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[ELdG] El Dilema sobre Malocchio Aderre

Día 1 - El Castillo de Loupet

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28/02/2018, 11:02
Alanis Gulbahar

-Más te vale que ni se te ocurra.- Dijo Alanis señalando acusadoramente a Bigotes, cuando escuchó sobre como los animales podrían corromperse, y luego cuando escuchó a Sapo se quedó estupefacta.

-Vaya...pues parece que en verdad le entiendes, y además le agradas a Bigotes, esto si que es una novedad, te la encargo un momento chiquitín, ¿si?.- le dijo a Sapo guiñándole un ojo, (aguantando la risa de pensar que el pobre Bigotes se sentiria indignado primero en ser llamado "Rata" y luego confundido con una chica por Sapo), y procurando no enfocar su mirada a sus ojos saltones, o a su nariz...sin nariz, para que no pensara que lo estaba viendo morbosamente.

Se aproximó a donde Alarico curaba a Genann y también cerca de ellos se encontraba el ancianito Corvino.

-Y que lo diga Maese Corvino, en mi vida habia visto un hombre más tacaño que ese tal mayordomo Rupert- Alanis hizo el movimiento de sentarse, pero viendo que el suelo estaba todo enfangado y sucio, se volvió a poner de pie, lo cual dió la apariencia de que la chica se encontraba haciendo sentadillas, Alanis repitió el movimiento unas tres veces, para disimular el hecho de que se habia querido sentar pero no lo habia realizado.

-Por supuesto que aquí pasa algo extraño, empezando por nuestro variopinto grupo, ese mayordomo ,el domador de perros, y la atmósfera que se cierne sobre este lugar, no dejan de ponerme la carne de gallina, además el señor Coherto ha dicho que las nieblas "transtornan" a los animales, bueno, que tal si no sólo trastornan a los animales, y también a las personas, quizá no trastornarlas pero si enfermarlas, tendría sentido entonces lo que ha dicho Genann sobre el señor Aderre, yo escuché que estaba muerto. Y si Genann, tienes toda la razón, yo misma me di cuenta cuando el cretino ese azusó al perro para atacarte, de buenas a primera, le hubiera reventado un misil mágico entre ceja y ceja al rufián ese, finalmente el pobre animal no tiene la culpa de nada.- Exclamó la chica intentando mantener los estribos, y dedicándole un brillo de despecho con sus ojos como esmeraldas al dichoso domador de animales.

-Señor Alarico, no creo que Genann buscara problemas, y esto lo digo más por mi que por el...pero yo si que soy un imán para atraerlos...por cierto...pensaba mandar a Bigotes a echar una mirada por el lugar, pero prefiero que se quede en compañia de Sapo, a que se meta en algún problema y termine como bocadillo de uno de esos perros, es igual de propenso a meterse en líos como yo.- Luego para que pareciera que estaban cotillando de cosas sin importancia, Alanis dio una risotada alegre y convincente y le dijo a Genann dandole una palmadita en su muslo. -Que suerte que el señor Alarico sea tan presto con sus manos y que la gracia de Bane le sonría!!, ya verás como te repones de esta Genann, una buena noche de descanso, y mañana estarás correteando por el bosque de nuevo, con la gracia y belleza de un ciervo.- "Si es que no nos persigue algún lobo",se habia puesto en cuclillas para hablar con los tres varones del grupo, y luego se enderezó nuevamente, con un sonido que hizo crujir sus rodillas, se puso roja como un tomate y musitó. -Ay estas articulaciones, debe ser el frío...que será de mi cuando tenga 70 años.- caminó alrededor de ellos, como un perro que no logra decidir donde recostarse, y acariciando distraidamente un bonito dije que colgaba de su cuello; un dragón dorado, envolviendo una magnífica flor de lis...el simbolo de su clan...y su secreto.

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28/02/2018, 13:12
Ramond

No os preocupéis por nosotros. Si Invidia no pudiese pagar nuestra soldada a Falkovnia, Lord Vlad Drakov nos reclamaría y nos haría guerrear en otro lugar. Puede que antes nos ordenara prender fuego a la capital y a este castillo, y hacer pillaje para sacar el mayor beneficio posible, pero cobraríamos de todas formas, jajajaja...

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28/02/2018, 13:21
Rupert

Lampedoño, trae a los tuyos. Los de las medallas también. Modnar, el señor Gramley te reclama. ¡Venid todos dentro!

