Partida Rol por web

El tipo que se encuentra en la habitación no solo es el mismo que vi en mi apartamento, sino que vuelve a hacer lo mismo que cuando yo estuve allí. Las cadenas flotantes de su alrededor se mueven como si tuvieran vida propia. No le hace falta sujetarlas con las manos o hacer nada para lanzarlas. Debe tener algún tipo de control sobre ellas porque cuando él quiere se abalanzan sobre mi. -Mierda, otra vez.

Hago un gesto con el brazo para cubrirme pero Ryan actúa rápido y consigue pararla antes de que nos golpee a ninguno. Aún quedan dos cadenas más y estoy seguro de que no dudará en usarlas. No creo tampoco que Ryan tenga manos suficientes para parar tanta agresividad y la charla con Natalie dudo que sirva de poco más que para cabrearle más.

Miro a un lado y a otro pero no veo gran cosa con la que poder protegerme. Debí haber traído algún tipo de palo o vara con la que defenderme. Con mis manos desnudas solo podría quemarme contra este ser. Eso si no lo echa a arder todo antes de que salgamos de aquí.

-Vamos, ¡haced algo!

Al parecer el ataque coge desprevenidos a los Cazadores, o quizá es que ni siquiera alcanzan a recordar lo que fueron una vez, pues Natalie se da por vencida dejándose caer al suelo mientras Ayira se queda sin acabar de decidir qué hacer.
Cómo era de esperar, Mark se muestra confuso y mira a su alrededor intentando encontrar algo contundente que poder usar contra ése tipo, pero sólo hay muebles... aunque quizá alguna de las sillas o lámparas podrían serle de utilidad.

Mientras tanto, el tira y afloja de Ryan contra el ser termina repentinamente con el monstruo cayendo al suelo enredado en su propia cadena y gruñiendo furioso. Ryan sonríe triunfalmente, pero evidentemente lo único que consigue es cabrear más a su adversario, el cual parece interesado sólo en inflingir daño... quién sabe si se alimenta del dolor ajeno, no sería tan extraño.

-Se acabaron los jueguecitos...- murmura la calavera en llamas mirándoos con mayor odio que al principio, terminándose esa expresión "juguetona" (aunque macabra) del principio.
Sus cadenas libres vuelan con decisión y objetivos fijos, aunque distintos. Una parece más que dispuesta a clavarse en alguna parte del cuerpo de Ayira, mientras la otra se dispone a hacer lo propio contra Mark.

Lagrimas, es lo unico que siento, el resto del mundo no exite, tengo un mal presentimiento, no se ni que ocurre, no puedo usar mis poderes, se han bloqueado y los he perdido. Si los tuviera seguro que ahora tendria una vision de lo que ocurriria, si ademas los tuviera hubiera sabido que este lugar no era seguro, ademas sabria que iba a ocurrirnos

La mano tiembla mientras no siento nada mas que el frio del arma, no veo nada mas que mi propio dolor, mi propia debilidad. Levanto el arma cogiendola con las dos manos mirandola extrañada como si no supiera que es realmente, la levanto y...

Suena un disparo, contra ese hombre, contra no se realmente que, tal vez mi propio miedo, tal vez mi propia razon de existir Soy debil, pero no tengo a nadie que me proteja, ni a nadie que me cuide, solo a mi misma y dependen de mi

La bala sale tras ser golpeada por el percutor, su trayectoria puede ser erratica y puede que no llegue pero es lo unico que puedo hacer.

Como siempre que me había encontrado en situaciones parecidas el cerebro reaccionaba de forma similar, los movimientos de mis compañeros los podía contemplar de forma ralentizada, una cámara lenta me permitía apreciar los detalles de lo que estaba sucediendo, poco a poco todo caía por su propio peso. En realidad solo habían pasado unos segundos desde que nos encontramos cara a cara con esa criatura, pero por sus primeras acciones no tenia buena pinta para nosotros.

