Partida Rol por web

Si mi rey me llama ire.-dijo poniendose a tus disposicion despues rio.-No os estaba ofreciendo su mano, cambiar el gesto, Ariem es mi hija amada pero no tiene caracter de reina. En cuanto abriera la boca montaria un guerra. No se le da bien la diplomacia, como habeis visto. Solo os lo dije para disculparla. Vos tendreis esperiencia tratando damas pero mi hija se a criado conmigo... no sabe nada de varones ni de que como comportarse con ellos. Relajaros.- os pidio.- Mandare que os preparen un baño y una cama confortable.

Garen asintio ante las palabras de Harol, habia entendido que no se la ofrecia en matrimonio, pero ese tipo de situaciones le ponian tenso, bebio un poco mas y espero a que llegara alguien para guiarle a los baños.

- muy agradecido por la cena, buenas noches Lord Benoit, hasta mañana...- y con una reverencia se despidio para llegar al baño que le habian preparado, se desvistio con lentitud, dejando cada prenda bien doblada sobre una de las sillas, y apoyo la espada en la bañera, podia parecer un gesto de desconfianza, pero, si realmente alguien le observaba hacerlo, es que merecia el gesto. Se sumergio en el agua hasta llegar al cuello y se relajo, pensando en todo lo ocurrido ese dia..

Dormiste de un tiron y sin contratiempos, placidamente, nadie intento entrar.

Por la mañana escuchaste un par de golpes en tu puerta.- Señor, ¿estais despierto?.- pregunto y por el tono supiste que algo pasaba y no era bueno.

una de sus manos, callo sobre su cara, al tiempo que golpeaban la puerta, Garen se levanto de golpe sobresaltado, y se puso los pantalones y enfundo la espada, dejo la camisa y el resto de ropa para cuando descubriera que ocurria, y camino hacia la puerta- ahora si, que ocurre?- pregunto, abriendo la puerta para encontrarse con Ariem.

Ariem bajo la cabeza avergonzada por verte sin camisa.- Siento molestaros señor, pero nos a llegado noticias del santuario de Arien. Segun parece alguien entro en el y secuestro a vuestra hermana. Todas las sacerdotisas han sido encontradas muertas, señor. Ha sido algo horrible.- dijo temblando.- Mi padre recien se a enterado me a madado a deciroslo. El esta reclutando a los mejores hombres para organizar una batida de busqueda de inmediato.

Garen miro hacia la puerta con furia y apreto la empuñadura de su espada, que descansaba en el cinturon-gra..gracias por avisarme....- respiro profundamente- ordenar que ensillen mi caballo... os lo ruego- y se volteo hacia la habitacion para vestirse rapidamente, apreto las botas, se ajusto el cinturon, se abrocho la camisa y la capa con capucha y salio a paso rapido hacia los establos.

Ya lo estan ensillando señor.- dijo antes de apartarse

Cuando bajaste Harol te esperaba con cuatro hombres fuertes y armados, cerrando la compañia su hija ataviada con pantalones de hombre, a lomos de su caballo y sujetando el vuestro.

- LLegaran mas pero prefiero no esperarles.- dijo Harol apremiado.- El tiempo es crucial.

Garen los observo uno a uno, reparando en que la hija de Harol se encontraba entre ellos, tomo aire y subio a su caballo- supongo que serviran, parecen buenos soldados, aunque necesito menos para llevar un mensaje, que vayan a el castillo y hablen con mi sub capitan Zhao- saco un sello de uno de los petates de su caballo y se lo entrego a Ariem- el preparara un grupo de hombres, yo, ire directo hasta el templo, con ese sello deberian dejaros llegar hasta el- hablo serio y frio su mirada se habia perdido en el horizonte, en direccion al templo, no tardaria mucho en llegar, y preferia llegar solo, llamaria mucho menos la atencion un grupo de jinetes.

Ariem paso el sello a otro hombre y os miro.- Entonces dejarme guiaros, conocco atajos y sendas que acortaran el camino y soy rapida como el rayo.

Harol asintio.- Dice la verdad señor, no encontrareis mejor guia en estas tierras pero tener cuidado.

Ariem asintio.- Por el bosque puedo acortar una hora señor, os lo juro

Garen estaba a punto de negar con la cabeza, cuando hasta el propio Harol la ofrecio como guia, y mesandose la barbilla afirmo- esta bien, pero despues volvereis a las dependencias de vuestro padre, no quiero poner ninguna vida en peligro mas que la mia y la de mis fieles guerreros, vos delante mi lady, os sigo...- y movio las riendas de su caballo para que diera unos pasos a un lado, dejando el camino libre a Ariem.

Ariem asintio y salio como una flecha. Nunca habias visto a nadie montar asi, menos a una mujer. La seguiste casi siguiendo su estela, incluso a los hombres les costo aguantar el paso. Era en verdad una conocedora estraordinaria de las sendas entre el bosque. Aveces giraba sin razon aparente y al volver al camino os fijabais en cuanto habiais acortado.

Cruzasteis el rio y al poco se detuvo ante un claro.- Señor, mirad eso.-dijo señalando los restos de un asentamiento. Pisadas, despojos de comida y las ascuas de un fuego.-Al menos media docena de hombres pasaron por aqui y acamparon en este lugar... soldado o mercenarios entrenados.- Afirmo comprobando que todas las huellas, mas o menos profundas correspondian al mismo tipo de bota, correspondiente a un uniforme. Miraste la huella, no eran las botas de tu ejercito.

