Partida Rol por web

Lo intentare pero no se como acabara, la otra vez iban y venian cuando querian. replico recordandolo. El numero de la alarma es el ****, la direccion de mi trabajo esta en la parte de delante, ve si te hace falta algo.

Si puedo ayudarte a encontrar a tus contactos dimelo tambien, en mi trabajo hay gente muy rara a veces. Miro a Susan ella tambien es mi familia y daria mi vida para protegerla, cuidate y llamame si tienes algun problema, te ire a buscar sin importarme las consecuencias. Cuando nos deja solas, me levanto y me acerco a Susan para mirar que esta haciendo arrodillandome a su lado.

¿Que te parece si le pido al abuelo que venga a traernos el cachorrito con la abuela?

sigo los movimientos de Leon cuando se pasea por la habitación ajeno a mi ligero enfado y el tono con el que le había dedicado las ultimas palabras, cuando comienza a ponerse el jersey estoy tentada de ir a ayudarle, ya que me recuerda a un niño pequeño intentando ponerse un zapato del pie contrario. Conteniendome me apoyo en la puerta para evitar que me quite tan fácilmente de allí y se salga con la suya.

La verdad es que esperaba un discurso mas amplio o que al menos me diese algún motivo por el que se viese obligado de esa forma a salir de la seguridad que ofrecía su piso para ir en busca de un tipo al que no conoce y que no parece muy dispuesto a escucharle. Mis ojos se quedan fijos en el arma mientras hablo, nunca las he aprobado y verle salir de casa diciéndome un simple "no quiero que te enfades" y un "no va a pasar nada" cuando sujeta una pistola no terminan de desarmar mi discurso. Pero como tampoco puedo pedirle que se quede supongo que tendré que renunciar a mis planes de una reunión organizada y un intercambio de ideas y posturas. Eres el tipo con menos labia que he conocido en mi vida, si pretendías convencerme con esos vanos argumentos no me has convencido. Pero tampoco puedo pedirte que te quedes, solo que pienses que el tipo al que vas a buscar no te conoce de nada y que seguramente te verá como un loco del hare krishna que quiere un adepto mas.

Descruzo los brazos y permanezco delante de la puerta un poco mas para que termine de escucharme De todos vosotros creo que soy la que mas entiende a ese tipo, todavía me cuesta asumir que vivimos en un mundo plagado de seres tan diferentes a nosotros, seres extraños que necesitan de nuestra sangre para poder vivir o que simplemente se recrean con nuestro dolor y el de el resto de seres vivos, pero no todas las criaturas son así, algunas han caído atrapadas en un circulo del que no pueden salir sin ayuda, han olvidado lo que son en realidad. Sin duda alguna si están en este mundo es porque la madre naturaleza aprueba su existencia, solo tenlo presente cuando estés ahí fuera charlando con un tipo que no quiere escucharte. Hago una pequeña pausa tomando aire ¿Que querías decirme cuando me has llamado?

La pistola colgaba entre mis dedos con el cañón apuntando al suelo y mi mirada seguía la trayectoria imaginaría que dibujaba la pistola mientras la hacía girar muy lentamente en mi mano.
Era como una forma de entretenerse mientras escuchaba las palabras de Ayira, esas palabras que se te meten en el interior y se quedan grabadas sin poder marcharse. Era realidad que se metía en mi cuerpo y que por mucho que no quisiera comprenderla tenía que dejar que se quedara dentro de mí.

