Partida Rol por web

El viaje del Uthero

El alba de una nueva era (Escena Final)

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15/03/2017, 19:23
Director

La primera víctima cayó bajo la daga de Valença. Era un soldado que patrullaba por uno de los pasillos principales, y que un segundo antes del ataque percibió el hedor que él desprendía. Demasiado tarde... Casi acto seguido, otro soldado que se iba a cruzar con el primero en el hall de entrada fue apuñalado y arrastrado hacia una habitación.

Ahora convenía ser rápidos. Dan surgió del pasillo para atacar a un guardia al que imposible sorprender, excepto con una carrera, descargando dos tajos con su espada. El primero le abrió la garganta, haciéndole perder pie. El segundo terminó de decapitarle.

Ahora todo dependía de la rapidez y la precisión. Connor y Ben debían obrar el milagro de matar rápidamente a los cuatro guardias de la planta de arriba sin que dieran la alarma. Solo entonces podrían entrar en el sancta sanctorum del mago amarillo...

- Tiradas (6)
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15/03/2017, 19:37
Ben Lucking

Salió al rellano, cubriendo la sección derecha de la balconada de la planta superior, Connor se encargaría de la izquierda. Dos presiones de gatillo, dos vitores para dos cabezas diferentes. El asunto pintaba difícil, y más teniendo el cuenta la tendencia del arma para desviar los disparos a partir del primero.

La suerte quiso que su primera víctima muriera casi al instante debido a que uno de los proyectiles le entró por el ojo hasta el cráneo. El otro tuvo más suerte, al agachar la cabeza instintivamente, y la flecha atravesó su quijada con una segunda detenida por el casco. Estaba malherido, de hecho mucho, pero no muerto. ¿Daría la alarma?

- Tiradas (6)
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15/03/2017, 19:45
Helyx Longstrider

Sonrió. Parecían dos chicas que salían de fiesta y la noche terminaba muy mal. Pero no se iban a quedar de brazos cruzados ni nada semejante.

Usar el corazón para aquel propósito era muy sencillo. Bastaba con desear algo con mucha vehemencia y se hacía realidad. En su caso, deseó que los guardias a su paso fueran ciegos y sordos. No solo pasaban delante de ellos, si que Helyx usaba su espada curva para rajarles la garganta. Morían en el sitio, sangrando profusamente. A los que no llegaba con la espada, les tiraba una certera flecha, apuntada con paciencia o a bocajarro.

De ese modo se abrieron paso por el palacio, matando a todos los guardias. Si el mago no se daba cuenta, estaría sentenciado.

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16/03/2017, 00:39
Connor

Connor vio cómo las acciones sucedían con una coordinación impresionante. El cuerpo a cuerpo había salido perfectamente, ahora les tocaba a los que tenían el problema dos objetivos al mismo tiempo. Dejó que Ben saliera primero, como durante el día habían practicado, e hincara la rodilla en tierra, que le daría más estabilidad y no obstaculizaría el disparo del ponienti.

Tensó el arco y apenas dejando un leve segundo la vista sobre el objetivo, soltó la primer flecha, que antes de impactar ya su mano había tomado otra. Mientras la primer flecha entraba por un ojo, la segunda flecha ya estaba en camino hacia la otra víctima, cuya flecha entró por la boca abierta llegando al cerebro cuando vio a su compañero caer inerte.

Ya había tomado la otra flecha para rematar al tercero...

- Tiradas (4)

Notas de juego

Si pudiera hacer tres acciones me los cargaba a los tres... :(

Disparo 1 (con un dado de Drama): 8 - 4 + 21 = 25
Daño 1 (tiro sin los dados por superar la dificultad porque no la sé): 45 (-1 dado a la armadura)

Disparo 2 (con un dado de Drama): 8 - 4 + 30 = 34
Daño 2 (tiro sin los dados por superar la dificultad porque no la sé): 52 (-1 dado a la armadura)

Puntos de Drama: 8/10

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18/03/2017, 20:50
Helyx Longstrider

Connor se esforzó, matando a los otros dos guardias. Pero el tercero, que estaba herido, podía dar la alarma. Abrió la boca, pero no emitió ningún sonido, pues a través de ella una flecha voló y se alojó en cráneo, matándolo en el acto. La mestiza sostenía el arco, y detrás de ella venía Liv, con el corazón de Hyrkoon en su caja. Se habían abierto paso sin saltar la alarma. De hecho, habían matado a todos los guardias con los que se habían topado.