La voz de Rupert se elevó, autoritaria, tras aparecer bajo el dintel de la puerta. En las manos llevaba una bandeja de plata con una abultada bolsa de monedas. Volvió a ser tragado por la oscuridad del edificio cuando retrocedió sobre sus pasos, tan silenciosamente como apareció. El perrero Clayton y otro de los sirvientes salieron de nuevo al patio de armas justo después, con una tapa de madera del tamaño del barrilete desprovista de la suya, y martillos y clavos para asegurarla. Estaría unos minutos trabajando en los exteriores, y tendría visión de las perreras, así que no era un buen momento para que Genann hablase con el perro que le mordió, por lo menos si quería hacerlo sin que Clayton le interrumpiese.

Cuando los visitantes también se pusieron a cruzar el umbral, se cruzaron con otro de los sirvientes, un mediano, que cargaba con un pesado cubo de agua mientras salía también al patio. Seguramente sería para abrevar a los caballos y mulas, o para limpiar algo. El pequeño vasallo hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo cuando pasó al lado de Dalabrac. Se le quedó mirando, como si hubiese pasado mucho tiempo desde que no veía a uno de los suyos.

El recibidor era amplio y alargado, casi como un gran pasillo. A mano izquierda quedaba una puerta cerrada y unas grandes escaleras que subían a la planta superior. A mano derecha había tres puertas intercaladas por soportes de antorchas encendidas. La puerta más cercana por la derecha estaba abierta, y se podía ver un pequeño almacén con funciones de despensa al que iría a acabar el cargamento de Coherto Lampedoño. Al fondo había un comedor tosco, con una mesa amplia y vacía flanqueada por unos largos bancos.

En el comedor, Rupert hacía la entrega del dinero a Lampedoño, que abrió la bolsa para separar su dinero y contarlo sobre la mesa, separando las monedas de diez en diez para realizar los pagos a sus guardaespaldas.

Por las escaleras de la izquierda hizo su aparición una siniestra figura de capa negra y manos enguantadas, vestida en cuero tachonado, y con un estoque colgado al cinto...

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28/02/2018, 14:03
Hija de Corvino

¡Es él!-susurró el viento cuando la figura bajaba las escaleras-¡Estaba allí cuando la muerte me abrazó!

El espíritu se escondió asustado tras Corvino, lo que se tradujo en un escalofrío por la espalda.

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28/02/2018, 14:06
Gramley la Garra

Modnar, amigo mío... Me alegro de que llegaras a Loupet sin contratiempos.

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28/02/2018, 14:07
Modnar

Modnar se cuadró e hizo una reverencia marcial ante la Garra, dejando claro que el hombre que bajaba las escaleras ostentaba una graduación mayor.

¡Señor Gramley! Hubo problemas con la rueda del carro. Mañana haré traer a un carretero para que la arregle debidamente. Las personas de las que le hablé fueron estas cuatro... La semiorca, el gnomo sin nariz, la mujer de las espadas y este encapuchado.

Notas de juego

Genann puede hablar con el perro ahora, supondremos que aprovechas justo cuando Clayton vuelve de poner la tapa al barril.

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28/02/2018, 20:42
Corvino

-¡Pero qué niña más rara!- Exclamó Corvino ante las palabras y actos de Alanis Gulbahar

No sabía bien si el tal Rupert le había incluido entre aquellos que había pedido que entraran con Lampedoño, pero aun así siguió al carretero (y a los demás) hacia el interior de la fortaleza en lo que suponía sólo podría ser la ansiada hora del cobro.

Aquel castillo podría no parecer nada a los extranjeros, pero para Corvino era todo un lujo, y no paraba de mirar arriba y abajo y hacia todos los lados retorciendo el cuello tanto como podía como si todo fuera nuevo y le maravillara. Vamos, un paleto total

Al llegar al comedor apareció el tal Gramley la Garra. Modnar estaba lamiéndole el culo cuando algo le pasó a Corvino. Se puso pálido de repente y su cara se retorció como si le hubiesen golpeado en las partes. Puso la mirada fija unos segundos un poco hacia arriba, hacia la nada (una esquina del salón o algo así; allí no había nada de nada) con el rostro desencajado. Daba la sensación que el pelo se le blanqueba y sus ojos se apagaban levemente de color. 

—No... no pue... puede ser...— Balbuceó.

