Partida Rol por web

El sendero de la niebla

Escena II, el bosque

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18/05/2016, 11:41
Director

 

Al amanecer partís al bosque, atravesando las chozas de campesinos de los lindes del camino. El merino lleva una mula cargada con comida y ha conseguido otra para Basim e Inés. Cerca del camino de las casas dicvisáis el bosque. Es un tanto particular, los árboles son bastante altos y en su interior flota una extraña niebla. El rio que serpentea la aldea atraviesa el bosque.

Cuando empezáis a avanzar por el interior del bosque notáis un aire gélido que os recorre la espina dorsal. No es un frío matinal, es como si naciera en la profundidad del bosque.

Los árboles apenas tienen hojas y no hay rastro de animales. Hay un silencio sepulcral, la niebla se torna cada vez más densa a medida que avanzáis y los rayos de sol apenaas llegan a rozar las ramas.

AL atardecer de la jornada llegáis a un pequeño claro de árboles. Antonio saca un mapa de la zona para señalar vuestra posición, lo malo es que el mapa no sirve de nada. Es de hace lo menos veinte años, cuando el bosque presentaba otro aspecto. Estáis cansados de la dura jornada y para colmo os habéis perdido.

Por suerte tenéis abundantes provisiones para pasar una semana si hiciera falta. Llega la noche, hacéis una pequeña cena y os disponéis a dormir...
 

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18/05/2016, 11:56
Ebardo Muñoz

Cuando el merino no puede oirlo, Ebardo dice visiblemente contrariado- Valiente guía es el Merino. Nos ha perdido en medio del bosque. Ahora tendrán que venir a rescatarnos a nosotros.

Acostumbrado a la vida en palacios y castillos, poco aficionado a la caza, Ebardo se encontraba completamente desorientado en medio del neblinoso bosque. Pero de nada servía ya lamentarse. Preguntó cómo podía ayudar para montar el campamento y se afanó en hacerlo, procurando también que a Brunelo (su caballo) no le faltase de nada y no pasase frío ni incomodidad. 

-Habrá que hacer guardias, digo yo. Además, si la gente dice que hay fantasmas en el bosque, será mejor hacer guardias de dos. No creo en fantasmas pero sí en la sabiduría de los refranes, ya sabéis, "cuando el río suena, agua lleva".

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23/05/2016, 11:43
Inés de Fuenfría

Correcto -repondí soltando mi escudo de la espalda y clavándolo en el suelo-. Será mejor hacer vigilancia por turnos. También suenan las espadas cuando chocan o las botas cuando se pisa. Nada creo de tantas mentiras: cuentos de viejas et rumores de infames. Yo puedo hacer la primera guardia, estoy acostumbrada a ella... no hace falta que tenga compañía. Dormid -dije mientras soltaba mis pertenencias, que apenas eran muchas-. Entonces saqué un poco de pan y queso y me puse a masticar, una vez acabé de instalarme junto al camino sumergido en la niebla.

Notas de juego

Perdón por la tardanza.

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23/05/2016, 12:20
Ebardo Muñoz

Yo puedo hacer la primera guardia, estoy acostumbrada a ella... no hace falta que tenga compañía

-Así que estáis acostumbrada a hacer guardias en lo profundo del bosque en noches de niebla en la que no se ve más de cien pasos.- Dice Ebardo con una media sonrisa -Decidme pues de donde sois y a qué os dedicábais antes de ser rescatadora de mozas et bebés de cuna. Ya en serio, quedaréme más tranquilo si consentís que os acompañe en la guardia, luego podréís dormir mientras os releva Basim, luego el Merino podrá relevarme a mí y vos finalmene a Basim. Quizá sea innecesario, más yo no quedo tranquilo con una guardia de uno en una noche como esta. Os ruego aceptéis hacer guardias de dos.

