Partida Rol por web

-¡EY TÚ, te hablo a ti chico! despierta de un buena vez, ya llegamos a los muelles de Absalom- vocifera hacia ti, con su voz ronca y rasposa, el capitán de la barcaza que transporta barriles de especias -Aquí termina nuestro trato, trabajaste duro y te ganaste tu sustento, ese fue nuestro acuerdo para no tirarte por la borda en pleno Mar Interior.- Termina de hablar carraspeando la garganta y arrojando un gran escupitajo por la borda del navío.

El sol está a pleno y la humedad del ambiente hace que sudes abundantemente.

La barcaza se mece un poco y tiembla mientras un pesado, musculoso y viejo enano que conoces como el contramaestre Boplin se acerca a ti y extiende su fuerte brazo para tocar tu hombro.

-Entiende que el capitán está cansado de navegar a través de los mástiles y proas de los barcos de guerra hundidos en la bahía de Absalom, será mejor que tomes tus cosas y hagas lo que el capitán te ordena chico- te arroja tu mochila al pecho- Si lo que buscas es trabajo te recomiendo que vayas hasta el Alcázar Azlante,- señala al norte con sus fuertes y rechonchos dedos- es aquella impresionante fortaleza que se ve atrás de esa catedral enorme, siempre buscan reclutas para defender la ciudad, o bien puedes buscar suerte en los muelles, sólo evita el distrito "el Lodazal" no hay nada bueno por esos rumbos-

- Muchas gracias por todo Boplin.- Aprieto su mano en señal de despedida y empiezo a caminar.- ! Ojala el destino junte nuestros caminos otra vez ! Si alguna vez necesitais ayuda buscadme. - Despues de un ultimo vistazo a los enanos, busco con la mirada la fortaleza y me dirijo hacia alli callejeando por las calles de Absalom.

Estrecha fuertemente tu mano y te da una palmada en el hombro - Recuerda hacer despedidas breves pero lazos fuertes- Dice alejándose hacia los camarotes de la barcaza.  -Partiremos de regreso en una semana, en caso de que no tengas suerte- Su voz se pierde al cerrar la puerta de los camarotes.

Te alejas de los muelles tomando la fortaleza hacia el norte como destino, caminas por entre las calles abarrotadas de personas de una variedad impresionante de razas, no recuerdas haber visitado una ciudad tan ajetreada como ésta y añoras un poco la quietud y serenidad que se respiraba en tu templo.

Estabas absorto en tus pensamientos cuando de repente observas a una joven humana que a un paso ligero te adelanta pero por esquivarte da un pequeño tropiezo y se tambalea la parte superior de las 3 cajas apiladas en sus ligeros brazos, la chica logra mantener el equilibrio con sus flacas piernas pero la caja de madera va en picada hacia el suelo y seguramente se destrozará al impactar el suelo.

Mientras camino por Absalom, mi mente empieza a perderse en los recuerdos sobre el templo. - ¿Como estará Jirai? ¿Como le ira todo a Vart, Dal o Shae? - Al ver que esos pensamientos inundan mi mente, los desvió pensando en otra cosa. - No soy de ciudades grandes, debería buscar información sobre un trabajo cuanto antes y salir de aquí. - Prosigo mi camino concentrado en mis pensamientos cuando repentinamente noto como alguien choca conmigo. Al mirar de reojo veo a una joven humana que apenas puede mantener el equilibrio cargando dos cajas y dejando caer otra. Procedo a agacharme rápidamente para salvar la caja del impacto contra el suelo.

Lo consigo

Después de salvar la caja, voy a levantarme y decirle sonriendo. - ! Hola ¡Me llamo Lawu, veo que necesitas ayuda! ¿Porque no hacemos un trato? Soy un viajero que acaba de llegar así que no conozco muy bien el lugar así que. ¿Qué te parece si te ayudo a llevar las cajas donde las necesites y después de eso tú me respondes ciertas preguntas sobre Absalom? - 

-Muchas gracias joven Lawu- dice tímidamente la joven humana- mi nombre es Malera y acabas de salvarme de unos azotes de mi patrona, por supuesto que me puedes acompañar, voy rumbo al Distrito del Pétalo, a un lado de la Catedral de los Ascendidos- Se sonroja la chica al darte una ojeada de arriba abajo y baja su cabeza. 