El mago amarillo estaba solo y era vulnerable. No hablaron, por que debían ser sigilosos, pero si compartieron una mirada. Una mirada que quería decir "no os íbamos a perder la fiesta". Ahora había que subir arriba, llegar hasta sus habitaciones y matarle, a poder ser, mientras dormía. Su guardia personal la formaban dos hombres alados que vigilaban, uno en la puerta y otro dentro de su habitación. Estaban armados hasta los dientes, y se veían en todo momento el uno al otro. Uno estaba en el pasillo, y otro en la balconada. Si querían matarles a ambos al mismo tiempo, habría que dar un rodeo bastante peligroso por la azotea del palacio.

Helyx miró a Ben. Sabía que ellos dos eran los únicos capaces de acometer aquella proeza. Sin embargo, quizá era más prudente que fuera ella sola...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tirada de Sigilo para acercarse al guardia del pasillo: 20+
Tirada de Acrobacias para subir por tejado sin caerse: 22+
Tirada de Sigilo para recorrer el tejado sin levantar sospechas: 25+

Una vez superadas éstas tiradas, podéis tirar el primer ataque (solo el primero) sin que el enemigo tenga ningún bono a defensa (éxito automático).

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19/03/2017, 23:59
Valença

Una flecha voló y mató al guardia malherido en la boca. El espadachín se volvió para ver al misterioso arquero. Valença se alegró al ver allí a Helyx y la sacerdotisa, más no dijo nada. Simplemente sonrió.

Avanzaron hasta llegar a las mismísmas puertas del jodido brujo amarillo. Con el corazón podía ser un juego de niños pasar sin ser vistos,pero algo le decía que un uso del corazón allí sería como lanzarle un cacho de carne a un lobo hambriento.

El danzarín del agua señaló el cabrón alado de la balconada y se dispuso a dar el rodeo para cazarlo después de descolgarse de la azotea. Atravesar todo el tejado en silencio para matarlo no iba a ser tarea fácil. No dejaban de ser dos arqueros expertos, pero aquellos cabrones eran muy duros. Necesitaban al bueno de Valença para ablandarlos un poquito.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No sé si lo he entendido mal, pero en cualquier caso no sigo tirando. No llego a 20 en la primera tirada. No sé si Helyx iba a ir por el tejado, Connor iba a disparar al del pasillo, pero es igual. El espadachín patoso (que creía que iba a sacar la tirada a 25 va y falla la chusca de 20) Me ahorro el gasto que tenía pensado para las otras dos tiradas siguientes... :-D

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21/03/2017, 18:51
Liv

Liv miró a los hombres, evidentemente les había sido más sencillo llegar a allí que a ellos. Pero aún no estaba todo dicho, había dos hombres de los que se tenían que deshacer. Pensó en que podía desear que aquellos hombres fueran ciegos a ellos pero también pensó que lo mejor era esperar a que estuvieran dentro por si se terciaba algo en lo que no habían pensado. Lo cierto era que estaba ansiosa porque todo terminara de una vez pero no quería que esa ansiedad le jugara en contra por lo cual estaba ensimismada tratando de tranquilizar esa vorágine de sensaciones que tenía.

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22/03/2017, 21:15
Connor

Connor no pudo ocultar su sorpresa al ver caer al otro guardia con la flecha en la boca. Parecía que una magia inexplicable había duplicado el efecto de su segunda flecha, pero no era así. Helyx y Liv estaba con ellos ahora. Lo primero que sintió fue enojo, no sólo por desobedecer una parte del plan que podía ser extremadamente importante, sino también por el peligro al que se estaba sometiendo Liv. Pero no dijo nada, sólo esbozó una leve sonrisa hacia la sacerdotisa. Sentía alivio también de tenerla con ellos ahora.

