Partida Rol por web

Daphnia se había mantenido hasta entonces callada, absorta en la cena, y en las importantes personas que la rodeaban. A pesar de que no era la primera cena en presencia del rey, y de su noble séquito, los platos que estaban sirviendo eran algo nuevo para ella. Sobre todo la anguila que rellenaba el pastel de hojaldre. Lo único que Daphnia podía asegurar es que no era carne, pero como nunca había probado pescado ni semejantes hasta ahora, no sabía si fiarse. 

Estaba intentando disimular una inocente mueca de extrañeza, cuando Kaleon empezó a comportarse como un bruto. Ajena a lo extraño que podía ser un Dothraki en aquél lado del mar, alzó las cejas, muy sorprendida. Cuando eructó, no pudo contenerse más tiempo, y estalló en suaves carcajadas, que agitaban su cuerpo levemente. Llevándose una mano al recogido que realzaba su pálido cuello, intentó contenerse, para no llamar la atención, pero el que el Dothraki siguiera con su comportamiento no hizo más que agravar la situación. 

Dando la cena por perdida, se encogió de hombros como disculpa, y tras asegurarle a su cuidadora, Yersinia, que estaría bien, se acercó hasta Kaleon, llevándose su plato de anguila con ella.

Sin saludar siquiera, le dejó el plato delante, con una sonrisa desafiante.

- No sé qué tipo de comida es, pero viendo que vuestro estómago es más grande que el de un toro, no creo que rechacéis el probarlo. ¿O acaso os no os atrevéis a probar algo que viene del mar? 

El dothraki, muy hábilmente había evitado comer de ese hojaldre durante toda la noche.-¿Y ésta qué quiere ahora? Con todos los platos buenos que se están sirviendo y me trae esta mierda.-Kaleon alzó la vista para mirar a Daphnia, durante casi un minuto, sin gesticular lo más mínimo y poniendo la famosa cara de malo típica dothraki.

Hubiera preferido comerse un corazón de caballo crudo en lugar de aquella porquería empanada, pero no podía dejar que la doncella le retara de aquella manera. Así que cogió el hojaldre y le dio un bocado grande. Siguió mirando a Daphnia mientras masticaba, si le dio asco no se le notó en la cara.

Tiene aún peor sabor de lo que pensaba, y además estoy lleno.-Señalando el hojaldre le dice por fin a la doncella:Ahora tú, comes-Kaleon no estaba dispuesto a acabarse aquel "manjar". Le hubiera bastado con apartar el plato, pero quería ver como Daphnia se veía obligada a comer anguila. Seguramente eso le animara a que la próxima vez le trajera carne en lugar de una viscosa serpiente de mar.

- Gracias por la invitación - Dalmau respondió con un leve asentimiento a Friedich. - Hace muchos años que no visito el Norte. Desde que era pequeño, pero siempre me pareció un sitio acogedor a pesar del frío. Esa me parece una tierra donde se pueden curtir buenos caballeros. - Dalmau hizo una breve pausa. - Tened por seguro que iré a visitaros de aquí a un par de meses, salvo que mis obligaciones me lo impidan. - sonrío un segundo. - Y de momento no tengo muchas. -

Sonrío dulcemente ante la indicación del joven, al parecer es mi primer amigo en el lugar. 

- Gracias, señor Karstark, me halaga. - Al oír su comentario sobre la guerra, me mostré realmente impresionada, observé sus fuertes brazos, y manos, y luego me fijé en sus ojos... - Vaya... ¿A ido usted a la guerra? Debió de ser muy valiente... 

Me inclino hacia él, aún con una sonrisa, parece que el resto de la sala se hubiera desvanecido, mientras imaginaba, al señor Karstark en la guerra, con una gran espada, armándose de valor para la batalla...  Suspiro, manteniendo mis ojos verdes fijos en él, mientras pongo mis manos sobre la mesa, quedando un poco más cerca de él. 

-Pues veréis, vengo a disfrutar del torneo, ya que mi edad y mi estado físico no permiten participar- Dijo Edric, observandoa su interlocutor.

-Y decidme , ¿habéis participado en muchos torneos?, Ser

Rickard miro fijamente a la joven.

