Partida Rol por web

El nyzh tímido huía al ver como sus amigos habían desaparecido. -Pobre...- pensaba el mediano. Lo curioso era como reaccionaba la mierda de la tripulación de Tangrem. La misma que le habían liado una ostia por fallar una flecha y que se le clavara a un idiota en el culo y ahora no decían nada por que la bruja poseída de los infiernos hubiese forzado una pelea innecesaria y uno de los idiotas muriese. La mirada de Fosco reflejaba pena por ver aquella dualidad. No era la primera vez que se topada con racistas de medianos, estaba más que acostumbrado a tener un trato diferente por ser más pequeño. Y ahí el mediano esperó a que la tomernta estallase entorno a su figura. Seguro que el séquito de mediocres peleles de Onfale tendrían algún comentario déspota e irracional contra él. Parecía que era la tónica del viaje, reprochar al mediano que no se comportase como un pelele, como un perro que atiende a órdenes. Parecía que así se comportaban ellos y veían como extraño que alguien no atendiese a las cadenas que les oprimía su libertad. Y en sus divagaciones filosóficas sobre el harén de Onfale se debatía el mediano, sobre los próximos movimientos que tendría el medio hombre. Aún veía como la artífice de aquella vorágine tenía la poca vergüenza de mirarle mal. -¿Qué miras?- respondió de forma brusca a Leiath. -¿Acaso tienes algo que decirme?.-  Y más que algo que decir seguramente tuviese algo que reprochar, encima que había provocado la muerte de un hombre, se atrevería a culpar de algo al mediano. Así era este grupo de mujeres. Un harén a la medida de Onfale.

Por si quedaba algún rastro de sospecha con respecto a qué le pasaría al ser si permanecía al alcance del grupo, Jad descargó de nuevo una bala contra él...

Una vez desaparecido el rastro de luz, con un gesto ampliamente practicado de su muñeco, hizo que la honda se enrollara al guantelete a modo de basta pulsera ceñida. Sin lugar a dudas, estas nieblas eran tan peligrosas como el grupo le había advertido allá en los abismos. Sin señales de algún peligro inmediato, el joven dio un vistazo al resto de miembros de la caravana. Posando su mirada en el grupo de hombres que rodeaban al caído. Jad se les acercó arrodillándose para inspeccionar el cuerpo. Estaba más allá de sus capacidades. Negó múdamente con la cabeza hacia Onfale y Leiath.

-Debemos extremar las precauciones.- Fue la respuesta verbalizada a los pensamientos de la mayoría de los presentes. Había habido una baja, cierto, pero el peligro había sido muy grande, y el grupo respondió mejor de lo que el joven guerrero arcano supuso en primer momento.-Terminemos con los preparativos de la caravana. Esperando el regreso de la vistani.

Incorporándose, miró a Leiath y le preguntó.

-Hay alguna posibilidad de que las nieblas revivan como un muerte viviente a Tosh.- Dijo el nombre del caído.-Si no es un peligro, creo que sería llevar el cuerpo con nosotros, pudiendo, para darle descanso debídamente en un lugar adecuado.

Flame acababa de acordarse de la vistani desaparecida. ¿Cómo es posible que Gloria no haya llegado todavía? Preguntó de forma retórica cuando el último de los fuegos fatuos se marchaba. No entiendo dónde puede estar, o cómo ha podido perderse. Luego escuchó a Jadewo preguntar por el hombre caído, será mejor que nos lo llevemos con nosotros, es mejor no dejar nada para que las brumas puedan devorarlos. Llevo muchos meses viéndolas y son capaces de hacer infinidad de cosas terroríficas.

Leiath se acercó al cuerpo del miliciano caído cuando Jadewo terminó de examinarlo; debía asegurarse ella misma. Ignoró el comentario de Fosco, el cual parecía hacer perdido la cabeza por completo.

- Creo que sería mejor incinerarlo. Así seguro que descansará en paz.

No había ya nada que pudiera hacer el perfumista por alcanzar al enemigo que escapaba. Una pena. 