Con señas le indicó a Ben que intentara tomar una posición desde donde dispararle al que estaba dentro, mientras que él se ocuparía del de la balconada. A Helyx le dijo que siguiera a Ben para que pudieran abatirlos a ambos al mismo tiempo.

Intentó acercarse todo lo posible para poder disparar con tranquilidad. Si pudiese tener un ángulo de tiro para ambos, sería muy bueno, y lo buscaba con la mirada mientras que tensaba el arco apuntando al guardia alado que debía liquidar sin que diera la señal de alarma. Apuntaría al cuello, ya que sería el lugar más vulnerable de estos soldados alados y con armaduras.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Yo tampoco entendí del todo jeje ¿Los arqueros (y ballestero) podemos atacar desde donde estamos? Lanzo una tirada de Sigilo (en realidad de esconderse y moverse sigilosamente) por las dudas y dejo una tirada de ataque.

Esconderse: 8 + 2 + 20 = 30 (¡Escalera servida! XD)

Moverse sigilosamente: 8 + 2 + 12 = 20

Daño 1 (supongo que es directo, pero sino, tirá por mí el ataque) (+1 Dado de Drama): 48 (-1 dado a la armadura)

 

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26/03/2017, 17:48
Ben Lucking

Parecía que Valença iba a dar al traste con el sigilo. La madera crujió bajo sus pies y el guardia giró la cabeza. Afortunadamente, Connor y Ben ya estaban en posición para atravesarle a base de flechas, que a pesar de su gruesa armadura penetraron por doquier, matándole en el acto.

- Tiradas (4)
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26/03/2017, 17:56
Helyx Longstrider

Tenía que ser rápida. Corrió por el tejado como un gato, ágil, casi sin pisar el suelo, liviana como una pluma. Disparó a bocajarro y desde arriba al segundo guardia, cuando éste veía a su compañero morir al otro lado de la habitación. Las segunda flecha ya le había matado, cuando la tercera entró por una rendija del casco y le destruyó el cerebro.

No cayó, si no que se quedó de rodillas, apoyado en el pasamanos del balcón, mirando al cielo con la flecha incrustada en el ojo, muerto. Ella se descolgó del techo, preparada para enfrentarse al mago...

- Tiradas (9)

Notas de juego

Arco 1: 18
Arco 2: 21
Arco 3: 31

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26/03/2017, 18:06
Katsumi Wôn "La Mantícora"

La Mantícora evitó males mayores, se acercó con rapidez y sigilo al asaeteado al final del pasillo, evitando que cayera al suelo con estrépito. Ben se deslizó justo por detrás de ella, entrando en la habitación. Habían hablado de "el cetro", que era el equivalente al corazón de Hyrkoon para aquel malnacido. Sin él, no sería más que un mago con sus poderes "habituales".

El muchacho se acercó al lado de la cama, tomando la vara para lanzarla lejos, más allá del balcón. Cayó al agua, frente al embarcadero. Inmediatamente, el mago se despertó.

- Tiradas (1)
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26/03/2017, 18:10
Lu Wu Wei

El mago notó la perturbación. Abrió los ojos, todavía amodorrado por el sueño. Vió figuras extrañas en la habitación, armadas, y la silueta caída de uno de los guardias. Intentó lanzar un hechizo contra el más cercano, pero Liv le detuvo. Le dejó "clavado" en la cama, por así decirlo, sin poder moverse. Él abrió los ojos, asustado. Un hombre tan poderoso, ahora estaba contra las cuerdas, indefenso. Hasta los magos más poderosos pueden mearse encima de puro terror.

Eran los extranjeros, y habían venido a matarle. La sacerdotisa tenía el corazón en las manos, palpitando. Intentó gritar, y entonces las espadas de Valença, Dan y Connor cayeron sobre su pecho, apuñalándole salvajemente. Siguieron un rato, asegurándose de que estaba bien muerto. El espíritu maligno que habitaba en su cuerpo le consumió en un espectáculo de fuego. La cama comenzó a arder violentamente, y ellos tuvieron que apartarse. El fuego se propagaba con rapidez, y no había magia capaz de detenerlo. Liv sintió la urgencia, frente a la atmósfera pesada que se había creado. El corazón quería librar su última batalla...