Ryan estaba satisfecho con el resultado de su tira y afloja, pero eso no iba a durar eternamente, esta vez había tenido suerte nada más. Mark se encontraba perdido como era de esperar, era la segunda vez que se encontraba con este tipo y podía dar gracias al cielo por haber conseguido sobrevivir la primera vez. Natalie me sorprendió, la había notado diferente, pero no esperaba que se dejase caer al suelo, impotente y disparando su pistola como una autómata mientras las lagrimas cruzaban su rostro. Mi primer pensamiento fue acudir a su lado para levantarla, no podía dejarla allí, impotente como se sentía y corrompida por la desesperación. Por desgracia la criatura había reaccionado antes que yo y dos de las tres cadenas que poseía se lanzaban hacia los demás. Intenté cortar la trayectoria de las dos cadenas para desviarlas de nosotros como otras veces.

Extendí los dedos hacia ellas y con toda la convicción de que era capaz, confiando en mi misma y dispuesta a salir de esta mi voz se impuso a las cadenas. ¡Atrás! desvié la mirada un segundo más tarde para intentar que Natalie reaccionase. Nat levántate, no dejes que te consuman sus sentimientos, tu eres mas fuerte.

Ryan forcejea con el extraño ser. Natalie se tira al suelo como una niña pequeña y echa a llorar. Ayira por su parte trata de hacer algo, aunque no se bien el qué y entonces, un disparo. Cadenas, balas, lucha... demasiado para mi. Solo entiendo del fuego y de las posibles reacciones que puede tomar. Las personas sin embargo son más impredecibles, y si tienen armas me ponen nervioso.

No he encontrado nada con lo que defenderme y las cadenas vuelven nuevamente hacia mi. Me cubro la cara con los brazos, como hice en mi propia casa, como hice aquella vez en la que no me tocaron, no me hicieron daño, no me mataron. Una imagen vino a mi cabeza, mi casa en llamas, mi perro en el suelo, ese tipo e Irina mirándome desde la puerta de la habitación. Es extrañamente similar.

-Noooo

Natalie se deja caer el suelo, abatida, hundida, casi hundida... pero no del todo, ya que eleva su pistola con las escasas fuerzas que le quedan y dispara al hombre que al parecer ataca a sus compañeros a pesar de que ella no distingue nada raro en él... excepto las cadenas que han aparecido de repente.
El hombre recibe los balazos pero no parecen afectarle en absoluto y sigue concentrado en sus propias "cosas".

Ayira hace uso de sus poderes que creía algo oxidados, y quizá sea eso o el despiste que le provoca su compañera pero el caso es que sólo consigue desviar una de las cadenas provocando que acabe por el suelo, la otra sigue con firmeza su trayectoria hacia Mark... y éste se encoge sobre sí mismo pero antes de que el hierro le alcance unas chispas azuladas surgen aparentemente de la nada, provocando así quela segunda cadena también sea desviada.

El tipo gruñe sonoramente, claramente fastidiado por lo sucedido mientras se levanta pesadamente.
-Malditos idiotas...¡estáis empezando a cabrearme!- espeta furioso ante su falta de efectividad, momento que Ryan aprovecha para pisar una de las cadenas caídas por el suelo y la corta con sus garras cómo si de mantequilla se tratara, provocando que el monstruo pegue un alarido de dolor que sorprende incluso al cazador más experimentado.

Tras eso, la calavera jadea sonoramente y el fuego de su cráneo empieza a expandirse y hacerse más intenso, momento en el que Natalie también aprecia su forma real.

Una vez más, como ocurrió el día anterior, consigo evitar que me golpee con la cadena. No sé como ocurre, pero esta vez si que lo veo claro. Choca contra algo que se interpone entre el metal y mi cuerpo. Es como una barrera invisible ya que no distingo nada especial, simplemente el brillo y centelleo de la cadena al chocar contra él.

