- Mike, estamos ya preparados para salir. No debemos demorarnos mucho mas tiempo o será mas complicado dar caza a esos malnacidos. Supongo que Nadaiba ya se habrá reunido con vosotros, volved lo antes posible.
Corta la comunicacion con Mike y la abre con Wyatt.
- Wyatt, me copias? Donde te encuentras?
Arhyssa observó cómo Wyatt se alejó en silencio... Tan sólo el sonido de la puerta al cerrarse fue lo que le devolvió a la realidad...
Giró sobre sí misma y se dirigió hacia donde habían estado antes... Con una sonrisa leve descubrió el vaso, a la par que se sentaba en el sillón... Ya lo recogería luego... Ahora, sin entender muy bien el por qué, tenía ganas de acurrucarse y cerrar los ojos...
Y así lo hizo...
No era que le faltaran cosas que hacer. No era que estuviese aburrida. Simplemente, quizás, no hubiera acabado de pensar del todo... Y ahora tenía más en qué pensar...
"Supongo que ya notaré cuando marchemos... Y ya prepararé los sitios de interés donde haya clientes y... Nada... Es mejor que ahora no haga nada..."
Sin proponérselo casi, la joven mujer de ojos verdosos se quedó una vez más dormida...
Quizás no fuera la mejor forma de escapar... Pero era la más placentera... Sin duda...
Luego nos avisas cuando estemos en marcha ya, master? :3
No te preocupes que cuando la nave despegue lo notareis. Perdona el retraso pero estoy sudando tinta para sincronizar las dos escenas :S
Pese a que ya tenía unos cuantos años, la pequeña Sky Surfer se encontraba en muy buen estado, en gran medida gracias a los constantes cuidados de Wyatt. Ocuparse de ella y mantenerla a punto era una de las pocas cosas que relajaban al viejo soldado, y con el paso del tiempo se había creado un vínculo especial entre ellos. Wyatt trabajaría para Van Ulrich, pero aquella era su nave.
El comunicador de Wyatt crujió de repente, y por él se escuchó la voz de su excéntrico capitán:
- Wyatt, me copias? Donde te encuentras?
Nada, tranquilo ^^
Esperaré pacientemente :P
Wyatt suspira satisfecho mientras se enciende un cigarrillo. -Todo en órden...- Se repite para sí mismo justo cuando suena el intercomunicador.
-Estoy en el hangar con la pequeña...- Responde con su voz rota. -¿Que sucede?- Pregunta con ese tono que solía usar. Dando por hecho de que siempre había algún problema.
La respuesta de Wyatt no tardó en sonar por el comunicador:
- Estoy en el hangar con la pequeña... - Responde con su voz rota. - ¿Que sucede? - Pregunta con ese tono que solía usar. Dando por hecho de que siempre había algún problema.
- Nada grave colega. Solo comentarte que vamos a partir. He avisado a todo el grupo para que venga a la nave. Minek tiene todo preparado ya y no debemos demorarnos mas.
Comenta mientras comienza a preparar un café para calmar un poco los nervios. Seguir a aquella nave no le hacia ninguna gracia. Todos creian firmemente que no eran Reavers, pero... ¿Y si se equivocan todos y no son simples hombres?... Será nuestro fin.
Termina de preparar el café y se sienta junto a la mesa de la sala comun a esperar a sus compañeros absorto en sus pensamientos.
- Nada grave colega - contestó Van Ulrich - Solo comentarte que vamos a partir. He avisado a todo el grupo para que venga a la nave. Minek tiene todo preparado ya y no debemos demorarnos mas.
Y dicho esto el capitán cerró la comunicación.
Nadaiba, Hoban y Mike entraron en el Cuervo por la compuerta de la bodega y se encaminaron a la sala común. Por el camino oyeron a Wyatt trabajando en el mantenimiento de su querida Sky Surfer y al llegar a la sala, encontraron al capitán Van Ulrich sentado en una silla, con la mirada perdida y absorto en sus pensamientos.
Hace un gesto con la cabeza al entrar, mas al reconocer esa mirada perdida decide seguir guardando silencio...
Se reclina contra la pared, cuidando de no tocar nada, esperando que el capitan salga de su mundo de nubes y les diga algo...
Un tenso minuto pasa desde la entrada del resto de la tripulacion en la sala hasta que Dirk se da cuenta que tiene varias miradas clavadas en él. Quita los pies de la mesa, y se levanta rapidamente.
