Partida Rol por web

Wyatt y Hoban se lanzaron pasillo abajo, haciendo resonar al cubierta del Cuervo con sus pasos apresurados. Cruzaron rápidamente la sala común y descendieron hasta la pasarela que comunicaban con las lanzaderas de la nave. Cruzaron la escotilla de la pequeña nave de Wyatt y en menos de un minuto estaban en posición (Wyatt a los mandos y Hoban en el puesto de artillero) y listos para despegar.

El viejo soldado presurizó la cabina, inició los sistema, conectó la radio y, con un rápido gesto, conmutó en selector que gobernaba los sistemas de anclaje de la Sky Surfer. Se escuchó un leve chasquido seguido de un crujido que resonó en toda la estructura metálica del Cuervo, y la pequeña nave de combate empezó a flotar, separándose suavemente de su escotilla. Usando los propulsores a mínima potencia, Wyatt comenzó a separar a su querida nave unos metros.

Una vez la Sky Surfer estuvo a una distancia prudencial, Wyatt activó las alas, para obtener mayor maniobrabilidad. Los sistemas mecánicos cobraron vida y la pequeña nave desplegó todo su poderío, dejando a la vista su sistemas de armamento, impulso y guiado, que la convertían en una ágil y poderosa arma ofensiva.

En la pantalla de mandos parpadeaba el mensaje "DESPLIEGUE COMPLETADO: TODOS LOS SISTEMAS LISTOS". Ahora tocaba adentrarse entre los asteroides...

Como era habitual, Wyatt mantenía abiertas las comunicaciones con el Cuervo a fín de comunicar al instante y en tiempo rea cualquier novedad. De manera que cualquiera que en la nave tuviese un intercomunicador podría estar enterado de lo que sucedía allí fuera.
Entonces Kinney encendió un cigarrillo tras el característico ruido de un fósforo al encenderse.
-Bien, vamos allá pequeña...- Susurra casi para sí mientras encara la Sky Surfer hacia aquel montón de piedras que se repartían desordenadamente ante sus sensores.
Wyatt hacía que los instrumentos repasaran cada rincón de cada asteroide hasta donde llegasen conforme iban avanzando con precaución. Una precaución necesária a fín de evitar ser descubiertos.
Los ojos del veterano pistolero estaban clavados en los sensores y su expresión era de máxima atención.
El lijero crujir que hacía el cigarrillo al ser consumnido era lo único que rompía aquel silencio de tensa espectación.

Con un par de cortas ráfagas de los propulsores la pequeña Sky Surfer empezó a avanzar lentamente, adentrándose en el campo de asteroides. Desde el Cuervo Van Ulrich y el resto de su tripulación podían seguir su avance, primero a simple vista (a través de las ventanas del puente) y luego ay gracias a los sensores de la nave, que indicaban su posición.

Con las expertas manos de Wyatt a los mandos la nave se desplazaba grácilmente por la nube de rocas, y por momentos transmitía un sensación de elegancia, evitando los peligrosos obstáculos con quirúrgica precisión. En la pantalla el viejo soldado seguía el rastro dejado por la nave de los misteriosos asaltantes, que parecía adentrarse mas y mas en aquel mar muerte y rocas.

Hoban observaba el recorrido de la Sky Surfer desde su posición de artillero. El campo de asteroides parecía inmenso desde la pequeña nave, que pasaba sin inmutarse junto a aquellas inmensas moles de roca. Había que reconocer que el viejo Wyatt era un piloto formidable, o de otro modo hacía rato que se habría estrellado.

El joven miraba extasiado el desolado "paisaje" cuando de pronto un extraño brillo en el rabillo del ojo atrajo su atención. Por un momento le pareció ver una forma regular, probablemente cuadrada y de brillo metálico, en la superficie de un inmenso asteroide que yacía algo menos de un kilómetro frente a ellos. La rotación de la inmensa roca la ocultó inmediatamente, pero el joven estaba seguro de haber visto algo raro.

Wyatt estaba enfrascado (y con razón) en maniobrar la Sky Surfer por en medio de aquel infierno, y no parecía haberse dado cuenta.

Hoban mira atónito como el viejo ex-soldado maniobra la pequeña nave con la destreza propia de los mejores pilotos del espacio. Entonces le parece ver algo.

- Wyatt, allí, a las 11, en aquel gran asteroide,... ¿no es una nave? ¿quizás son los que perseguimos?

Por acto instintivo, Hoban agarra con más fuerza los mandos de las ametralladoras de la SkySurfer.

