Partida Rol por web

El reino de Uriem

Naciste en un reino gris, asolado por las guerras y doblegado por un rey ambicioso que solo buscaba su propio placer personal mientras el pueblo moria de desnutricion. La tierra yerma no daba frutos por mucho que se la trabajara de sol a sol y los mercaderes ofrecian a los padres de muchos hijos vender algunos como exclavos para mantener vivos al resto.

Entrar en el ejercito o ser aceptado en alguno de los gremios era la unica solucion para no morir de hambre. Los magos de la torre negra eran duros y podian permitirse la "accidental" muerte de algun niño dado que decenas de ellos entraban a su servicio esperando aprender las artes magicas.

Mientras, la sombra del castillo se cernia sobre vuestras vidas y la crueldad de los caballeros negros cumpliendo los reales decretos deminaba con miedo vuestro dia a dia.

Esa mañana el principe te llamo temprano a su presencia. Como otras veces recorriste raudo los pasillos hasta el impresionante salon del trono. Una construccion vieja, de piedras grisaceas y altos muros vestidos con tapices descoloridos, escudos de brillo perdido en el tiempo y espadas que pertenecieron a otros reyes del pasado.

Al fondo, sobre los tres altos escalones sobre los que se alzaban, tres tronos de piedra negra. El del rey, el de la reina y el destinado a su unico hijo, tu señor y protegido.

La reina habia muerto hacia tres inviernos y desde entonces vuestro rey se habia dado al alcohol, dejando sus obligaciones desatendidas y el poder disputado entre las codiciosas manos de los nobles, que miraban a Ictor como un molesto obstaculo para obtener la corona.

- Pasa, acercate.- pidio Ictor saltandose todo el protocolo. Te consideraba un amigo, el hermano que nunca habia tenido.- Quiero hablar contigo.

Te pidio que te acercaras al trono y el descendio los escalones, caminando a tu encuentro. Puso una mano en tu hombro y resoplo.- Mi padre a muerto, Elrik, nadie lo sabe aun. Ayer estaba muy borracho y cayo por la escalinata de la torre mientras intentaba subir a sus aposentos. Mas que nunca te necesito a mi lado, en cuanto la noticia se sepa los nobles se tiraran por el trono como animales hambrientos.

-¿y que quereis que haga esactamente?
 

 Quiero que hagas algo por mi. Quiero que esta noche entres en la casa de Lord Bramel y lo elimines. Es el principal instigador de la nobleza. Si cae, el resto se lo pensara dos veces antes de intentar nada contra mi. ¿Puedo confiar en ti para ello? .- te pregunto con el rostro severo y la mirada fria de una serpiente.

tanto como un pajaro en sus alas,ya sabeis que pago os pdire a cambio

- Pides poco para tan gran servicio.-dictamino con una media sonrisa.- Pero tenlo por seguro, si es lo que quieres y cumples tu cometido.

Hizo un gesto permitiendo que pudieras ir donde quisieras hasta la noche, siempre que no te alejaras demasiado dado tu cometido como guardaespaldas era un trabajo continuo.

creo que nos seria mutuamente beneficioso un poco mas de informacion,toda de la que dispongais sobre esa piedra en vuestro camino

Ictor te miro sin que supieras si pretendia hecharte a patadas de su presencia o darte un abrazo. Tenia esa forma de mirar inexpresiva que tienen los reptiles.

- Es un hombre viejo, en su dia fue diestro espadachin pero el vino y las esclavas le han debilitado. No tendras problemas con el, sus criados tampoco son gran cosa. Si alguien se te interpone tienes carta blanca para dar cuenta de su vida pero no puedes dejar textigos. Vive en el corazon de la zona noble, al este del castillo, con su vieja y gorda esposa. Ademas tiene dos hijas, agradables a la vista, puedes hacer con ellas lo que te plazca.- dijo pensando que mas podria decirte.- Ese maldito bastardo siempre a dicho que yo no valdria para ser un buen rey, ansia la corona con todo su corazon y a enarbolado a otros nobles contra mi, llenando sus oidos de mentiras. Su muerte no puede ser tranquila. Se imaginativo, me vale que cuelgues su cabeza en una pica o empales su cadaver, lo que quieras pero la noticia de su espantoso fin tiene que ser aterradora para que nadie se atreva a alzar un dedo en mi contra.