Luego se fue girando poco a poco y con movimientos algo espasmódicos hasta fijar su vista en el tal La Garra, o el tal Modnar, quién sabe a cual de los dos porque ahora estaban ambos parloteando entre si. Corvino puso entonces cara de pocos amigos. Apretó la mandíbula. Se oía el rechinar de dientes.

Su mano se fue lentamente hacia el mango del hacha que le colgaba a un lado. Apretó el mango con fuerza. Los nudillos se le pusieron blancos de tanto apretar.

—Mnnnbbbiscia...btttarrrr— Murmuraba algo entre esos dientes tan apretados. —Aquí no.... ahora no.... paciencia...— Sentenció al fin.

Su aspecto era sin duda algo más alicaído, más... avejentado, que hace un momento.

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28/02/2018, 21:03
Corvino

Notas de juego

Bajo temporálmente su Carisma de 11 a 10 ante la espeluznante visión de su hija que le ha dejado la sangre helada.

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01/03/2018, 12:48
Fedora "Tres Bastardas"

Una vez dentro del castillo, no tardó en aparecer, bajando por las escaleras de la izquierda, un extraño hombre vestido en cuero tachonado y con un estoque al cinto. Al oír como Modnar le llamaba y el respeto que le profesaba, amén de hacer las debidas presentaciones, la norteña no quiso ser menos descortés y realizó una leve inclinación con la cabeza, en señal de saludo.

- Usted deberr serr Grramley, apodado La Garra. Un plaserr señiorr. Parreserr que usted estarr detrrás de las mediallas que querrer otorrgarrnos, ¿Da? - Preguntó Fedora al oscuro personaje.

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01/03/2018, 14:55
Quiora

La Garra. Anda, no era ese quién les había prometido las medallas? Casi mejor hubiese preferido un cochinillo en su punto como recompensa, las medallas no se podían comer. Bueno, quizás pudiese venderla y comprarse varios cerdos, ponerse a criarlos y así poder zamparse muchos más cochinillos. Espera, quizás era mejor un par de cabras y comerse los corderos que, al fin y al cabo, eran más grandes y suculentos...

'Grrrrrrr!'- resonaron las tripas de la semiorca.

Uy perdón!- se disculpó al instante.

Lejos de su mente estaba ya la verdadera razón por la que habían visitado el castillo de Loupet, así como detalles importantes de los que quizás hubiese tenido que informar a los miembros más espabilados del grupo. Pero claro, si nadie le preguntaba, cómo iba a acordarse ella de aquellas menudencias?

Notas de juego

Antes de entrar recoge de nuevo sus armas de manos de Menon.

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01/03/2018, 17:36
Genann Gruadhsolus

Gennan se escabulló en un intento de pasar inadvertido a los ojos del perrero, ocupado ahora en otros asuntos, y avanzó hasta donde se encontraban los canes encerrados. El olor a orines y excrementos asaltó su nariz pero no le incomodó más allá de la potencial incomodidad de los perros a tener que vivir en tales condiciones.

Procuró acercarse lentamente, de tal modo que los animales le vieran acercarse y no lo consideraran una amenaza, al tiempo que trataba de distinguir a aquel que le había mordido. El muslo era un cruel recordatorio de lo ocurrido y no podía negar que estaba nervioso pese a sus esfuerzos para dismularlo, pues era muy consciente de que los perros se darían cuenta de ello. Su olfato se lo advertiría.

Cuando llegó a su destino y desde una distancia prudencial, se acuclilló y trató de comunicarse con su atacante.

- Tiradas (1)

Motivo: Trato con animales

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+3)=7

Notas de juego

Uso hechizo de hablar con animales.

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01/03/2018, 18:32
Sapo

Ahora que la mujer le había dejado su comadreja para cuidarla, Sapo pudo comprobar que, efectivamente, era un macho. Bigotes le llamaba, aunque no tenía nada que ver con el verdadero nombre que le habían dado sus padres. Era lo mismito que pasaba con Sapo. 

Los estrábicos ojos del ilusionista se fijaban nerviosos en el druida al que había mordido el perro, que parecía querer un segundo asalto. Era como si el soldado que había entrenado con Quiora se presentara a por más. No quería verlo´. Afortunadamente el tal Garra hizo presencia para condecorarlos, o eso esperaban.

Sapo obligó a sus cuatro compañeros a colocarse frente a La Garra por orden de altura. El orden era algo muy importante para el gnomo.

