Hacía unas horas, Quiora había entrado en la tienda y tomado una poción por la fuerza. Así, al azar. O casi. La semiorca sabía que normalmente esas cosas llevaban una cruz cuando curaban:
Así que cuando estaba en la tienda, con las prisas, bebió de una que tenía un símbolo similar:
Las pociones con ese símbolo hacían referencia al tracto digestivo. Lo que de verdad bebió Quiora era una pócima laxante. Justo cuando llegó la lluvia de flechas, el estómago de la semiorca empezó a hacer ruidos raros... La semiorca acababa de aprender lo que era coger una poción que no le correspondía sin el asesoramiento adecuado del dueño de una tienda.
Cuando llegaron las flechas enemigas, Corvino disparó un proyectil que se estrelló contra las rocas y Genann se cubrió malamente en un saliente. De las seis flechas, solo dos alcanzaron su objetivo: Heian y Menon.
Además de los seis arqueros, una séptima figura asomó desde detrás de las rocas: un humano veterano en mil batallas con parche en el ojo.
¡Deponed las armas! Rendíos ante los hombres de Ardonk Szerieza-dijo, como si ese nombre tuviera que decirles algo.
Motivo: Fortaleza Quiora vs cagalera
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+6)=11
Motivo: Las otras dos flechas van para...
Tirada: 2d6
Resultado: 1, 3 (Suma: 4)
Motivo: Flechazo a Alanis
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso)
Motivo: Flechazo a Alarico
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 10(+3)=13 (Fracaso)
Motivo: Flechazo a Corvino
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso)
Motivo: Flechazo a Fedora
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 7(+3)=10 (Fracaso)
Motivo: Flechazo a Heian
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 11(+3)=14 (Exito)
Motivo: Flechazo a Heian
Tirada: 1d8
Resultado: 8
Motivo: Flechazo a Menon
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 11(+3)=14 (Exito)
Motivo: Flechazo a Menon
Tirada: 1d8
Resultado: 6
Arqueros (x6) CA 13, toque 11.
Ardonk CA 17, toque 13.
Quiora: indispuesta el resto del combate. -2 a todas las tiradas, incluyendo tiradas de daño.
Genann tiene cobertura (+4 a la CA), pero no hay suficiente relieve como para ocultarse completamente, así que puede seguir siendo víctima de flechazos.
Fedora: efectivamente, lleva su armadura de siempre.
Distancia a las rocas: 100'. Si en vez de aligerar (=doble acción de movimiento) se corre hacia las rocas para combatir cuerpo a cuerpo, las flechas van contra la CA de desprevenido en lugar de la CA normal (salvo Quiora, que tiene esquiva asombrosa). Alejarse lo suficiente puede imponer un penalizador -2 a las tiradas de ataque con arco de los asaltantes.
Turno 1. Pueden actuar: Quiora, Genann, Menon y Corvino. El resto solo pueden hablar y rolear (porque tienen iniciativa baja o no tiraron iniciativa como en el caso de Sapo).
De las seis flechas: dos van para Heian y Alanis (que no postearon), dos para Alarico y Fedora (que pifiaron) y dos para Corvino y Menon (porque les tocó).
Alarico no dudó demasiado, ni gastó tiempo en amenazas, explicaciones o preguntas. Estaban siendo atacados, con lo que debían eliminar a los que les atacaban. Luego ya habría tiempo de interrogar a alguno de los atacantes, mantenido vivo para tal fin. Con lo que sacó su ballesta y disparó la misma contra uno de los enemigos haciéndole un arañazo.
- Id concentrando los ataques en los heridos- dijo mientras sacaba otra saeta que cargar en su ballesta.
Motivo: Ballestazo a uno de los normales
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 13(+1)=14 (Exito)
Motivo: daño
Tirada: 1d8
Resultado: 1
Su experiencia como habitante de los densos bosques de Darkon y su antigua amistad con cazadores le decía que si intentaban acabar con aquellos palurdos tenían menos posibilidades que un ciervo. Al menos todos ellos menos Fedora y Quiora.
Y, ya que estaban en ello, Corvino estaba un poco ya hasta los cojones de acabar picha arriba. Se había salvado varias veces por los pelos, pero, a este ritmo de soberana ineptitud.. ¿hasta cuando? Era hora ya de dejar de hacer el burro y usar un poco la cabeza. Al fin y al cabo, el fuerte de Corvino siempre había sido su intelecto.
Mira que Corvino era (muy posiblemente) el único del grupo que se había quedado mas solo que la una en esta vida y en una edad avanzada; un futuro de lo mas prometedor, vamos. Pero ya tenía prisa esta gente en acabar fiambre, ya.