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23/05/2016, 14:38
Basim ibn Jarami

Algo en aquel bosque dábame a entender que quizás los rumores de los lugareños no estuvieran equivocados. El ambiente se volvía frío a causa de la niebla y el camino, por muy buena intención que tuviera el merino, desaparecía ante nuestros ojos y de ahí las vueltas y revueltas que estábamos dando hasta que, por fin, tuvimos que detenernos pues ni sabíamos donde nos encontrábamos ni mi cuerpo estaba en condiciones de seguir. Algo de comida y un poco de descanso vendríanme bien.

Escuché la conversación de mis dos compañeros sin decir palabra alguna, al fin y al cabo sólo era un moro en tierra de cristianos y mi opinión de poco serviría, mas no por eso dejé de darme cuenta de que las primeras y últimas guardias siempre eran las mejores y a mí, junto al merino, tocábanos las del medio. Sabía que no lo hacían a mala fe pero ya me vi durmiendo apenas un par de horas porque, entre guardias y rezos, el tiempo de descanso sería menor.

Si decidido está entonces será mejor que me eche ya.

Terminé de masticar el último trozo de pan que tenía en la mano, bebí un poco de agua y preparé la manta en el suelo para buscar un poco de reposo. La noche, debido en su mayor parte a la niebla, venía cargada con un frío que calaba los huesos y que dificultaría aún más conciliar el sueño, aunque en mi caso estaba acostumbrado a cosas peores que aquella.

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23/05/2016, 19:16
Director

Basim y Antonio se echan en las mantas, quedándose dormidos en breve. El día ha sido largo, y aunque el paraje no acompañe están molidos y caen como troncos. Mientras, Inés y Ebardo hablan sobre quedarse uno o dos de guardia. 

Notas de juego

Basim, te va a tocar esperar un poquito.

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23/05/2016, 19:22
Director

Entónces empezáis a oir un hermoso canto de mujer que viene del interior del bosque...

Notas de juego

Tirada de RR, el que la falle irá como poseido al interior del bosque en pos del canto sin ser dueño de sí.

Si se pasa los sigue oyendo y puede obrar como le plazca.

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23/05/2016, 21:06
Inés de Fuenfría

Entréme en la soldada del rey cerca de Burgos, cuando la leva no tenía suficientes hombres -respondí a Ebardo minutos después, cuando la espera de la vigilancia no dejaba otra cosa que hacer mas que mirar-. Et que la leva hacía vigilar más que luchar, aguantar bajo la lluvia et nieblas como aquesta -decíale-. Et mejor no vos preguntéis qué hacia antes de aquesto, pues tendría que mataros ahora mis... ¿eh? ¿¡Oís eso!? -escuchando no muy lejos-. Es como un cántico de ensueño... ¿No será la esclava del truhán del merino dándose a tales lides por aquí? ¡Señor!

Saqué pues la mía espada, cogiendo el escudo en la siniestra et quedándome en el sitio antes de que Ebardo nada dijera.

- Tiradas (1)
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23/05/2016, 22:13
Ebardo Muñoz

Ebardo creyó estar oyendo la voz de un ángel, con un timbre celestial et deliciosamente modulada, tanto que dejó de ser consciente de Inés y todo lo demás que le rodeaba. Por un momento nada existió salvo ese canto y su necesidad imperiosa de contemplar a aquella mujer de ensueño. Entonces Inés pególe un brusco tirón de la mano obligándole a encararla et le dió un fuerte golpe en las costillas con la espada de plano que le hizo volver en sí.

- Pero qué haceis, salvaje.- dijo en voz baja a Inés malhumorado pero ya dueño de sí.  - Tan sólo quiero ver a la mujer que canta.

Percibió entonces lo siniestro que resultaba aquel bello canto en mitad del bosque, de modo que siguió el ejemplo de Inés y empuñó su arma. Aún así, ardía en deseos de ver a la moza pues se la imaginaba de una belleza sin igual.

Es como un cántico de ensueño... ¿No será la esclava del truhán del merino dándose a tales lides por aquí? ¡Señor!

-Sólo hay un modo de saberlo. Despertémosle y preguntémosle.