- Nada de fuego entonces por ahora.- Palmeó a Tangrem con su delicadeza habitual. Jadewo y Leiath certificaron la muerte de uno de los integrantes de la caravana.¿Tosh se llamaba? Poco importaba. Mientras uno quería llevárselo la otra optaba por incinerarlo.- Dime Tangrem, ¿cuál es la costumbre entre los vuestros?- Le inquirió acerca de lo que al muerto le hubiera gustado. Para Onfale la incineración era el reencuentro del alma con la Esencia Universal por lo que era su primera opción. Pero encender una pira ahora le parecía poco oportuno.- Si su deseo hubiera sido enterrarlo podríamos hacer como hemos hecho otras veces. Cargarlo en la bolsa de contención y en cuanto salgamos de las brumas enterrarlo.- Flame se había acercado a Alice para compartir con ella los virotes de su ballesta. Onfale, con tranquilidad se acercó a las dos mujeres.- ¿Cuántos virotes necesitas?- Le preguntó directamente a la maga a la vez que sacaba su carcaj repleto de virotes dispuesto a contar los que le dijera la maga y prestárselos. Parecía un ama de casa que no desperdiciaba moneda alguna. Así le habían enseñado de pequeño y Onfale no podía evitar ser de puño cerrado.- Flame, las brumas parecen desplazar a la gente, a la par que están repletas de peligros, como has podido ver. Eso sin contar la falta de visibilidad. Confiemos en la habilidad de Gloria. Continuemos con los preparativos.- Dijo de acuerdo nuevamente con Jadewo. Aún podían esperar un poco más en lo que reconstruían los desperfectos provocados por el golem de carne.

-Esperaremos un poco más.- Informó a la comitiva.- En lo que arreglamos todo esto para poder volver a partir. Cuando esté hecho nos reuniremos para tratar un par de temas.- ¿Deberían seguir sin Gloria o ir a buscarla? Sin guía no auguraba demasiado éxito a la empresa.- Hasta nuevo aviso nada de dar provisiones ni curaciones al mediano.- Se giró entonces hacia Fosco.- ¿Aún sigues queriendo hablar?- Justo antes del ataque de los fuegos fatuos el mediano pedía audiencia con Onfale. Ahora ya tenía tiempo para dedicarle.

Pobre Tosh...-por lo visto, Onfale había recordado correctamente el nombre del joven-¿Qué pasará si ninguno de los proyectiles alcanza un blanco? ¿Qué será de nosotros si perdieron altura, y cayeron por debajo de la niebla que cubre nuestros pies? O peor... ¿qué pasará si uno de los virotes alcanzó el corazón de Gloria?

El hombre pareció desmoronarse por un instante, pero las palabras de Onfale redirigieron los esfuerzos de Tangrem en una dirección. Tangrem asintió.

Si estuviésemos en Krezk, Tosh sería enterrado en el cementerio de la ciudad. Si pudiese ser, no me gustaría enterrarle en Borca. Tiene familia en Krezk, lo menos que podríamos hacer por él es llevarlo de vuelta a casa y enterrarlo en las tierras de Barovia. Pero se hará como lo estimes más oportuno, Onfale. Tú mandas. Lo amortajaré yo mismo, con un saco y un cordel... en cuanto vuelva de avisar a los hombres de retaguardia sobre lo de que no deben encender fuego.

Pasando la mano por la cuerda que unía los carros, Tangrem se perdió en la Bruma en dirección al quinto carro. Unos minutos después volvió para "empaquetar" el cadáver de Tosh. Las cargas ya estaban repartidas. La caravana podría avanzar si se lo propusiese. Tan solo lo desaconsejaba el caprichoso funcionamiento de las Brumas y que la tarde estaba lo suficientemente avanzada como para que anocheciese en breve. Lo de no tener un camino que seguir también era un punto importante del tema.

Pero como decía Onfale, era tiempo de hablar.