Yo propongo otra cosa, su señoría. Hablaba con Alarico. Esos tienen menos puntería que un tuerto, así que alejémonos cuanto podamos por ahora, y van a alcanzar a quien yo te diga. Que ya habrá tiempo de seguirles la pista y darles por saco.
Dicho y hecho, cambio de estrategia. Sacó su pequeño escudo para protegerse con él mientras retrocedía, sin pausa pero sin prisa.
Motivo: Oficio (Cazarrecompensas) ¿quien es el tuerto ese?
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+6)=7
Táctica del cangrejo: Doble movimiento hacia atrás (60 pies). Se pondría a 160 pies de los atacantes por tanto.
Si ves que sólo serían 30 pies por cambiar el arco por el escudo, acepto barco como animal acuático (se pondría en tal caso a 130 pies de los atacantes) .
De paso voy a tirar por Oficio (cazarrecompensas). Quizás con una buena tirada pueda reconocer al tuerto como un bandido famoso, quién sabe. Resultado de la tirada: 7. Guai.
Corvino. 9/ 11 PGs. CA 14
Ni lloviendo flechas reaccionaba rápido Sapo al no estar allí su guía, Lentejuela. A verlas venir se quedó el ilusionista gnomo. Algunos de sus compañeros se protegían, otros atacaban, otros eran heridos por las flechas de los enemigos y Sapo trataba de forzarse a centrar su atormentaba mente en lo verdaderamente importante: resolver la hipótesis de Riemann.
Perfecto, el ataque de los bandidos era un éxito, no sólo les había sorprendido, aparte les habían dado bien, lo que era normal en este grupo dejado de los dioses...
Pero ahora Menon tenía que conseguir seguir vivo, ya era raro que hubiera sobrevivido al primer ataque, por lo que se concentro para alejar el dolor y conjurar un manto protector a su alrededor, en un segundo relucía cubriendo su cuerpo, pero lo moldeo con la mente para hacerlo invisible y reforzarlo.
- Venga guerreros luciros un poco!
Ojala no sea el yo el siguiente en llevarme las ostias...
Gasto el foco para tener un 15 en la prueba de concentración, 21 en total.
Gasto 3 puntos para lanzar armadura inercial (+5 C.A) Total 16.
Los dioses habían castigado a Quiora severamente. Dioses sin duda refinados y para nada del alineamiento de la semiorca -seguramente el Erlin ese-, y le habían indispuesto para el resto del día.
El dolor que sintió en ese momento la bárbara bien podría haber sido comparado con el de cien saetas clavadas en su abdomen. Sin poder hacer caso de unos o de otros, salió corriendo con las manos sobre su tripa hasta llegar al sitio más cercano en el que resguardarse de las miradas de los presentes. Medio segundo después salieron de detrás de su improvisado parapeto, sonidos y expresiones que herían hasta los oídos de los machos más curtidos.
Tras lo que pudo parecer una eternidad a los presentes y un 'AAAAAHHH' de alivio, llegó lo peor. El olor.
Genann había reaccionado rápido y gracias a ello pudo evitar ser el objetivo de las primeras flechas, aunque no fuera consciente de que teniendo el culo en pompa, este le asomaba más allá del saliente bajo el que se había refugiado, otorgando una inmejorable y apetitosa diana a los arqueros que se fijaran en él.
Vio a Corvino retroceder, a Sapo hacer gala de una increíble valentía permaneciendo estoico ante las flechas como el mascarón de proa de un braco ante un mar embravecido, a Alarico atacar con su ballesta, a Menon animar a su modo pese a la flecha que asomaba en su cuerpo y a Quiora refugiarse tras unos arbustos como él tras un saliente. Solo que esta debía haber tenido mala suerte y toparse con un oso de las montañas, dados los gemidos escuchados y la pestilencia que les inundó, clara demostración de que las tripas de la semiorca habían sido arrancadas de su vientre.
El druida dudó acerca de qué hacer dado el caos característico de aquel grupo tan poco cohesionado. La distancia hasta los arqueros era demasiada y tendría que correr mucho para alcanzar su posición y entablar combate. Huir implicaba exponerse y no estaba el horno para bollos. Así que acabó pegándose lo máximo posible a su escondite, bastón en mano para repeler lo que fuera y rezó para que las flechas no lo alcanzaran.
Defensa total.
El rostro del tuerto se constriñó de desagrado cuando el virote de Alarico rasgó el brazo de uno de sus hombres.
¡Disparad!