-Fue una rebelion de un señor menor, aun asi duro un año. Y fue al acabar la guerra cuando me nombraron caballero. Aunque no sali indemne de ella, cuando volviamos a casa nos tendieron una embuscada algunos de los supervivientes del asedio al castillo del señor menor, y me interpuse ante una flecha dirigida al señor que servia, aun conservo la cicatriz en ambos lados del hombro.

El caballero se habia puesto un poco serio al recurdar lo duro de la guerra. Al igual que todos los niños el habia deseado conseguir la gloria en el campo de batalla, pero en un campo de este tipo solo hay muerte y dolor.

Rickard aparto los recuerdos de la sangre, sonrio a Lady Darlyn y dejando la jarra sobre la mesa se acerco un poco a ella, con sus ojos grises fijos en los verdes de la dama.

La verdad es que no parece en muy buena forma...pero se le ve bastante inteligente.

En alguno he participado señor...pero si le digo la verdad no me gustan demasiado. Sonríe. Casi he venido a este para ver la ciudad y viajar un poco. No espero hacer un gran papel si le digo la verdad.

Tras una pausa, y ver que el hombre era agradable y respondía a sus preguntas, volvió a dirigirse a él

¿De dónde es usted?

Daphnia elevó un par de milímetros más su ceja, en parte sorprendida por lo que parecía ser una orden de Kaleon. Si le molestó, no se notó en nada más, ya que su sonrisa se ensanchó, resplandeciente. Quizá el Dothraki comiera con las manos, dándole un bocado a la comida, pero ella tenía modales. Con una inclinación de cabeza, se sentó en un sitio que había cerca, y le pidió a Yersinia su cuchillo. Una vez en su poder, cortó un pequeño trozo del hojaldre, y sin necesidad de cogerlo con los dedos, se lo acercó sin titubear. 

Con mirada crítica, observó el trocito, y se lo introdujo en la boca. Sin cambiar la expresión, lo masticó, y antes de tragar, cogió otro trozo de mayor medida, y repitió la operación. Con la pequeña variante de que en vez de pincharlo con el cuchillo, lo mantuvo en equilibrio sobre la parte plana, para que no se cayera. 

Despacio, pero a buen ritmo, cogió trozo tras trozo, hasta que se terminó la anguila. Una vez el plato estuvo limpio, le pasó el cuchillo a su cuidadora, y se rozó el pelo con una mano.

- Realmente repulsivo. Prefiero comer un escorpión rojo crudo, antes que volver a probar esa cosa. - Manteniendo su sonrisa, añadió - Pero gracias por degustarla. Espero que no os quite fuerza para vuestros futuros combates. 

- Vaya... - Digo sin apartar la mirada de aquel chico, completamente sorprendida... Pues era todo un hombre, y todo un caballero... Me tenía totalmente ensimismada. Entonces caí en la cuenta de que alguien me esperaba, como Lannister, debía tratar algunos asuntos con Meñique y otros señores... Le miré con tristeza por tener que separarme. - Lo lamento ser Karstark, pero tengo que marcharme, hay un par de personas con las que debo hablar. 

Muestro mis rabia por tener que marcharme, dejando que se me enciendan ligeramente las mejillas, mientras me voy apartando con gran esfuerzo, observo la sala, con expresión seria y ceñuda, y luego poso de nuevo mi mirada en Rickard. 

- ¿Cree que podría reservarme algún momento? Podría enseñarle Desembarco del Rey, o mostrarle el castillo... Si usted quiere claro. 

Muestro una sonrisa esperanzadora, mientras mis manos juegan con mi pelo en una muestra de nerviosismo. 

Se apropió del hojaldre cuando Kaleon le pidió a la mujer que se lo comiera

- Venga, hombre... - conciliador - solo te trae comida. En mi tierra eso se entiende como que quiere darte buena noche... - ríe

Si lo precisa cuente con mi hospitalidad en Bastión Kar para mostrarle Invernalia

Así que incluso entre los guerreros se puede encontrar la famosa hospitalidad del Norte. Es de buen agradecer. ¿Y las tierras de su familia son extensas como el Norte mismo? Hace algunos años padecí en mi propia piel una nevada veraniega. En ese momento no me agradó, ni a mi caballo. Pero ya habéis visto lo calurosas que son las noches, y ya no digamos los días, aquí en el Sur. Me gustaría volver a ver nieve. Antes de que llegue el invierno.