- Y finalmente, tú aquí, Quira.- Era su nuevo número 1, así como Fedora la número dos, por sus dos abultados pechotes, que tenían al gnomo hipnotizado.- Enhorabuena por tu victoria. No era rival para ti. ¿Pudiste sonsacarle algo sobre por qué el señor del castillo no nos recibe?- Le preguntó antes de colocarse en su sitio, junto a Menon, y antes de que La Garra se dirigiera a ellos.

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01/03/2018, 20:06
Quiora

A Quiora le llevó un buen rato entender que el gnomo se refería a ella. Primero usó un nombre extraño que la semiorca no reconoció, y cuando se lo quedó observando, intentando averiguar a quién podía referirse, solo consiguió confundirse aún más pues Sapo, con un ojo miraba la ventana y con otro las tetas de Fedora. Solo por descarte supuso que era ella la que se tenía que alinear al lado de la guerrera. Pero si al desnarizado gnomo le gustaba el orden, a la semiorca le gustaba el caos, estar en fila le ponía algo nerviosa.

El molesto pequeñajo seguía a su vera, supuestamente hablando con ella. Sus palabras le recordaron sin embargo la conversación con los simpáticos guardias. Se agachó para cuchichearle al oído.

- Ah, sí, algo me contaron. Al parecer encontraron a Malocchio en el bosque después de haber desaparecido la noche anterior, echo trizas. Se había caído por un terraplén, dicen. Pero lo mejor no es eso, es que algunos soldados creen que le ajusticiaron sus propios sirvientes algunas noches después, ya que les vieron a sacar un cuerpo del interior del edificio al que colgaron y luego quemaron. Muy fuerte, no crees? Para mí que le habían mordido los lobos y enfermó de rabia. Seguramente lo encubran para quedarse todas las riquezas. En fin, los mercenarios dicen que si no cobran quemaran la ciudad y la saquearán como es debido...

Quiora se volvió a incorporar y miró al Sapo como diciendo 'has visto, fíjate oye, la que tienen montada?'. Claro que vete tú a saber si el gnomo la estaba mirando a ella esta vez.

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01/03/2018, 20:19
Sapo

Sapo fue a contestar a Quiora pero se le quedó la boca abierta, sin que saliera palabra alguna.  Con lentitud y paso corto se puso en su posición. Su mente hacía cábalas con la información que la semiorca le había dado de forma tan despreocupada.

- Tenemosh prisha.- Mintió y seseó como le pasaba siempre que lo hacía. Fue lo único que se le ocurrió para que La Garra les pusiera su medalla y pudieran irse. Ahora que Sapo y ella sabían la verdad puede que quisieran "despejar" la incógnita de aquella ecuación que era el problema de la ausencia de Malocchio.

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01/03/2018, 20:36
Dalabrac Dardragon

Dalabrac se dirigía raudo tras los pasos de Lampedoño , a pesar que el hombre le caía bien el mediano no confiaba del todo en él ni en su gran amor por las monedas.

Mientras se acercaban al acceso del castillo devolvió el gesto a manera de saludo que le hacia el de su raza, para Dalabrac era también una sorpresa pues los medianos por norma general preferían un lugar seguro donde asentarse en paz y tranquilidad, lejos de ejércitos, monstruos y política con un buen fuego y una comida generosa; lejos estaban de conseguir eso los pocos que dedicaban su vida a  viajar por el toril, así que el avistamiento de uno de los de su raza lejos de una taberna o un prostíbulo le causo más que curiosidad, el asunto del dueño del castillo también le daba vueltas en su curiosa cabeza y el pequeño calvo podría tal vez contarle algo más sobre el asunto así que recogió sus pasos y le siguió.

Ey compadre da gusto encontrar a alguien que no te mira por lo bajo, esa carga se ve pesada necesitas ayuda?  -Le dijo mientras le alcanzaba – Es raro ver a uno de los nuestros por estas tierras

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02/03/2018, 09:19
Director

Te voy a morder la otra pata-dijo el perro, saltando contra la reja que los separaba-Te lo advierto, si no te largas del castillo te mataré. ¡Somos guerreros! ¡El Amo está orgulloso de nosotros! ¡Y no permitimos la presencia de extraños!

- Tiradas (1)

Motivo: Empatía salvaje de Genann

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+2)=17

Notas de juego

El perro sigue teniendo actitud hostil hacia ti, por lo menos hasta que Clayton le indique otra cosa. Aún así puedes hacerle preguntas.