Lo de que no querrá escucharme el supuesto cazador es algo que ya daba por deducido. Solo quiero advertirle. Ese cazador tiene mi dirección y no ha querido venir. Eso y más, me da muchas cosas que pensar. Es probable que me equivoque...
Me quedo unos instantes aprovechando los que ella hace una pausa para aceptar que esas palabras entren. Mantengo la misma postura cuando decido abrir la boca..
...cuando era pequeño tenía un par de pesadillas que se me repetían constantemente. Era un demonio negro, con alas negras y grandes... nunca se le podía ver la cara.. yo intentaba apretar los puños y no tenía fuerza ninguna. Nunca lo pude derrotar..- las palabras salen a la vez que voy recordando aquella pesadilla.
-Cada vez que soñaba con ese demonio algo malo ocurría. Mis padres solían pelearse. Noche tras noche... Una de esas noches escuché un terrible ruido. Llegó de la habitación de mis padres. Corrí desesperadamente hacia allí y me encontré con mi madre muerta, no me dió tiempo a ni siquiera llorar cuando escuché un nuevo disparo que venía del salón.
Sobresaltado me escondí debajo de la cama...

Una lágrima empezaba a brotar de mis ojos. Hacía todo lo posible para que no estallaran cuando posé la mirada en la cirugana, allí, en la puerta, tan lejos..

-Fué terrible Ayira... joder no se porque te estoy contando esto. Lo siento.. suelto succionando las fosas nasales tratando de esbozar una sonrisa sonora mientras me froto una mano por debajo de los brilantes ojos y de paso recuperarme un poco para volver al tema principal..
Sé que le costará creer a ese cazador en que mundo le ha tocado vivir, pero quiera o no.. le ha tocado, y eso es algo que va a tener que aceptar. Si lo que quiere es no ver mas a esos bichos, tendrá que ayudarnos a deshacernos de ellos..-
Me levanto una vez más dejando apoyada la pistola en el lugar que yo estaba sentado y me acerco para coger el jersey de lana que me habñia quitado al entrar. Me lo pongo.

-Solo quería decirte si puedes hacerte tú cargo del piso. No quería desviar el tema de conversación ahí afuera.. yo me llevaré unas llaves, las otras están puestas en la puerta.. parece que estoy mas que preparado para salir al exterior y eso también se nota en mi habitual tono. De camino hacia ella recogo la pistola y la guardo entre el tejano y la cintura de la parte trasera.
...y gracias por escucharme me detengo justo enfrente suya dejando un momento dramático para los dos.

Ahora sal fuera si no pensarán que me he convertido en un bicho que te quiere clavar los colmillos...- Bromeo. Tras la broma hago el gesto de volver hacia la mochila..

Verle centrado y sumido en el sonido repetitivo y monótono del tambor del revolver girando lentamente consigue sacarme de mis casillas por un momento Pero bueno, es que no va ha escucharme ni siquiera un segundo, si quería que viniese hasta aquí para ver como se cambiaba y se disponía a salir en plan John Wayne esta muy equivocado conmigo. Me giro hacia la puerta y agarro el pomo para salir sin darle tiempo a decirme mas tonterías a cerca de los enfados o de la necesidad que tiene de enseñarle al nuevo cazador el maravilloso mundo que nos rodea.

En el momento en el que mis nudillos se blanquean ligeramente al imprimir fuerza a mi gesto para abrir la puerta escucho su tono de voz, hay algo triste en sus palabras. Al principio no me giro y dejo que la historia cale en mi, veo a un niño pequeño e indefenso debatiéndose contra su realidad diaria, pero también contra sus propios sueños. Los niños nunca deberían tener pesadillas, su mundo siempre debería estar lleno de alegrías, la vida es suficientemente larga como para aprender que también hay momentos amargos.

Giro el cuello y le veo por encima de mi hombro, esta sentado en la cama, con la mirada perdida hacia donde yo me encuentro, pero se nota que sus ojos están viendo mas allá, un recuerdo que todavía se alimenta de él cuando quiere. Me estremezco ligeramente pensando en el tipo de infancia que habrá tenido Leon, por lo poco que se de su vida no tuvo que ser fácil vivir con todo aquello. Mi cuerpo se gira poco a poco y siento que quiero abrazarle y decirle que sus pesadillas tienen el poder que él mismo quiera darles, pero no me atrevo, así que dejo que mis brazos me abracen a mi misma mientras en mis ojos se dibuja la compasión.