Las órdenes de Onfale y sus directrices sentaron mal al enano, como un resorte saltó. -Ehem, ehem...- se aclaró la garganta para hablar. Sería el principio de los azotes para el medio hombre. -¿Es así como tratas a un invitado? ¿Privándole de comida en mitad de la que no se puede escapar? ¿Es esa la elección de un líder justo?- cuestionaba el mediano con una retórica impresionante. -Sólo los dictadores más soberbios y crueles tendrían esa conducta... Sólo con amenazas consiguen su propósito- continuó diciendo el mediano, haciendo ver a Tangrem y los suyos la conducta de Onfale. -Lo último que hice fue convencer a esas criaturas para ayudarte.- y la conducta del mediano había sido ejemplar para encima cargar con aquella represalia. -No tengo la culpa si Leiath decide comenzar una trifulca, no voy a luchar sus batallas como no lo hicieron los soldados de Tangrem.- y estaba claro para Fosco que el medio hombre iba a actuar castigando a los buenos y no a los malos. -Si a alguien debería verse privado de comida debería ser a Leiath por actuar así frente a la única opción por encontrar a la exploradora.- el tono del mediano era audible por todos los seguidores de Tangrem y rebatir aquella conducta sería difícil. Todos habían visto como el mediano había captado la atención y había cerrado una trato con aquellas luces. Todos habían visto como aquel trato se había estropeado por la "divina" intervención de Leiath y para colmo era él el castigado. Una actitud muy injusta. -¡Si Tosh ha muerto es por la negligencia de Leiath!- acusó directamente. -Esta muerte pesa sobre tu cabeza. Y bien me habéis reprochado que hiriese a uno de los vuestros y bien que te callas por esta muerte.- se dirigía a Leiath al principio, pero acabó con Tangrem y su falta de integridad al tener ese doble rasero. - No has estado ni un dekhana de líder y ya has perdido a la exploradora.- se giró a Onfale. -¿Y ahora quieres hablar conmigo?¿Para qué te suplique por comida?- no podía estar peor la imagen de Onfale. Estaba tan borrosa y desdibujada como el conjuro que había utilizado en si mismo. -Lo primero que deberías hacer sería rectificar por este agravio. Lo segundo tener la humildad de los reyes, que piden consejo y ayuda.- aún daba pie a rectificar y dar marcha atrás. -Desde luego no hablaré contigo en estas condiciones.- y nadie de los allí presentes hablaría con Onfale si estuviesen en el pellejo de Fosco. -¿Acaso ninguno se apiadará de mi?- decía preguntando al resto del auditorio. A vista de los soldados el mediano parecía un niño. Muchos de ellos tendrían familia y ver a su hijo castigado por una injusticia enternecería al más bravo soldado. -¿Debo aguantar este castigo hasta que las piernas me flaqueen y caiga muerto? Sólo soy un invitado que quiere ver a un viejo amigo. Uno que me salvó la vida. ¿Y tengo que aguantar con esto?- cuestionaba en alto. ¿No sería Onfale un déspota que pedía demasiado a sus invitados? Ninguno de los allí presentes le conocía mucho a aquel eunuco y lo poco que le conocían daba pie a malas interpretaciones. En su breve estancia como líder había perdido a una exploradora y había muerto un compañero, además de castigar al único miembro que había puesto de su parte por encontrar a la exploradora. Y puede que Fosco fuese un pesado, pero en su corazón no había maldad, si acaso la picardía de un niño, la misma que la que podía tener cualquiera de sus hijos...

Sabía que con sus palabras el mediano* picaría el anzuelo. Por fin tenía su atención y le daba a la lengua. Onfale se mantuvo con una media sonrisa en la boca en todo momento.

