Partida Rol por web

- Hola -respondió Siobhan desde su piscina saludando con la mano. - y tú eres la que hace disparatar a Max ¿Verdad? Te diría que si quieres pasar, pero quizás estarías muy estrecha. 

La doctora estaba ofreciéndole entrar aún a sabiendas de que ambas dentro de aquel recipiente estarían incómodas,  pero la verdad es que aquella muchacha despertaba su curiosidad, quizás fuese porque solo Levi había puesto en ese estado de nervios a Max.

- Dime, ¿Querías algo en concreto?

Mientras comía lo que parecían unas fresas de chuchería Siobhan no dejaba de prestar atención al combate.

Max estaba controlando la situación,  y eso tenía tranquila a la doctora.  Mientras su compañero estuviera centrado en el combate sabía que todo iría bien para él.

- ¡BUENA EXPLOSIÓN! ¡VAMOS QUE YA LO TIENES! -gritó con todas sus fuerzas. Quizás no sirviese de mucho a través de tanto ruido provocado por el público y las explosiones, pero al menos intentaría que sus ánimos le llegasen

Sonicus no se había puesto a hacer antes unos experimentos, eran unos estiramientos. Estaba pasando todo tan rápido que a este narrador se le confundían las palabras. Y no sólo a éste narrador, Mosto no había llegado a decir ni mu todavía. ¡No le había dado tiempo!

Las bombas explotaron en el castillo de popa, pero justo a tiempo salía de ahí el fúrido azul.

—¡No voy a caer dos veces en la misma trampa carapapa!—le dijo mientras se enrollaba en forma de pelota y se dirigía directo a la cara de Max—¡CHÚPATE ESA!

Sonicus golpeó a Max, rebotó, se apoyó en el palo mayor y cayó al suelo grácilmente.

—¡SONICUS! ¡SONICUS! ¡SONICUS!—empezó a animarse a sí mismo con los brazos en alto.

Sonicus usa su efecto épico por acción preparada para subirse la defensa en +1d6 (3). Sonicus evita el ataque.
Sonicus le hace a Max 12 puntos de daño. Éste reduce en 6 y recibe 6 puntos de daño.

¡Haz una nueva TCOM! Si sacas más de un 15 puedes actuar.

ESTADO
Sonicus - 7 puntos de daño.
Max - 6 putos de daño.

Puede que Sónicus hubiera sido más rápido que Max Powder en esta arremetida, pero que le golpearan en el rostro y lo tiraran del palo mayor era algo que Max Powder había predicho que ocurriría, es por ello que, mientras ambos caían al suelo y trataban de caer con mayor o menor gracilidad, el artillero aprovechó para lanzar bombas a dónde Sónicus iba a caer gracilmente.

-¡SONICÚS! ¡SÓNICÚS!. -Le animó burlonamente el artillero- ¡SONIC BOOM!

—Creo que si me quedo aquí estaremos más cómodas las dos—dijo Valeria con una sonrisa—. He venido porque quería proponerte algo...

Nadire la interrumpió.

—¡Oye! ¿No irás a proponerle algo para pactar el resultado del combate? Porque si hay dinero de por medio quiero una comisión o me chivaré. ¡Que estos cacharros no son gratis!—entonces la nútrida puso la mejor de sus sonrisas—. Por cierto, soy Nadire.

Menos mal que la gente estaba muy metida en el combate, porque no parecía el lugar más adecuado para hacer "trampas".

Valeria rompió a reír.

—¡Valvalvalvalvalvalvalvalval! No, no. No es nada de eso. Aunque me gusta como piensas—la pelirrosa hizo una pausa dramática antes de lanzar su propuesta a Siobahn—. Quiero unirme a tu tripulación.

Esta vez el fúrido erizo no pudo hacer nada por evitar una nueva explosión. Pero sin embargo no fue suficiente para acabar con él, porque del interior de la humareda se escuchó su voz.

—¡ESTÁ BIEN CARAPAPA! ¡TÚ LO HAS QUERIDO!

Entonces se escuchó un ruido extraño seguido de un resplandor dorado que disipó a la velocidad del sonido el humo de la explosión. En su interior había un erizo pero ya no era azul, tenía los ojos y las púas encrespadas. Todo el estadio enmudeció ante la presencia de un ser de tamaña molonidad. Porque no nos engañemos, estábamos ante lo más guay que había pasado en todo el torneo. Hasta eclipsaba el adorable Chanqueticos.