Mira a Ser Jasper-Ahora entiendo, debe ser como un ritual, la mujer lleva la anguila del amor al hombre para cortejarle.-Kaleon era todo un experto en meter la pata cuando se encontraba entre nobles, pero a él le daba igual. Se había preguntado por qué servían ese plato si era evidente que no le gustaba a nadie, ahora ya tenía la respuesta.

Sin embargo la actitud de la doncella no sugería nada de lo que Thundersword decía.-Es dura, no es como las otras doncellitas que corren por aquí. O tal vez se esté haciendo la dura, veremos.

La demostración de entereza de la chica, comiéndose el trozo de hojaldre con malabarismos con el cuchillo y todo, había despertado la curiosidad de Kaleon-¿Quién eres?-le pregunta a Daphnia.

Fiedrich noto como el Frey intentaba hablarle con buenas palabras pero como buen norteño aún no confiaba en él. Sus palabras no habían sido tan cautivadoras en este primer momento como quizá Walder esperaba. De todos modos no parecía haber malicia en su intención, solo parecía que quería granjearse un nuevo amigo.

-Hmm, lamento que tengais que marcharos ahora, pero nada me encantaria mas que me mostrarais Desembarco y el castillo. Lo que no se es donde podriamos encontrarnos, es la primera vez que estoy en esta ciudad, a decir verdad es la primera vez que estoy al sur del cuello.

Rickard sonrie apenado de que Lady Darlyn tenga que marcharse.

-Mañana comienzan las pruebas de tiro con arco, en las cuales no voy a participar, ¿seria posible que las vieramos disfrutando de la mutua compañia?

Sonrío con alegría. 

- Claro, me encantaría disfrutar de su compañía en la prueba de mañana. - Muestro una sonrisa tímida, poniendo mis manos a la espalda. - Si lo desea, antes de que acabe la cena, podemos juntarnos y le enseño el lugar, si le apetece, claro. 

-Oh, nadie de interés - Afirmó Daphnia, mientras su sonrisa se esfumaba. Arrugó la nariz un segundo, como pensando si presentarse o no, y finalmente optó por seguir las leyes de cortesía - Daphnia Yronwood, para serviros - Espero que no se lo tome en sentido literal, porque no pienso hacer de criada. Recomponiendo su sonrisa, agregó - ¿Y quién es el valeroso hombre que probó un plato desconocido, sin saber si era portador de alguna enfermedad?

Kaleon-respondió Kaleon

Así que una dorniense. Era de esperar.-Kaleon conocía lo suficiente de la cultura de poniente como para saber que las descendientes de la casa Martell podían aspirar a gobernar el reino de Dorne como los varones, algo impensable para las demás casas y obviamente los Khalassar dothrakis. Sin embargo, Yronwood no era Martell aunque ambas casas eran dornienses.

Maldita sea!-gritó, dando un golpe en la mesa con el puño, para intentar asustar a la chica.Esa culebra de mar sabía a rayos!-el tono de voz de Kaleon aumentaba por momentos.Lo extraño sería que con lo mala que estaba no nos contagie ninguna enfermedad!-por enésima vez, volvía a ser el centro de atención de la mesa.HAHAHAHAHA-rio

Creo que he bebido demasiado vino.

Cuando vengas a mi helada tierra, comprobaras la hospitalidad de un Guerrero... ha ha ha. - volvió a reír. En cuanto, a lo vasta que son las tierras de mi familia solo te puedo decir que las patrullas duran semanas para recorrer las lindes de nuestras tierras.
 

Parecía que el Frey quería agradar y Fiedrich no era de los que iban con segundas, esa forma de ser no iba con los del NORTE, así que cada vez se sentía mas complacido con la compañía y para colmo de su satisfacción vio como su hermano finalizaba la conversación con la sospechosa dama.
 

Claro, me encanta la idea de veros de nuevo esta noche, estare por aqui esperando a que vuelvas cuando acabes con lo que tengas que hacer- dijo Rickard con una sonrisa.

Querría acercarme a hablar con Meñique... ¿eso como lo hago? Lo idílico sería hablar en privado, y quiero intentar que dé la impresión de que me espera o de que va a hablar conmigo, etc.