- ¿Invitado?- Preguntó levantando una ceja remarcando el sarcasmo. Ahora era así como se definía.- De eso nada.- Clarificó el eunuco.- Dejaste bien claro que eras libre como un pajarillo. Si te hemos dado comida hasta ahora era como consideración por haber sido compañero nuestro antaño. Pero ya ha quedado claro que no es así como nos consideras por lo que ese privilegio se ha acabado.- Su intento de desacreditar a Leiath era tan burdo que Onfale tuvo que reprimir las ganas de reír. Tratar de poner en contra de aquellos paletos de pueblo a la única persona que se había preocupado de curar sus heridas y de otorgarles la protección de Hala sólo cabía en una cabeza rellena de no más que serrín.- Estos hombres saben de sobra lo que Leiath ha hecho por ellos no tienes que decírselo tú. ¿Pero qué has hecho tú? Para empezar pusiste en peligro la expedición derrochando el agua bendita. Error mío haberte sacado las castañas del fuego en ese momento. ¿Dices que conveciste a esas criaturas para ayudarme?¿A mí? Aquí todos somos un grupo y trabajamos en equipo. Eso es lo que no entiendes. Lo único que hiciste fue liarlo todo, como siempre, para después dejar a medias lo que habías empezado.- Cuando ya había convencido a los fuegos fatuos reculo porque fue incapaz de  cumplir la palabra dada. Mucho menos supo cómo pedir ayuda.- Ni siquiera has movido un dedo en el combate. Es la gota que colma el vaso, ya lo siento. Si Tosh ha muerto es porque has actuado mirando sólo tu propio interés, sin contar con nadie más. Tu comportamiento es más reprobable aún teniendo en cuenta que ya sabes cómo funcionan estas brumas. Conoces los peligros que esconden. El riesgo que corremos es enorme y tu individualismo nos pone a todos en peligro. No voy a dejar que por tu culpa muera nadie más.- Desde luego aquel mocoso no iba a hacerle sentir culpable a Onfale. Las brumas eran un entorno tan agresivo que cualquier cosa podría pasar.- No estamos aquí para juegos. Ya perdiste tu oportunidad dejugar conmigo, niñato. No te estoy pidiendo que supliques por comida. Sólo voy a exponerte las condiciones para que puedas acompañarnos. Acompañarnos sólo hasta fuera de las brumas pues una vez fuera no quiero volver a verte. Da gracias a Hala que no te dejemos aquí abandonado. Si no te gustan las condiciones puedes irte por donde has venido y, si se te ocurre jodernos más, date por muerto. ¿Te ha quedado claro? - Dejó de hablar con el enano para que escupiera sus lloros y sus quejas y se retorciera como la serpiente que estaba demostrando ser. Si había madurado algo recapacitaría y cambiaría de actitud. Ahora se dirigió a los miembros del aquelarre de Hala dejando que Fosco, Tangrem y el resto de miembros de la comitiva escucharan lo que tenía que decir.

- Lo que yo propongo es lo siguiente, siempre que estéis de acuerdo. Con vosotros hemos salido con vida del Tánathos y me fío de vosotros y de vuestro criterio al cien por cien. Cualquiera de vosotros puede opinar también, por supuesto.- Dijo a Tangrem. Luego que tuviera en cuenta su opinión era otra cosa.-  Lo primero es registrar las pertenencias del mediano. Lo de los virotes de Alice me hace sospechar y no quiero que nos llevemos más sorpresas.- Leiath le había abierto los ojos y él conocía bien al mediano.- Si acepta será una prueba de que su orgullo no le impide colaborar. Después ya iremos viendo pero desde luego tendrá que trabajar en equipo como hacemos todos para ganarse cobijo y comida. En cuanto lleguemos a lugar apartado de estas malditas brumas seguiremos la misión sin él.