Termina de desenvolverse arriba y abajo por el dormitorio mientras yo solo puedo mirarle y pensar en lo que puede encontrar fuera y en lo que puede decirle al tipo que busca. Asiento con convicción cuando me pide que cuide del piso y la posición de las llaves. No te preocupes... mi respuesta es apenas un susurro.

Tras contemplarle en silencio cuando se detiene ante mi decido armarme de valor para decirle algo mas antes de que se vaya. Extiendo una mano hacia él y la poso en su hombro cuando se gira. Leon, yo... da igual, no importa, ten mucho cuidado cuando estés ahí fuera. Puede que otros le estén buscando y te confunda con ellos, solo ten cuidado. Bajo la mano y me giro para salir de la habitación.

Una sensación que no sabría como describir recorre mi espalda al sentir su mano en mi hombro, inundándome y calando hasta lo más hondo. Una estúpida sonrisa se instala en mis labios al acompañar el giro y contemplarla de nuevo. Su rostro trata de decirme algo que no han podido salir de sus labios pero trato de no buscarlo.

-Lo tendré. Te lo prometo..

Ella no marcha muy convencida y baja su mano de mi hombro, dejándome un contacto efímero en el. Está apunto de girar el pomo cuando yo marcho hacia trás, vuelvo a girarme para andar de espaldas y hago un amago con la boca para decir algo, pero es solo eso un amago.
Solo quería decirle que habíamos quedado para cenar y que no iba a llegar tarde, pero me pareció un comentario de lo mas estúpido en ese momento.
Cogí la mochila, la cerré mientras ella ya estaba en el salón y la guardé en la parte mas alta del armario. Antes de cerrar el armario, en uno de los estantes descansa una vieja foto de mis padres. En silencio, la observo detenidamente hasta que un par de gotas caen de mis ojos sobre la foto. Respiro hondo y me doy la vuelta al tiempo que me guardo la foto en uno de los bolsillos traseros.

Cogo una chupa, una bufanda y salgo con los demás..

Finalmente y tras varios minutos, Ayira sale de la habitación, seguida de cerca de Leon, el cuál se ha enfundado una chaqueta, una bufanda y una mochila.

Por su parte Natalie se ha acercado a Susan, que ya ha terminado su merienda y dibuja tranquilamente en la mesa, asintiendo enérgicamente y con una amplia sonrisa de entusiasmo a lo que le dice su "tía".
-¡Sería guay...!- exclama animadamente, deteniendo el plastidecor de su mano para mirar a los que acaban de entrar.
-¿También te vas?- pregunta con curiosidad, dejando bien claro que alguien ya lo ha hecho y sin duda es Ryan, pues no hay ni rastro de él.

Al abandonar la habitación tras la charla con Leon mi mente vaga perdida entre pensamientos confusos y demasiadas preguntas. La planta de mis pies descalzos nota cada tabla del piso de manera independiente, transmitiéndome su frialdad y recordándome que no son mas que un recuerdo de algo que estuvo vivo hace ya algún tiempo.

Al llegar al salón procuro cambiar mi expresión, pero hasta que Susan no pregunta no soy plenamente consciente de que Ryan a desaparecido del piso. Ah genial... La situación esta empezando a volverse algo repetitiva, así que escupo el comentario sin importarme de que pueda molestar a alguien mas. Es perfecto que nos hayan dejado aquí en casa a las pobres princesas indefensas mientras ellos se van a salvar el mundo y dejarlo como un jardín de juegos para que no nos pase nada. ¿Hace mucho que se ha marchado? espero que al menos haya dicho donde pretendía ir o como podemos localizarlo...es estupendo, después de tanto tiempo, una noche como hoy y cada uno entrando y saliendo como le da la gana.

Me dejo caer en el sofá agarrándome las rodillas y esperando absorber el máximo calor que pueda de la chimenea mientras me encierro en mi misma.