Max ataca a Sonicus y le hace 9 puntos de daño. Éste reduce en 3 y recibe 6 puntos de daño.
Sonicus usa su efecto de transformación

¡Haz una nueva TCOM! Si sacas más de un 17 puedes actuar.

ESTADO
Sonicus - 13 puntos de daño.
Max - 6 putos de daño.

—¡INCREÍBLE!—gritó Mosto al borde del éxtasis y comentando por fin el combate—¡ME QUEDO SIN PALABRAS! ¡QUE VIOLENCIA! ¡QUE RABIA! ¡QUE GANAS DE ACABAR CON EL ENEMIGO! ¡AUTÉNTICA PASIÓN POR EL COMBATE! ¡AUTÉNTICO DESPRECIO POR EL RIVAL! ¡¡Y AHORA TENEMOS UNA TRANSACCIÓN BAJADA DE LOS MISMÍSIMOS CIELOS! 

Al árbitro le temblaba el micrófono.

—¡ESTO ES SUPER SONICUS!

Max ataca a Sonicus y le hace 9 puntos de daño. Éste reduce en 3 y recibe 6 puntos de daño.
Sonicus usa su efecto de transformación

¡Haz una nueva TCOM!

ESTADO
Sonicus - 13 puntos de daño.
Max - 6 putos de daño.

Para Max Powder le era lo mismo atacar a a un Sonicus azul que atacar a un Sonicus amarillo, las bombas que usaba le iba a volar por los aires aquella sonrisa pícara que el erizo de colores tenía en todo momento. Con ferocidad, este usando sus propios dientes cortó por la mitad las mechas de las bombas que iba a usar.

-¡TE PONES ELEGANTE PARA EL FINAL!. -Exclamó escupiendo las mechas para lanzar aquellas sendas bombas contra su objetivo- ¡AMARILLO O AZUL, EXPLOTARÁS IGUAL!.

Siobhan miró a Valeria con curiosidad,  de todas las cosas que podría haber escuchado por parte de la pirata, unirse a su tripulación era la más descabellada. Aún así a la doctora parecía que aquella proposición le resultaba divertida.

- No te voy a negar que andamos escasos de personal, y alguien como tú creo que encajaría en nuestra tripulación. Sin embargo, me gustaría saber que opinan los demás miembros de la misma antes de tomar una decisión.

Siobhan entonces miró a Nadire y añadió:

- Cuando todos hayan dado su opinión,  ambas podréis formar parte de la misma... porque si Nadire,  tu te tienes que venir con nosotros,  ¿Sabes lo bien que lo íbamos a pasar? -dijo la capitana de manera sonriente antes de añadir mientras se encogía de hombros: - De todas formas,  ambas contáis con mi aprobación.

Siobhan miró con preocupación el combate,  parecía que Max llevaba la delantera sin problemas, pero aquella transformación no le gustaba lo más mínimo. A pesar de eso su camarada seguía igual de confiado ante la situación, quizás por eso la doctora se animó a decir:

- ¡¡MAX NO TE FÍES DE ESE CAMBIO DE ASPECTO Y ACABA CON ÉL LO ANTES POSIBLE!!

No sabía por qué, pero a Siobhan esa transformación le daba mala espina.

- Nadire venga, no me dejes sola, anima un poco tu también -dijo mientras la furida cogía una piruleta del cubo de chuches de Siobhan.

Super Sonicus desapareció de la vista de todos en un instante y apareció frente a Max, dejando un rastro de rayos amarllos por todo el barco.

—¡Hora de la revancha carapapa!—dijo dándole una patada en el estómago y lanzándolo contra el castillo de proa—¡PATADA DORADA SUPERSÓNICA!

—¿Quieres que me una a tu tripulación?—dijo Nadire con voz edulcorada—¡OOOOH! ¡Eres supermona! ¡Pero es que yo ya pertenezco una tripulación! ¡LOS PIRATAS DEL DELFÍN NEGRO! ¡Y algún día nos haremos con el Tesoro Único!

