Partida Rol por web

Mortimer y Louisse giran la esquina y enfilan una calle al final de la cual hay una estructura que por su magnificencia no puede ser otra cosa que la escuela de hechicería. La construcción es una torre de varios niveles con un diseño clásico que denota su gran antigüedad. El edificio contrasta vivamente con las pobres y semiderruídas casas de su entorno, conformando así un icono del alejamiento de los hechiceros de la sociedad que los rodea.

Bien esta es la torre…. Dijo alzando la vista y contemplando el magnífico edificio. Su mente se inundo de imágenes de su infancia, de su aprendizaje, de su rechazo sufrido al fallar en el ritual del bautizo. Aun tenia grabadas a fuego en su mente, las lagrimas de su madre cuando emprendió  un camino sin teórico retorno.

Sin decir nada, comenzó a andar hacia la torre despacio , a paso constante y monótono. Su mirada permaneció fija en todo momento en la entrada que daba acceso a la misma.

Louisse y Mortimer avanzan por la calle. Como guiadas por un instinto que les indica que el demonio está pasando por delante de sus puertas, las mujeres del pueblo recogen a los niños que juegan en la calle y cierran las contraventanas apresuradamente al paso de los dos tétricos personajes.

Al acercarse, los detalles del edificio se van revelando. A los pies de la torres se extiende un pequeño jardín de frutales perfectamente cuidado que desentona con el estado decadente de su entorno. Aparentemente no hay ninguna cerca que evite el acceso al jardín pero, en contra de lo esperable, no se ve pisoteado por los niños quienes se mantienen alejados del tentador césped.

Las paredes están cubiertas con intrincados diseños que ambos reconocen como conjuros de protección, destinados sin duda a salvaguardar a la ciudad de los experimentos mágicos que se realizan en el interior del edificio y de los errores de los alumnos durante su aprendizaje. La puerta está guardada por un hombre armado con una lanza que dormita apoyado sobre ella.

Cuando están a cincuenta metros de la escuela de magia se produce una tremenda explosión en la cúspide de la torre y se forma un anillo de nubes negras alrededor de la punta. El guardia se despierta sobresaltado y, tras examinar el anillo de nubes, pone cara de fastidio y vuelve a su inactividad anterior.

Cuando los hechiceros cruzan el perímetro del jardín sienten que algo les está examinando y que, tras retenerles un instante, finalmente les permite el paso. Sin duda se trata de la clásica barrera mágica que hay en todos los centros docentes que evita que la puedan traspasar aquellos que no tienen el suficiente poder mágico. Su objetivo, como en otros sitios, debe ser evitar el acceso de aquellos que no teniendo la educación mágica debida se sientan tentados por los tesoros de la torra. Extraoficialmente también sirve para que los alumnos a medio educar no huyan de la escuela y evitar así el peligro que esto tiene para la sociedad.

Al acercarse al guardia Louisse dice:

- Hola...esto...es la...escuala...de magia...de la...zona..verdad?

Miraba curiosa al hombre sin dejar de agarrar a Maximiliam y realmente con ciertas ganas de entrar y algo de excitacion, aunque claro tampoco era muy sencillo ver a la pequeña excitada ni habia mucha diferencia de estar normal a estar algo excitada por algo

El temor de las gentes recavo en mortimer. La ahora decadente Puerto Noah, estaba habitada por gente temerosa, el miedo parecía formar parte de sus almas. ¿La pregunta era…. Exactamente que es lo que temen?  Mortimer reflexionaba sobre esto y su posible aprovechamiento.

Al situarse frente al guarda Mortimer se ubico justo al lado de Louisse y tras realizar ella su más que obvia pregunta, este cogió a la pequeña del hombro y centro la vista en la cara del guardia.  Saludos, Deseamos ver al regente de la escuela… Dijo concisamente.      