Los disparos de Natalie impactan en su cuerpo pero no parece inmutarse ante las balas. No reacciona siquiera. Parece inmortal, lo cual me asusta un poco. No sé si estoy preparado para luchar contra gente que tiene una llama, como si de una vela gigante se tratase y que además me ataca con unas cadenas que parecen manejadas por el mismo aire que me rodea.

Ryan corta una de las cadenas con una de esas garras de acero que le salen de los nudillos. Me pregunto si yo también tengo esa habilidad y si duele que te salgan cuchillas de las manos. Luego miro al ser y su cabeza empieza a desprender aún más fuego que antes. -Joder, ¿qué hemos venido a hacer aquí? -No sé qué hacer ni como. Miro a mis compañeros esperando que reaccionen de alguna manera y poder sobrevivir a este "asalto". -Si salgo vivo de esta tendrán que decirme qué coño pinto aquí y como puedo ayudar.

Sin preocuparme por el efecto positivo o no de mis poderes me acerco a Natalie rápidamente y me agacho junto a ella, ha conseguido reaccionar levemente pero era sabido por todos que las balas no iban a poder hacer nada contra ese tipo medio esqueleto medio espíritu del fuego. Con suavidad pero con firmeza rodeo sus hombros con cariño intentando apoyarla, vamos tenemos que salir de aquí cuanto antes mis ojos no dejan de mirar el cráneo, el fuego que lo recubre cambia su tonalidad poco a poco, parece que Ryan ha encontrado uno de sus puntos débiles.

Intrigada miro las otras dos cadenas que siguen en el suelo, no se muy bien que podemos hacer con ellas o si al tocarlas le causaremos algún daño, pero al menos me alegro de que una de ellas ya no le sirva de nada. Con suavidad tiro del cuerpo de Nat hacia arriba para ayudar a que se ponga de pie. La fragilidad que me transmite en estos momentos me conmueve mas de lo que esperaba, eso es algo que tengo que aprovechar, el dolor de la criatura, el vencimiento de Natalie, mis propios pensamientos vuelco todo ello en una sola palabra esperando que la situación nos de algo más de tiempo para pensar o para salir de allí. Todavía sientes dolor, siéntelo, abrázalo y ¡Recuerda!

Mi tono de voz es constante hasta que escupo la ultima palabra, esperando que los pocos segundos en los que se sienta aturdido funcionen en nuestro propio beneficio. Se que Mark se siente perdido en estos momentos, pero no puedo despistarme ni un segundo como antes si quiero que funcione. Necesito clavar mi mirada en sus cuencas vacías y llameantes para provocarle el recuerdo, su propia existencia humana.

No le hace nada, es algo que ya habia asumido cuando le dispare pero...una muñeca en las manos de Ayirah cuando me levanta, las palabras de Mark, esta maldita situacion, soy una estupida... joder cuando la ex de Walter me dijo que iba a sufrir por lo que la habia echo tenia razon, no tengo derecho a ser feliz, no tengo derecho a tener una oportunidad por mucho que lo desee.

Veo las cadenas, han chocado con Mark, con su escudo protector, las chispas se ven a su alrededor y....

Respuestas, hemos venido por respuestas. siento rabia, ira, no puedo ser debil, no he sido nunca debil, no voy a ser lo ahora, como desearia poder obligarle a hablar, que sintiera en sus carnes o huesos la misma impotencia que siento yo en este momento que fuera un humano como nosotros....

-Eso es... pero parece ser que no hay nadie demasiado dispuesto a hablar...- comenta Ryan apoyando las palabras de Natalie en respuesta a la duda de Mark, el cuál parece completamente fuerza de lugar y aterrorizado. Algo normal si se tiene en cuenta el contexto... pero quizá sea mejor que asuma cuanto antes lo que es ahora.

Vuestro enemigo parece recobrarse del dolor generado por la pérdida de su cadena, como si de una extremidad de su cuerpo se tratara, sin embargo el peligro parece recaer en el fuego que envuelve su cabeza.