Márcate solo a ti como destinatario cuando preguntes.

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02/03/2018, 09:37
Heimenann

Lo mismo digo. Yo tampoco esperaba ver a otro de los nuestros. Me llamo Heimenann. O por lo menos es el nombre que me pusieron los humanos.

Heimenann puso el cubo en el suelo, y agarró un lado del asa, para que Dalabrac cogiese el otro, y así pudiesen acarrear el agua entre los dos. Fuera, el sol empezaba a ocultarse.

Estoy aquí por azar, desde que la antigua Lady del castillo me comprara a un circo ambulante. Soy el Catador Oficial-dijo, queriéndose dar aires de grandeza-. Pruebo la comida y me aseguro de que no está envenenada. Al igual que los canarios en las minas, mi menor tamaño me hace más susceptible de morir primero con sustancias tóxicas, un humano no podría hacer el trabajo tan bien como yo. Pero ya ves, aquí, acarreando agua como si fuera un sirviente normalito. El agua es para limpiar el cadáver del carro. Luego lo subirán a una pica en lo alto de la muralla como símbolo de... bueno, lo que sea que simbolicen esas cosas.

En nada volveré a mi puesto, y seguiré poniéndome las botas con rica comida. Lo que pasa es que el Lord del castillo está desganado y casi no come, y toda esa comida fabulosa se acaba tirando, ¡me da una rabia! Un mediano podría hacer sus siete comidas diarias solo con lo que el señor Aderre tira a la basura tras la cena.

Notas de juego

Si preguntas, márcate solo a ti como destinatario.

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02/03/2018, 09:53
Gramley la Garra

Cierto-contestó a Fedora-. Lo de las medallas fueron idea mía. Siempre es bueno reconocer una buena respuesta cívica a los enemigos de la patria. Eleva la moral de la plebe. Sobre lo de la Garra es en parte apodo, pero en parte título. Es como si a un sargento le apodasen "el Sargento". No es algo que me convenza, pero mientras sea la única Garra de la región podrá servir.

¿Significaba eso que Gramley esperaba que pronto el número de tropas de Falkovnia en Invidia aumentase, con nuevas Garras al frente de nuevos ejércitos?

¡Rupert!-dijo, elevando algo la voz, para que se escuchara en el comedor-Ve a traer las medallas, y que baje Lord Aderre para imponerlas.

Parecía que la intención tras la imposición de medallas era que pudiesen ver a Malocchio, y luego contarlo en el pueblo, acallando algunos rumores. Rupert asintió, y subió las escaleras para buscar al noble.

Mientras tanto... ¿por qué no me cuentan como fue el acto de matar a un subversivo? ¿El terrorista tenía algún objeto dijo algo antes de morir que pueda servirnos para evitar futuros atentados?

Gramley se colocó bajo el arco de la puerta que daba al patio, con una capa cubriéndole sus indefensas espaldas, y Modnar como único defensor. Miraba al cielo, en posición altiva, mientras el atardecer se consumía y caía la noche. Ya no había un rayo de luz cuando Rupert volvió con un estuche en las manos, acompañado de Malocchio Aderre.

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02/03/2018, 10:10
Malocchio Aderre

Malocchio Aderre era un hombre pálido, de aspecto débil. A pesar de su juventud, bajaba los escalones apoyado en un bastón. Vestía de negro, de los pies a la cabeza, con guantes tapando sus manos y un pañuelo ocultando la blancura de su garganta.

El noble tropezó, rodando por las escaleras...

Aaaaah...-gritó, débilmente.

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02/03/2018, 10:14
Rupert

¡Señor!-dijo el mayordomo, bajando los escalones apresuradamente tras su amo.

El ruido también hizo a Modnar y a Gramsley girarse en dirección a las escaleras, justo para llegar a ver la caída. El bastón de Lord Aderre reposaba a un par de pies de distancia de él, luciendo una cabeza dorada de águila como empuñadura.

Ni Gramley ni Modnar se acercaron a socorrerle, pero sí lo hizo Rupert. Cuando el mayordomo ayudaba a Malocchio a levantarse, por unos segundos los aventureros pudieron ver una brecha en la frente, producto de la caída. La herida se cerró sola, como si se hubiese curado en segundos lo que tardaría semanas de recuperación.