El guarda despierta sobresaltado de su siesta y trata de parecer competente hasta que se da cuenta de que quien se está dirigiendo a él no es ninguno de sus superiores. Tarda unos instantes en responder, el necesario para rescatar de su abotargada consciencia las preguntas que ha escuchado en duermevela:

- Sí, esta es la escuela de magia. ¿Tienen una cita para poder hablar con el regente? - pregunta un tanto fastidiado. Ahora que pueden verlo de cerca pueden observar que es un hombre de mediana edad, con bigote canoso tipo morsa. Sus ojos, de color azul pálido y totalmente desprovistos de chispa, los observan con desgana. Es evidente que el trabajo de portero en una escuela de magia no debe ser muy motivador. Además, el tétrico aspecto de Mortimer y Louisse no parece impresionarle lo mismo que a sus conciudadanos. Es más que probable que vea gente con aspecto "interesante" día sí y otro también.

Louisse mira al hombre y responde:

- Si...tenemos una...cita...pero...es algo...pronto

Louisse sabia que estaba mintiendo aunque no en cierto modo ya que realmente a lo que se referia era a que si, tenian una cita, pero el regente aun no lo sabia que tendrian una cita con el, asi pues para la pequeña no estaba mintiendo, ademas uns imple portero no tenia porque saber si tenian una cita o no, para ella lo que hacia ese hombre podria hacerlo cualquiera de sus criaturas invocadas, por lo que no era especialmente util o importante era si, como un objeto

El portero asiente y les pregunta: - ¿A quién debo anunciar? -

Louisse mira al portero y suspira para añadir:

- A...la...nigromante...y el

Termina señalando a Mortimer

El guardia arquea una ceja ante la respuesta de la chica, pero no dice nada y se limita a decir - Esperen aquí un momento. - mientras se introduce en la torre. Hace mucho tiempo que ha aprendido a no discutir con gente que potencialmente pueden destruir una población con un simple chasquido de sus dedos.

Poco después aparece una elfa de pelo azul que viste unas pesadas ropas de terciopelo negro adornada con cordones dorados y gemas de diferentes colores. Examina a Louisse y Mortimer con mirada fría y calculadora antes de decir:

- Saludos hechiceros. Mi nombre es Nah-Tsu-Kai, hechicera al cargo de la seguridad de la escuela. Golbar me ha comentado que tenéis una cita con el regente de la escuela, pero que os habéis presentado de una forma un tanto peculiar. Espero que entendáis que dar vuestro título no es suficiente para localizaros en la lista de citas. -

Louisse mira ahcia abajoy en un leve tono de disculpa dice:

- Disculpenos...pero deseabamos...hablar con...alguien de la...escuela...alguien como...usted...no un...simple...portero... mi nombre..es... Louisse De ...Lavagne...Fragnare... y soy una.....estudiante....de nigromancia...podemos decir....que avanzada... de una escuela....de magia....

La niña mira a los ojos a la elf y dice:

- Deseabamos ..... visitar... su escuela.... y sobretodo....saber si serian....capaces de....realizar un....hechizo...complejo....para desacer....uno que yo...una estudiante...he hecho...y nadie....ha sido capaz...de...revertir

Mortimer trato de permanecer  impasivo ante el escrutinio de Nah-Tsu-Kai.  Su ausente mirada no pudo negar que se hallaba ante un bello ejemplar de elfa.  Tras argumentar  Louisse, este emitió un ligero suspiro y se aclaro la garganta y tras un par de segundos dijo.

Nah Tsu Kai, he sido yo quien  con propiedad ha pedido hablar con la regente de la escuela. Me llamo Justius Duvain y soy el máximo representante de "La Nueva Sangre de Lysandra".  He venido de tierras lejanas, de mas allá de Nuevo Reino. Espero ser recibido en honor a los antiguos lazos de unión.

La voz de Mortimer, sonó solemne, altiva y ligeramente ofendida.  Su gesticulación trato aparentar normalidad y seguridad. Estaba acostumbrado a mentir y fingir, era un nacido en las sombras.

Nah-Tsu-Kai asiente después de escuchar las explicaciones de los dos hechiceros y no comenta nada respecto al hecho de que han mentido al decir que tenían una cita con el regente. Es habitual que, debido a su soberbia, los conjuradores no se dignen a dar explicaciones sobre sus asuntos a un simple guardia. Eso sin nombrar que, por el mismo motivo, todos se consideran dignos de ser recibidos por el más alto representante de la escuela. Por suerte ella está allí para organizar las cosas.

