Partida Rol por web

 El silencio había cambiado, no se escuchaba nada pero se sentía una presencia. La presencia de un depredador. Debía encontrarlo antes de que se nos abalanzara. Con un gesto detuve a Vorth. Zybax también lo notaba. Algo acechaba.

 Y finalmente el depredador se mostró.

 ¿Qué era ese ser? Una cosa de hielo... hielo vivo que quería arrebatarles la vida, quería aacabar con su calor. Antes de que pudieran reaccionar la criatura se acercó y exhaló un inclemente frío que envolvió al grupo. Sintió los aguijonazos del frío allá donde le alcanzaba directamente, en brazos y piernas, mientras cubría instintivamente el rostro con el escudo.

 No podía acabara de otra forma... habría combate. Para sobrevivir.

 ¡Rulf, aguanta, te encontraré!

Habib, en total oscuridad pasa momentos inquietos por la impotencia de caminar cegado. gracias a la guía de su compañero, logra salvar la distancia. Con su lanza tantea el terreno y la punta hace de anclaje con el duro y resbaladizo hielo. Totalmente por sorpresa, siente un frío lacerante, sonidos de dolor y gruñidos. Algo les ha atacado. Intenta pensar rápido, pero le cuesta. La sangre que iba al cerebro se ha enfriado de repente, por lo que le cuesta reaccionar. Sigue la oscuridad, sigue la impotencia, a lo que se añade el miedo de lo desconocido. 

- A él - el Bárbaro ataca casi en forma suicida, furioso por el daño recibido aferra su hacha con las dos manos y carga contra el ser de hielo, intentando partirlo al medio con su arma favorita - Rodeemoslo - insiste - No dejemos que lo vuelva a hacer - agrega mientras busca acabar con la amenaza antes de que esta se vuelva realmente peligrosa

¿Estás de broma? ¿Vamos a enfrentarnos a...? ¿A eso?

Suspiró. Era difícil huír cuando tus piernas miden solo un par de pies. Lanzó un conjuro, y la humedad helada que flotaba en el aire se cristalizó en una armadura sobre su cuerpo.

¡Viva el clan Pok!

Vivir, lo que se dice vivir, no tenía pinta que fuera a ser lo que hiciera este enano suicida. Avanzó con un bastón como único arma ante el imponente enemigo.

 Zulf avanzó hacia ese ser con bravura, alimentado por la confianza y acciones de sus compañeros. Siguiendo las señas de Zybax, se acercó al ser por el otro lado, procurando permanecer lejos de su alcance antes de entrarle a fondo con su hacha, buscando segar sus piernas por si tuvieran que alejarse ...

El hacha de Zybax se clava con fuerza sobre el monstruo que retrocede un paso de manera ortopédica con tal de no perder el pie. El bravo enano debe dejarse caer con todo su cuerpo para alcanzar a sacar el hacha del cuerpo del monstruo que permanece del todo inmutable y sin ninguna señal de dolor en su gélida faz.

Zulf lanza también un potente golpe con tal de desgajar al montón de cubitos de hielo, pero su golpe no hace ni mucho menos el mismo efecto que el de Zybax, y su arma no hace más que saltar unas esquirlas de hielo. El monstruo mira a ambos con esos ojos vidriosos e inexpresivos quedando detenido de manera estúpida

 Aquel ser era duro, muy duro, tendría que esforzarse para poder traspasar las duras defensas. El enano tatuado se desprendió del escudo y aferró con ambas manos la empuñadura del hacha y lanzó un fuerte golpe contra aquella especie de pesadilla helada.

 Esta vez, menos impedido por el escudo, golpeo con más fuerza logrando acertar con su acerado filo en una juntura entre la pierna y el torso.

Habib lanzó un conjuro de luz, una vez se recuperó del sobresalto con un sonoro escalofrío. 

Burhrrr... 

Colocó el conjuro en lo alto de la base de su lanza. Al ver el monstruo que parecía de hielo, estuvo a punto de quedarse otra vez obnubilado. Pero no había tiempo que perder. Se movió buscando un próximo ataque.

¡Prueba mí bastón, monstruo! Uaaaaah...

Golpeó con ira asesina, pero sin mucha fuerza. Para ser un enano, Vorth era bastante flojo. El bastón chocaba una y otra vez contra el cuerpo de hielo, sin causar ningún efecto visible. Pero Vorth aprovechó para ensañarse. No todos los días tienes a un enemigo tan lento para suministrar tortas antes de que te ataque.

Tan furioso como su compañero, Zybax hizo lo mismo que el. Aferró su hacha con las dos manos y buscó descargarla con todas sus fuerzas sobre el cuerpo helado que los enfrentaba - El hielo es peligroso - repitió su ya conocida letanía - Pero mi hacha lo es más - añadió buscando convencerse de lo que decía mientras la misma resbalaba sobre el hielo que resultaba ser el cuerpo de quien los había congelado con su aliento

El monstruo cae sobre sus piernas que se hacen pedazos, y su cuerpo cae rígido hacia adelante quedando como un bloque de hielo sobre el suelo, le dais una patadita para comprobar que no se mueva, y parece que está totalmente muerto. Ha sido extraño, no ha habido gritos, ni lamentaciones, ni sangre saltando por todos lados. El monstruo mantiene la misma cara que tenía al aparecer, y la misma que aguantó mientras le llovían los hachazos.