Dijo, prometiéndose así mismo que si la dueña de esa voz era la esclava del merino, la compraría a cualquier precio y la convertiría en su esposa.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si Inés está de acuerdo, despertamos suávemente al merino.

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24/05/2016, 11:20
Inés de Fuenfría

Ve... -le dije dándole confirmación-. Pregúntale si esa voz le es familiar cuando despierte.

Notas de juego

Sí, sí, adelante.

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24/05/2016, 11:23
Antonio

El merino se despierta sobresaltado-¿Eh, qué ocurre?¿ya es mi turno?-Se levanta de forma mecánica, preparándose para el relevo, aunque no puede ser, apenas ha dormido un poco. Luego se queda mirandoos esperando que le déis una explicación. Entónces repara en la hermosa voz que proviene del bosque, sin duda es un canto bello. Pero no lo suficiente para que pierda la razón-¿qué es esa voz?-Parece sorprendido, como vosotros. De todas las cosas que podríais encontrar en el bosque, ese canto tan bello y atrayente no era lo que esperaba.

El canto continuaba, parecía que os incitaba a seguirlo. Pero eso dependía de vosotros. En todo el bosque solo eso se oía, eso y el siseo del viento.

- Tiradas (1)
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24/05/2016, 17:58
Ebardo Muñoz

Ebardo arde en deseos de ver el rostro de la que canta pero desconfía del bosque y es muy consciente de que si va solo se perderá con total seguridad. Mira a Inés, pues sabe que ella y no el merino, tiene la última palabra. En la mirada de Ebardo asoma una súplica. -Despertemos a Basim y vayamos a ver quien canta.

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26/05/2016, 13:15
Inés de Fuenfría

Despiértale Ebardo -le dije asintiendo a su propuesta-. Debemos estar alerta todos. Antonio -al merino-, algo acecha en el bosque, no muy lejos de aquí, con tal voz. ¿No será la vuestra esclava? Sea o no ella, apuesto a que vos sabe de qué trata esto. Su mujer -le revelé-, me contó algo: escapaba mucho vos et sólo al bosque a buscar el placer lejos de la vuestra esposa. Hablad, ¿sabéis de que se trata esa melodía?

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26/05/2016, 14:07
Antonio

Ebardo despierta a Basim, lo primero que oye es el canto que viene del interior del bosque. Como llamándolo. Sus compañeros se han  resistido al influjo de seguirlo ¿podrá Basim?

El merino se quedó fulminado ante las suposiciones de Inés. Respondió tranquilo a lo que le decía, parecía que no mentía.-Señora, jamás hoy este canto. No es de Fátima. Estoy tan sorprendido como todos vosotros. Se aclara la voz.Respecto a que me escape al bosque...creo que habéis confundido los miedos de mi esposa con la realidad. Fátima es bella, pero jamás me he propasado con ella, amo a mi esposa. Ahora parece muy resuelto, se levanta y dice ciñendose la espada corta-Si ya hemos terminado de indagar en mis supuestos pecados, va siendo hora de que descubramos de quién es esa voz. Puede que sepa algo de Fátima y el bebé.-

Notas de juego

Basim tirada de RR, si fallas y nadie lo impide vas de cabeza al bosque sin ser dueño de ti siguiendo el canto

Si dudáis de las palabras del merino, tirada de empatía porfi.

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26/05/2016, 14:20
Basim ibn Jarami

Una mano sacudía mi cuerpo obligándome a abandonar los dulces brazos del sueño en el que me había sumido. Desperteme sin recordar bien donde me encontraba ni quienes eran los que me acompañaban, pues veía sus caras y el entorno velado por una neblina que más parecía indicar que aún andaba dormido que hubiera vuelto a la realidad.