- Umm, hola chicos, que tal han ido las averiguaciones con el sheriff?? Espero que bien - contesta sin dejar hablar a Mickey - Bueno, ha llegado el momento de partir. Todos a vuestros puestos... - Realmente tenemos puestos fijos... Bueno yo si, pero el resto, ummm Wyatt tambien... estooo, bueno, da igual. - Haced lo de siempre.
- Wyatt, avisas a Minek? Voy a necesitar vuestra ayda para seguir el rastro de esa nave. Mientras yo voy arrancando motores.
Se dirige hacia la cabina de mandos.
Hoban escucha atento las palabras del capitán. Después como hombre multiusos que es, se acerca a Wyatt y le ofrece su ayuda:
- Estoo,... Wyatt,... siento lo de antes. ¿Puedo ayudarte en algo? - dice Hoban mientras ve como el hombre retoca su nave.
Micky sacude la cabeza....lo que halla que decir, sera mejor despues.
-Voy a comprobar como andamos de medicinas....necesito una para la cabeza ya....jaja.
Sale de la cabina y va a buscar un poco de alcohol, le vendra bien.
Wyatt avanza por el pasillo central hasta la puerta de la cabina de Minek y la golpea varias veces con el puño cerrado.
- ¡Arriba pequeña! - exclamó - Vamos a despegar y Ulrich necesita que le echemos una mano rastreando esa nave...
- Y en cuanto a ti, chaval - dice con una mueca señalando a Hoban - Ve hasta la sala de máquinas y comprueba que todo está en orden ¡pero no toques nada!
Y sin esperar a Minek se encamina de nuevo hacia el control de sensores.
Minek se levantó con un enérgico salto de su camastro, en el cual ya emepzaba a quedarse medio dormida después de toda la acción matutina.
Salió como una exhalación de la habitación, subiendo por las escaleras verticales sin molestarse en cerrar la compuerta.
-Si ves algún componente o cable extraño no te asustes, he mejorado la inyección para los propulsores, nos dará mayor velocidad durante unos minutos... luego habrá que volver a ponerlo todo en su sitio para no caernos en pedazos- sonrió al joven Qing como si nada y aceleró el paso hasta alcanzar al gruñón de Wyatt.
-Así que han vuelto todos, ya era hora... ¿cuanto ha pasado?- se miró el reloj que decoraba su muñeca extrañada de que todavía funcionara y se aseguró de que su comunicador estuviera encendido por si le surgían dudas o problemas a Hoban en su estimada sala de máquinas.
Hoban se colocó firme de una manera un tanto irónica. Depués salió corriendo hacia la sala de máquinas para ver si todo funcionaba bien.
Noto algo raro?
Uh... Esos dos mensajes eran para todos?
Lo digo porque creo que me he perdido algo.. u_u
A medida que el reactor principal se activaba, una leve vibración, acompañada por un zumbido mecánico se extendió por la nave. Al alcanzar su máxima potencia el ruido era claramente perceptible en toda la embarcación, indicando claramente que se disponía a despegar.
En el puente, Van Ulrich sujetaba los mandos de vuelo con la mano izquierda, al tiempo que iba activando las diferentes fases de la secuencia con la otra. Con un suave chasquido giró el mando de control de los propulsores a reacción, para situarlos en posición de ascenso. Las enormes turbinas de las alas empezaron a girar entonces, hasta ponerse en posición vertical.
El capitán activó entonces los propulsores y el viejo Cuervo se estremeció, al tiempo que empezaba a elevarse. La columna proyectada por las turbinas levantó una enorme polvareda alrededor de la nave, que ascendió en medio de una nube de polvo.
En al sala común Wyatt y Minek se afanaban frente al los terminales de sensores, dispuestos a seguir el rastro de los misteriosos atacantes. Aryssa seguía en su lanzadera, pero sin duda había notado el despegue. Desde la enfermería Mike lo notó y también Nadaiba, que había vuelto a su cabina.
El Cuervo tomó altitud rápidamente. En cuestión de segundos adquirió el ángulo de ascenso adecuado y se dirigió a las capas altas de la atmósfera de aquella pequeña luna.
A lo lejos un grupo de vecinos de Warlock contemplaban el despegue. Entre ellos se encontraba Michael O-Malley, el marido de Sally, que observaba la nave elevarse con gesto esperanzado.
- Aguanta, Sally - pensó - ya van a rescatarte...
Luego agachó la cabeza y se alejó, preguntándose si alguna vez volvería a ver a su esposa.