—Suerte con eso—dijo Valeria con una sonrisa un poco irónica, para después mirar a Gominola con una sonrisa abierta—. En fin, si tienes que pedirle opinión a tu tripulación habrá que esperar.

La pelirrosa se sentó en el asiento detrás del de Siobhan (que el pirata que allí se sentaba no tuvo reparos en darle) y con sus pelos cogió unas cuantas chuches de su bolsa. En ese momento le daban la patada a Max.

—Ugh—dijo haciendo un gesto de dolor—. Eso ha tenido que doler

—¡MENUDO PATADÓN!—gritó Mosto con la voz temblándole— ¡Si el rayo azul ya era rápido y dificil de seguir, el ojo humano es incapaz de seguir al rayo amarillo! ¿De dónde han salido estos piratas de Segata? ¡Y lo más importante querido público! ¿Podrá el artillero de los piratas de Tong-Hu superar la velocidad de Sonicus?

Una voz se alzó por encima de todas en el estadio. Una que Max identificaba y aborrecía a partes iguales. Bueno, quizás la aborrecía más. O tal vez por eso de aborrecerla le resultaba más fácil de identificar. Mejor lo dejamos a partes iguales, sí.

—¡VAMOS MAX!—gritó—¡EXPLOTA A ESA RATA AMARILLA!

Al salir del castillo de proa, el artillero la vio. A Valeria. ¡Y no estaba sóla! ¡Estaba sentada detrás de Siobhan (que a su lado tenía a Nadire metida en una minipiscina)! ¡Y ESTABAN COMPATIENDO CHUCHES!

Sónicus hataca a Max y le hace 11 puntos de daño. Max reduce en 6 y recibe 5 puntos de daño.

Nota: No tires el daño cuando no sea tu turno. Básicamente porque si entras en estado grave durante el turno, te van a bajar los valores de los parámetros de combate durante esa ronda (menos la iniciativa) y también porque en este caso con tu tirada de ataque no le das a Sónicus, tendrías que gastar un PEP para subir tu ataque en +1d6. Usar especialista también te ayudaría.

¡Es el turno de Max!

ESTADO
Sonicus - 13 puntos de daño.
Max - 11 putos de daño.

Max Powder se levantó del Castillo de Proa magullado, herido y lleno de rabia contra aquella rata multicolor que se le había interpuesto en el camino. Al parecer este enemigo era de los que no se rendían facilmente, pero tampoco Max lo haría.

-Maldita rata amarilla... -Comentó en voz baja mientras se levantaba de entre los escombros- Ahora sé dónde quiero ponerte la última bomba...

Y aunque Max Powder estaba preparando una bomba con una forma sospechosamente fálica para incrustársela a Sonicus por donde él bien sabía pero que el narrador no iba a narrar, este por un momento se distrajo para mirar a aquellas dos mujeres que juró apalear.

-¡CALLÁOS VOSOTRAS DOS!. -Les gritó de vuelta- ¡NO HACE FALTA QUE ME DIGÁIS LO QUE HACER!. ¡YO YA SÉ LO QUE HACER!.

—Carapapa, ¡tus bombas de patata son una birria!—le dijo señalándole con el dedo.

Entonces el fúrido erizo ahora amarillo empezó a girar sobre sí mismo como si se tratase de una rueda. Lo hacía con tal potencia que comenzó a lijar la cubierta arrojando serrín a izquierda y derecha.Y entonces salió disparado, golpeando a Max una vez más en la cara.

Sónicus hataca a Max y le hace 9 puntos de daño. Max reduce en 6 y recibe 3 puntos de daño.

¡Es el turno de Max!

ESTADO
Max - 14 putos de daño.
Sonicus - 13 puntos de daño.

Un segundo golpe en toda la cara hizo que Max Powder se moviera hacia atrás, tratando de recuperar un poco de terreno entre él y aquel erizo amarillento que tanto dolor de cabeza le estaba dando en estos momentos, nunca mejor dicho. Pese a ello, el artillero no parecía tener ganas de rendirse.

-¡Deja de golpearme la cara!. -Dijo encolerizado a su contrincante- ¡Yo no te voy dando planchazos en toda la cara cada vez que tengo oportunidad!. ¡Pero te aseguro que una vez que acabe la pelea, usaré tu cabeza como tope para la puerta de mi cabina de Capitán!.