En mi cabeza no dejaba de escuchar una dulce voz que me llamaba. Un canto al que no podía resistirme pues, si estaba en un sueño ¿qué mal podía ocurrirme? Levanteme, o soñé que lo hacía, para seguir aquella voz melodiosa a través del bosque, dejándome arrastrar hacia las dulces recompensas que aquella canción me prometía. No había más sonido ni voces a mi alrededor que aquel canto que me llamaba y al cual yo, todo lo presto que podía, acudía.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Un poco de libre interpretación ;)

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26/05/2016, 14:39
Ebardo Muñoz

Ebardo escuchaba la conversación entre Antonio e Inés al tiempo que despertaba con suavidad a Basim. Encontró sumamente interesante el nuevo dato que aportaba Inés y no halló satisfactoria la respuesta del merino.

Respecto a que me escape al bosque...creo que habéis confundido los miedos de mi esposa con la realidad.

-Aunque estar a solas con Fátima no fuera el motivo de vuestras visitas a aqueste bosque, algún motivo habría. Me gustaría conocello. Y, en cualquier caso, si tanto gustabais venir, ¿cómo habéis podido perdernos en un entorno que para vos es familiar?

Basim despertose al fin, mas sin decir ni pio, levantose y comenzó a caminar en pos de la melodía.

-¿Dónde vais?. ¿acaso reconocéis la voz?. No tengáis tanta prisa que yo la he oído primero et no la pienso compartir. -

Pero Basim que parecía no oírle, siguió avanzando como poseído, lo cual dejó de resultar divertido para Ebardo et tornose preocupante.

Slcanzóle y retúvole agarrándole de un brazo.

-Basim, Basim. Esto no tiene gracia. Dejad de haceros el hechizado.

Notas de juego

¿¿¡¡RR 25??!! Me lo temía, otro moro brujo. El cura tenía razón ;-p

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27/05/2016, 18:25
Director

Notas de juego

Basim, tirada de pelea para zafarte.Ebardo, tirada de pelea para retenerlo. Como los dos sois bastante flojos en pelea, el que saque el resultado más cercano a su competencia gana. Si Basim se escapa se pierde en el bosque, si no, sale de su estado de hechizamiento y vuelve a actuar con normalidad.

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27/05/2016, 18:36
Ebardo Muñoz

Ebardo trata de agarrar a Basim y este se zafa con un tirón brusco que le deja sorprendido. Definitivamente algo no va bien, por lo que trata de agarrarlo nuevamente, esta vez con intención retenerlo como sea, incluso placarlo si hace falta.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Fallo por 19

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27/05/2016, 19:10
Basim ibn Jarami

Me desesperaba no poder llegar al origen de aquella voz que me proemetía la más dulce de las recompensas. Dábame la impresión que llevaba años caminando y aún no era capaz a dar con ella. Era tan hermosa... Incluso los mismos demonios de aquel bosque parecían querer evitar que siguiera escuchando aquel canto. Tenía que evitarlo... tenía que evitar que sus engaños me apartaran de mi meta. Peleé con ellos con todas mis fuerzas pero sentía como la vozse iba perdiendo en la distancia, ya no la volvería a escuchar nunca más.

De pronto mis ojos se abrieron a la realidad y encontrábame despierto con Ebardo sujetándome con fuerza. No entendía muy bien qué estaba pasando pues hacía tan solo un instante encontrábame plácidamente dormido y ahora...

¿Por qué me agarráis?

- Tiradas (1)
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27/05/2016, 19:26
Ebardo Muñoz

Por fin Basim se había detenido y le daba la cara.

—¿Por qué me agarráis?

Ebardo se preguntó si no sería una treta y le escudriño la mirada. Parecía que había vuelto a sus cabales, así que le soltó el brazo.

-Parecíais fuera de vos, seguíais la voz como poseído. Me habéis dado un susto de muerte. Os despertábamos para encontrar el origen de la canción precisamente.

-Si todos estáis de acuerdo, recojamos las cosas e indaguemos. Aunque antes, creo que Antonio estaba a punto de hablarnos de sus visitas al bosque et sería de mala educación dejarle con la palabra en la boca.

Dice Ebardo y, mientras aguarda la respuesta, aprovecha para desatar a Brunelo et disponerse para la marcha.