Partida Rol por web

William esta en el mostrador, abstraido, examinando la estatua del elefante. El inventario permanece junto a el, como si fuera su guardian. -Maravilloso, definitivamente, esta representacion no se corresponde con la del Dios Ganesha. No tengo ni idea de a que cultura puede pertenecer...umm.... quizas Daniel tenga algun apunte en sus diarios al respecto....umm? que es ese olor de perfume?- William sale de su ensimismamiento y alza la vista hacia Anne,  -Oh, nuestra querida y refinada princesita quiere conocer a mi peculiar amigo? Estupendo, me encantara ver como su carita de porcelana se hace añicos, jejeje. Ahora me creeran! Todos!-

El señor Abbott se levanta de la silla del mostrador y cede el asiento a Anne con un exagerada y quijotesca reverencia. -Por supuesto. El inventario es ..... todo suyo- Una ya familiar y mordaz sonrisa se asoma por los labios del señor Abbott mientras se retira del mostrador y se dirige a investigar los diarios de Daniel. Mas no le quita el ojo de encima a Anne, a sabiendas de lo que va a suceder.

Cuando el libro le habla a William, trata de comunicarme con el mentalmente y le dice de la manera mas solemne que se pueda pensar: -Os prometo que no os sacaré de esta tienda, ni permitire que lo hagan los demás. Teneis un nombre al que pueda dirigirme? El mio es William Abbott

Es que ni me molesto en replicar a tan maleducado sujeto. Si por mí fuera, lo dejaba encerrado en la trastienda, junto con algún que otro fósil. Me acerco al inventario, y lo abro. Comienzo a ojearlo sin mucho interés. Creo que he decidido hacerlo, más que nada, por molestar al fósil cascarrabias.

Aparte de las primeras páginas del libro. El resto de las hojas están en blanco... vacías, sin contenido alguno.

Y mientras lo hojeas...

"¿Eres tú el nuevo propietario?" - lees, ya sea en una sóla pagina o bien cuando estás pasándolas por cientos, aparecen las palabras correlacionadas en distintas páginas.

Cuando vuelves a la página en cuestión o cuando terminas de leer la pregunta, el escrito ha desaparecido.

Y a continuación lees - "Demuéstramelo".

Y vuelve a desaparecer.

-Pero... ¿Qué?- Exclamo, alarmada. No quiero mostrarme alterada, así que procuro no decir nada más aunque en verdad me apetece gritar...

"Pero... ¿Cómo? ¿Qué? ¿es posible?"...

Se me va la cabeza... Parece que me voy a desmayar... Procuro mantener la cabeza en su sitio, aunque me da vueltas...

paso por alto el comentario del señor Abbot vaya , parece que el descanso no ha apaciguado su "capacidad para hacer amigos" pienso mientras suelto un leve suspiro.

Mientras mis compañeros empiezan a moverse me dirijo hacia los demás diarios para coger uno, cuando estoy apunto de comenzar a ojearlo la señorita Bradstreet parece tambalearse un poco mientras revisa el inventario de la tienda.

¿Se encuentra bien?digo dejando el libro sobre un mostrador cercano

En uno de los diarios que hojeas pone algo sobre la estatua del dios elefante:

"Como el profesor Ritcher descubrió se trata de un dios malvado que se representa como una versión de Ganesha, su nombre aunque impronunciable en lengua inglesia fue traducido al Alemán [...]

Esta figura tan representativa aparece ligada a sacrificios humanos en diversas culturas aborígenes de las islas de la polinesia y como algo relativamente más cercano, algunas tribus africanas adoran a un dios que podría ser éste mismo ya que [...]"

En otras anotaciones dice:

"Finalmente adquirí varios diarios del desaparecido, y presuntamente fallecido profesor Ritcher. Creo que entre sus apuntes encontraré más información sobre la estatua de este perverso dios que tanto me tiene intrigado."

Anne cierra de golpe el inventario al tiempo que parece a punto de caerse de un repentino mareo. Vista de cerca además parece pálida y sus ojos están fijos en algún punto, sin parpadear.

Eban se acerca a ella y la sostiene. Nota que su pulso está acelerado también.

Por su parte June parece haber encontrado algo importante. En en suelo, cercano a una de las paredes encuentra una raspadura o linea continua en forma de círculo alrededor de una de las mesas llenas de artefactos y cachivaches.

Al limpiar un poco ves que lo que hay es una separación entre baldosas, y que de abajo sale aire, aunque la corriente es demasiado débil como para notarlo si no se está cerca.

Apartando cachivaches de encima de la mesa y observando detenidamente ésta, te das cuenta que la mesa forma un todo con el suelo de esa zona, y que hay una estatuilla entre los artefactos que parece pegado a la mesa. No se puede quitar.

La estatuilla sostiene un cofre y tiene forma de angel en posición dadivosa, con una rodilla a tierra y con la cabeza agachada en actitud solemne. La estatuilla tiene en el pedestal unos escritos en latín, que no entiendes.

Toqueteando allí y aquí, te das cuenta de que se puede levantar la tapa del cofre que sostiene entre las manos, y en su interior lo que hay es una cerradura en forma de cruz de malta.

-Yo... Algo... el inventario...- es que no tiene coherencia alguna. No puedo... Es absurdo...- ¿Qué demonios le pasa al inventario? ¿Qué clase de broma pesada es esta?

Antes de toquetear nada más, me paro unos instantes y llamo al resto de mis compañeros, perando algo de ayuda, ya que a mí estas cosas no se me dan demasiado bien y no quisiera meter la pata.

