Partida Rol por web

Kiburi decidió no seguirle el juego al inadaptado. Se giró y preguntó a la leona, que parecía ser la única que no se reía de él.

-Perdone, señorita, pero... ¿a qué o a quién estamos esperando aquí?-dijo con su sonrisa más seductora.-Fuera de esta sitio podríamos ayudar a alguien, bueno, eso digo yo.

Realmente lo que él quería era salir de esa apestosa cueva, lejos de esa gente tan poca "glamourosa", y comer primaveras.

-Sí, el amarillo de las primaveras es lo que esta situación tan vulgar necesita-pensó.

Volví a adentrarme en la cueva, para escuchar a la cebra hablándole a Kala:
-“Eso no pasara, nadie saldrá de aquí hasta que regrese el rey, que no escuchaste sus palabras?-dije mientras caminaba hacia una roca-de momento afuera esta todo tranquilo pero hasta tener seguridad permaneceremos aquí como se nos dijo..”-

-Bueno, otro igual.-pensó.-Con esas pintas de acacia de tres espinas no sé quién se habrá creído que es.

Kiburi se estaba empezando a cansar de la situación. Además tendría que estar buscando a sus padres. El problema es que no quería, ni debía, enfrentarse a todos esos animales que estaban allí. Era bravucón, pero no tonto, y sabía que tendría todas las de perder en un enfrentamiento directo.

-Bueno... nos quedaremos aquí esperando...-dijo con desgana.

La historia de la pequeña hiena entristeció un poco a Kala, en el fondo no se la veía mala y había sufrido mucho para lo jovencita que era. Pensó en respaldarla un poco y le puso una pata sobre el lomo en señal de amistad y apoyo -No pasa nada, nosotros te cuidaremos-

En cuanto a lo que la cebra comentaba, Dark se adelantó y contestó por ella, así que Kala no le dió mucha más importancia. Pensó en cómo hacer un poco más amena la espera, pues estar ahí metidos todo el tiempo iba a ser muy aburrido. -Juguemos a algo!- dijo, en pose juguetona -A qué jugais las cebras?-

-¡Por fin alguien que dice algo coherente en esta cueva!-pensó.

-Pues... al pilla-pilla, al escondite, al escondite inglés, por ejemplo-contestó.-Mi favorito es el de policías y ladrones, aunque podemos jugar a los que quiera usted, señorita.

Esperaba que la idea de la joven leona gustara, porque estaba aburrido y creía que no iba a durar mucho tiempo así.

Darby había estado escondida tras la aparición de Mufasa, y pasado el miedo inicial, volvió a salir de su pequeño agujero.

- Hola, yo también sè jugar al escondite...

-“Bueno, entonces si vamos a jugar y es divertido me sumo…pero decidan a que jugamos…”-

Te encuentras cerca de la roca del clan, donde todos los leones han sido movilizados por orden de Mufasa, para buscar animales desaparecidos por culpa del ataque que habia tenido lugar la noche anterior, aquello seria motivo de estar triste si no fuera por que es la primera vez que consigues que tus padres te dejen sola, por fin puedes correr y disfrutar libremente sin que nadie te controle o te diga que hacer, has estado tan sobreportegida que apenas si conoces a ningun leon, peor por fin eres libre, y estas siguiendo el olor de algunos leones hasta la cueva cercana a la roca del clan.

-Vaya, vaya.. Éste olor me resulta familiar..

Mamá y papá me habían dejado libre, ya era mayorcita y confiaban en mí. Aproveché para seguir el rastro de alguna supuesta futura presa. Quería llegar a ser una gran cazadora, como mamá, y eso exige practicar en todo momento. No mataba a los animales, porque no era necesario, de eso ya se encargaban en la manada. Yo sólamente practicaba para lograr que no se me escapasen.. ¡y se me daba bastante bien!

Ahora seguía a una cebra, pero un olor se me cruzó en el rastro. Un olor a león..

-¡Voy a seguirlo!

El olor te guia hasta una cueva, pero el orlor se entremezcla dentro, leones cebras, algun roedor incluso una hiena, dentro hay demasiados holores, pero sin envargo el olor de leon del clan te es muy familiar, sabes que dentro hay gente que seguramente conoces, pero no logras entender por que hay otros animales alli dentro

-Snif, sniff.. -sigo olfateando, con la cabeza gacha, mientras camino concentrada en lo que huelo.