Cuando paso de una habitación a otra dejo la puerta cerrada que se queda tras de mí. Giro un brazo sobre mi cabeza para termninar de colocarme la bufanda enrollándola al cuello. Llevo una cazadora de lana negra y forrada de borrego por dentro, además de un tejano gastado, calzado cómodo y adecuado para no pegar un resbalón por las mojadas aceras. El pelo está recogido en una coleta y aún se mantiene húmedo debido al chaparrón que nos dimos por las calles de Chicago mientras tratabamos de atender a Ryan.

Al darme la vuelta, noto que falta alguien. Frunzo el ceño al ver en su lugar al mismo vacío, trato de no darle vueltas y espero que Natalie me lleve por el camino de la respuesta.
Ayira permanece recogida sobre sus brazos en el sofá. La pequeña Susan parece feliz junto a su tía mientras se entretiene en sus garabatos, me mira y me lanza una pregunta con total naturalidad deteniendo el movimiento de su mano para dibujar. Me saca una sonrisa al verla tan feliz antes de acercarme a ella...
-Ven aquí.. me lanzo sobre la pequeña con los brazos por delante a la altura de sus costillas para tratar de hacerle algunas cosquillas mientras emito sonidos similares a los de un monstruo. La levanto y me la pongo sobre una de mis rodillas mientras tomo asiento en el sofá al lado de Ayira. Me voy, pero enseguida vendré. Tengo que hablar con una persona... paso dos dedos por su nariz puedes prepararte todos los tazones de leche de cola-cao con más cola-cao que quieras, incluso te dejo que saltes por lo sofás. Aprovecha ahora que me voy.. digo en un tono divertido sentenciando que tiene una única oportunidad para hacer la que quiera en el piso. Dejo que trate de asimilar todas las ideas que le pasan por la cabeza al poder hacer lo que quiera por una casa.

-Voy a tener que marcharme ya.. Natalie. ¿Sabes dónde se fue Ryan?. Dáme también el número de teléfono de ese tipo. Sabes si tiene algún familiar cercano..¿no verdad?.. pregunto sin querer presionarla ni nada por el estilo. Se que no se sabrá la peca que pueda tener en el pie, o si tiene una pierna mas larga que la otra, pero quiero que me diga todo lo que sepa sobre ese cazador.
Cuando lanzo la oleada de preguntas me voy levantando dejando que Susan toque suelo primero..

Susan mira algo extrañada la reacción de Ayira, arrugando un poco la nariz.
-Él también estaba un poco enfadado porque cuchicheabais, ¿verdad tita?- pregunta a Nat para que un adulto confirme sus palabras, dejando bien claro que ella también está atenta y se entera de todo. O al menos eso cree ella.
-¡Quizá es que le gustas!- espeta entonces levantando su plastidecor azul celeste como si fuera la mayor deducción a la que podría haberse llegado en siglos.

Ahoga una risa cuando Leon intenta hacerle cosquillas, encogiéndose sobre sí misma y apartándole un poco las manos para que se detenga hasta que la levanta y ahoga un grito.
Se queda sentada sobre sus piernas algo confusa, corroborando con un vistazo a Natie que todo va bien porque esas confianzas empiezan a resultarle un poco incómodas, sin embargo la mención a saltar por los sofás parece animarla nuevamente a sonreír.

-No entiendo a los niños... y cuando crecen menos- admite por lo bajo a modo de confidencia a Ayira cuando Leon ya se ha levantado y se dedica a preguntar a Natalie cosas sobre Ryan y el cazador del cuál se desconoce incluso el nombre.

Miro a Ayira y a Leon, Susan hace que me ria despues de asentirla. Cielo es mas complicado que eso. la beso en la frente y miro a Leon.

Pero si estaba harto que estuvierais cuchicheando en privado, tal vez sea que hay algo que no habeis contado pregunto o afirmo no estoy segura, pero es su vida. Ha dicho que iba a ir a buscar ayuda, a intentar encontrar a sus contactos y en cuanto a lo otro me levanto y me acerco ¿como vas a ir? no tienes un coche y no pienso dejarte el mio, por que tengo que irme con Susan a casa, Ryan vendra  a la mia cuando tenga todo atado. NO se donde vive, solo que es bombero, en una ciudad enorme y que se llamar Mark.