Esperais en guardia a que algo más aparezca pero parece que por ahora está todo bien tranquilo. Las heridas producidas por el aliento exhalado os queman al contacto, las zonas del cuerpo que quedaban expuestas se muestran blancas envueltas de un aureola oscura, una herida clásica por frío, pero son leves y seguro que os repondreis.

 Al ver caer tan pronto al coloso de hielo, y asegurarse de que este no se levanta, Zulf sale de su estado sobrexcitado.

 - Maldito demonio de hielo...- Susurra malhumorado.- Me ha dado un buen susto. ¿Estáis todos bien?

 Dice mientras se tantea la piel lastimada del rostro.

Zybax respira profundamente tratando de recuperarse de lo que fue un combate rápido y agitado sin soltar su hacha, temeroso de que aparezca en el ulgar otro ser de hielo - Como dije... el hielo es peligroso - no puede dejar de repetir mientras busca a su alrededor - pero mi hacha lo es más - completa su frase de cabecera

Yo estoy bien...

Toca con su bastón un cascote de hielo que antes formaba parte del monstruo.

No era una estatua, ¿verdad? Quiero decir... yo le vi acercarse. No podría moverse si solo fuese una estatua, ¿cierto? Una escultura de hielo con una trampa en su interior que soplaba aire frío, o algo así...

Pero se movió-repitió.

El hechicero abrió su mochila para asegurarse de que Plik estaba bien. Y ahí estaba el muy jeta, tan calentito entre las pieles mientras a Plok casi se le hiela la barba.

Habib, que había estado a oscuras la mayor parte de la contienda, viendo los restos no podía imaginarse lo imponente del contrincante que habían reducido a bloques de hielo. Y desde luego, no lo había visto moverse. 

Vaya, he llegado tarde. Esto de no ver es un problema muy grande para mí.

Con la luz inspeccionó los restos más con curiosidad que como investigación. Quizá hubiera algo en ellos que le diera alguna información útil o guardasen algún objeto interesante. Después inspeccionó alrededor. Si era un guardian, podía haber algo que guardar. Aunque todo era un demasiado extraño para él.

No sería un guardián?

-odos -ien -ien - Escuchais de algun lado la voz de Zulf

Del monstruo no queda más que una pieza que formaba su cornuda cabeza que ahora resbala despacio por la leve pendiente de un nuevo y al parecer infinito trecho de laberinto y el enorme cuerpo de hielo del todo inmóvil. La luz generada por Habib no genera sonido alguno, no se oye nada, solo silencio. Ni en las lejanas paredes que os envuelven ni en el trecho que aún os queda por recorrer escuchais señal alguna.

Habib busca a conciencia el tesoro que pudiera estar guardando el monstruo, seguramente podría estar en una de las grietas del enorme muro que conforma la infinita pared del túnel, pero Habib no se acerca demasiado, y en fisuras y huecos del hielo deforme no encuentra nada. 

Zulf ojea en busca de algún rastro, pero aquí el hielo es duro y vuestras propias huellas y golpes en el hielo quedarán borrados en cuestión de horas debido a la gran humedad y el gélido frío que envuelve el lugar. Nada más que el oscuro túnel queda frente a vosotros esperandoos, devolviendoos tan solo el propio eco casi inaudible de vuestras propias palabras

- Guardián? - Zybax observa curioso como Habib revuelve la rocas y trozos de hielo sin entender por que lo hace - Y quien podría guardar algo aquí?... no lo creo este es el laberinto y aquí nos dijeron que... como era... ah ya me acuerdo: "Central hasta Dragón / Derecha hasta Escarcha que son peces / Y derecha y más derecha y más derecha hasta salir... Y NO escuchar al Wendigo" - recita su propia versión de las indicaciones que recibieran en la tribu.

- Así que nadie habló de guardianes de hielo... solo debemos seguir por el tunel central hasta el dragón y... eso que vimos antes, no era un dragón? - pregunta dándose cuenta... - o deberemos buscar otro dragón para tomar la derecha? -

El enano menea la cabeza mirando el enorme túnel que es el único camino - De cualquier manera no podemos elegir...solo tenemos un sitio al que ir... por allí - señala antes de emprender la marcha por el mismo, enfundando su hacha y preparando su arco - Solo espero que no haya más "guardianes" de hielo... realmente el frío fue... frío -

 Tras lograr dejar de tocarse el rostro quemado por el frío, Zulf mira como Habib busca sin mucho entusiasmo por la zona y escucha las palabras del resto de los compañeros.

 - Sí, no creo que tengamos la posibilidad de elegir otro camino... de momento no parece que haya otro. A ver como serán esos peces que son escarcha.- El enano habla en voz baja, parece que le incomoda el eco.

 Con un suspiro se acomoda de nuevo el equipo peraparándose para ponerse en marcha de nuevo, abriendo camino.

 - Vamos.

Miró a sus compañeros algo desolado. Realmente no se acordaba ya de las instrucciones. Y eso que se había hecho un mapa en la mano. Debió usar grasa de carne y pintárselo en lugar de seguir el camino con el dedo.

Vaya... ¿nos habían dado tan información cuando nos ordenaron venir? Yo solo recuerdo... no, no recuerdo nada.

Cerró la mochila de nuevo con Plik dentro. Iba a tener que airearlo de tanto en poco a lo largo del trayecto si no quería que el armiño se quedase sin aire. Pero por ahora parece que se está pegando la vida padre.

Empezó a andar con cuidado de no resbalar. Caminar por el hielo era incluso más difícil que caminar sobre la nieve. De todas formas, si había más cosas aquí dentro, tendrían el mismo problema, así que no era una mala noticia.