Partida Rol por web

Estoy congestionado de espanto. Apenas miré sobre el hombro, pero lo que he entrevisto…  Seoane ha actuado no ya como un soldado, sino como un superviviente. Detengo el automóvil a menos de cincuenta metros del estropicio. Sorprendentemente, me he abandonado a la condición flemática de un mayordomo inglés. Encuentro sus implacables propósitos de lo más coherente.

-Está bien –me tiembla el labio superior. –Lo dejaré en marcha.

Me dispongo a descender.

No ves nada que te llame la atención al salir del vehículo. Seoane se lanza contra ti y te placa justo en el momento que se escucha una ráfaga de tiros proveniente de la furgoneta que no te aciertan de milagro.

Seoane cae encima tuya pero ninguno de los dos sufrís daño alguno. En ese momento empieza a disparar contra la furgoneta mientras grita:

- ¡¡¡Soltad las armas o le prendemos fuego!!! 

Acto seguido lanza otra ráfaga de subfusil contra el vehículo. Se escucha un grito de dolor.

- De acuerdo... - dice una voz femenina sin acento extranjero - ...soltaré mi arma...no disparéis...

Dicho esto escucháis el ruido de un arma que cae al suelo.

- Voy salir del vehículo...no disparéis... - os indica

Se escuchan varios golpes y podéis ver desde el suelo como una de las puertas sale volando un par de metros. Un cuerpo se arrastra fuera del vehículo. Se pone de rodillas y levanta las manos. Es una mujer de veintipocos años, pelo largo rizado seguramente de color rojizo aunque con la luz de la luna y de los vehículos no lo podéis ver con claridad.

- Huele a trampa... - suelto tu compañero en voz baja - ...es una trama fijo...

Levanta la cabeza y le grita a la rusa:

- Muy bien Katrina...iré a hablar contigo...si veo algo raro te vacío el cargador encima...

Se gira hacia ti y te pasa una pistola.

- Apunta a la furgoneta... - dice susurrando - ...fijo que hay un agente vivo armado...Katrina no se rinde fácilmente...incluso en inferioridad continúa luchando...en cuanto veas movimiento dispara contra la furgoneta y acaba con ese cabrón...

Se levanta y apunta a Katrina.

- Aléjate un poco más de la furgoneta...y cuidado con donde pones las manos...

Seoane empieza a caminar hacia la rusa apuntándola con el subfusil. Te colocas para ver si logras ver a alguien con esa luz dentro de la furgoneta, los faros de ella se reflejan cerca tuya y eso dificulta que puedas ver algo.

-Me cago en la mar… -maldigo sotto voce.

He asentido y me he levantado con torpeza, sobreponiéndome a un ataque de vértigo, para apuntar a la furgoneta empuñando el arma con las dos manos.
 

Te fijas pero no ves a nadie dentro de la furgoneta...pero un leve movimiento de sombras te hace fijarte en un lateral de ella. Una sombra se arrastra hacia la parte frontal de la furgoneta y parece que va armado. Sus intenciones parecen claras...buscar una mejor posición y disparar contra tu compañero.

Seoane tenía razón...Katrina no se rinde fácilmente si no tiene un plan B.

No me va a temblar el pulso. ¿Ha sido Seoane demasiado drástico? ¿Es posible imaginar que estos que nos seguían no nos hubieran tratado igual, que esto no fuera una guerra encubierta? Estas preguntas son fútiles en la actual situación. Mi amigo está en peligro y he dicho que no me va a temblar el pulso. Apunto con cuidado y abro fuego sobre el bulto traidor, al instante de gritar:

-¡A cubierto, Seoane!
 

Tu disparo no acierta en el bulto pero hace que se tire a un lado para esquivar el disparo. Tu bala impacta en la chapa de la furgoneta produciendo un gran estruendo.

Desde el suelo el enemigo dispara varias veces hacia tu posición pero no logra acertar ninguna vez por suerte para vosotros. Parece estar disparando a ciegas, y no debe conocer tu posición exacta porque no se ha acercado ni siquiera un poco.

Seoane apunta con el arma a la rusa y dispara dos veces contra ella. Ella grita de dolor. El agente ruso se levanta para poder disparar a Seoane y acabar con él, en ese momento su sombra se recorta perfectamente en la noche. Ahora mismo es un blanco perfecto...

La agente rusa cae al suelo entre alaridos tras recibir dos disparos. Por suerte ninguno de ellos es mortal debido al traje de Aramid que lleva puesto. Uno de los mejores inventos soviéticos.

Aún así dos disparos a esa distancia duelen...y mucho. Katrina cae al suelo con dificultades para respirar y queda tendida sin posibilidad de levantarse en un rato largo...