-¡Qué raro!.. Hay muchos olores distintos aquí, animales.. ¡animales que no deberían estar juntos!...y... (sniff, snifff).... Hay un olor raro... recuerdo que mamá me lo identificó alguna vez, ¿qué era? mmmm... una... un bicho de esos...una... ¡HIENA! ¿Pero qué hace aquí?..

Sorprendida, sigo avanzando sin darme cuenta de que entro en una cueva.

Me noto observada de pronto, y me doy cuenta de la tontería que hice.. TAn concentrada estaba en los rastros que ni me percaté de mi alrededor. Mamá dice que así me pueden cazar a mí.

Y eso pasó, solo que en vez de cazadores me encuentro a una pandilla de animales que me miran pasmados.

¡Al menos sí que he seguido bien los rastros! ,pensé, orgullosa de mí misma.

- Estoooo... ¡Hola! -les dije a todos.

Lo primero que hago al ver otra leona entrar en la cueva es impedirle el paso, no sabía cuales eran sus intenciones, cuando me acerco lo suficiente lo hago es olfatearla, olía a león tanto como Dark y Kala, estaba claro que era una hembra.

-¿Quién eres?-Pregunto en una postura defensiva, por si tenía que saltar para impedir que diera caza a alguno de los come plantas que había en la cueva -¿Cómo nos has encontrado?-Tenía que saberlo, si ella nos había encontrado, las hienas también podrían hacerlo.

-Yo...aaaahhh... bueno... -con ésto sí que no contaba-.. Mi madre me dijo que practicase el olfateo para la caza, y éso estaba haciendo. Desde allí abajo me olió a cebra.-miro a la cebra del grupo.

-Después capté olores tan variados que me picó la curiosidad, y estaba preguntándome qué hacíais todos juntos.. Sobre todo unos leones y una hiena. Por cierto, me llamo Sheera.

-Pues tienes un olfato excelente-Contesto, sabía bastante de seguir rastros y ella era muy buena-Me llamo Hunter-Levanto una pata y voy señalándo a mis compaleros uno a uno.

-Dark, Kala, Nugget, Irenin, Kiburi el mentiroso-Digo dándole el apodo en el momento por la sala y al final dí con la jerbita- Y ella Darby, respecto a como hemos llegado aquí, es una historia muy larga- Digo con pereza.

INclino la cabeza ante todos a modo de saludo educado, con una sonrisa.

-¿Y qué hacéis en la cueva? ¿Estáis escondidos?

La llegada de otra leona nos tomo por sorpresa, pero por suerte había interrumpido el juego que la cebra propuso que de seguro seria aburrido.
-“Estamos aquí por ordenes de su majestad y este es el primer terreno de nuestro clan-dije levantando la cabeza y poniéndome firme- quieres acaso unirte a nuestro clan?”-

La entrada de otra leona nos sorprendió mucho, pero a Darby como era otro león más no le importó, parecía que les perdía el miedo... menos a Mufasa, claro.

- ¡Hola! dijo dando saltitos para ser escuchada, aunque no se acercó a ella, siguió en un sitio alejado en la cueva, por si tenía que esconderse en algún agujero de nuevo. ¡Somos clan! ¿Quieres pertenecer tú también?

Después se quedó pensativa y le preguntó a Dark, ¿cuántos animales forman un clan?

Dark se quedo pensativo con esa pregunta:
-“Bueno se dice que mas de 5 ya son un clan, pero si superamos los 10 ya seriamos una manada…si fuésemos todos de la misma especie claro, en este caso supongo que seriamos un clan mas grande…”- la pregunta fue algo que no me esperaba aunque la verdad es que fue inocente y me termine riendo luego de contestar por lo común y a la vez inesperada de la situación…

Kala se sorprendió al ver entrar a otra leoncita en la cueva. No le sonaba demasiado, no la recordaba en la manada a la que ella pertenecía, tal y como Dark sí. Se acercó a ella, curiosa -De dónde vienes? No me suenas- dijo, con voz cariñosa -Íbamos a jugar, te apuntas?-