¿Necesitais saber algo mas?.- pregunto y despues señalo al fondo.- Si precisais de algun arma, en la armeria os daran lo que pidais y no haran preguntas.

no.Que dios le proteja-me giro y me voy a la sala de armas

El principe sonrio y nego con la cabeza. Recordaste que su alteza no creia en los dioses, al menos no en los dioses de luz de los que hablaban los sacerdotes. Se rumoreaba que practivaba rituales oscuros pero tu jamas lo habia visto hacer nada por el estilo y pensabas que era otro rumor mas para apartarlo de la corona.

- Prefiero que me protejas tu, Elrik.- comento y añadio.- Ve en paz.- despidiendote con un gesto.

Saliste de alli y caminaste hacia la armeria. Las criadas te miraban con risitas, sonrojandose a tu paso pero manteniendo la distancia. Sabias lo facil que te resultaria decir dos palabras y llevartelas a tu habitacion pero, por el momento, estabas ocupado.

Llegaste a la vieja la armeria, vieja por fuera y porque todo en el reino parecia sucio y gastado. Los desastres de la guerra aun eran visibles en cada rincon. Alli viste al hijo del armero. Se llama Borgum y sabias que de mas joven estuvo en la guardia real pero se rompio un tenden de la pierna y esto le retiro del servicio.

- Buenos dias, Elrik. El principe me dijo que pasararias por aqui.- Te saludo señalandote las paredes, donde colgaban hachas, espadas, dagas y todo tipo de armas. Desde el mas simple puñal a la ballesta mas elaborada.- ¿En que puedo ayudarte?

sin hablar,empiezo a mirar,cojo una ballesta de mano,una ballesta grande,un carcaj doble para ambos tipos de flechas,una espada y un par de puñales,para despues dirigirme a la seccion de armaduras y quedarme frente a una armadura ligera de cuero endurecido-me gusta esta,necesito ser sigiloso,no quierto que me escuchen,pero tampoco ser herido ¿tienes tambien algo apto para escalada? tambien necesito algo para disparar con precision desde una gran distancia

-Sigiloso... ¿Con medio arsenal encima?.- pregunto levantando la ceja.-Bueno, tu sabras lo que haces... pero parece que vallas a derrocar un reino tu solo... En fin. Para la escalada te puedo ofrecer un gancho, atado a una cuerda de calidad soporta el peso de cuarenta hombres sin doblarse un apice... pero para grandes distancias no tengo nada, lo siento.

Entro un momento a la trastienda y saco una armadura ligera de tu tamaño.- ¿quereis probarosla?

me la pongo,me va justa-contento-me pongo la espada a la izquierda en el cinturon,el par de puñales a la derecha junto a la ballesta de mano y la ballesta grande a la espalda

salgo con mi tipico-que dios le protega-y me voy

En este reino nadie tiene demasiados amigos, puede que conoccas a algun soldado o mercenario pero nadie que sea noble y viva en esa zona. Pese a ello, con un buen caballo, en 15 minutos puedes llegar alli.

La gente suele ver mal tu apariencia "afeminada" salvo las mujeres a las que gustas bastante, aun asi los hombres no te atacan por que eres el guardaespaldas del principe. Si no lo fueras te apedrearian por "maricon" sin ninguna piedad.

paso el rato hasta la noche en casa de algun amigo

Tu amigo te invito a un par de cervezas, tenia ganas de hablar, de compartir viejas batallas.

- Te digo que Ictor no es de fiar.-dijo despues de la cuarta pinta.- Tiene algo diabolico. Cuando era un crio se escapo y se colo en el cuarto de la hija del rey de Asdrom. Las desvirgo solo por vengarse de su padre y las contiendas del pasado... Es un tipo muy raro.

sabes que me da igual,por mi como si es el demonio en persona,solo importa el pago,si luego deve castigarme dios,que me mande al mas profundo infierno,bueno,ya es de noche,devo irme,que dios te proteja

La noche caia. La zona noble estaba en completa paz, ni las sombras se movian. Al fondo la casa del noble en cuestion, con la calle despejada y sombras suficientes para moverte por las calles sin ser visto.