Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 48 (Exito) [48]
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 87 (Fracaso) [87]
Un criado (por su aspecto) que parece recién despertado sale con un candil a ver qué ha sido el ruido de la puerta... Al veros suelta un grito e intenta volver a entrar.
El Capitán pudo ver como ese hombre con aspecto de sirviente salió de la puerta y los pudo ver... Un grito, en medio de la noche, resonó sordo, además hizo ademán de girarse al ver a sus compañeros , inesperados, por parte de los moradores de aquel torreón.
Consciente de que quizás, todavía gozaban del factor sorpresa si conseguían reducir a aquel hombre, Von Hartzman, que sujetaba la escopeta galga con ambos brazos, pensó por un momento en apuntarle e intimidarle para que guardase silencio, pero dudó de si fuese esa un maniobra realmente efectiva.
En una décima de segundo, con ardor teutón, dejó caer la escopeta, para tener sus aún musculosos brazos libres, y se abalanzó sobre el sirviente con la voluntad de reducirle, confiando en que alguno de sus acompañantes le ayudaran, o el mismo Polat, o Aram, siendo dos de ellos, seguro que lo podría someter.
Se abalanzó sobre él mientras el turco se giraba, y lo intentó estrangular, pegando su tórax a la espalda del sirviente y cerrando una pinza con sus brazos por su nuca , tal y como le habían enseñado en la breve formación militar en Köenigsberg, previa a la guerra franco-prusiana...
Motivo: Pelea
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 22 (Exito) [22]
Motivo: Pelea
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 11 (Exito) [11]
*perdón tiré dos veces, por suerte, ambos son exitosos.
Polat, temblando por la incertidumbre de no saber muy bien cómo iban estos negocios de las trifulcas callejeras, se lanzó con más o menos torpeza hacia el criado para ayudar a su buen amigo (pues por tal ya lo tenía) Paul a reducirlo y callar sus gritos.
Motivo: pelea
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 6 (Exito) [6]
No es con la intención de hacer daño, sino de inmovilizar y de silenciar al criado :) Por eso no tiro daño.
El criado no llega muy lejos antes de que os avalanzéis sobre él. Silenciáis al muchacho y lo atáis con su ropa... Al parecer nadie lo ha huido. Esperáis que se mantenga vuestra suerte...
Por dentro la torre está decorada con alfombras y mobiliario de un estilo otomando espléndido, pero algo ajado y decadente. Entráis en una planta baja con una escalera y varias puertas, una de ellas entreabierta, al parecer donde salió el muchacho.
Von Hartzman sonrío satisfecho consigo mismo y el dr.Polat en cuánto el sirviente estuvo fuera de juego. Tomó otra vez su escopeta galga, y una vez en el interior de esa torre, dijo:
Parece que aún nadie sabe que estamos aquí. Recuerdo haber visto luz en la parte alta de la torre. Estén atentos. Apuesto por asegurar las habitaciones de la planta baja antes de subir, por precaución. ¿Qué les parece, caballeros?
Me parece, dijo Polat colorado como la grana por culpa del fervor guerrero al que tan poco estaba acostumbrado. Vamos allá mi querido amigo.
Pasad una tirada de Sigilo con un +25 por ciento.
Von Hartzman avanzó a hurtadillas escopeta en mano, casi tropezó con una de las alfombras y casi se le dispara el arma, cosa que hubiera provocado un gran estruendo, pero en último momento, supo no accionar el gatillo,con gran habilidad, y recuperar cierto equilibrio.* No en vano se conservaba en un notable estado de forma.
Motivo: Sigilo +25
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 99 (Fracaso) [99]
Motivo: Sigilo +25 forzar
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 10 (Exito) [10]
Von Hartzman tiene el sigilo básico (20%) +25= tiro contra 45
*Fuerzo tirada para evitar pifia, pues gastar suerte sería demasiada en mi opinión
En cambio Polat siguió al capitán como si fuera uno de esos clásicos assasin, como una sombra: no crujió el suelo a su paso, ni rozó una sola pared, ningún objeto, ni siquiera se escuchaba su agitada respiración.
Motivo: sigilo
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 22(-25)=-3 (Exito) [22]
Pues yo prefiero restar... de la tirada, claro, jejeje.
En la planta baja hay las cocinas y dos dormitorios done duermen varios criados.
El Barón habló en voz muy baja para no despertar a los criados.
-¿Dr.Polat, le parece que los dejemos durmiendo y subamos a las plantas superiores? Aunque bien es cierto que si armamos jaleo arriba... Podrían ser potenciales futuros obstáculos. ¿Qúe le dice su siempre docta intuición?
Me dice mi docta intuición, susurró sonriendo entre miedoso y asombrado por su audacia, que trabemos sus puertas con algo, un palo de escoba, un atizador... Algo atravesado en la puerta y trabado con la manilla, ¿no le parece? Será fácil para ellos salir, pero les costará un poco de tiempo, y podría ser el tiempo justo para nosotros.
-¡Qué acertado! Exclamó todavía en voz baja el Capitán. Buscó algo sugerido por Polat y se dispuso a trabar la puerta del dormitorio de los criados.*
A continuación, dijo en turco:
-Señores, prepárense, no creo que en el piso de arriba gocemos de tanta tranquilidad mientras acariciaba su escopeta galga y miraba a los muchachos de Aram.
* si requiere alguna tirada, adelante.
La ingeniosa idea del doctor Polat deja a los criados bien encerrados. Como nadie está interesado en un tentempié nocturno, subís las escaleras seguidos por los marineros. Hay una gruesa puerta que separa el área de los sirvientes de la sala principal, de donde llega música francesa de un gramófono. Subiendo los escalones, llegáis a una cortina de cuentas. Al otro lado hay un siniestro y lujoso espectáculo. Entre cojines dorados y narguiles, una docena de individuos de ropajes orientales ríen y charlan. No es sorprende ver al pérfido Menkaph, al lado de una mujer medio desnuda. Preside la velada una jaula dorada de gran tamaño dentro de la cual hay un hombre con la piel cubierta de llagas que parece perdido en algun delirio.
Al profesor Polat le viene a la memoria el sultán turco Bayezid, el cual fue derrotado por el tártaro Tamerlán, que lo encerró en una jaula hasta morir, mientras veía como su esposa servía desnuda a su vencedor.
El capitán Von Hartzman quedó perplejo ante tal bizarra escena. Valoró que hacer en segundos, parecían estar aún en una posición sorpresiva. Ahí estaba el canalla de Menkaph, además de una mujer semidesnuda, quien creyó que sería la oscura odalisca de la cuál Faranj había hablado. Un hombre cautivo y catatónico, en una jaula dorada, presidía la dantesca escena.
Miró de reojo a Polat, y sólo pudo apuntar, en dirección a Menkaph y esa mujer, su escopeta galga, en cuclillas, asegurando el primer tiro, si es que se produciría.
El doctor preparó el fez mientras negaba mirando a la mujer, con gesto de lástima, y si con llameante mirada al pérfido Menkaph y al resto de malnacidos que tan desvergonzadamente abusaban de una débil mujer. Así le habían educado y ,a su manera, intentaba hacer lo mejor posible las cosas, pues era un hombre de buen corazón que lloraba por dentro al ver tamaña perversidad. Temblándole el bigote hizo ademán de ponerse el monstruoso fez para así eliminar al malvado y a su cosa diabólica.
Jefe, se supone que ahora si, lo del fez, ¿no?
Necesitas cruzar la mirada con Menkaph para poder lanzar ese hechizo. Es decir, debes verle y debe verte.