Partida Rol por web

El tremebundo fallecimiento de Menkaph interrumpe la pelea en la sala. Los acólitos de la Hija del Destino pueden percibir un atisbo de lo realmente sucedido, y ello les llena de pánico. Pronto solo piensan en huir tropezando con los cojines y sus ropajes, mientras los marineros de Arakellian los persiguen a insultos en turco, griego y armenio. 

El tremebundo fallecimiento de Menkaph interrumpe la pelea en la sala. Los acólitos de la Hija del Destino pueden percibir un atisbo de lo realmente sucedido, y ello les llena de pánico. Pronto solo piensan en huir tropezando con los cojines y sus ropajes, mientras los marineros de Arakellian los persiguen a insultos en turco, griego y armenio. 

Nisra demuestra ser una tigresa de mejor temple. Aunque el barón intenta sujetarla yconsigue arrebatarle la daga, la odalisca le araña el rostro y le arrea un golpe de rodilla en las partes pudendas*. Mientras el valiente germano boquea de dolor, ella sale reptando de debajo de él y escapa por una puertezuela escondida detrás de un tapiz. 

- ¡Esto no quedará así, malditos! ¡Nisra tendrá su venganza!

Son sus últimas palabras antes que la punta de su vestido desaparezca por la obertura.

Os recuperáis un poco mientras el hombre de la jaula gimotea y babea llamando a Nisra. 

Aram hace un registro de la torre y vuelve con un niño en brazos. Ha encontrado en un arcón al hijo del profesor Demir. Parece drogado con opio. Sigue inconsciente. Y mejor así, porque no querríais estar allí cuando se despierte. Esos salvajes le cortaron una oreja para mandarsela a sus padres. Por lo menos alguien le vendó mínimamente.

Todavía manchado de su propia sangre, con una estúpida sonrisa en el rostro, a pesar del dolor que ya iba abriéndose camino conforme sus carnes se enfriaban, Polat acarició el cabello del pobre niño drogado y, tocando el muñón de su oreja con delicadeza dijo, quizá extrayendo de la atmósfera mística una vena profética: -no estarás incompleto, pues tus padres te harán un amuleto con tu propia oreja, mi niño, y con ese amuleto salvarás la vida para salvar -una vez más- el mundo de los hombres.

Luego miró alrededor, como despertando.

-¿Dónde estamos? ¿Por qué me duele tanto la cabeza? ¿Hemos ganado?

El Capitán Von Hartzman se recuperó, como pudo, del inesperado golpe recibido en sus partes nobles. De nuevo, su caballerosidad le había jugado una mala pasada, pero, ante todo, era un hombre de honor.

No pudo ver más que a esa oscura odalisca escapar, se recompuso al ver como el bravo armenio Aram traía al hijo del profesor Demir, aunque sin consciencia y sin oreja, por culpa de esos canallas de Menkaph, seguía vivo, ventilaba aún débilmente.

Conmovido por la imagen se acercó al Doctor Polat, le puso la mano en el hombro, con un gesto de cercanía, impropio de un barón germano y le dijo:.

- Amigo, lo ha hecho. Ha derrotado al vil Menkaph y ha acabado con ese fez maldito... Ha pagado un precio, tal vez caro... pero lo ha hecho. Le admiro y que Dios le guarde. Seguimos en el ruinoso castillo de la Isla de los Principes, no muy lejos de Istambul.

​​-Recompongase, querido Polat, debemos terminar el trabajo. ¡Hay que detener a esa degenerada mujer, o seguirá el camino de Menkaph, seguro!

-¡muchachos formen!  Dijo en turco a los marineros disponibles, mientras volvía a desenfundar su escopeta, aún en alerta, a pesar de la desbandada.

Por mucho que buscáis, no encontráis donde habría huido Nisra... Y es mejor irse antes de que los acólitos reaccionen. Volvéis a la barca con Aram y sus marineros y dejáis atrás la isla de los Príncipes.

Ante la incapacidad de encontrar a Nisra, y tras haber golpeado, con fuerza, y descabezado a Menkaph, parecía oportuno retirarse.

El Capitán acompañó al Dr.Polat, cercano a él, y  dijo:

-Creo que será mejor retirarse y volver con el Profesor Demir. Seguro que se alegra de haber podido recuperar a su hijo, vivo, a pesar de lo qué le han hecho esos sabandijas. Una vez allí, en calma, podremos pensar en nuestros próximos pasos, ha sido una incursión intensa.... Dijo excitado Von Hartzman. 

¿le parece, dr.Polat?

MI estimado amigo. Qué digo amigo: hermano. Hermano, estoy confuso tras la lucha, pero se que en tus manos no puedo estar mejor. Vamos.

-Seguro que el Profesor Demir podrá explicarle más sobre su estado mental confuso, tras su esfuerzo sobrehumano, por haber llevado y sometido aquel fez maldito, el alfa y la omega de semejantes males.

ORACIÓN, DESPEDIDA Y CIERRE.

Devolvéis al pequeño con su familia, que os reciben como héroes. Aunque siempre llevará las cicatrices de su ordalía, es joven y tendrá tiempo para curarse.

Escribís al profesor Julius Smith en Londres para explicarle vuestras aventuras. Os manda una respuesta felicitándoos. 

Tras unos días recuperándoos, ya no queda sino despediros... Polat vuelve con su familia en Bursa y a su vida académica; y Von Hartzman a su finca en Brandenburgo y su destino de soldado. 

¿Quién sabe si volveréis a encontraros?

Lamento que no sigan el barón y el doctor, pero a fin de cuentas es mejor para su cordura...

Cierro la partida pues muy complacido con el nivel de los jugadores que habéis llegado hasta el final.

Buena suerte y nos vemos por Umbria!