Tiró el órgano al centro del fuego, y los héroes retrocedieron. Una ola de magia creó un vórtice que lo succionaba todo a su alrededor, pero que apenas duró cinco o seis segundos. Tras aquello, la magia blanca contuvo a la negra con una explosión final, similar a la que producía un barril de pólvora. Helyx salió por los aires, al estar cerca de la explosión, y Dan resultó herido a causa de las astillas en un brazo.

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26/03/2017, 18:19
Director

En otro lugar del mundo, en ese mismo momento, Jon Nieve combatía con el rey de la noche en la batalla final. Los soldados, que no podían contener a las masas de no-muertos, se quedaron impresionados al ver como éstos, de repente, caían al suelo sin vida. Los caminantes blancos, que formaban una pequeña porción del ejército enemigo, sufrieron entonces la ira de los humanos, que concentraron en ellos sus ataques. Perecieron, finalmente, bajo las puntas de vidriagón de las flechas y el fuego de los dragones.

En Jinqui, los ejércitos del rey amarillo sintieron el terror. Una oleada de inexplicable terror. Los hombres alados murieron entre terribles estertores, y los humanos que luchaban por el rey de Carcosa comprendieron que algo estaba pasando. Acosados por el fuego de los cañones, sin líderes que les mandaran, se dispersaron en partidas, mataron a los oficiales que les instaban a seguir luchando y huyeron, a pie o a caballo, lejos del lugar. Quemaron algunos de los barcos, ya que no tenían suficientes tripulantes para manejarlos.

La reina Zis caminaba hacia el pozo de las sombras de Stygai, desnuda y sola. Se lanzó a él con lágrimas en los ojos, sacrificándose por el futuro de aquel mundo. La ciudad se derrumbó, y la entrada quedó sellada para siempre. Los habitantes de Asshai, y entre ellos Talila Genvaris, vieron por primera vez una puesta de sol. La ciudad ya no estaba en la sombra. La maldición se había roto, y la magia había abandonado el mundo, al no ser necesaria. Había terminado la canción del Hielo y el Fuego. Comenzaba la canción de la tecnología. La edad de los hombres mortales y su tecnología. El futuro.

Liv sintió que sus poderes la abandonaban. La conexión con el dios de la luz se había apagado, simplemente. Y con ella, sus votos y compromisos. Ahora, simplemente, era una mujer mortal y normal. De repente, pudieron ver como su rostro había cambiado. No era una joven, si no una mujer madura, de unos cuarenta, casi cincuenta años. Su expresión era triste, abatida. ¿Que hombre iba a amarla ahora? Connor la miró, y ella apartó la mirada. Sin embargo, él acarició su rostro con una mano, y a pesar de su llanto, la besó.

El castillo ardía detrás de ellos, mientras el Uthero disparaba sobre los pocos soldados que habían huido o depuesto las armas. Valença atendió a Helyx, que estaba conmocionada, pero sana, mientras la Mantícora ayudaba a Dan. Parecía que todo había terminado, pero faltaba un capítulo más en aquella historia. Un último asunto que arreglar antes de que cada cual partiera con destino a su nueva vida. Una nueva e incierta vida...

Amanecía en la isla de la Mantícora, cuando los últimos soldados del rey de Carcosa abandonaron el lugar montados en sus barcos. Tenían razones para ello. Una gran armada de Braavos despuntaba en el horizonte, dispuesta a reclamar sus derechos sobre aquellas tierras. Se habían dado prisa, o es que el maestre les había mentido sobre la fecha en la que habían zarpado. Conociéndole, era más que posible que aquello fuera la respuesta correcta.

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26/03/2017, 18:39
Ben Lucking

Valença sintió unos pasos por detrás de él. Helyx todavía estaba conmocionada, y apenas podía moverse o articular palabra. La ballesta de Ben estaba cargada y le apuntaba. El aire arrastraba humo del palacio en llamas y el olor de la carne quemada. El viento ululaba, silencioso, revolviendo sus cabellos ensortijados.

-El capitán era la única persona que jamás confió en mí -dijo el joven- Que creyó que podía ser algo más que un delincuente, que un asesino.