En la segunda lluvia de flechas, los arqueros alcanzaron el doble de objetivos, demostrando que no eran tan malos, y que la primera vez solo eran disparos de advertencia. Una de las flechas alcanzó a Sapo justo cuando descifró que el resultado de la Hipótesis de Riemann era 42, y empezó a teorizar con que 42 también fuese la respuesta a otras preguntas sobre la vida. Otra de las flechas alcanzó a Corvino, a pesar de haber puesto más distancia con los tiradores. Otras dos flechas lograron tumbar a Heian y a Menon.
No lo volveré a repetir: deponed las armas.
Motivo: Objetivos de las flechas
Tirada: 6d10
Resultado: 9, 3, 7, 7, 6, 6 (Suma: 38)
Motivo: Ataque a Sapo, desprevenido
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 14(+3)=17 (Exito)
Motivo: Ataque a Sapo, desprevenido
Tirada: 1d8
Resultado: 1
Motivo: Ataque a Corvino, con -2 por la distancia
Tirada: 1d20
Dificultad: 14+
Resultado: 19(+1)=20 (Exito)
Motivo: Ataque a Corvino, con -2 por la distancia
Tirada: 1d8
Resultado: 5
Motivo: Ataque a Heian, desprevenido
Tirada: 2d20
Dificultad: 13+
Resultado: 20(+3)=23, 3(+3)=6 (Suma: 29)
Exitos: 1
Motivo: Ataque a Heian, desprevenido, posible crítico
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso)
Motivo: Ataque a Heian, desprevenido
Tirada: 1d8
Resultado: 6
Motivo: Ataque a Menon
Tirada: 2d20
Dificultad: 16+
Resultado: 13(+3)=16, 10(+3)=13 (Suma: 29)
Exitos: 1
Motivo: Ataque a Menon
Tirada: 1d8
Resultado: 7
Arqueros (x1) -1 pg. CA 13, toque 11.
Arqueros (x5) CA 13, toque 11.
Ardonk CA 17, toque 13.
Quiora: indispuesta el resto del combate. -2 a todas las tiradas, incluyendo tiradas de daño.
Genann tiene cobertura (+4 a la CA), pero no hay suficiente relieve como para ocultarse completamente, así que puede seguir siendo víctima de flechazos.
Corvino está a 130' de distancia (-2 a los flechazos contra él).
Distancia a las rocas: 100'. Si en vez de aligerar (=doble acción de movimiento) se corre hacia las rocas para combatir cuerpo a cuerpo, las flechas van contra la CA de desprevenido en lugar de la CA normal (salvo Quiora, que tiene esquiva asombrosa). Alejarse lo suficiente puede imponer un penalizador -2 a las tiradas de ataque con arco de los asaltantes.
Turno 2. Pueden actuar todos.
Heian y Menon: tirada de 1d10 CD 10 para estabilizarse. Si falláis, perdéis 1 pg.
Para estabilizar a Heian y Menon, los demás pueden hacer una tirada de sanar (o sabiduría) CD 15.
La cosa estaba clara. O se rendían o acababan como erizos y con la tripa mirando al cielo. Henan y Menon eran un claro ejemplo de ellos y verlos tendidos en la ribera de la playa fluvial, sangrando como cerdos en la matanza, eliminó cualquier duda que el druida pudiera tener.
Salió del saliente en el que se había refugiado con los brazos en alto, sujetando su bastón.
-¡ME RINDO! -gritó de forma audible mientras se encaminaba decidido hacia los heridos, dispuesto a ser atravesado por una de aquellas flechas anónimas.
Se arrodilló junto al primero de los caídos. Las puntas habían atravesado sus protecciones y ropas, clavándose en la carne. Lo primero era frenar la hemorragia así que se concentró en ello, olvidando cuanto orbitaba a su alrededor.
Motivo: Sanar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 12(+10)=22 (Exito)
De detrás del arbusto salió una Quiora abrochándose los abalorios y algo más recompuesta. Había dejado un buen regalito a la flora y fauna local.
Pero qué ha pasado aquí?- dijo con asombro al ver los cuerpos caídos de los que iban con ella. Había que admitir que algunos tenían una tendencia a ser abatidos con cierta facilidad.
Su mirada siguió la trayectoria de las flechas hasta los arqueros responsables de haberlas disparado. Esta vez los vio claramente y pudo valorar la posición ventajosa de los atacantes y las pocas opciones que tenía ella de salir de aquello de una pieza.
La solución se la dio el bosquímano que, por raro que fuera, todavía no se estaba echando la siesta como el resto de blanditos del grupo.