Ayira pronuncia entonces una frase que consigue que Ryan la mire un segundo inquisitivamente antes de esperar la reacción del "monstruo", el cuál parece haberse quedado petrificado donde está repentinamente.
-Yo...- murmura con claros signos de duda antes de empezar a encogerse sobre sí mismo negando con la cabeza -¡¡Cállate!!- espeta repentinamente de lo más furioso, provocando que las dos cadenas que todavía permanecen ancladas a su cuerpo salgan despedidas al parecer sin un objetivo fijo ni control, clavándose una de ellas en la propia pared.

-Esto no puede estar pasando, yo no era ése...- murmura cómo si estuviera bastante fuera de sí, generando más y más calor que podéis notar en vuestros cuerpos de forma molesta hasta que vuestros temores se confirman y las primeras llamas empiezan a prender los muebles más cercanos a la calavera ardiendo.

Las cadenas del ser se disparan, chocan contra el suelo y una pared, quizá atándola a ella y dándoos cierta ventaja... Al menos eso es lo que se te pasa por la cabeza antes de que una imagen totalmente distinta te venga a la mente volviéndote "ciega" unos segundos.

El calor y la luz de las llamas es sustituida por una oscuridad fría en algún pasillo estrecho... que tras un rato reconoces pues es el segundo piso de tu propia casa.
Sven sube las escaleras con calma y lentitud, tras lo cuál la puerta del cuarto de Susan se abre de repente y Leon apunta con su preciada pistola a su supuesto enemigo.

Tras esto parpadeas repetidamente volviendo al lugar en el que te encuentars realmente algo mareada.

¡DIOS NO! grito al llevarme las manos a los ojos al notar que me he quedado ciega, un parpadeo y luego el mareo de despues de una vision, me giro ignorando todo lo que pasa a mi alrededor, todo se mueve a camara lenta a mi alrededor.

Esta con Susan, esta en mi casa, tengo que volver es lo unico que digo antes de llegar al marco semiapoyando la mano enguantada y saliendo renqueando hacia las escaleras Por amor de Dios que no sea nada malo, que no pase nada..... rebusco en mis bolsillos el telefono movil para llamar a casa, para avisarle y la lleve a otro sitio o que se encierren hasta que lleguemos se que no sera suficiente pero tenemos que salvarla, no voy a dejar que la hagan daño...

Maldito clima, maldita nevada, maldito lo que sea... era una maldita trampa, seguro que era eso una maldita trampa para apartarnos de casa y poder llevarsela...El movil en mi mano temblando mientras bajo las escaleras con rapidez y  marco el numero de memoria cojelo vamos, tienes que cogerlo...por amor de Dios y de todos los angeles que este bien...

-¿Respuestas? -¿A qué preguntas? -Me incorporo quedando de pie viendo como Natalie recula hasta la puerta y Psique mira fijamente al monstruo. Si he tenido suerte hasta ahora, por qué iba a dejar de tenerla. Doy un paso al frente, consciente de que si no me mata el fuego puede que lo haga alguna de las cadenas voladoras.

-No se quien eres y no me importa. Hemos venido a por respuestas, si, respuestas a preguntas importantes. -Ahora sal de esta si es que puedes. -No hemos venido a luchar, a pelear o cortar la cabeza o calavera a nadie. Respóndeles y nos iremos por donde hemos venido. -Si, respóndeles porque yo no se las preguntas -¿Eh Ryan? -digo casi murmurando con la boca torcida hacia Ryan esperando que me saque de aquel embrollo en el que me acabo de meter.

Natalie no se lo piensa demasiado, de hecho parece mucho más decidida que hace apenas unos segundos y se gira en redondo abandonando el piso y empezando a bajar las escaleras precipitadamente, todo lo rápido que sus piernas le permiten hasta la calle helada.
Ryan la mira un segundo, dando un par de pasos hacia la puerta antes de resoplar frustrado porque Mark efectúa la acción contraria y se adelanta encarando al monstruo con valentía.