Parpadeó. Valença creía que le iban a matar, y que su viaje terminaba allí.

-Le matásteis por la espalda. Y eso jamás lo podré olvidar...

Suspiró, despacio. El braavosi se giró, para mirar a la cara a la muerte.

-Tampoco podré olvidar lo que habéis hecho aquí. Lo que hemos hecho juntos...

Señaló al Uthero con el mentón, sin moverse. El joven parecía ahora un adulto, hecho y derecho.

-Tenéis todo el mundo para vosotros. Siempre habrán otras islas donde los piratas puedan instalarse. Siempre habrá más mundo para que podáis esconderos. Al menos... mientras duren vuestras vidas.

Bajó la ballesta, finalmente.

-Yo escojo quedarme aquí, con los míos. Aunque puedan colgarme por traidor. Bien estará. Vosotros tenéis el Uthero. Cogedlo, escapad con rapidez.

Echó a andar en dirección a la costa, girándose a modo de despedida, con una breve sonrisa.

-Adios, amigos...

Había que escoger. Permanecer, y afrontar las consecuencias de sus actos, o poner proa a la aventura y la incertidumbre. Vivir un día más, pero hacerlo en libertad. La muerte y los peligros acecharían en cada esquina.

Notas de juego

Éste será vuestro último post

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26/03/2017, 18:48
Dan Rogare

Dan respiró hondo. Las antiguas aspiraciones de su familia terminaban allí. Jamás recuperaría la ciudad de sus ancestros. ¿O quizá si? El futuro era incierto, pero al lado de una pirata, podría dar un giro inesperado. Él no debía lealtad a Braavos, no más que el dinero que le habían pagado. Ahora comenzaba su propia historia.

Se tocó el vendaje, todavía ensangrentado. Esperaba no perder el brazo, por que iba a necesitarlo en un futuro muy cercano. Vió como el muchacho había hecho su elección y se marchaba. Nadie podía culparle.

-Valença. Cojamos el barco y busquemos un buen lugar donde empezar de nuevo. Hay dos continentes sin explorar... y tenemos todo lo que necesitamos.

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27/03/2017, 13:43
Valença

El espadachín estaba muy confuso. Se ecnontraba agachado junto a Helyx. Una vez más, aquella extraña mujer le había salvado la vida. bueno, ella y el resto. Las flechas de sus compañeros habían acabado con aquellos engendros voladores. Y después de eso acabar con el mago fue pan comido.

La combustión del brujo era la quema del mundo anterior. De su mundo. Se había ido a tomar por culo junto al Corazón. Ya no había lugar para cosas maravillosas. Lo que les habría otorgado el Corazón tocaba conseguirlo con su sustituto moderno. Cañones y plomo. Un cambio a peor, al menos en opinión de Valença.

Nota más que ve a Ben a sus espaladas, se medio vuelve y escucha lo que dice, esperando la muerte.

No puede hacer nada para evitar su virote. Y entiende lo que dice. A él tampoco le gustó matar al capitán, y menos de aquella manera, pero no fue algo que eligiera Valença. El propio capitán eligió su forma de morir. O así lo quería creer el espadachín.

Respira aliviado cuando al final le pesan más los momentos vividos juntos que sus malas acciones. Decide quedarse allí. No cree que sea una buena idea. Cuando lo pillen los secuaces del maestre Dox no le servirá de nada lo que le diga a ese cabrón desalmado. Pero es su elección. Por eso justamente han hecho lo que han hecho.

Dan propone ir a explorar nuevos lugares. Nuevos continentes donde asentarse. Ya no se trata de una misión como agentes del Banco de Hierro. Se trata de una colonización. De buscar un mundo nuevo. Tienen un barco que vale mucho, con sus bodegas cargadas de bienes valiosos. No tienen capitán. No tienen piloto. Sólo pueden contar con la experiencia náutica de un puñado de marineros desconfiados y una capitana pirata más escurrididiza que una anguila.

Observa a la sacerdotisa, ahora una mujer con las arrugas de la experiencia que le corresponde. Una mujer vivida. Mira como Connor, duro como un pedernal, la acaricia con dulzura. Posa su vista en Helyx. Está bien. Por un momento había temido que hubiera muerto... Pero gracias a todos los dioses no es así. Está viva. Le sonrie con ternura.

