cada cosa. ¿Podrías dejarme una toalla? se que soy una molestia, pero no querría que la ropa seca se quedase empapada a los tres minutos de nuevo... Una vez satisfecha con la toalla cierro la puerta y me tomo mi tiempo para cambiarme.

Voy dejando las prendas empapadas en el suelo para no mojar el colchón y las sabanas, la tarea se hace un poco difícil porque la ropa se adhiere a mi como una segunda y fría piel, pero cuando por fin consigo ponerme el jersey que me ha tirado Leon por encima empiezo a entrar en calor mas rápido. Lo gracioso del asunto es cuando intento ponerme sus pantalones, me entran, de eso no hay duda el problema es que me parezco a los raperos de mi barro en DesMoines, demasiado grandes, bajan solos hasta la mitad de mis piernas, así que con un suspiro de resignación decido quedarme solo con el jersey como si fuese un vestido. Cuando salgo no me olvido de coger la ropa y la toalla.

Se que no hay luz, así que aunque tuvieses secadora seguiríamos igual pero ¿algo de calefacción para ver si se seca? Mientras continuo secándome el pelo con la toalla.

Dejé apoyado el pitillo en el borde del cenicero antes de pasar ambos brazos por las mangas del jersey, después de tenerlo bien puesto volví a darle una calada dejando que el pitillo descanse a un lado de la boca.

-Como te pille cotilleando entre mis cosas, te cortaré esas preciosas manos que tienes y que tanto te han llevado al éxito como cirugana. Mientras hablo ya tengo una toalla blanca entre mis manos de camino hacia la habitación. No entro en la habitación, no vaya a ser que la pille en un momento 'intimo' aunque no tendría ningún reparo en entrar. Deberías saber que yo siempre cumplo lo que digo... cariño digo provocándola Además, soy europeo. Nunca me dejaría vencer por una chica- añado en tono de broma al tiempo que paso la mano con la toalla por la rendija de la puerta que había dejado abierta ella misma.

Como respuesta obtengo el cerrar de la puerta. Ella se toma su tiempo para cambiarse y me doy la vuelta hacia Ryan..

-¿Y tú no piensas cambiarte? Estás empapado tio.. sin mirar ni siquiera a los ojos de Ryan estiro el brazo para tirar la ceniza del cigarro al cenicero y apagarlo con unas cuantas rápidas sacudidas. Recogo la ropa mojada de la parte de arriba que había dejado caer al suelo y la llevo a una pequeña galería dando tiempo a Ryan para que se cambie si lo desea y donde puedo tenderla para que no coga mala olor y se vaya secando antes de lavarla. Allí me quito los pantalones, la ropa interior y vuelvo al salón con los pies descalzos así como abrochándome los últimos botones del tejano, incluso doy un pequeño salto para poder abrocharme el último botón.

..vaya putada. Deberemos esperar a que reparen la luz. Prepararía algo caliente.. pero me temo que esta tormenta va a ser larga..- diviso el exterior por la ventana mirando el oscuro ambiente que reina en las calles.
De nuevo la puerta se abre y aparece Ayira con el jersey de lana puesto donde cubre la parte alta de sus muslos, secándose el pelo y en el brazo libre sostiene su ropa mojada. Me acerco a ella y cogo su ropa..

-Sei la donna più bella que io abbia mai visto.. el tono sigue igual que el de antes, provocativo para picarla. Cuando me fijo en sus ojos suelto una carcajada de buena gana y ya vuelvo a mi tono No te preocupes. La dejaré en la galería tendida y mañana por la mañana ire a lavarla... de nuevo me dirigo hacia allí pero antes me doy la vuelta y continúo caminando de espaldas.. oye.. ¿podrías traerme unos calcetines? están en el primer cajón..- con una sonrisa pegada en los labios me dirigo hacia allí dejando a solas unos instantes a Ryan y a Ayira..

Escucho los comentarios jocosos desde la habitación mientras sigo pendiente del análisis del entorno, afirmar que es desordenado es poco. Yo que tu decidiría cortar otra parte de mi cuerpo que no ayude a crearte costurones, porque si no recuerdo mal esa linea que tienes en el lateral es un autógrafo. cuando salgo con la ropa en la mano me quedo sorprendida por las palabras que me dirige, pero al no entender nada me quedo con cara pensativa. Así que sin darle mas tiempo retomo el tema que ha dejado colgado. Así que por ser europeo no te dejarías ganar por una chica ¿no? siempre pensé que los europeos intentabais darnos lecciones a cerca de la educación y el respeto a los yanquis. Al ponerme a mi misma dentro de la población yanqui me sentí del todo extraña. Toda mi familia era afroamericana, y nuestra historia como pueblo y como raza en este país siempre nos ha servido para diferenciarnos de los blancos, lo cuales no se porque asocio mas con la palabra yanqui antes que a un negro de Harlem.