Yo también me rindo!- exclamó soltando su hacha al suelo y levantando las manos en gesto de paz.
Quizás fuera una banda de salteadores y se pudiera unir a sus filas, hay que mirar el lado positivo.
-¡Yo también tengo flechas!- Gritó Sapo cuando la punzada de la flecha por fin le hizo reaccionar. No sólo era un "hacha con la ballesta", expresión que el mismo no entendería, sino que ya estaba amasando el éter para fabricar proyectiles mágicos, mucho más infalibles que los mundanos.
Se van a enterar...- Pensaba cabreado pro la herida que le habían hecho. Sin embargo llegaba tarde. Cuando quiso levantar la vista hacia sus atacantes ya vio que dos compañeros habían caído y otros dos se rendían.
-¡Me rindo!¡Me rindo!¡Me rindo!- Repetía como un loro. Quizá fuera tan tonto como para creerse que 42 era la solución de la Hipótesis de Riemann, un problema matemático que llevaba eones sin solución, pero no lo era para contar algo tan simple.
De nuestro lado:8+yo (que valgo por 3)-2 que se rinden-2 inconscientes- 1 viejo y que corre=6
Del otro lado= 6 arqueros +1 líder=7
6<7
Lógica aplastante
Lejos de amilanarse, la norteña sujetaba fuertemente su espada bastarda, mirando como caían como moscas varios de sus camaradas. Por fortuna, no llamó la atención de los arqueros, cosa que la preocupó. O tal fuera porque sus turgentes pechos y sus pronunciadas curvas, además de su bello rostro, hacían a los arqueros no querer herirla. Todos esos pensamientos pasaban flotando por su mente, mientras las flechas caían, como sus camaradas. Lo siguiente que vió fue como empezaron todos a rendirse, incluso Quiora.
- Ggggrrrrrr.... - Gruñó en voz baja.
No dijo nada, tan solo guardó su espada en la funda de su espalda, sin quitar ojo al tuerto y al resto de malechores que seguro que querían su oro o proparsarse con ella.
- Catastrrrrof, catastrrrof... Perrrra suerrrrte. Otrrrra ves.... Estarrr bien, yo también rrrrrgggeeee... rrrrrggggeeee.... Como desirrr.... No luchiarrrr... - Terminó de decir, pues se oponía a mencionar siquiera que se rendía.
Más flechas cayerón sobre el, que pasa con todo el mundo? No hay gente más peligrosa y más grande? Malditos arqueros, Menon sólo pudo caer y esperar acontecimientos mientras escuchaba como el resto de rendía, otra impresionante demostración de habilidad marcial de todos... debería hacerse ilusionista de feria, seguro que cobraba más y le herían menos.
- Hijos de...- no pudo articular mucho mientras miraba a los arqueros.
Ya quedaba en manos de los demás poder recuperarse, ya que no parecía que fuera a moverse en breves. Por suerte parece que el druida enemigo de los perros puede hacerme las curas necesarias para esquivar a la muerte una vez más.
- Gracias amigo te debo una.
Motivo: Vivir
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 6 (Fracaso)
Alarico miró con una mezcla de sorpresa e indignación a sus compañeros. ¿Rendirse? ¿en serio? ¿tan sólo porque alguien lo dijera con mucha firmeza? Casi sin creer lo que acababa de pasar, recordando como hacia instantes se habían enfrentado a enemigos mucho más peligrosos, miró hacia los soldados. A su alrededor las rendiciones se sucedían. Era incomprensible. O quizás no. Después de todo los guerreros estaban indispuestos, y algunos estaban malheridos.
Maldita sea. Lo peor es que estaba convencido que hubieran podido ganar. En fin... daba igual. Con gestos lentos guarda la ballesta para acercarse, acto seguido, a Heian e invocar, sobre él, una oración a Bane para curar sus más ligeras heridas lo que bastaría, al menos, para que dejara de sangrar.
Rezongando miró a los enemigos.
- Muy bien, nos rendimos entonces.
Parecía que su táctica de poner tierra (o arena) de por medio no había funcionado. Casi cayó al suelo del dolor cuando la flecha le atravesó, y por un momento sintió que perdiera fuerzas y fuera a desmayarse. Pero eso no llegó a ocurrir.
Vio a los demás rendirse uno a uno y sopesó la opción de seguir huyendo en vez de rendirse. Al fin y al cabo, posiblemente esos bandidos le robaran las pocas posesiones que tenía. Pero rechazó tal idea -la de huir- no por un sentimiento de hermandad con sus recientes compañeros (tampoco es que le cayeran mal) si no porque al ser el único del grupo que corría eso le convertiría en el blanco de todos los arqueros; mala cosa seguro.