Es el momento de hacer algo con nuestras vidas.

Lo que ha dicho Dan ha calado hondo en su pecho. Es una locura, pero Valença ya hace tiempo que ha renunciado a su cordura.

O nos dedicamos a vender lo que tenemos como usureros y vivimos como ratas, o podemos mirar de hacer algo con lo que la Providencia nos ha dado. No os voy a engañar. La opción de repartir el botín de ese barco nos puede hacer ricos a todos, pero quizás... Quizás hemos de aprovechar esto que tenemos para ir a donde nadie ha llegado y hacer algo mejor que lo que harían los secuaces del Banco de Hierro. Vivir una vida de verdad. Una de libertad. En un sitio donde nadie nos diga qué podemos y qué no podemos hacer. Un lugar donde ser felices. Y que les jodan a todos esos cabrones. Que se meta Dox sus cañones por el culo y que con pan se lo coma.

No tenemos capitán, ni piloto, ni casi perro que nos ladre, pero qué coño. Con cosas así se forjan las leyendas, joder. ¿Qué decís, perros?

 

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27/03/2017, 18:04
Liv

Nada había pasado tan rápido como la mente de la sacerdotisa lo había vivido y tampoco había entendido muy bien por qué había lanzado el corazón pero dentro de ella sabía que el propio corazón la había llevado a ello y no fue poca cosa, cuando todo su mundo cambió. Cuando todo dejó de existir tal y como lo conocía y su juventud pasó a ser un recuerdo sin más. Quería sentirse de distinta manera, quería estar feliz por lo que habían conseguido pero luego de tanto tiempo dedicándose a su Dios y a aquel barco, lo que sentía ed un vacío.

A pesar de que prácticamente estaban celebrando, ella no podía y las lágrimas caían copiosamente por su rostro sin que le permitiera ver aquel acercamiento que la sorprendió sobre manera. La realidad era que nunca se imaginó que Connor se sintiera atraído hacia ella, al menos como mujer y menos ahora que era vieja y tenía arrugas. Sin embargo la sensación fue de paz, ya no se debía a nadie, excepto a lo que ellos quisieran hacer pero eso lo tendrían que decidir juntos. Entonces se dio tiempo de tranquilizarse y mirar a a compañeros de desastres, parecían tener un plan, algo era algo. Ella quería tranquilidad y que se olvidaran de quienes eran ellos.

-Nos merecemos algo de paz, decidamos lo que decidamos.

Hizo una reverencia con la cabeza a Helyx, aunque seguía ligeramente molesta con Valenca pero ya no lo odiaba.

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28/03/2017, 04:25
Connor

Cuando vio que las flechas habían sido suficientes como para terminar con el guardia, lamentó ver que el otro no caería. Pero la sombra que pasó junto a ellos, corriendo como un ciervo y con la agilidad de un gato sombra, lanzó flechas a una velocidad increíble, terminando el trabajo que se había empezado.

Lo habían logrado. ¿Podrían con el mago? Connor no lo sabía, y temía que a pesar de que el plan había salido a pedir de boca, el mago los estuviera esperando con una trampa mortal. Temía por Liv, que fuera objeto de su furia.

Avanzaron en silencio, como sombras sedientas de sangre. Pero no cualquier sangre. Sólo la sangre de un mago, la sangre de un destructor, la sangre de un asesino.

Las hojas negras como la noche que salieron de sus vainas, acercándose al hombre que yacía dormido, hicieron que el alivio tomara forma dentro del mercenario. Ya estaba todo hecho, no podría hacer nada contra ellos estando dormido.

El mago se levantó de pronto, pero en su mirada se notaba que Liv había logrado detenerlo. Hubo un breve momento en el cual las miradas de los espadachines se cruzaron, pero fue fugaz, como la vida del mago pasando frente a sus ojos. Se dejó llevar. Clavó, y clavó, sacando todas las penurias que habían tenido que vivir, el escapar del Muro, el luchar contra los piratas y contra sus hombres, la traición a Braavos, y el final de todo aquello. Clavó y clavó.