Ryan mira entonces a Ayira y le señala con la cabeza el exterior, dando a entender que sería que mejor que siguiera a Natalie y no la dejara sola, después vuelve su atención hacia el novato y tira un poco de su chaqueta para que retroceda.
-Tenías razón respecto a que no te esperábamos. Queríamos encontrar a Sven y preguntarle... ¿por qué estáis haciendo esto? Si convivierais con los humanos sería más fácil...- el cazador esta vez intenta mantener la tranquilidad y no efectúa ningún movimiento brusco, tan sólo levanta parcialmente un brazo para intentar protegerse del abrasante calor que empiezan a desprender las llamas, envolviendo cada vez mayor parte del piso.

-Ya es tarde para eso, dentro de poco la ciudad se congelará... los humanos morirán. Ése es el plan- admite la calavera todavía sujetándose la cabeza entre las manos, encogido sobre sí mismo hasta que al cabo de unos segundos vuelve a erguirse.
-Expiaré mis pecados... con fuego y cenizas- mira entonces al techo y el fuego se intensifica provocando que cualquiera que estuviera en el salón tenga que saltar hasta el recibidor para no ser alcanzado por las llamas.

Natalie parece recuperarse y dominar al menos su cuerpo para permanecer de pie por sus propios medios, mis ojos no se han apartado ni un segundo de las cuencas vacías de la calavera. Se que esos dos puntos negros de oscuridad y vacío brillan con inteligencia, una inteligencia humana y eso es algo que no siempre es fácil de olvidar o de reconocer. Mis manos sueltan con suavidad a la ex agente de seguridad esperando que sea lo suficientemente autónoma como para reaccionar o al menos protegerse de las cadenas de nuestro atacante. Sintiendo la suficiente algarabía en mi pecho como para sentirme mas segura en presencia de esta criatura me acerco un paso ante su rendición y sus lamentos, es bueno que haya respondido de esta forma en vez de incendiarnos en un soplido, eso quiere decir que todavia tiene solución todavia es capaz de pensar en lo que una vez fue, aunque eso le este haciendo daño.

Apenas me he separado de Nat unos centímetros cuando su cuerpo se tambalea ligeramente, preocupada regreso rápidamente a su lado, pero esta vez es diferente, su mirada perdida, completamente introspectiva, ha recuperado su don. Sin que me haya dado tiempo ha asimilar las palabras y frases cortas que su visión le ha provocado sale del piso de forma rápida, con su habitual carácter decidido y más si como dice la pequeña se encuentra en peligro. Mi rostro se vuelve hacia el ser encogido sobre si mismo y mi irad asuplicante le pregunta a Ryan que debo hacer.

Según él debería seguir a Nat para no dejarla sola, pero se que si hablase con él podría conseguir algo más, no se si las respuestas que necesitamos, pero se que podría ayudarle. Ya casi no escucho los pasos de Natalie en el piso, pasándome la mano por la mejilla ante tanto calor me muerdo el labio esperando que una respuesta llegue a mi mente, pero no tengo tiempo. Sólo trata de comprenderlo, de hacerle recordar poco a poco... obviamente me dirijo a Ryan y despues salgo corriendo del salón en dirección que ha tomado Natalie, con esta nieve no puede llevarme mucho de ventaja, si es que ha conseguido salir.

Natalie abandona el edificio con rapidez, pero por suerte Ayira ha reaccionado rápido esta vez y tras apenas unos segundos de margen también se encuentra en el exterior, consiguiendo alcanzar a la ex-detective apenas al otro lado de la calle entre algún que otro resbalón provocado por la nieve que ha pasado a un estado más inestable de congelación, aunque al menos las carreteras están algo más despejadas y transitables.