- Podrían acercarse aquí un momento?! Me parece que he encontrado algo importante, al menos, que la tienda que vemos no es todo lo que hay.. Estoy segura de que aquí debajo hay algo importante!

Por primera vez no me sentía tan inútil desde que estaba en esta tienda y la verdad es que la sensación me agradaba bastante.

Willliam observa la expresión de la señorita Anne con una pequeña sonrisa en sus labios, se podría intuir que parece divertirse con la situación. Sin moverse de su sitio, le dice:

- No es ninguna broma, señorita Bradstreet. Quien es el loco ahora, eh? - Una breve e imperceptible risa da por terminada la frase del señor Abbott. Acto seguido William saca una libreta y hace unas anotaciones en ella. -Estupendo. Buen trabajo, señor Hough, sabia que esa estatua no era Ganesha.-

Tras terminar las anotaciones, William recoge la pequeña libreta y se dirige hacia June. -umm? Nuestra "alevin" ha encontrado algo? Por su jubilo intuyo que es algo interesante, veamos que le ha ilusionado. - Se acerca a ella y con una forzada y falsa sonrisa le dice: -Muestrenos lo que ha encontrado, señorita Adams. -

Observando los acontecimientos, puedo adivinar que el inventario del que tanto se hablaba no era tan simple como parecia ser... si a ambos les había causado tal impresión quizá debería revisarlo con suma precaución. Me dispongo a ir a ayudar a Evan, cuando June parece descubrir algo. Así que al ver que Anne ya está socorrida, me giro y voy hacia June.

Que ocurre señorita Adams, ¿que ha encontrado?

Observo la figurilla, la cojo y la mira detenidamente, encontrando lo mismo que ya había visto June. Vaya, interesante... realmente interesante. Observo la cerradura, sin duda la llave podría estar en esta tienda, quizá incluso alguna de las gemas que hace poco ha estado ojeando el señor Abbot sea la llave. Sin dilación tiendo la figura al señor Abbot, lo cierto es que no puedo quitarme de la cabeza el inventario.

Me giro y pregunto directamente a la señorita Bradstreet... ¿Que ocurre?, ¿Que es lo que ha visto?

-Sea lo que sea... ¡Déjelo, señorita, puede ser peligroso!- exclamo, algo histérica- En esta tienda... Algo raro... Pasa algo raro... ¡Y este miserable lo sabía!- digo, dirigiéndome a Abbot. Si no fuera mujer, si fuese un fornido caballero, ya le habría dado un puñetazo. Y ardo en deseos de hacerlo, pero mi educación y mi decoro me lo impiden.

Me incorporo y me aparto de la entrada que he encontrado, y si no es una entrada, alguna especie de sótano y miro a Anne sin comprender demasiado bien de qué va todo este tema pero ya me estaba empezando a aburrir. Ahora que estábamos todos allí, me pareció un buen momento para hacerles saber que me tenía harta el comportamiendo de algunos.

- Bien, alguien me puede explicar lo que pasa? - Digo ya con tono de estar perdiendo la paciencia y mirando a Abbot. - Mire señor Abbot, me parece muy bien que no les caigamos bien y que no quiera estar aquí con nosotros, es más, si pudiéramos elegir, nosotros tampoco estaríamos aquí con usted, pero ya que no tenemos más remedio, le agradecería que intentara comportarse como una persona, que no creo que sea tampoco demasiado pedir..

Vamos , señorita Brandstreet cálmese digo al soltarla cuando parece que se ha recuperado ¿que demonios esta sucediendo aquí?, parece que mis acompañantes están perdiendo el juicio. Al oír a la señorita Adams me acerco hasta donde se encuentra ella , puedo ver como el señor Cottle observa una estatuilla con forma de ángel que tiene algo grabado

-El libro... Es irracional... Pero te pregunta cosas... Cuando lo abres... Me ha preguntado si soy el propietario, y que se lo demestre... ¡Pero es absurdo! Esas cosas... ¡Sólo suceden en las malas noveluchas baratas! Yo... ¿Es una trampa? ¿Una broma pesada, señor Abbot? Y si no lo es... ¡Usted sabía que me asustaría! ¡Y aún así, prefirió arriesgar mi salud antes que avisarme de que el libro está trucado... ¡Podría haberme dado un infarto!

Me acerco a Adams y observo lo que nos indica.

-¡Manténgase alejado de mí, Abbot! No me fio de usted... ¡Ni un pelo!

Sigo pensando en ese dichoso inventario... Cuando creía que ya nada podría provocarme más pavor que el ataque de ayer, me encuentro con un libro que habla... Y seguro que lo que la actriz ha encontrado es aún peor...

Miro a Anne con un poco de pesadumbre, pensando que la situación de estres debido al ataque la ha traumatizado hasta no saber distinguir la realidad de la fantasía.. - Esto es lo que me faltaba, un libro que habla..

- Te encuentras bien? - Pregunto a Anne. - Necesitas alguna cosa? Quizás deberías descansar un rato. Si quieres podemos salir a dar un paseo y tomar el aire.

-Estoy segura de que no me crees- me digo, mordiéndome el labio inferior, con una mezcla de vergüenza y pesadumbre- Te aseguro que yo, de ser tú, tampoco me creería... Es que es completamente irracional... Sé lo que vi... Pero sigo pensando que es un truco, algo ideado por Abbot o una broma pesada del señor Hough. Está claro que los libros no hablan, pero me llevé tal impresión...

Observo lo que ella nos ha indicado. Parece una entrada a alguna sala que quizás haya sido tapiada en el pasado**.

-¿Qué hacemos?- pregunto al resto, tratando de retomar mi sosiego habitual- ¿Tratamos de abrirlo?