El fuego ascendió y el corazón ardió. Era el final de todo aquello que no podía explicar su mente limitada. Se estaba acabando frente a ellos, con la misma furia que los barcos yitianos habían ardido tiempo atrás.

La explosión hizo que como un acto reflejo se lanzara sobre Liv cubriéndola con su cuerpo. Para él, ella lo era todo. Su guía, su sabiduría, su amor.

Cuando todo pasó, algo había cambiado. Se podía sentir, aún sin ver cómo los años parecían hacerse carne en la piel otrora tersa de la sacerdotisa. Y fue un impulso. No sólo por verla solitaria, abandonada por aquel Dios que parecía que no tenía nada que hacer ya en ese mundo, sino también por verla verdadera, era ella ante sus ojos, no una máscara de seguridad y hasta arrogancia. Era ella y nada más.

Las palabras de Ben lo sacaron de su idilio. Eran crudas, llenas de enojo, pero también de algo más que no podía reconocer. Casi interviene, pero parecía que el muchacho ya tenía una idea y no era la de matar al braavosi. Y Dan aprovechó a decir su parecer.

El ponienti, a pesar de ser coetáneos, era un sureño, y uno al que no le caía bien. Pero lo que había dicho había encendido una llama que había sido la que había guiado sus pasos a Braavos: conocer mundo, satisfacer su curiosidad. Y Valença, a pesar de lo vivido, era de fiar si uno se ganaba su confianza. Y Connor creía haberlo hecho.

-Creo que vas a necesitar alguien que sepa tratar con los marineros- dijo sarcásticamente, casi por primera vez en todo el tiempo vivido juntos. Una sonrisa hacía ver que la adrenalina había dejado paso a sensaciones más placenteras.

Acercó a Liv, y le susurró al oído.

-Ahora sí te veo...- y le dio un beso suave en la mejilla.

-¿Ahora a dónde vamos?-

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28/03/2017, 15:09
Director

¿Hacia donde zarpar?

La aventura llamaba, y los hombres y mujeres de aquella expedición, liberados ahora del yugo de las órdenes, podían poner proa a donde desearan. Soltaron las amarras, desplegaron las velas y, con un viento favorable, se internaron en un espeso banco de niebla. La flota braavosi les perdió la pista durante muchos meses.

Durante décadas, la gente escuchó historias sobre el Uthero y sus tripulantes. Sobre la nueva guarida de los piratas en las ignotas islas de más allá del Estrecho del Azafrán. De las aventuras de aquellos marinos en Ulthos y Sothoryos, y que fueron avistados en Pyke tras muchos años de navegación, dando la vuelta al globo. Por entonces, no todos sus tripulantes estaban embarcados. Connor y Liv encontraron un buen lugar donde vivir en un sitio alejado de todo y de todos, mientras que Dan permaneció junto a la Mantícora y sus piratas en su nueva base de operaciones. Murieron jóvenes, pero tras llevar una vida plena y disfrutar de cada momento.

El famoso capitán Valença aún luchó como mercenario en las guerras entre reyes y naciones, acompañado por la no menos famosa Helyx, "la última arquera". Sus hijos fueron también famosos corsarios y piratas.

Toda historia llega a su fin, y la historia de Valença lo hizo cuando se topó, veinte años más tarde, con el capitán Lucking, de la flota braavosi, durante un épico combate naval. A pesar de que todo lo que un pirata podía obtener como sepultura era una roca a sus pies y el mar como sarcófago, el capitán le reconoció, y le rindieron honores.

Pero eso es otra historia. Una historia de banderas, reyes y cañones. Para mucha gente, para muchos marinos y cuentacuentos, la hazaña del viaje del Uthero se contaría durante generaciones, deformándose fruto de la leyenda. Sus descendientes, sin embargo, supieron muy bien que ellos habían ayudado a construir aquel nuevo mundo. Casi contra su voluntad, arrastrados por la fuerza de la pasión, la convicción y el corazón.

Sentaos, queridos amigos, pues vamos a contar, una vez más, el viaje del Uthero.

Notas de juego

FIN