Partida Rol por web

Bajo intentando atacar de la forma más rápida posible y realizando un ataque implacable y feroz.

Agotado, Gornak interpone su escudo, pero la ira de Oll rompe su barrera y es alcanzado de lleno. Aprieta los dientes para intentar resistir la herida- ¿Es esto el final?

Bueno, ha llegado el momento de volver a hacerse el héroe. Hay que ganar tiempo y darle la oportunidad al chico para que se recupere. 

Me lanzo hacia adelante confiando en mi armadura y me interpongo entre la bestia y su presa mientras intento concentrarme en la marca... tal vez haya alguna manera de infundir su fuerza en nuestras armas y compensar el poder de esa cosa.

El terrible engendro ataca con más furia si cabe y embiste a Gornak con las garras por delante. Éste no es capaz de evitar el asalto y cae herido con varios cortes de garras en su pecho. Por qhora sigue vivo, pero otro ataque así seria su final.
Fiddler y Abdala se lanzan al cuerpo a cuerpo, evitando los tentáculos que se agitan por todas partes de la caverna. Las armas apenas causan daño al monstruo infestado de caos, pero las runas parecen actuary causan importantes quemaduras en el cuerpo de Oll.
Desesperado por el dolor, prepara un último ataque para desembarazarse de los intrusos.

Contínuo con el ataque implacable sabiendo que hay que echar el resto. El cansancio empieza a hacer mella.
-¡Maldita bestia!

La sangre resbala por mi pecho empapando mis rasgadas protecciones - ¡Por los dioses...! - Me faltan fuerzas para ser ocurrente y mi frase se queda a medias mientras aúno las fuerzas que me quedan y levanto el escudo.

La maldita criatura hace caso omiso de mis torpes intentos de interponerme y ataca otra vez al chico. Veo que de todas formas parece estar cada vez más herido y decido jugarme el todo por el todo. Si acabo con él tal vez salve a Gornak.

Doy un paso atrás y le arrojo mi lanza con todas mis fuerzas

A pesar de sus heridas, Gornak logra asestar un último golpe a Oll, que retrocede con un chillido de furia y frustración, para encontrarse con la lanza de Abdala, que le hiere de nuevo. Desesperado, trata de huir hacia las profundidades de su pozo, pero un cerrero disparo de Fiddler le atraviesa el pecho y su cuerpo cae en el agua, inmóvil.
Pero tenéis poco tiempo para regocijaros en vuestra victoria. El cuerpo de Oll parece descomponerse rápidamente y el agua negra que le envuelve pareceempezar a hervir repentinamente, burbujeando y amenazando con estallar.

Tras la caída de Oll, cojo aire mientras observo que realmente esté muerto. Cuando el agua empieza a hervir grito a mis compañeros - ¡Huiiiid insensatos! - Espero que mis dos camaradas se adelanten para cerra la marxa y evitar que nadie se quede atrás.

Miro si alguien necesita ayuda para huir. Si es así, como soy el más"fresco" , ayudar si le hiciera falta.

Me guardo las armas mientras troto resoplando hacia la salida. Agarro de brazo a Gornak cuando llego a su altura y lo aúpo sin hacer mucho caso de las eventuales propuestas.

- Vámonos de aquí, chaval, no estás para bromas -le lanzo una mirada de soslayo a Abdala y berreo- ¡Si esa mierda te sobrepasa utiliza la marca! ¡Pero intenta que no lo haga!

Con cierta dificultad lográis entrar en el túnel otra vez. A pesar de sus heridas Gornak es capaz de avanzar con relativa rapidez, aunque la sala en la que habéis vencido a Oll parece haverse convertido en un hervidero de caos. Gritos, rugidos, gorgoteos y siseos llenan el túnel que los amplifica hasta sumiros en una cacofonía demoníaca.
Cuando llegáis a la sala anterior, ésta se halla totalmente inundada. lográis acceder al siguiente túnel gracias a vuestras marcas, pero entonces algo sucede.
El agua limpia del Zola Fel se encuentra con el caldo caótico del pozo de Oll y como si de un enfrentamiento de titanes se tratara, la misma tierra se sacude, impulsándoos con una corriente insostenible hacia el gheiser, donde sois expulsados a través del río hasta alcanzar una altura de varios metros. Aterrizáis sobre el agua en el momento exacto en el que el túnel se colapsa y el gheiser queda sellado. Parece ser que sucediera lo que sucediera allá abajo, no van a aparecer más gorp en el río.