Leon, me llamara lo se, algo me lo dice, pero por si acaso, mañana deberias pasarte por el hospital *** hay alguien ingresado alli que es creo que algo de el se llama Irina, estaba en el piso cuando aparecio esa cosa.

El comentario inocente de la pequeña a cerca de los cuchicheos y las reuniones secretas con Leon hacen que salga de mi nube de enfado para mirar a Natalie de reojo, hasta que la increíble deducción de emparejarnos a Ryan y a mi me hace sonreír hacia la pequeña. Aun así continuo en silencio mientras dejo que los dos cazadores organicen la búsqueda del nuevo y los posibles movimientos de Ryan.

Hago hueco a Susan cuando se sienta a mi lado y sonrío ante su nueva ocurrencia, hablando en voz baja para no interrumpir a Natalie y a Leon, y para crear un clima mas intimo con la niña me decido a romper mi silencio. ¿Tu crees que le gusto?, si es verdad que le gusto no debería haberse ido... dejo escapar un suspiro y por primera vez el comentario es el mismo que le haría a un adulto. Cuando crecen ya es demasiado tarde para entenderles, solo puedes adaptarte.

Prestando mas atención a la conversación que se desarrolla frente a mi envuelvo las manos en el jersey estirando las mangas y tomando nota del nombre del hospital por si pudiese tener algún conocido trabajando allí. Quizás no le haga nada de gracia que le acosemos en el hospital, si tiene allí a alguien importante ingresado no le apetecerá que le molesten ni que se inmiscuyan en su vida personal. Me encojo de hombros ante lo que acabo de decir, he pasado suficiente tiempo en un hospital para saber que no es el mejor momento para pedir o preguntar nada, y mucho menos si pretendes que te escuche una persona que no conoces, cuando uno entra en un hospital entra con la idea de dedicarle todo ese tiempo a la persona enferma, no dedicarse a escuchar agentes de seguros, abogados, etc...

¿Que pasó exactamente en ese edificio?

Susan observa con atenta curiosidad las palabras, siempre amables, de Ayira, mientras de fondo su tía explica cosas al muchacho rubio que hace rato han dejado de interesarla.
-Seguro que estaba celoso o... o creía que molestaba y luego se arrepiente, como Shrek- sonríe nuevamente satisfecha con su deducción basada en películas y teleseries variadas, arrugando la nariz y el ceño ante la idea de tener que "adaptarse" a los chicos. Está claro que ahora mismo no piensa contemplar esa opción.

Da un pequeño salto del sofá ya que los pies apenas rozan la alfombra del suelo y recupera la bolsa de doritos, comiendo distraidamente cerca de la chimenea y chupándose los dedos sin remilgos para no perderse ninguno de los sabores químicos de las patatas.
Las luces empiezan a tintinear entonces y alza la vista entrecerrando los ojos hasta que se estabilizan y se mantienen encendidas, al menos por ahora.

En el exterior parece que la tormenta empieza a amainar un poco.

Dejo a Susan a su antojo, ya le he molestado bastante entre la cocina, jugar con ella como si fuera de mi familia y hacerle esas payasadas mías con los niños, pero soy así y además Italiano, puedo tomarme las confianzas demasiado rápido.
Con la mirada puesta aún en la pequeña me voy alejando con una sonrisa torcida, analizándola, seguro que tiene algo que decir de mí, al menos eso me dice su rostro que parece que lo tenga hinchado como si quisiera soltarlo antes de que explote, efectivamente la pequeña se acerca a Ayira y le comenta algo en voz queda.