Cuando Leon se lleva mi ropa hacia una galería miro a Ryan y hago una mueca como diciéndole lo que hay que aguantar... en tono bromista. Después de lo cual me acerco al sofá y dejo la toalla encima ¿Como te encuentras? ¿Te duele algo en particular? Escucho la petición de los calcetines y no puedo evitar soltar una risita Hace un poco de tiempo que no le busco la ropa a nadie, pero si me das una escusa tan fácil para ir a rebuscar en tus cajones creo que voy a empezar a preocuparme. Pendiente de la salud del accidentado no me muevo del salón, Ryan, quizás debería examinarte, solo para asegurarnos de que todo esta bien.

Ryan entra en el apartamento el último, cerrando la puerta tras de sí empezando a encorbarse sobre sí misma, apoyando una mano en una de sus rodillas y rodeándose las costillas con el otro, aunque por suerte parece que los dos jóvenes cazadores están de demasiado buen humor para enterarse de ese detalle, así que suspira hondamente y vuelve a erguirse lentamente como si nada hubiera sucedido.
-Supongo que una chimenea o estufa de gas sería demasiado pedir...- mira el apartamento con curiosidad y una leve sonrisa antes de desviar la mirada hacia al cocina de forma casi inconsciente hasta que es interrumpido por el lanzamiento de ropa de Leon, la cual coge al vuelo.

-Voy a cambiarme, sí- asiente y se interna en el cuarto de baño, en el cuál poder usar alguna que otra toalla ya que si no de muy poco sirve la ropa seca, que aunque consigue ponerse lo cierto es que le va algo estrecha y ajustada para su gusto pero aún así es mejor que lo anterior.

Vuelve al comedor sentándose con cuidado y una lentitud algo extraña en uno de los sillones, mirando hacia las ventanas con las persianas totalmente subidas y la lluvia que emborrona los cristales mientras de fondo Ayira y Leon continúan con sus trivialidades despreocupadas.
-Estoy bien, no te preocupes- se limita a decir de forma escueta a la afroamericana cuando esta pregunta por su estado, momento en el cual suena el timbre de la puerta y se gira para mirarla.

Mientras voy caminando de espaldas hacia la puerta me asaltan unas ligeras convulsiones que acaban estallando en carcajadas.

-¡¡JAJAJAJA!! Te quivocas negrita, nos reímos de los yankees que es todo lo contrario.. ¡Jajaja! - río de buena gana cuando ya cruzo el umbral y decido tomarme ahora la revancha por el comentario que hizo en su coche sobre los blanquitos Oye... No te preocupes por los calcetines. Ya improvisaré algo en la galería. Podéis enchufar la estufa que está al lado del sofá... me pongo camino a la galería tras hacer un gesto con la cabeza indicando el lugar de la estufa. Alzo la voz para que se me oiga

La Sra. Nielman me dijo que nos ivamos a pasar sin calefacción durante un tiempo.. voy colgando las prendas de Ayira en un pequeño tendedero plegable de pared y las sujeto bien con pinzas para que no se resbalen y caigan al suelo. Después me coloco rápidamente unos calcentines que estaban tendidos. Tengo algo de leña. Enchúfaremos la chimenea.. me cuelo en la cocina y abro la nevera para beber un poco de leche. Recorro con la mirada la nevera y no hay más que un par de filetes de carne, huevos, fruta y varias salsas de tomates y quesos. Cierro la nevera y me acerco a un cajón que hace esquina donde extraigo un par de bolsas gigantes de doritos tex-mex. Abro una de ellas y como esos crujientes doritos de camino al comedor donde están Ryan y Ayira.

-Come algo Ryan. No sabes la de veces que me ha quitado el hambre los bichos estos.. dejo ambas bolsas en una mesa baja que está justo al lado del sofá. Esperaremos un rato a ver si hay suerte y vuelve la luz para cocinar algo decente, mientras tanto podemos picar ese aperitivo.
Ayira se preocupa por el estado del cazador y aprovecho ese tiempo para dedicarme a enchufar la chimeneda del comedor. Al lado descansa una cesta de mimbre con unos cuanos troncos en el interior. No me da tiempo si quiera a preparar el fuego cuando el timbre suena..