Cuando lográis reubicaros y alcanzáis la orilla, os encontráis con un pequeño regimiento de lanceros a caballo. Reconocéis sus crines y sus escudos dorados que les identifican como yelmalitas. Todos os observan con curiosidad hasta que aparece su líder y se dirige directamente hasta vosotros.
-Vaya vaya, así que nos encontramos otra vez. Estábamos remontando el rio cuando la tierra se sacudió como si toda la Gran Ruina fuese a hundirse todavía más. ¿Podéis contarme qué ha pasado aquí?

Me miro disimuladamente las manos, para ver si continúan las marcas. Me arreglo el peinado:
-Ya se ha acabado todo, por favor, ayudad a este gran héroe.- Señalando a Gornak.
Si nadie le cuenta nada a Alaya le cuento muy someramente que hemos destruido a Oll, con una gran intervención de Gornak.

¡No huyáis de vuestras proezas! -Intento recuperar la compostura y salir del río para tratar, como pueda, las heridas - Yo solo llegue al final del camino y sin vosotros estaría muerto. - Sonrío con esfuerzo al ver lo que hemos conseguido. - Creo que es derecho de los veteranos contar las historias. - Dejo que Fiddler cuente lo que ha pasado, divirtiéndome la idea de la poca gracia que le hará hacerlo.

"Maldito crío..."

Me aclaro sonoramente la garganta mientras le lanzo una mirada furibunda al chaval. Porque se ha jugado el pescuezo ahí abajo, que si no...

- Um... bueno, señora -trato de proyectar la voz pero me sale algo parecido a un gañido- Hemos bajado por un agujero del que salían esos bichos, esos gorps. Lo hemos explorado y hemos acabado con un centenar... ¿eran un centenar, no muchacho? Sí, un centenar de criaturas malditas, no gorps, otras cosas, incluyendo un monstruo tocado por Pocharngo que parecía estar excavando los túneles. Cuando lo hemos matado el río ha reclamado su lugar y al enfrentarse con las aguas caóticas ha habido una explosión y nos ha expulsado. Y aquí estamos.

Vuelvo a toser y miro de refilón a los jóvenes. Espero que hayan aprendido cómo se hacen estas cosas.

-Impresionante -dice Ayala sin dejar de miraros asombrada-. Veo que esa leyenda de las voces del rio era cierta después de todo. Veréis... Estoy segura de que si regresáis al templo de Zola Fel seréis venerados y agasajados de la forma que buenamente puedan los pescadores de la zona, pero yo os voy a proponer otra cosa.
En ese momento se escucha un murmullo entre sus hombres pero una mirada de la capitana los acalla al instante.
-Os propongo formar parte del Condado Solar, como miembros de nuestro ejército y ciudadanos de pleno derecho. No conozco vuestros pasados ni vuestros objetivos, pero os aseguro que en pocos lugares de Prax podréis tener las oportunidades que os ofrece el Condado.

Aunque estoy ya acostumbrado a estas marcas, estoy seguro que nos las tenemos que quitar.
-Acompañaré a mis compañeros si deciden unirse a vosotros, pero creo que tenemos que cerrar este círculo yendo al templo. Las voces sirven para lo que sirven

- Estoy de acuerdo con Abdala, mi señora - Digo mientras desentumezco mis músculos tras la caída y suelto una mueca de dolor por las heridas - Hay que cerrar el círculo primero, volver al templo, ver que la pequeña este bien, informar a mi capitana en Ronegarth... Ademas, creo que nos merecemos un descanso - Mientras hablo hago trizas las mangas de mi camisa para poder vendarme las heridas de Oll. - Pero. también por mi parte, una vez haya pasado todo esto, estaré encantado de visitaros.