Tomo asiento en una de las sillas con el cabezal hacia delante para apoyar los brazos mientras Natalie se acerca a Susan para besarla a la frente. Después se gira hacia mi y me dice con total sinceridad el porque de la marcha de Ryan. Primero por mi cabeza pasa el porque se ha marchado de esa forma, hay demasiadas opciones, así que trato de alejarlas de mi mente porque no entiendo ninguna de ellas; los celos son algo muy malo, creo que es la peor arma que un hombre puede poseer, y menos mal que yo he aprendido a combatirla. En fin, espero que se haya ido por algo mas importante y solo lo haya empleado como excusa para irse.

-Siento haber creado ese momento drámatico Natalie, pero no hay nada que me esconda, o nos escondamos, solo quería dejarle las llaves de mi piso... el tema se aleja y me dice que Garras se ha ido a buscar ayuda al tiempo que se levanta y se me acerca. Mi mentón descansa encima del respaldo dando una imagen de niño pensativo.... iré en metro, no te preocupes por eso. Mark e Irina.. repito en voz alta ambos nombres tratando de repetir mentalmente también el nombre del Hospital. Tengo mas pistas de las que esperaba para encontrar a ese cazador.
-Así que tiene alguien conocido en ese Hospital... será demasiado fácil obligarle a venir por las malas, aunque espero que ese supuesto cazador no me obligue a ello. Trataré de traertelo para que hables con él mas a fondo, parece que no os lleváis mal del todo.. Me quedo unos instantes callado mirando como Susan y Ayira se intercambian palabras de mujeres entre ellas, parece que Ayira también estaba atenta a nuestra conversación y lanza su opinióm encogida en sus hombros.

Cita:

..si Natalie dice que esa 'cosa' estaba en su piso es probable que Irina esté en el Hospital por su culpa. Lo que me lleva a que Mark tenga ganas de saber quien estaba detrás de todo eso.. antes de esccuhar las posibles quejas, la luz del edificio vacila hasta que finalmente parece que la electricidad ha querido volver.

-Creo que es la señal de que me tengo que marchar.. además parece que la tormenta me levanto pasando por delante de Ayira y Susan que están sentadas en el sofá para ver las calles por la ventana.Parece que haya parado un poco Vuelvo hacia tras y me agacho para ver a la pequeña, pero antes, mis ojos miran a la cirugana como si tuvieran voz, trasmitiendola y recordando lo que hemos hablado ahí dentro. Sonrío mirando a Susan de nuevo y vuelvo a tocarle la nariz con dos de mis dedos Hey, cuida bien de ellas eh..
Ahora ya me encamino hacia la puerta y de camino hacia allí me encuentro con la cajetilla de tabaco que descansa en la mesa de la entrada, cogo un pitillo entre mis dedos, lo miro, y vuelvo a dejarlo metido en la cajetilla tras haberlo pensado mejor. Alargo el brazo y como si me fuera a comprar el pan digo un marginado.

-Enseguida vengo.. después la puerta se cierra. Dejando a solas a las tres princesas..

Disfruto de la inocente conversación de Susan, Me gusta tanto Shrek, ojala todos los chicos se preocupasen tanto por sus princesas. Sonrío a la niña mientras la observo comerse los doritos y chupetearse los dedos con ganas. Me recordaba las tardes de mi infancia en el parque comiendo ganchitos naranjas, me encantaba el color de esos ganchitos y me manchaba lo suficiente los dedos como para poder pintar un rato en la nieve. Me despido de Leon con el típico movimiento de mano que enseñan las madres a todos sus hijos pequeños.

Miro atenta al suelo colocando mis pensamientos y plenamente consciente de la compañía de Natalie, seguramente este dándole vueltas a la mala noticia que le ha dado Ryan, pero tengo que aprovechar estos momentos antes de que se vaya y vuelva a sentirme mal por ser la única que se queda esperando. Natalie, se que no te debo ninguna explicación, pero me siento mal al pensar...no me parece bien que penséis que estamos cuchicheando a vuestras espaldas. Me siento un poco mas erguida para que la posición me ayude a centrar mi discurso. Tiene razón Leon al decir que solo quería dejarme las llaves de su apartamento, la mayor parte del tiempo lo he gastado yo echándole en cara su imprudencia. Escondo las manos en las mangas del jersey y jugueteo con los dedos en el interior. ¿No te parece que todo es muy raro? quizás para ti no es una casualidad que nos hayamos encontrado todos hoy, y esa tormenta me da mala espina...