-Creí que era agua...- dijo con la mirada de un niño indefenso. -¿Cómo diferenciarla?- claramente a menos de unos ojos expertos todas las aguas eran iguales. -Además, ni te has preguntado por que me veía en esa obligación desesperada. Tengo dinero para pagarme un pasaje y debía ocultarme...- Onfale sólo entendía su situación. -Claro, claro... Todos aquí vieron como Tosh murió tras el comentario de Leiath y decir lo contrario sería mentir. No ataqué como tampoco atacaron los hombres de Tangrem y tampoco te veo reprocharles esa actitud. - y es que ni ellos había movido un dedo por su compañero, ¿por qué iba hacerlo él? De hecho habían quedado muy sumisos a la voluntad de Onfale tras esta muerte. -Eres muy malo como orador.- dijo como respuesta a que no era un invitado. -Dije que era libre en el contexto que no quedaría bajo tus órdenes... Tampoco pusiste ninguna cláusula, ni restricción. Si dejas que alguien vaya a sus anchas y te acompañe y eres el líder de la expedición eso se llama INVITADO. Se llama educación*- como se equivocaba Onfale y era tan divertido reírse de una mente tan simple.
Y Fosco se giró también para el auditorio. -La situación ahora mismo es bastante crítica...- hizo un patrón para sentir el silencio del auditorio. -Hemos perdido a la única persona que nos puede sacar de esta situación. La misma que se arriesgó por salvaros la vida.- hizo un patrón pues no se podía decir lo mismo de Leiath. ​-Las flechas que lanzó Jadewo a simple vista parecían ir bien, pero todos hemos visto lo traicionera que son las brumas.- erró en su última flecha y también aprovecharía eso. -Almenos lo intentó... Como yo lo intenté con las luces.- dijo excusándose además de ver lo patético que era Onfale argumentando. -¿Y por qué iba a robar unos virotes? ¿Qué precio tienen eso de venta? ¿Qué beneficio me traería? ¿Me acusas de robo? Yo no trabajaré en equipo contigo.- terminó diciendo. -Y menos con esa actitud. Sólo escupes amenazas, insultos, acusaciones**. Pagaré mi pasaje y si nos atacan, atacaré, pero no lucharé contra razas amigas, porque tu harén no sepa cerrar la boca- continuó diciendo. -Dejaré que Tangrem revise mis pertenencias en privado. No me fío de alguien que vierte tanto odio.- si quiere Tangrem revisar mis cosas voy con él y se las enseño.***

La lucha dialéctica había empezado, pero el mediano parecía no darse cuenta que no solo las palabras contaban, también los hechos. Y los hechos contradecían totalmente sus palabras. Por eso la bruja no le dió más importancia, no creía que fuese tan fácil engañar a los milicianos, porque era eso lo que estaba intentando hacer, eso estaba claro.

Lo que parecían haber olvidado con el reciente combate, era la sopecha de una emboscada. Las flechas habían sido lanzadas por Gloria o por un enemigo para descubrir su posición?

Señores...- Leiath se dirigió a todos en general y mirando a todos lados como si cién ojos la estuvieran espiando- recuerden que estamos en peligro constante y no dejen de atender a su alrededor. Puedo encargarme de llevar a Tosh si así lo desean - añadió. No sería el primer cadáver que la bruja transportaba como si nada.

Luego se dió la vuelta para hablar con Onfale: - no crees que es mejor que acampemos aquí y damos tiempo a Gloria a encontrarnos? Podríamos así descansar de las heridas que ha causado el enjambre.

A la espera de lo que dijeran sus compañeros Onfale ignoró al mediano deliberadamente. No es que no le escuchara pero no le iba a dar el gusto. Si iba a sus anchas a sus anchas iba a ir.

¿Hemos perdido? Mira a hora como se incluye en el grupo...patético. A buenas horas.

Pero lo que más gracia de todo le hizo fue que propusiera a Tangrem para registrar sus cosas. Habían sobrevivido a muchas cosas como para dejarse engañar de aquella manera. 

- Creo que lo mejor será no avanzar hasta que vuelva o la encontremos. Pasar la noche aquí sin ell ano me gusta pero no nos queda otra. Si no vuelve y no la encontramos...habrá que continuar.

Ni una oración dijo la bruja de Hala. Tanta boca para mandarlo al hoyo y tan poca en esta hora aciaga.

El mediano podía leer en los rostros de la compañía de Tangrem lo que ya se esperaba. Ninguno desafiaría la autoridad de Onfale. Eran soldados y no iban a darle la espalda por alguien como Fosco. Su carisma no granjeaba simpatía, pese haber visto un par de sonrisas mientras se expresaba. Y babía metido mucho la pata al inicio con su bocaza, aún asi podía ver en sus rostros las dudas. Podía ver como rehusaban a mirar al mediano y este sentía que se avecinaría su oportunidad. El mensaje del medio hombre no había calado, sus palabras eran respetadas por un simple escrito, una orden de alguien a quien sí respetaban. ¿Cuánto aguantarían aquellos soldados bajo las órdenes de alguien tan incompetente? Fosco sabía lo mari mandón que era aquel villano, el pobre diablo se creyó dueño de él. Un pago insignificante a cambio de acceder a sus magias... Nunca había tenido madera de líder y en un grupo de pusilánimes era fácil destacar. Sólo había mujeres derrumbadas. Flame nunca había tenido ninguna clase de tacto. Era más una loba solitaria. La única en ese grupo que podía haber sido competencia para Onfale se había convertido en la sombra de lo que había sido. Parecía aún atormentada, ¿Qué habría pasado a Alice? Recordaba que antes le plantaba cara a Onfale y ahora hacía todo lo que este mandaba.