Cuando ambas ya os habéis reunido, el teléfono móvil de Ayira empieza a sonar, tan oportuno como siempre.

LEON :

Me estoy levantando mientras intento seguir avanzando mientras escucho como se ha acercado a mi. La miro con desesperacion en los ojos y niego

Le he visto. Sven esta en la casa, subia al cuarto de Susan, no tuvimos que irnos era una maldita trampa. Tenemos que volver como sea.... Su movil esta sonando

Si es Leon dile que no abra la puerta, que no salga del cuarto que la protega pero que no le dispare se de lo que es capaz de hacer. Lo vi la noche que me salvo, cuando me protegio de aquellos guardias, ni se inmuto

Ahora ya no se que creer...Espero que descuelgue pero podemos seguir caminando.

Me encuentro delante del monstruo intentando calmar las cosas y hablarlo normalmente cuando Ryan parece que efectúa una pregunta. El calor empieza a ser sofocante. No hay ventanas abiertas y el techo está empezando a tener síntomas de sobrecalentamiento. En breve podría empezar a derretirse la pintura plástica y caer sobre nosotros. No sería agradable, así que miro a Ryan indicando que no podemos permanecer mucho tiempo ahí.

Es en ese momento, cuando estoy mirando hacia atrás cuando tras la respuesta del anónimo personaje una oleada de fuego y aire caliente me lanza hacia detrás como en una explosión. -Dios, salid de aquí -La habitación se va a convertir en un infierno en breves instantes. El fuego consumirá rápidamente los muebles y todo lo que nos rodea. Con tal intensidad calorífica es necesaria la intervención de los bomberos y que se desaloje el edificio o podría haber víctimas.

Tras abrir las puertas del edificio que me permitían salir a la calle, retrocedo un paso tímidamente ante el golpe de frío y nieve que me hiela la piel. Por suerte localizo a Nat con solo mirar hacia la calle de enfrente, sus pasos son lentos, pero estoy segura que es por el mal estado de las aceras, no porque su voluntad no quiera. La pequeña Susan parece que esta en peligro y eso no la detendrá ante nada. Me refugio en mi abrigo antes de meter las manos en los bolsillos y encaminarme hacia allí. A los pocos pasos me veo obligada a sacar las manos de los bolsillos para poder equilibrarme mejor con los brazos y así poder resistir los resbalones.

Nat espera... Apenas alcanzo a Natalie mi móvil empieza a sonar. Con un chasquido de disgusto descuelgo pensando que puede ser un cliente en este preciso momento, muy oportuno. Digame... Cuando la voz de Leon me sorprende al otro lado, debería estar en casa tranquilamente, cuidando de Susan y viendo la tele un rato mientras se refugia del frío. Pero las visiones deben ser más certeras de lo que la policía sospecha, por lo que me cuenta parece que la tormenta va a ser el menor de nuestros problemas. Date prisa en llegar te esperamos en la puerta. Si hay novedades llámame. Antes de colgar se me cuela una frase más Leon, no te enfrentes a él sólo venir aquí. La verdad es que la conversación ha sido algo difícil de seguir con Nat y Leon hablándome los dos a la vez. Pero finalmente consigo reunir las dos fuentes y poder responder bien al teléfono.

Al colgar el móvil me paro y agarro a Natalie del brazo, más vale que le cuente las cosas con calma antes de que las visiones y sus temores hagan que le de un ataque de pánico. Nat, no te preocupes Susan está bien, Leon y ella vienen hacia aquí. En un momento podrás estar con ella, ahora solo tenemos que esperar a que lleguen tranquilos. La miro a los ojos y asiento como para animarla, pronto estaremos con ella y podremos trasladarnos de lugar. Después de reconfortarla con un suave apretón en la mano miro inquieta hacia el edificio, las llamas habían empezado a extenderse del cuerpo del esqueleto a los muebles, no se si habrán podido detenerle o si están en peligro.