El súbito tono de alarma que se leía en la voz del chaval, fué suficiente como para que Wyatt apartara la vista de ese monitor destellante. Entonces, y sin mediar palabra, observa atentamente aquel asteroide que le indicaba el joven pistolero.
Kinney moderab la velocidad de la nave a fín de pasar desapercibidos y buscando la cobertura que aquellos asteroides mas grandes proporcionaban ante los sensores que pudieran comprometer su incógnito.
-Parece que hemos establecido contacto visual, Dirk...- Dice através del intercomunicador casi en un susurro a fín de comunicar las nuevas al capitán. -Esos hijos de puta se esconden aqui.-

Minek da un par de instrucciones sencillas más a Arhyssa, pero pronto se queda sin nada más que asignarle a ella ni a sí misma, por lo que ambas deben limitarse a escuchar las escasas transmisiones por el comunicador con impaciencia y cierta impotencia.

-¿Por qué no vas a comprobar los sensores? Así puedes explicarme cómo van las cosas, yo tengo que quedarme aquí por si pasa algo o nos comemos uno de los meteoritos...- desciende su mirada de los altavoces de la sala de máquinas y entocnes carraspea -Pero seguro que eso no sucede, nuestro Capitán es el mejor manejado esta nave en situaciones difíciles- sonríe a su amiga y después es ella la que se acerca al comunciador para que la oigan todos.

-Así que reavers escondiéndose, ¿eh...? ¡HA! Esto confirma que no lo son- corta la comunciaicón y sonríe triunfalmente, como si acabara de ganar una gran competición.

Todo lo que le pide Minek, Arhyssa lo cumple con diligencia, feliz de poder hacer algo...

Mas, pronto se acaban los quehaceres... Y ya parece que la espera será lo último que reste...

Minek le señala entonces que vaya a revisar los sensores...
Arhyssa se siente realmente estúpida...

A veces se pregunta qué demonios hace allí... Su trabajo como acompañante le da privilegio a la nave, claro... Pero... Sólo en contadas ocasiones... La mayor parte del tiempo su función en la nave es totalmente nula, y eso la hace, en muy pocas contadas ocasiones, venirse abajo...

Poco a poco va disminuyendo la velocidad de la nave, hasta quedarse a la misma velocidad que uno de los asteroides grandes, aprovechando su lentitud. Una vez ha conseguido poner la nave en parelelo con el meteorito, comienza a descender sobre él lentamente hasta posar la nave en el mismo.

- Bien hecho muchachos!! - exclama el capitan al oir las nuevas noticias - Han debido percatarse de que los seguimos, por eso se han escondido. No se si esto es bueno o malo. Podeis ver su nave bien?? De que tipo de nave se trata?? Se os ocurre alguna forma de asaltarla sin entrar en combate?. Tened cuidado que no os vean, no nos interesa un enfrentamiento directo con ellos, tienen rehenes.

Segun va hablando, Dirk no se acaba de creer lo que realmente dice. En ningun momento se le habria pasado por la cabeza asaltar la nave, pero cree que es lo que su tripulacion espera de él.

¿qué sé de la nave? ¿Algo me llama la atención?

¿Creo que es malísima idea lo de asaltar la nave, o pienso que es la mejor manera de resolver el conflicto?

Wyatt escanea el sitio donde esta la nave.

Wyatt observó detenidamente la inmensa roca que Hoban le señalaba. Se trataba de un gigantesco asteroide, que permanecía casi inmóvil en medio de aquella mortal nube. Presentaba, eso si, una ligera rotación sobre si mismo y, aunque en su superficie no se apreciaba nada extraño, al viejo soldado le pareció ver un fugaz reflejo metálico en un extremo, justo antes de que el movimiento lo ocultase.

Los sensores de la Sky Surfer y el Cuervo, en cambio, no notaban nada extraño, aunque la enorme concentración de polvo y rocas probablemente limitaba su eficacia. Aryssa, no obstante, puedo ver en su pantalla como el rastro de radicación que venían siguiendo guiaba, sin lugar a dudas, hasta aquella enorme roca. Si estaban ahí, estaban cerca...

Wyatt fuerza la vista al maximo. Sabia que los instrumentos serian inútiles enmedio de tanta roca. De nuevo habría que trabajar a la vieja usanza. En el fondo se vanagloriaba por ello.
-Ahi hay algo chaval... tienes razón.- Dice mientras escudriña con atención aquella piedra.

Hoban entorna los ojos para ver si ve algo mas.