Sea como fuere... Ahora se veía en la tesitura de tragar. Si Fosco lo hubiese sabido se hubiese artado a comer, por suerte había comido una manzana hacía poco, pero el hambre siempre llegaba. -Aún puedes rectificar...- fue la cordial salida que tuvo el mediano. La última escapatoria que tendría Onfale, pues a este ritmo perdería la credibilidad del equipo.

- No podemos perder mucho tiempo. Si queremos intentar ayudar a Gloria a regresar tendrá que ser  aún con horas de luz. Cuando anochezca acamparemos y pasaremos aquí la noche, pase lo que pase.- Al día siguiente tendrían que continuar con o sin Gloria, pero eso ya lo decidirían por la mañana. Miró sobre todo a Tangrem y los miembros del Aquelarre de Hala.- Pero antes hay que solucionar esto de una vez por todas.- Con un gesto de la mano llamó la atención de Tangrem por si acaso se le ocurriera hacer caso a las locuras de Fosco. Reunidos todos le aclaró las cosas al mediano.

- Haremos lo siguiente. Si tienes dinero para pagar el pasaje podrás acompañarnos. El precio incluirá cobijo, protección y comida. No tendrás que trabajar ni defender la caravana, como hasta ahora. Ni siquiera pedirnos perdón por tu comportamiento infantil. Si Gloria vuelve habrá que aumentar el precio para incluir un guía a través de las brumas.- Con aquello pretendía humillar al feriante pues sabía que no le haría ninguna gracia pagar y, mucho menos, que lo registraran. Como ex-esclavo Onfale sabía que la humillación era una cura de humildad. Él mismo había tenido que tragar mucho. Fosco necesitaba madurar y Onfale se lo estaba poniendo en bandeja. Tenía que agradecerle mucho al eunuco.- En cuanto crucemos las brumas nos separaremos. No formas parte de esta misión, que te quede claro, por lo que si quieres buscar a Viktor Wachter irás por tu cuenta. Eso sí, para venir con nosotros además del precio hay otra condición, no negociable. Jadewo revisará tus pertenencias para asegurarnos de que no has robado nada. No podemos arriesgarnos a tener un "Jonás" entre nosotros. - "Jonás" era un término usado por los marineros para  llamar a un saboteador. Sobraba decir qué hacían éstos cuando daban con uno.- Si Jadewo no encuentra nada raro y aceptas las condiciones podrás acompañarnos. Mientras no nos des más problemas haremos lo posible por dejarte sano y salvo en tierra libre de brumas.- Onfale dejó tiempo a los demás para intervenir, para dar sus opiniones o sugerir otras ideas acerca de qué hacer con el mediano.- Ahora bien. Si no las aceptas puedes marcharte por donde hemos venido o internarte en las brumas. Seremos magnánimos y te daremos algo de agua y comida. No morirás de inanición. - Aún estaba a tiempo, si ponía en movimiento sus cortas patitas, de formar una familia con al nyhz al que tanto quería.-Pero si insistes en seguirnos se te tratará como cualquier cosa que sale de éstas, osea, como un enemigo.- Como a los fuegos fatuos, como a los nhynz, como al ogro no muerto, como a la plaga de insectos.- Decídete ya. Tenemos cosas que hacer.

-¿Y que pasará con Gloria?- preguntó el mediano ganando un poco de tiempo.

-¿Así que tu propuesta es o pago esa cantidad de dinero o me busco la vida a a través de la niebla? ¿Y esperas a este momento para pedir un pasaje de billete? No tengo opción a negociación y el precio es abusivo.- comentaba ante la nueva locura de Onfale. -Parece que hemos llegado a un punto de no retorno.- comentaba el mediano. El mediano se subió a lo más alto y retó al medio hombre.

