Partida Rol por web

Me coloqué junto a nuestro jefe y me mantuve en posición de ataque, por si fuera necesario intervenir.

Espero que acabemos con todos ellos...

La primera flecha silenciosa de Heironeus sobrevoló la estancia para clavarse en la otra pared de la estancia advirtiendo a todos los presentes de vuestra presencia. La segunda flecha fue la de Jester que también se desvió de la trayectoria, pero fue Revan el que logró encajar una de ellas en el corazón del último de los kóbolds para dejarle completamente inerte.

Por último Maximus se adentró en la sala y logró decapitar al kóbold que teníais más cercanos. Instantes después las criaturas se pusieron en pie de sus asientos y desenfundaron sus armas para apuntaros con ellas. Los aullidos y gritos comenzaron a retumbar por toda la estancia. Aquellos kóbolds parecían muy enfadados.

A por ellos... - dije susurrando como una serpiente a punto de morder.

-Matadlos, deprisa, pero no os olvideis de dejar uno.-Digo mientras comienzo a reunir poder.

Instantes después, lanzo mi conjuro sobre uno de los kobolds.

Con un terrorífico gruñido me acerco a uno de los enemigos de mi amo y le golpeo con mi espada.

-Aaaagh.

Revan apuntó a uno de los kobols aún sin tocar por ninguno de sus compañeros, si todos estaban en combate cuando a él le toca disparar no lo haría, salvo que alguno intentara escapar. Disparó al kobol un virote. - Que alguno haga una presa o dejad uno inconsciente.- Viendo uno atontarse por gracia de mi señor supuse que ese no había que atacarle pues sería un perfecto desdichado con el que jugar luego.

Maximus agitó la espada con soltura y volvió a golpear contra el kobold más cercano

Bob fue el primero en reaccionar, y antes de que pudieran ponerse en pie los kóbolds decapitó a uno de ellos quedando la cabeza encima de la mesa como si de un manjar se tratase. A continuación el hechicero Nut descargó una salpicadura de ácido que impactó al más lejano de los adversarios. Dejándolo también gravemente herido e inconsciente.

Luego Revan disparó con su ballesta a otro de los kóbolds más lejanos, clavándole el virote entre ojo y ojo. El kobold se desplomó antes de que pudieran reaccionar de alguna manera.

Entonces fue Heironeus, antes de que ninguno de sus allegados decidiera poner fin al último de los kóbolds el que decidio lanzar un conjuro de atontamiento y evitar que lo liquidasen. El kóbold cayó de bruces al suelo y quedó algo mareando, como si no supiera bien donde se encontraba.

Maximus detuvo su ataque justo a tiempo, antes de acabar con la vida del kobold que su señor había atontado.

Aprovechó para desarmarlo con rapidez y, poniendo su espada en el cuello de la criatura, dijo

¿Alguien tiene algún tipo de cuerda para atarle?

Jester salio de su ensimismamiento. Yo no llevo. - dijo mientras se acercaba a registrar a los otros kobolds.

Tampoco llevo ninguna encima...

Revan se apartó la capa y se desabrochó la chaqueta. Debajo apareció una cuerda de cáñamo enroscada al rededor de su cuerpo. La sacó y se dirigió a atar al kobol. Cuando terminó cortó la cuerda sobrante y la volvió a enrollar en su cuerpo. Decidió esperar a la aceptación de su señor.

-Muy bien.-Digo al ver como Revan ata al kobold.-Bob, sujétalo por si acaso. Creo que los demás deberíamos asegurar las entradas de la sala hasta que el kobold espabile.

Espero a que Bob agarre al preso y lo sujete con fuerza.

Ahora dime.-Digo acercándome al prisionero.-¿Dónde estan los arqueros prisioneros? Habla y tendremos piedad.

¿Arqueros prisioneros? ¿De qué narices hablas?

No entiendo absolutamente nada de lo que hablas.

¡Nada!

Y tras decir aquellas palabras un nuevo kobold salió por la puerta que había en la sala armado con un gran hacha y una recia y dura armadura.

¡Soltadle! Os gritó

Me aproximé despacio, muy despacio hacia el prime Kobold que habló...

Mi mirada fría reflejaba odio y asco...

Responde a lo que te ha preguntado mi señor, no quiero tener que ensuciarme las manos...

Al ver cómo el otro kobold aparecía, Maximus se lanzó hacia él. Cargó hasta donde estaba la criatura

-Esperad. Máximus, para.-Digo al ver como Maximus se adelanta tratando de evitar que ataque.-No hemos venido a luchar contra vosotros, kobolds. Solo buscamos a un grupo de arqueros que, según nos han dicho, se hallan aqui como prisioneros. Hemos intentado razonar, pero hasta ahora solo nos han recibido con jabalinas...

No albergamos malas intenciones, os lo prometo. Sencillamente buscamos a nuestros aliados.

Este es el primero de vosotros al que oigo hablar. Como eres el segundo que habla comun, te preguntaré a ti. ¿Donde están los arqueros?

Jester preparo otra flecha en el arco y apunto al nuevo kobold. -Venga, dame un motivo. - dijo con una sonrisa en la cara.