¡Dios mío! ¡Mis escrúpulos a la hora de arrebatarle la vida a un desconocido pueden suponer la muerte de mi amigo! ¡No puedo permitirlo!

Afianzo la muñeca con la zurda y disparo de nuevo contra el pistolero contumaz.
 

-¡Al suelo, Seoane! -grito.

Esta vez tu pulso no te falla, aprietas el gatillo y la bala impacta de lleno en la cabeza en el desconocido agente ruso. Es un disparo limpio...certero...mortal...

Notas que le has arrebatado la vida en ese mismo instante, en ese justo momento que el alma abandona la cáscara mortal para reunirse con el Santo Padre. Puedes...mejor dicho crees ver en los ojos del desconocido la certeza de su muerte medio segundo antes de producirse.

Sueltas el arma y esta cae al suelo. Seoane se acerca al cadáver que aún miras atónito...has quitado una vida por primera vez...Seoane comprueba sus constantes y certifica de algún modo su muerte aunque la masa cerebral que mancha el suelo ya lo indicaba claramente.

Luego se dirige hacia la agente rusa que tose con fuerza y da pequeños gritos de dolor. No está muerta, simplemente herida. Puede que a Seoane le fallara el pulso en ese momento...o simplemente que no pudiera matarla a sangre fría.

- Rafael comprueba que el coche todavía arranca... - te dice mientras ata las piernas de la rusa con su cinturón y usa la brida del subfusil para atarle las manos - ...nos la llevamos, es la llave para poder recuperar a Turner...si es que los cabrones no lo mataron ya...además tengo que tener unas palabras con ella...

Tras atarla la carga a sus hombros. No te dice ni una palabra amable en ese momento, aunque tampoco es que pudiera decirte mucho. Cuando se acerca a ti más te dice:

- Has hecho lo correcto...era él o yo...

Tras esto sienta de manera poco cariñosa a la agente rusa en la parte trasera y se coloca a su lado.

- Debemos darnos prisa...si alguien pasa por esta carretera estaremos en un aprieto...sobre todo si es la guardia civil...

Le he obedecido como haciendo equilibrios en un sueño, en un delirio. El coche ha respondido después de algún carraspeo.

Asiento a todo lo que me dice Seoane en la parte trasera. Siento que lo estoy haciendo de forma mecánica, y me equiparo en mi imaginación a un puñetero muñeco de ventrílocuo. Entonces, me doy cuenta de que aún aprieto el arma en mi mano y me sacude un escalofrío. Arrojo el arma a las profundidades de la guantera, saco medio cuerpo con precipitación y vomito en la carretera. Me ilusiono pensando que las últimas arcadas expulsarán de mi cuerpo el demonio que me ha posesionado y me ha proporcionado la inusual fortuna de volarle los sesos a un tipo.

Me reincorporo al volante, exhibiendo una mueca a causa de la bilis.

-Estoy bien –logro articular, adelantándome.

Meto la primera y acelero. Conduzco como si fuera capaz de dejar atrás ese tramo de memoria.
 

No habláis mucho durante el camino a la casa segura. Seoane vigila a la agente rusa prestándole toda la atención posible. En un momento dado le quita el pelo sobre la cara de una manera amable dirías que cariñosa, parece que tiene sentimientos encontrados con la agente rusa aunque no dudó en disparar contra ella llegado el momento.

Tras cuarenta minutos que se te hacen eternos llegáis a la casa. Las luces están apagadas y no hay nadie en los alrededores según huele Seoane. Aparcas el coche en el garaje y entráis en la casa.

Seoane conecta las alarmas y los automáticos. Comprueba que todas las puertas y ventanas están bien cerradas y lleva al salón convertido en centro de mando (donde está la emisora de radio y algún equipo informático) a Katrina. La deja encima del sofá. La ata fuertemente usando unas esposas de acero reforzado y unas bridas plásticas.

Luego te pide que te sientes y descanses un poco.

Se sienta enfrente tuya y te mira a los ojos:

- ¿Es la primera vez que matas a alguien no? - te pregunta con tranquilidad - ...yo también vomité la primera vez...siempre es duro y nada de lo que te diga te aliviará...lo que has hecho lo has hecho por salvar mi vida y la tuya...es supervivencia pura y dura...

Luego se levanta y apoya su mano en tu hombro para mostrarte su apoyo. Luego va a la cocina mientras dice:

- Te prepararé algo caliente...un cacao o un café...te sentará bien...creo que hay comida enlatada...puede que fabada, lentejas y cosas así...puedo preparar algo si quieres...

-No, nada de comer, gracias –respondo, agradecido de sus atenciones. -Tenemos cosas que hacer. Llamar a Bennet, eso lo primero. Y luego, trabajar en el disco duro. Y transcribir lo del cuaderno de bitácora.

