Sigues a Crecio a lo largo del campamento, donde aun sigue sin llamarte la atención una tienda sobre la otra. Llegas a una zona donde parece haber mas concurrencia de gente y entonces el anciano se detiene, girándose hacia ti.
Camino hasta la zona donde descansan los elegidos que han permitido que nosotros les guiemos. Una vez allí me giro hacia mi nueva invitada para ver su rostro, para ver si siente algo.
- ¿Y bien? -
La miro con curiosidad, esperando algún tipo de señal.
Tienes delante tuyo al menos una docena de hombres y mujeres de distinta procedencia, distintas ropas y distintos gestos. Ninguno parece transmitirte algo fuera de lo normal, algunos te parecen mas agradable que otros a simple vista, pero nada fuera de los prejuicios que te haces al ver su aspecto.
Miro a mi alrededor extrañada. -¿Toda esta gente está aquí por lo mismo que yo? - mi voz deja ver una gran sorpresa acompañada de algo de alivio. Esa era la prueba de que no me estaba volviendo loca, o quizá lo estuviesemos todos. Fuera como fuere no podía volver sobre mis pasos. Ahora sólo me quedaba esperar instrucciones y decidir qué hacer tras oír lo que los presentes tuvieran que decirme.
- Así es, y aun necesitamos ser mas si queremos conseguir acabar con el Adversario... no nos lo pondrá fácil. - contesto a su pregunta mientras la observo con detenimiento, creo que ya debería haber sentido algo. - mmm... ¿notas algo raro? míralos bien -
Me giro hacia todos aquellos jóvenes dispuestos a cumplir con su destino, todos distraídos en sus quehaceres. Algunos esperando que encontremos su grupo afín entero, otros entablando amistades con los que serán sus compañeros, todos tienen su lugar en el entramado plan de nuestro antiguo dios y ahora tengo que buscar también el lugar de esta joven. Vuelvo mi atención sobre ella.
No se si lo leíste en el off-topic. No notas nada especial con ninguno.
-Mmm... No noto nada especial - digo algo dubitativa. No sabía exactamente que tenía que sentir, pero estaba igual que antes. Quizá algo más confusa, pero esperaba que se me pasara con el paso de los minutos.
Perdón, no lo había leído.
Espero su respuesta mientras intercambio de manera pausada mi mirada entre el resto de elegidos y ella.
- Esta bien, no pasa nada - me giro y empiezo a caminar, de vuelta a mi tienda - Tendrás que esperar a que lleguen...- me detengo, volviéndome hacia la joven - ... a no ser que quieres ir a por ellos... - sonrío y continuo andando.
Te quedas al lado del grupo de elegidos mientras Crecio se aleja lentamente por donde habéis venido. Tienes pocas opciones a tu disposición y, en principio, parece que todo el tiempo que quieras para decidirte...
Me paseo por allí intentando ver si siento algo raro e intentando hablar con ellos para ver si alguien sabe algo más de lo que Crecio me ha contado.
preguntas sobre algo concreto?
Lo tipico, ¿Como llegaron allí?¿Si vieron en sus sueños lo mismo que yo?¿Si han visto a otros?...
Caminas alrededor y entre el resto de supuestos elegidos, aunque para ti no parecen mas que personas normales... como tu. Por mas que te concentras en sus caras, o quizás intentando ver algo mas allá de su figura misma, no consigues sentir nada extraño, te sigues preguntando que es lo que debes sentir.
Hablas con alguno, cada uno viene de un lado distinto del reino. Parece que hay pocos que hayan llegado allí de forma tan directa como tu, a la mayoría los abordaron un grupo de caballeros que decían conocer el significado de su sueño, un sueño que parecéis compartir todos. Aunque todos parecen haberlo sufrido mas veces que tu, teniendo ahora sueños compartidos entre ellos.
Si preguntas por la sensación que te tiene que dar estar junto a tu grupo afín, las respuestas son variadas. Algunos dicen que un escalofrío, la sensación de conocerlo, otros no tienen mas que el sueño compartido y mas variantes, lo que siempre se repite es que sientes que puedes confiar en la persona que para ti, normalmente, es desconocida. Te repiten que no te desesperes, que el campamento esta en total movimiento y cada día aparecen nuevos elegidos, con alguno tendrás que conectar.
Mi incredulidad empieza a aparecer. ¿Y si no debiera estar aquí? ?¿Y si esto no es real? No sé que hacer ni que pensar.
Esperaré un par de días me digo a mí misma sin mucha convicción.
Te encuentras un poco perdida en el campamento y te das cuenta que la mayoría de los elegidos están como tu. Pocos son los que están convencidos de su destino marcado por los dioses y su deber de cumplirlo.
Va pasando el tiempo y hablas algo mas con el resto, que también se acerca a ti para conversar. Aunque la mayoría prefiere temas ajenos a vuestro cometido en el mundo... parecen cansados de machacar ese asunto.
Te das cuenta de que aun no has comido nada y te empieza a entrar el hambre. En ese momento llaman al resto de elegidos, y estos siguen a quien proyecto la orden.
A quien esté más cerca de mí le pregunto - ¿Se supone que es la hora de la comida? -Esperando una respuesta echo a caminar con el resto con esa esperanza.
Se gira hacia ti.
- Ehhh... no, comimos hace rato. Ahora toca entrenamiento. -
Sigue caminando.
Paro en seco. -¿Dónde puedo encontrar comida? Yo no he comido nada hoy aún - digo con la esperanza de que alguien me comprenda.
Se para y mira hacia los lados, intentando situarse. Algo difícil ya que todas las tiendas parecen iguales.
- Creo que....mmm... por allí - te señala - deberías encontrar un circulo de tiendas alrededor de una hoguera. -