Partida Rol por web

- Sí, sabremos que se acerca cuando empiece a hacer frío, y tendremos claro que está a nuestro lado cuando seamos un cubito de hielo sin posibilidad de movernos- ironizó el elfo quién veía al imponente adversario como algo infranqueable.

- Con lo bien que estaba yo en una posada con cama, comida...un aseo y mujeres preciosas a las que dejar que me quieran- dijo por lo bajo negando con la cabeza mientras se colocaba su pelo blanco revuelto por la ventisca creada por Ukroma.

- Movámonos- dijo siguiendo a Braguer colina abajo.

- El que fuese capaz de cazar a esa bestia tendria fama y gloria para toda la eternidad. Se cantarian canciones en todos los lugares de Faerun acerca de esa hazaña, aunque supongo que muchos ya lo habran intentado. - soño despierto el barbaro.

Yo prefiero seguir con vida que morir en el intento, y que luego Gerbo explique la historia a su manera... Volvería con el permiso de Mathammor para patearle el culo...

El deseo de gloria y fortunas inimaginables hacía eco en vuestras mentes pero sabíais que Furia era una gran amenaza.

Teneis la suficiente experiencia y habéis oído suficientes historias en las tabernas como para saber, que la mayoría de las veces en que un grupo de aventureros se presenta en la guarida de un dragón sin ayuda mágica poderosa o un buen plan, acaban siendo irremediablemente la comida del reptil.
No, esperáis que los bárbaros puedan ayudaros en algo o daros un conocimiento inaudito, como su punto débil. Conoceis los riesgos que implica enfrentarse a esa bestia, aunque nada os impide soñar.

La caminata se hace larga, fría y cansada. El paisaje nevado se extiende hasta lo que alcanza vuestra vista y parece no tener fin. Los huesos se resienten de la humedad...pero un alarido de dolor os saca del ensimismamiento y la rutina.

Delante vuestro un tigre blanco como la nieve ha destrozado la garganta de Mengar de un zarpazo y se agazapa dispuesto a defenderse. 

Durante bastante rato, mientras caminábais por el helado terreno, te ha parecido ver una silueta humanoide que os observaba desde lejos oculta por la nieve. Parecía tener un abrigo de piel.

Tienes ese extraño cosquilleo detrás de la nuca como cuando en tu pueblo, los enemigos estaban cerca. Notas una presencia que os observa, pero no puedes verla con claridad.

- ¡Cuidado! - grito el barbaro, mientras desenvainaba su espada, alertado por sus sentidos aguzados tras vivir tanto tiempo en contacto con la salvaje naturaleza - No creo que este gato este solo. Noto como algo mas nos acecha escondido a nuestra vista -

El animal da vueltas a vuestro alrrededor evaluando la presa más débil.

Dench se lanzo a la carga contra la criatura pero su rabia le hizo errar.