- !Encantado Malera¡.- Digo mientras comienzo a caminar junto a ella.- Oye Malera, ¿ no sabras de alguien que pueda darme algo de trabajo y refugio mientras estoy en Absalom?. No creo que me quede mucho, pero dudo que pueda dormir tranquilo en las calles de esta ciudad.

-mmm, sí espera..., ya recuerdo, en el Alcazar Azlante siempre buscan reclutas para la guardia de la ciudad, ahí encontrarías las dos cosas trabajo y alojamiento ya que últimamente con los pequeños terremotos que han sacudido la región están muy agitadas las cosas con la guardia, ya que incluso los mandan a misiones de búsqueda y rescate por los derrumbes.Si me acompañas hasta la casona de mi patrona te puedo dar indicaciones de como llegar a la fortaleza, ya quedaría muy cerca.- dice menos tímidamente la delgada humana mientras te invita a seguirla con un movimiento de la cabeza hacia el mercado de las Monedas.

Parece que ya he encontrado algo que merece la pena. No soy un soldado, pero una misión de búsqueda solucionaría mis problemas. Saldría de esta ciudad, conseguiría algunas monedas de oro y podría estar en un ambiente más cercano a la naturaleza. - Has sido de mucha ayuda Malera, ahora permíteme ayudarte a mí. Aparte de la caja, ¿hay algo en lo que pueda ayudaros a ti u a tu patrona? -. Respondo mirándola a los ojos.

Un poco dudosa al inicio pero confiando en tu palabra la chica te da la más pesada de las caja y observas un gesto de alivio en su sucio rostro -Gracias Lawu, cuando lleguemos con mi patrona le hablaré bien de ti, tal vez ella tenga algún trabajo o un conocido que ocupe de tus músculos- dice esto último bajando la voz como avergonzándose de haberlo dicho.    

Siguen avanzando y dejan atrás el barrio de las Monedas y el bullicio de los comerciantes, llegan a El distrito del Pétalo una ostentosa zona elevada sobre la colina de Aroden con toda la ciudad a sus pies, el distrito del Pétalo es el hogar de los mercaderes más ricos y de los nobles más poderosos de la ciudad más rica y poderosa del mundo. Palacios decadentes, jardines elaborados y paseos brillantes caracterizan este distrito, que obtiene su nombre de las filas de flores bien cuidadas que discurren por el centro de cada calle.

Las miradas de los guardias particulares de los palacios te siguen mirándote de arriba a abajo mientras acompañas a la joven sirvienta. Es así como llegan a la puerta de la casona y sale una peculiar figura a su encuentro, un mediano muy bien ataviado y de acento un tanto prepotente.

-¡Otra vez tarde Malera!, porqué no puedes hacer las cosas bien, esfuérzate niña que la señora tiene toda la mañana esperando este envío. -dice de mala gana el mediano abriendo la puerta para que pase la humana sin darle oportunidad de hablar, se antepone a ti y casi te arrebata la caja que llevas en tus manos- Usted señor aguarde un momento aquí- con mucho esfuerzo logra quitarte la caja y cierra el portón de manera poco amable ante tu cara.

Te sientes incómodo esperando en la calle, pasan los minutos y ya estabas decidido a irte cuando escuchas abrirse el portón y ves al mediano asomar la mitad del cuerpo por la puerta y extiende su puño cerrado hacia ti.

-Disculpe usted la espera, Malera me informó de lo que pasó y le aseguro que sus servicios son agradecidos y ya puede retomar sus asuntos- abre su mano para entregarte una pieza de oro -Desde aquí puede ver la fortaleza que busca -te señala hacia el noroeste y acto seguido cierra la puerta una vez más.