-Debe de ser Natalie..

Con los pies tan solo refugiados en unos calcetines voy casi a la carrera hacia la puerta. Abro la puerta. Y es entonces cuando la veo de nuevo. Su rostro lleno de felicidad al igual que el mío al volver a verla. No hago durar mas la espera y nos abrazamos mutuamente. -Menuda alegría volver a verte - ¿Como estás..?- pregunto frotando su espalda cuando ya tengo la oportunidad de ver su rostro después de esos largos meses. Mis ojos bajan la vista para encontrarse con la pequeña Susan, no se si se acordará de mí, en cualquier caso yo si me acuerdo de cuando la saqué de aquel coche. Me acuclillo hasta a estar a su altera. Vaaaaya. No todos los días vienen a mi apartamento dos señoritas tan guapas.. tras sonreír a la niña tratando de arrancarle una sonrisa me pongo en pie y abriéndome a un lado les digo que pasen al interior del piso..

Escucho pasos y al abrirse la puerta Leon, sonrio a pesar de estar calada hasta los huesos. Le devuelvo el abrazo Genial ahora que te veo, siento no poder haber venido a verte antes, pero ya sabes el trabajo me puede a veces.

Veo que recuerda a Susan y eso esta bien.  Espero que no te importe, pero despues de algo que me ha pasado hoy, no quiero que se separe mucho de mi ya os contare. Susan vamos dentro seguro que Leon tiene algo de leche caliente para que tomes y una toalla para secarte.

Entro dentro y le quito el abrigo a Susan dejandolo en algun sitio para que se seque, tengo que tener un aspecto comico,  entro en comedor y miro a los presentes, hacia mucho que no los veia. La ayudo a sentarse en alguna silla y la quito las wambas mojadas y los calcetines. Ahora te traere algo de beber, y algo para que dibujes. La beso en la frente y me levanto mi mirada se clava en la de Ryan, tengo que hablar con el y con los demas, ademas el nuevo cazador, ese bombero, tenemos que encontrarle.

Bueno, soy toda oidos y espero que lo seais tambien vosotros.

Susan mira sin contener su curiosidad como Leon abraza a Natalie, sonriendo como si la escena fuera la más graciosa que podría verse en ese sitio.
-Así que te gusta mi tía eh... Bueno, bueno, ya veremos...- responde a la frase de Leon mirándole de arriba a abajo como si primero debiera pasar su exhaustivo examen, acabando por reírse despreocupadamente como sólo un niño podría hacerlo.

El interior del piso está a oscuras, lo cuál hace augurar que no habrá estufa ni comida caliente por el momento.
La pequeña deja cuidadosa y cariñosamente su enorme mochila de cierta película de animación virtual reciente junto a una silla y después deja que Nat la descalce moviendo un poco los pies en el aire, ya que evidentemente no llegan al suelo.

-No estoy mojada...- se da unas palmaditas en el pelo, relativamente seco si lo comparamos con el de Natalie, aunque por suerte ella tampoco está demasiado empapada. Entonces Susan da un increíble bote cuando el móvil de su "tía" suena algo estridentemente en el bolsillo del abrigo (número desconocido).

Susan, sabes que puedes coger algo... replico a sus palabras mirandola y poniendo un dedo en la nariz cuando suena el telefono, no conozco el numero y casi estoy a punto de colgar pero al final.

Natalie Owen ¿en que puedo ayudarle? contesto sonriendo a Susan y guiñandola un ojo para que no se preocupe, seguro que solo es del trabajo o algo asi.  No esta muy mojada, pero aun asi tendria que conseguirla algo de ropa.

Cita:

Me alegro de oirte Mark. Tenemos que hablar de lo que paso en el edificio hoy. Tal vez tenga las respuestas que necesitas o un amigo. no puedo creerlo, es demasiado bueno para ser verdad, pero si acepta lo que es seremos mas en lo que sea que se nos avecina.  Por cierto espero que este bien, algo me dijo que irias a verla al hospital, dila que no se preocupe que todo saldra bien.

Leon nos recomienda enchufar una estufa, pero debido al remojon debe haberse olvidado del apagon y cree que mantenemos las luces apagadas en su apartamento para crear una atmosfera mas acogedora. Despues de pasearse arriba y abajo se para frente a la chimenea para preparar una pequeña fogata y poder desprendernos del frio que nos agarrota los musculos gracias a la lluvia. Mientras insito un poco mas en el reconocimiento de Ryan, no quiero que se sienta ofendido por los comentarios que hemos hecho antes en el coche y que por ello su cuerpo se resienta.