A la hora de responder, se dirige en primer lugar a Mortimer y con una ligera inclinación de la cabeza dice: - Es todo un honor que nos honre con su visita Maese Duvain, si le parece bien acompáñeme y tan pronto como deje a esta joven en apuros en buenas manos le acompañaré a ver al regente. - En su voz no hay otra cosa que un correcto respeto. La mujer no tiene razón alguna para dudar de las palabras del joven clérigo ya que quien se introduce en una escuela de magia con una acreditación falsa de ese calibre o bien es muy estúpido o bien es muy poderoso.

Luego se dirige a la joven Louisse y le dice en tono neutro: - En cuanto a ti, si te parece bien te presentaré a nuestro maestro de nigromancia, Keltar Slag. Como experto en las artes de la vida y la muerte es la persona más indicada para tratar asuntos relacionado con tus especialidad. -

Acto seguido la elfa abre la puerta de la torre y les facilita el paso antes de introducirse ella misma en la torre.

Mortimer y Louisse se encuentran en una pequeña estancia dominada por un escritorio sobre el que reposa un enorme y manoseado libro. El guardia está apuntando algo en él y levanta la vista hacia los recién llegados.

- Se trata de Justius Duvain, máximo representante de "La Nueva Sangre de Lysandra", y de Louisse de Lavagne Fragnaire, estudiante de nigromancia. Vienen a ver al regente y a Keltar Slag respectivamente. - explica Nah y el guardia se aplica en escribir en el libro lo que le está diciendo.

De los muros de piedra de la estancia cuelgan algunos tapices en los que se recrean bestias fabulosas y, aparte de una puerta situada tras el escritorio, la única salida es una amplia escalera de piedra que arranca a la derecha de la entrada. La elfa les indica a los hechiceros que le sigan por la escalera y los tres comienzan la ascensión.

La escalera va trazando un amplio círculo pegada al muro exterior de la torre y a intervalos regulares se encuentran con puertas de diferentes tamaños y aspectos que deben dar a las diferentes dependencias en el interior de la torre. También a intervalos regulares se abren ventanas en el muro exterior que permiten ver el panorama de la ciudad devastada según ascienden por el edificio.

Cuando llegan a más o menos la mitad de la torre, Nah hace un alto a la altura de una puerta decorada a la mitad con calaveras talladas y tintadas de negro y a la otra mitad con flores igualmente talladas pero pintadas en blanco. Le dice a Louisse - Estas son las dependencias de Keltar Slag. Acompáñame por favor. -

Es evidente que no va a dar ninguna opción a la niña para que su destino sea otro y mientras empieza a abrir la puerta le dice a Mortimer: - Por favor, espere aquí un instante mientras le explico al maestro Slag el motivo de la visita de esta estudiante. -

Louisse cuando la elfa le habla le mira y mientras esta habla en su mirada puede verse que para ella la elfa ha bajado de categoria a simple portera mientras dice a su peluche:

- Maximiliam.. podran..encontrar aqui...la solucion...no lo...creo...pero por...probar no...perdemos ...nada.

Seguidamente mira al interior meintras sigue a la elfa y dice de nuevo a su peluche:

- Maximiliam...por fin....se ira...este esqueleto...con orejas...puntiagudas tan....insoportable...y...vamos a ver...a una persona...

Mortimer asintió con la cabeza ante el comentario de Nah-Tsu-Kai.  Tras esto se situó al lado de la puerta, centro su bastón y poso sus dos manos sobre el.

Hasta ahora la cuartada de Justius Duvain, había sido usada con engreídos nobles, gentes sencillas, seres inferiores en general. Pero esta situación era distinta, esto no era chusma.

Su mirada se centro en su cayado y sus labios comenzaron a orar a su Diosa, rogando por que aquellos que intentaran leer en su mente solo hallarán desconcierto y tinieblas.