Disfrutando de la fugaz muestra de luz que la tormenta nos ha dejado me levanto y enciendo uno de los radiadores para poder extender ahí mi ropa y esperar que se seque antes. La verdad es que Ryan tiene motivos para marcharse molesto, en el coche mientras hablaba contigo si he cuchicheado sobre él con Leon, pero no es normal que se haya lanzado a mi coche apareciendo de la nada, ¿como sabia que era yo? ademas es muy sospechoso que le hayan trasladado a esta misma ciudad, por algo nos mudamos de Des Moines. ¿Confías al cien por cien en él?

Leon se ha marchado sin que pudiera replicarle, y eso no me gusta nada. Solas las tres y deberia volver a casa para preocuparme de que Susan tenga algo que comer mas que todo ese glutamato monosodico.  Miro a Ayirah, creo que ...

NI yo misma lo se, fui a hacer un trabajo de la empresa cuando vi a gente en peligro dentro, entre y me encontre con el aprendiz de lo que sea que me dijo que Sven queria que me fuera de la ciudad con Susan. No me gusto nada lo que vi, ni lo que senti, no era miedo, no estoy segura pero no me gusto. Y encima el sueño que no recuerdo, una especie de pesadilla creo que era por que sino no me lo explico Me callo y miro a Susan, es una niña y puede que no entienda nada de esto pero no es importante, solo salvarla.

No se si confiar en el pero es lo unico que tenemos hasta que pueda ver al otro desaparecido y comprobar que es como el ha dicho. Para luchar para sacarle de ese lugar, para que vuelva a ser el mismo. Por el momento deberemos confiar en Ryan hasta que no nos demuestre otra cosa es aliado nuestro o que una vision me diga lo mismo. Sven, Ryan no se ya que creer

Espero que no la esten buscando, sabemos algo de nuestro otro angel.

Susan os mira a ambas alternativamente y con curiosidad, sonriendo cada vez que mete la mano en la bolsa de patatas, contenta de que no recaigáis en ella mientras tenéis esa extraña charla de la cuál no entiende la mitad aunque tampoco parece interesarle del todo... De vez en cuando retiene algún dato o nombre que le llama la atención pero básicamente parece aburrido así que acaba por girarse y empezar a tararear con la boca cerrada mientras busca por el sofá y alrededor del televisor "algo".

Finalmente da con ello, ni más ni menos que el mando a distancia, así que se sienta frente a la pantalla y tras apretar varios botones con los dedos pringosos consigue encenderla empezando a cambiar de canal con rapidez, nos ea que os interese algo que no sean las Supernenas...
-Quizá cuando te duermas vuelvas a ver esas cosas que a veces te ayudan- comenta repentinamente, aunque sin despegar la vista del televisor, sonriendo triunfalmente tras encontrar el canal Nickelodeon y acomodándose mejor en la alfombra.

Las luminosas imágenes de la television con sus anuncios y el rápido zapineo de Susan hacen que mis ojos se desvíen hacia la tele sin proponermelo. Tras un segundo en el que solo percibo los dibujos animados me centro de nuevo en la conversación con Natalie mirándola fijamente para evitar distraerme. Supongo que como siempre no nos queda mas remedio que confiar y que venga lo que quiera...

Las palabras de la policia estan llenas de sentimiento y viviencias, eso las hace en parte algo mas incomprensibles, la esencia de lo que pasó en el edificio en llamas sin duda será para ella, asi como lo que sus sueños la preparan de vez en cuando. El ultimo comentario a cerca del angel no me pasa por alto, es mas me sorprende bastante, mis ojos se abre y mi boca deja escapar un ¿Que? queda mas que claro que yo solo conozco un ángel femenino que se salvara de lo ocurrido en Des Moines, y ese es Susan. Si no he entendido mal, quiere decir que Sombra sigue viva en algún sitio y que Natalie sabe algo de ella.