En algún momento, he revertido a mi aspecto humano. Siempre he temido que la transformación en reptil fuese irreversible, y actualmente, llega a aterrarme: el reptil ha sido marcado con la sangre del crimen. ¿Tenía razón mi madre, y es un aspecto demoniaco?

-Haz café mejor, hay que espabilarse –apunto. Me apoyo en el quicio de la cocina, vigilando a la chica, comentando todo lo que se me ocurre mientras espero: -¿No te recordó el modo en que llevaron a Turner al barco uno de esos Descendimientos de la Cruz? Las pinturas. Un Cristo tecnificado. Tenía su belleza.

“Espero que Castor esté bien. ¿Qué… habilidades posee?

“Disculpa, pero no estuve atento: ¿qué te toca exactamente esta chica? ¿No tendría que tratarla un médico de sus heridas?

Seoane se pone a hacer café para aguantar lo que queda de noche.

- Lo que me recordó fue otra cosa... - dice - ...no sé si ha sido muy valiente o muy estúpido...debió haber emprendido la huída o luchar en una zona en la que obtuviera ventaja...a cielo abierto no tenía nada que hacer...pero los mantuvo ocupados y eso permitió que nos coláramos en su buque...aunque ahora él está apresado y nosotros tenemos que sacarlo de allí...

Te contesta a la pregunta sobre Cástor con una enigmática sonrisa.

- Cástor posee una única habilidad especial...una Maldición como él la llama...y esperemos que siga maldito por esta noche...si se recupera de las heridas de hoy aparecerá tarde o temprano. Su equipo quedó allí en el bosque y sabe apañárselas bien...

Luego mira para Katrina y te dice:

- No necesita médico...en unos minutos ya estará recuperada, si le disparara con balas de plata estaría peor pero su mutación no es tan poderosa como la mía. Ella soporta mejor la plata...en teoría posee mi mutación mejorada. - Se acerca a ella y comprueba que está bien atada. - La conozco desde que era un crío...tengo recuerdos de ella cuando estaba en el laboratorio y luego coincidí con ella en un internado canadiense donde Cástor me llevó para que estudiara y mantenerme alejado de esta guerra. Ella también fue enviada aunque por el KGB para que aprendiera idiomas y cultura estadounidense. Se hizo pasar por una estudiante húngara. - sonríe al recordarlo -  Conectamos enseguida...puede que por causa de nuestra mutación y porque yo hablaba ruso...ella sacó demasiada información de mí y yo la verdad casi nada de ella...tras el instituto nos encontramos algunas veces, la última de ellas como amigos en Madrid. Hablamos y me comentó que sabía qué era yo, yo le comenté que sabía que era ella y me preguntó sobre mi pasado. Se lo conté y ella juró matarme sin yo saber por qué... - hace una pausa y prosigue - ...Cástor me contó después que su padre era el científico que llevaba el laboratorio donde me tenían y en un ataque de rabia maté a todo el que encontré por delante. Luego le jodí una operación en la embajada rusa de Lisboa y encima le metí una buena paliza...así que me tiene especialmente ganas.

Silbo, noqueado por la narración, y repongo:

-Esa sí que es la historia de una atracción imposible.  No sé si felicitarte o compadecerte, amigo: eres casi el protagonista de Casablanca. –En cuanto borbotea la cafetera, me apresuro a servirme una taza. Comento con aire embelesado: -¿Te acuerdas de cuando me rescatasteis de los chicos de Antares? Esa tal Alaska, tío… Era guapísima, me impactó. ¿Qué será de ella? Seguro que se acuerda de mi lengua. –Explico con apuro: -Es que mi lengua es prensil. La golpeé, para escapar. No me quise referir a que hiciéramos ninguna cochinada. Es muy tarde. Pongámonos manos a la obra, ¿de acuerdo?

Así, envarado, me preparo para extraer la mayor información útil de los documentos substraídos.

- Alaska...la conozco...y sí es muy guapa además de ser una de las agentes mejor entrenadas de IDESS. Hace un par de años congeló a uno de nuestros infiltrados en la embajada española...creo que tengo por aquí su dossier. Si quieres te lo dejo leer para que la vayas conociendo...y así te vas preparando por si la vuelves a ver.

Os sentáis en la mesa y empezáis a leer lo que habéis sacado del barco. Seoane intenta conectar el disco duro a uno de los ordenadores pero comprueba que está frito del todo.

- Joder...el puto impulso electromagnético lo ha dejado frito...Turner se cargó toda la información sin darse cuenta...mierda...aquí fijo que teníamos mucha información útil... - se lamente Seoane - ...¿ves algo en la libreta?