Uno de los hombres apunto.- Señor, la frontera con Uriem esta proxima y hace una semana se avistaron espias de su reino cerca del pueblo pero los muy canallas se suicidaron antes de poder responder sobre sus intenciones.

Garen se acerco con el caballo hasta el campamento, y desmonto desenvainando su espada, camino por el campamento observando los restos, y moviendo algunas de las brasas y restos con la punta de la espada- o es una trampa, o son muy estupidos dejando una pista asi de gorda...de todas maneras, mi furia no conoce limites, pero no estoy tan loco como para meterme en el reino de Uriem sin mas... seguiremos hacia el templo, y esperaremos a mis hombres, entonces, tomaremos medidas....- se volteo de nuevo, con el rostro totalmente serio, impasible, casi se podia ver la llama de la rabia dentro de el, y eso nunca le habia ocurrido, tampoco habian secuestrado nunca a Anne.

doce hombres... no serian suficientes para parar su ira si se los cruzaba... en estos momentos Garen se sentia capaz de arrasar un reino solo con su fuerza para encontrarla, pero conocia sus limites, asi que se acerco de nuevo al caballo y monto- prosigamos el camino, con cuidado, cuando estemos cerca, seguiremos a pie.

A media hora mas encontrasteis el santuario. Justo en el camino antes de llegar a el visteis la horrible estampa de una sacerdotisa empalada. Ariem contuvo un grito de horror al ver que aun parpadeaba y aparto la vista.

Desmonto y supiste que se apartaba para vomitar cuando tuviera en el estomago.

El rastro de aquellos hombres era claro, como si no les importara ser descubiertos o lo buscaran.

Garen sostubo la mirada en la sacerdotisa empalada, mas cuando Ariem se aparto para devolver, el camino hacia la sacerdotisa, y retiro la manga izquierda, dejando ver un brazal con un cuchillo enganchado a este, lo saco, y situando una mano en el hombro de esta susurro- perdoname...- y undio el puñal en el pecho de la sacerdotisa para terminar con su dolor.

Se volteo despues hacia Ariem y sus hombres- podeis volver ya, yo esperare aqui a mis hombres, voy a investigar un poco mas que a ocurrido- Garen podia parecer un amanerado niño de palacio, mas sus rasgos faciales daban a la confusion, pero el habia hablado con gente portadora de peste, habia luchado, matado y arrestado a cientos de maleantes, cada uno diferente a el anterior, deformes o angelicales, grandes y pequeños, con pustulas o cubiertos completamente, incluso, en alguna ocasion habia quitado la vida a algun niño... aunque despues de eso, pasaba dias sin dormir.

Los hombres fueron reticentes a irse.- señor, al menos deje un par de escoltas con usted.- Te pidio uno de ellos.

Ariem tambien protesto.- Señor, conocco una entrada al templo que evita la puerta principal. Mi nana solia traerme a razar por mi madre. Dar un rodeo, hacia el muro norte, apenas se ve por las enredaderas pero si os fijais vereis una puerta. Abre hacia adentro, solo teneis que empujar con fuerza y abrira.

Garen escucho al soldado y asintio- si, quedaos aqui, voy a buscar la puerta trasera, cuando venga la guardia, decirles que me esperen aqui- despues se volteo hacia Ariem- muchas gracias por todo, habeis sido de gran ayuda guiandome hasta aqui, tener por seguro que todas vuestras propuestas seran siempre escuchadas por mi, ahora partir hacia vuestra morada- y realizo una leve reverencia en agradecimiento.

Se alejo agazapado entre la maleza buscando la entrada en el muro norte, de paso, ojeo el paraje, si habia mas gente muerta por el camino o si la maleza habia sido pisada recientemente.

Encuentras un rastro de cadaveres dificil de ignorar hasta la puerta trasera. Esta se abre tal como te han indicado.

El interior es un espectaculo dantesto. Algunas de las sacerdotisas han sido destripadas, otras troceadas y sus pedazos esparcidos por cada rincon.

Cuando has perdido la esperanza de encontrar a nadie vivo en aquel lugar y comprovado que los atacantes ya no se encuentran en el recinto escuchaste un pequeño ruido.

Lo seguiste hasta la sala de las frendas y en el interior de un armario encontraste a una superviviente. Con cortes y marcas pero viva, encogida y abrazada a sus rodillas temblando.

Se sube el pañuelo para tapar la boca y la nariz, aun no huele mucho, pero aun asi realmente da ganas de vomitar. Camina despacio siguiendo el rastro de muerte y destruccion macabro que se a marcado por todo el templo, hasta que un extraño ruido llama la atencion, Desenvaina su reluciente espada y camina hacia el armario de donde provienen los ruidos, y abre la puerta despacio con la espada, pero al ver a una indefensa mujer malherida, le tiende la mano sin decir una palabra, observando de reojo la habitacion en la que se encuentra.

supuestamente en esa habitacion se guardaban los objetos de las liturgias y las ofrendas, las flores y pequeñas tallas que llevaban los campesinos para pedir salud por sus seres queridos.

La chica tenia mas sangre ajena que propia, cortes pequeños pero nada que peligrara su vida. Estaba en un estado de bloqueo nervioso tal que al verte se orino encima sin decir palabra. Absolutamente aterrada y con los ojos desorvitados.