El comentario distraído de Susan ya no me sorprende tanto como antes, si Natalie no hubiese mencionado nada a cerca de los ángeles quizás hubiese reflexionado mas a cerca de lo que sabe esa niña y lo que es conveniente que sepa pero ahora ya no me importa en absoluto. ¿Sabéis algo de ella? mi pregunta es casi un susurro como si pronunciar su nombre en voz alta pudiese provocar su desaparición.

Susan viendo la tele, la gustan demasiado los dibujos animados, espero que la guste el regalo que la voy a comprar un peluche de Cactus, creo que era mas bonito que el de la otra la rubia Burbujas o como se llame.

Tal vez cielo, lo vuelva a ver algun dia, cuando haga falta. replico sonriendo cuando me giro a Ayira con su pregunta. Tal vez me exprese mal me referia si sabias algo de Vald, nuestro otro angel. Yo no se nada de Sombra, esa noche se perdio mucho y a muchos.

Vuelvo a recordar a John y tengo un escalofrio por la espalda, ni siquiera encontramos su cadaver, como tampoco el de...Los salvamos si pero a que precio, a uno demasiado alto.  Solo espero que esto no sea una jugada para volver a atraparlos y realizar ese ritual tan... ni siquiera sabemos que era lo que iban a hacer realmente.

La pequeña Susan empieza a reír despreocupadamente pero sin armar mucho escándalo, completamente entretenida con los dibujos mientras vosotras lleváis a cabo una conversación más seria y trascendental incluso de lo que os gustaría.
Estira las piernas y mueve los descalzos pies haciéndolos chocar sordamente. Ahora que ha vuelto la luz y los radiadores se ponen en marcha, además de la chimenea que sigue encendida, la temperatura del comedor es incluso algo calurosa, pero aceptable.

En el exterior la tormenta sigue amainando y el golpeteo de la lluvia contra los cristales al fin cesa, sin embargo es sustituido por otra cosa... Nieve, ni más ni menos, aunque de momento poco espesa, al tocar el suelo queda derretida.
Los cristales se van empañando con bastante más rapidez de la que sería normal y las luces tintinean de nuevo un par de segundos antes de quedarse estables.
Seguro que el servicio meteorológico anda revolucionado.

La risa de la niña resuena contra las paredes del pequeño apartamento pero en mis oídos no es mas que una pequeña distracción de la que pretendo aislarme para centrarme en la conversación con Nat, mucho mas adulta que el pequeño ambiente infantil y distendido que Susan se ha creado para si misma. Vaya por un momento...no se como he podido pensar que sabias algo de Sombra y no nos lo habías dicho antes. Cruzo los brazos y pienso en lo poco que hemos podido averiguar de momento.

Esas averiguaciones, los pequeños datos, son importantes. Esta noche no es una noche normal, y no solo porque el tiempo parezca revolucionado y los jinetes del apocalípsis estén preparándose para el día del juicio final, sino porque han sucedido demasiadas cosas, demasiadas cosas en tan poco tiempo. No se mucho de Vlad, la verdad desde que nos separamos tras esa noche nada de nada. Mi cabeza se mueve acompañando mis palabras en señal de negación. Yo tampoco creo que esto este sucediendo gracias al azar, alguien esta moviendo piezas, nos han colocado como a simples peones y no puedo ver cual va a ser su siguiente jugada. Solo espero que tus presentimientos no se cumplan. Me refería al ritual, pero en ese momento pensaba mas en mis propios pensamientos que en los suyos, aunque Nat fuese una Vidente yo tenia un juicio bastante alejado a cerca de "las criaturas" y aunque no las considerase monstruos como ella también podía ver con claridad que no todos eran victimas de su propio estado natural.

Fijo la mirada en las tintineantes luces para después fijarme en la tormenta de fuera. Cuando parecía que podíais tener un regreso tranquilo...