Está bien. Depuso las armas un poco de mala gana. En realidad tan solo necesitó bajar el brazo del pequeño escudo. Luego acortó la distancia que le separaba de sus compañeros, al haberse alejado antes.
Durante su trabajo como cazarecompensas no recordaba haberse topado con carteles de “se busca” del tipo tuerto, ni le sonaba ningún forajido con su descripción. No reconozco al tipo. No creo que sea un bandido muy conocido, a pesar de sus alardes. Musitó.
Luego, una idea pasó por su mente. O... Bueno. Tal vez sean de los que degüellan a todos los que asaltan tras desvalijarles. Sin testigos. Eso explicaría también que no me suene de nada él ni su banda.
Corvino era un tipo de los más optimista y esperanzador.
Clevus, requísales sus armas.
Uno de los arqueros echó a la espalda su arco y descendió las rocas. Otros cinco tensaron sus arcos, apuntando alternativamente a cualquiera que mostrase resistencia. El arquero se acercó a Genann y dirigió su mano hacia el bastón del druida.
No. No queremos palos. Quítales solo las armas que merezcan la pena. Las espadas-de Fedora-y el hacha grande-de Quiora-. Quítales también los arcos y las ballestas para que no puedan atacarnos a distancia mientras seguimos nuestro camino.
Las instrucciones del tuerto dieron a entender que, si se comportaban, los aventureros saldrían de aquel encuentro con vida. El precio era alto, y desigual...
Quiora debía entregar su hacha de guerra y su arco corto, pero todavía conservaba su daga para defenderse.
Fedora perdía sus espadas bastardas: karatel'nyy y vechnyy otdykh.
Heian no pudo ofrecer resistencia mientras Clevus le cogía la ballesta pesada. Por un momento, se fijó en una espada corta desgastada, pero el ladrón desechó la idea de un botín tan pobre.
Alarico y Menon cederían sus ballestas ligeras.
Corvino tendría que entregar su arco corto. Como con Heian, Clevus ignoró las hachas de mano.
Alanis, Genann y Sapo no perdían nada, y eran los más beneficiados con la rendición. La ballesta de Sapo era tan ridículamente pequeña que los bandidos no le prestaron atención.
Llamaba la atención que no saquearon sus bolsas de oro. Eran unos bandidos muy extraños.
a) Luchar con cinco arqueros en las rocas a 100' y con el sexto hombre en cuerpo a cuerpo.
b) Luchar una vez os hayan quitado las armas gordas, cuando los bandidos bajen a la playa y sigan su camino en dirección a Valetta.
c) Aceptar la rendición y seguir en dirección a Tancos.
d) Aceptar la rendición, esperar a que se vayan y después seguirlos en la distancia en dirección a Valetta.
Cuando Clevus se aproximó a Quiora, le susurró:
Esconde esa medalla, camarada. Si Ardonk te la ve, te matará-aconsejó.
Se refería a la medalla de Invidia, por haber acabado con los terroristas en Karina, aunque obviamente Clevus no conocía los motivos por los que se había dado esa distinción. Clevus era un espía de los invidianos infiltrado en las filas de los bandidos.
Cuando Clevus se aproximó a Fedora, le susurró:
Esconde esa medalla, camarada. Si Ardonk te la ve, te matará-aconsejó.
Se refería a la medalla de Invidia, por haber acabado con los terroristas en Karina, aunque obviamente Clevus no conocía los motivos por los que se había dado esa distinción. Clevus era un espía de los invidianos infiltrado en las filas de los bandidos.
Cuando Clevus se aproximó a Menon y Genann, le susurró al psíquico:
Esconde esa medalla, camarada. Si Ardonk te la ve, te matará-aconsejó.
Se refería a la medalla de Invidia, por haber acabado con los terroristas en Karina, aunque obviamente Clevus no conocía los motivos por los que se había dado esa distinción. Clevus era un espía de los invidianos infiltrado en las filas de los bandidos.
- ¿Puedo preguntaros el motivo que nos hayáis atacado y nos quitéis las armas?- Alarico había dejado que el hombre y sus bandidos les arrebataran las armas, sin oponerse. Después de todo, el resultado era mucho menos malo del que esperaba. De hecho, y atendido el comportamiento del ¿bandido? cabía la posibilidad que todo esto fuera un mal entendido- No recuerdo haber tenido, ni yo ni mis compañeros, pleito alguno ni con vos ni con vuestros hombres.