Me cruzo de brazos frente a él y uso mi tipico tono de enfermera comprensiva ante un paciente rebelde, un tono calmado que pretende hacer que el paciente comprenda lo importante de la decision de los medicos. Personas poco arbitriarias. Ryan, siento lo de antes, no era mi intencion, pero si te he atropellado con el coche lo minimo que puedo hacer para sentirme mejor es asegurarme a mi misma de que no tienes nada roto o en mal estado.

Llaman a la puerta y Leon abre dando paso a Natalie y a Susan, por suerte para ellas no han llegado tan mojadas como nosotros, asi que desprendiendose del calzado, que seguramente es lo mas humedo, y al calor de la hoguera entren pronto en calor. Sin preocuparme por mi atuendo, poco apropiado para un reencuentro me acerco a la pequeña Susan dejando a Nat hablando por telefono. Hola, hacia mucho que no te veia ¿como te ha ido este tiempo? no se si hablas con Jack pero siempre me da recuerdos para ti por teléfono. Despues me inclino con cuidado procurando que el jersey no se me suba y le doy un beso en la mejilla y un corto abrazo.

-Tranquila. Yo también he estado muy liado...
La frase se queda en el aire ya que estoy mas atento en la pequeña Susan cuando cruza el Umbral con esa sonrisa tan graciosa que solo contemplan los niños. Cuando pasa por mi lado no dudo en sacarle la lengua disimuladamente por su comentario tratando de que Natalie no me viera.

De camino hacía el salon sigo haciéndo caras raras y divertidas tratando de arrancar una sonrisa tras otra a la pequeña.
Al llegar al salón le ofrezco una de las sillas a Natalie para que siente a Susan, tras ello, seguidamente me vuelvo a ir hacía la chimenea para preparar el fuego. De cuclillas pongo unas cuantas ramitas finas y secas encima de una pastilla de magnesio, la prendo con un encendedor que tenía detrás del bolsillo vaquero y dejo que prenda y que el fuego haga su trabajo el solo.
Me levanto espolsándome ambas manos en el pantalón -Ryan creo que es hora de que hables y que nos digas de donde saliste... en ese instante suena el teléfono. Aprovecho para picar un par de doritos y acercarme a Susan volviéndome a poner de cuclillas para estar a su altura donde también esta Ayira con ella. Primero la miro aguantándome la risa y después le hablo en voz queda para no entorpecer la comunicación que mantiene Natalie. -¿Quieres algo para beber?.. Si sonríe la cogo en brazos y se la robo unos momentos para llevarla a la nevera de la cocina.. -¿Me echas una mano en la cocina Ayira?..-

De camino hacia allí le digo en tono de broma -No se lo digas a tu tía. ..Pero tú eres mas guapa.. le susurro esta última frase en su oído a Susan.

Abro la nevera y saco la botella de leche que dejo apoyada en el mármol ¿Tienes hambre? Nos preparáremos un buen tazón de leche.. después para preparar bien las cosas dejo apoyada también a Susan encima de la barra..

Ryan acaba por levantar las manos a modo de rendición ante la insistencia de Ayira para poder comprobar sus heridas y que realmente no tiene nada grave. En realidad después de ese atropello ya es mucho que consiguiera llegar hasta aquí "como si nada", por suerte no el coche no iba demasiado deprisa si no el resultado podría haber sido mucho más trágico.

Se levanta el jersey cedido por Leon y la enfermera, ahora cirujana, puede distinguir un feo hematoma en el estómago. Tiene algún golpe más pero el resto no parecen importantes, sin embargo resulta preocupante que ése hematoma del vientre pueda derivar en una lesión interna... pero él no parece excesivamente afectado por ello, o es que sencillamente soporta muy bien el dolor.

-Me alegra veros... a las dos- mira a Natalie y Susan con una amplia sonrisa al comprobar que la pequeña está fabulosamente bien y se comporta como cualquier niña de su edad debería hacer.
-Tienes razón, creo que debería explicaros donde he estado...- se dispone a levantarse del sofá con expresión más seria, pero el teléfono de Nat irrumpe y vuelve a sentarse arqueando su gruesa ceja.
-O quizá dentro de un momento- sonríe y atrapa una de las grandes bolsas de patatas empezando a dar buena cuenta de ella mientras la mayoría de los presentes desvían su atención hacia la pequeña Susan.