Partida Rol por web

El maldito kobold había logrado esquivar su anterior ataque, pero no tendría tanta suerte dos veces.

Con el escudo por delante, oculto el golpe hasta el último momento, haciendo aparecer velozmente su hacha por un costado, dibujando un arco horizontal, hasta impactar contra el cuerpo del kobold. Aquel golpe debería haberle dolido.

¡Sal de ahí, Eras! - grito al oír un nuevo quejido de su aliado.

Viendo que su compañero esta herido, Milus ataca contra uno de los kobolds que esta atacando a su compañero. Se mueve buscando la retaguardia de dicho kobold para poder flanquearlo y por lo tanto que no pueda estar pendiente de los dos adversarios, y así, tener la posibilidad de atacar a sus organos vitales.

Eras recibió un nuevo golpe y decidió pedir ayuda a los dioses. Con un movimiento de manos y unas sencillas palabras: Protectum unicae. El conjuro comenzó a envolver al sacerdote. Los kobolds tendrían serias dificultades esta vez si querían atacarle.

Rob acabó con el kobold contra el que se estaba enfrentando, dio órdenes de retirada a su compañero Eras y por si no lo lograba se marchó a ayudarle tratando de flanquear a uno de sus enemigos. Milus que se había unido anteriormente trata de clavar su estoque a la criatura con la intención de alcanzar sus partes más débiles pero no tiene suerte y falla. 

Los dos kóbolds a pesar de tener a los cuatro enemigos rodeándoles continúan atacando a Eras pues todavía no le había dado tiempo a lanzar ningún hechizo sobre él, con tan mala suerte que es abatido por el primero de ellos. El otro se gira contra Rob pero falla.

Eras Elendar había caído y quizá aún tendrían alguna posibilidad si lograban acabar con los kóbolds de una santa vez, pero Eldrith hizo lo que pudo pero también falló el golpe.

¡Maldita sea! - bramó Rob cuando vio como Eras caia. - ¡Le dije que se retirase!. - negó con la cabeza visiblemente enfadado.

Al mismo tiempo levantó una vez más su hacha, escondiendo hasta el último momento el golpe detrás de su escudo. Descargó el golpe con todas su fuerzas a unos de los kobold, intentado que la lucha terminase pronto y así poder ayudar a su aliado caído.

Milus ve como cae su compañero y no puede pensar que en parte es por haber fallado su golpe anterior. Aprovecha a uno de sus compañeros para flanquear al kobold e intenta clavarle el estoque. Aunque la refriega los mantiene ocupados no para de pensar que quizá, si eliminan rapido a los kobolds, podrian parar la hemorragia de Eras y, así, salvarle la vida.

Sin mucho mas que hacer eldrith intento dar un golpe con el baston, viendo como su compañero estaba a las puertas de la muerte espero no ser el siguiente.

Ver a Eras desangrándose no ayudó a Rob a asestar su golpe con el hacha puesto que en el último momento la criatura fue ágil y lo esquivó. El kóbold contra el que se estaban enfrentando Milus y Eldrith logró esquivar a Milus pero recibió el golpe con el bastón en toda la cabeza.

Los kóbolds tras haber derrotado a uno de los asaltantes cambiaron sus objetivos y uno de ellos clavó su lanza en el estómago de Eldrith, mientras que el otro golpeaba con ella en el escudo de Rob.

Las malditas lagartijas se lo estaban poniendo difícil. Era ágiles y esquivaban los golpes con facilidad, aunque por el momento también conseguía detener sus golpes con el escudo.

Lo de Eras desangrándose en el suelo tenía muy mala pinta. No era ningún experto sanador, y los demás tampoco tenían pinta de serlo. El destino de su aliado parecía marcado. Sabía donde se había metido.

Se centró en una lagartija y de nuevo intentó golpearla con su hacha. Soltó un bufido, eran demasiado pequeñas y se movían mucho, era complicado acertarles.

Eras necesitaba su ayuda, no podia seguir guardandose su poder asi que lo utilizo y de sus dedos brotó un rayo de fuego que impacto en el pecho del kobold. Dandolo por muerto Eldrith  se movió ahora libre de amenaza hacia el otro kobold para ayudar a rob y acabar con el asunto de una vez.

Milus vuelve a moverse un poco para esta vez poder tomar una posición mas ventajosa con la ayuda de Eldrith y asi poder flanquear. Tras ello lanza una rapida estocada hacia el kobold con la intencion de herirlo pero sin un gran resultado.

Rob continuaba atacando a su enemigo, pero la criatura le esquivaba una y otra vez, mientras tanto Milus daba un paso lateral para colocarse en el lugar en que había estado su compañero, ahora había logrado una posición más ventajosa en aquel encuentro, pero no por ello obtenía mejores resultados.

Los kóbolds, al ver como Milus se colocaba en esa posición decidieron atacarle a él con sus lanzas, el monje lograba esquivar al enemigo que le atacaba por delante, pero no al que le atacó por detrás y así lograron herirle clavándole el arma por la espalda. Eras seguía desangrándose mientras que Eldrith optaba por lanzar un rayo de fuego al enemigo contra el que se enfrentaba, el rayo le impactó de lleno dejándolo completamente inconsciente, desgraciadamente cuando bajó la guarida, la criatura logró clavarle su lanza en pleno estómago haciéndole una grave herida.

Ya solo quedaba el enemigo contra el que Rob se estaba enfrentando y entre él, Milus y Eldrith le tenían rodeado, por lo menos tenían garantizado que ya no se les escaparía, tan solo esperaban acabar con él antes de que perdieran a su compañero Eras.

La cosa no nos iba bien, teniamos ventaja y todo ha ido mal por algún motivo. De todas formas lo importante es terminar esto ahora y sobrevivir al dia de hoy, y si es posible salvar a Eras también. Por lo tanto me giro y encaro al nuevo kobold y le lanzo una nueva estocada, a ver si esta vez lograva acertar.

Torció el gesto al observar como sus aliados eran heridos. Todos heridos menos él, mal asunto si querían internarse en aquella cueva. Cuatro kobolds y ya lo estaban pasando canutas. Muy mala cosa.

Vería que hacer después. Era hora de acabar con la única lagartija que quedaba en pie, rodeada, casi daba pena.

Levantó de nuevo su hacha, descargándola con un poderoso golpe dirigido a la cabeza de la criatura, intentando terminar por la vía rápida con aquel problema.

Rob puso fin a la vida de la última criatura. Por fin habían logrado eliminar a aquella patrulla de kóbolds y a su aliado lobuno. El camino estaba despejado para poder adentrarse en la guarida, pero el estado de Eras no era el mejor puesto que el pobre hombre lentamente se iba desangrando. Tenían que hacer algo o si no, su señor contaría con un aliado menos entre sus filas.