-Hasta aquí hemos llegado...Onfale, EL CUAL también es conocido como el eunuco antiguo exclavo, vuestro nuevo líder.- unas palabras amables para desacreditarlo. ¿Quién quería tener un eunuco y antiguo exclavo como líder? Eso hacía dudar a cualquiera. -Propone lanzarme a las brumas, una condena de muerte por no hacer lo que su oscura mente desea. Soy el único aquí que parece desafiarle. El único que no atiende a sus amenazas de damisela ebria.- comentaba para granjear la simpatía de los soldados. Pues más de uno habría pensado que tan altivo hombre era ten realidad débil. -Son unas condiciones abusivas. Está claro que no sabe tener poder...- continuaba el mediano en lo mejor que sabía hacer. -Ahora nos hayamos en un punto crítico. Gloria está perdida y depende de sí misma para encontrarlo... Sin ella será muy difícil alcanzar nuestro objetivo. Estamos a la intemperie de un sin fin de peligros. Todo hombre es necesario y bajo el liderazgo de Onfale perdemos hombres a cada hora. Enfrentamientos innecesarios, falta de juicio y ahora... Decisiones que no le corresponden...-
-Y yo digo ¿qué derecho tiene Onfale de expulsarme de esta caravana? ¿Qué derecho tiene de cobrarme un peaje? ¿Acaso le pertenecéis? Eso cree él, pues se pavonea como una mujer pro su casa.- continuaba exponiendo con su gracia particular. -Tengo experiencia en estas brumas y con Onfale no llegaréis muy lejos... Estamos en un momento en el que nuestro líder no tiene autoridad pues estamos en un punto de no retorno. Vuestras vidas corren peligro y necesitamos un líder inteligente, fuerte y seguro, que nos guíe a nuestro destino... O todos acabaremos como Tosh "Que en paz descanse" o como Gloria. O desterrados como ahora propone...- terminó diciendo el mediano. -No, este no tiene porque ser nuestro fin. Propongo acabar con su liderazgo y dejarle en el próximo pueblo. Es los más humano, es lo mas razonable. Ahí se buscará la vida. Algo más razonable que lo que él me condena a mi... Clemencia, se llama. Sabiduría, pues sólo saldremos de esta juntos.- y así el mediano ponía en un aprieto al mago.

Jad estaba con los trabajadores, ayudando a transportar cargas de un sitio a otro para aligerar el peso de la carreta trabada y así poder volverla al camino para poder preseguir... cuando empezó el encuentro dialéctico entre Fosco, Onfale y la intervención de Leiath. El joven detuvo sus pasos y prestó atención.

No le gustaba el tal Fosco, era un elemento caótico, disonante, solo buscaba complciar las cosas y aprovecharse de la situación en su beneficio. Le disgustaba, porque no solo no ayudaba, sino que entorpecía el trabajo. Con su forma de escaquearse del trabajo, su gorronería y sus forma de expresarse, tanto por las palabras usadas como el mensaje que transmitía, normalmente burleta y despectivo. Realmente le asombró que Onfale y las chicas hubieran tenido suficiente buena ralación en el pasado como para llevarlo con el grupo en esta misión.

Al final de la conversación, con la respuesta final de Onfale, el joven asintió.

-Las cosas claras. Me parece bien.- Tras una pausa.- En cuanto a Gloria, le damos tiempo hasta mañana. Esperemos que pueda regresar antes de mañana. De no ser el caso, deberemos elegir entre ir en su búsqueda o partir. Tenemos tiempo para decidir y organizarnos.

Muerto el fuego fatuo, la otra criatura no tardó en alejarse para salvar la vida. Aire estuvo a punto de lanzar algún otro conjuro, pero lo consideró inútil en el momento en el que se internó en las Brumas. A saber si esa niebla provocaba que el conjuro se volviera en su contra, o una criatura hecha con la energía de su poder se creaba de la nada y les atacaba a todos. Además de la posibilidad de no acertar entre tanta niebla.

La muchacha suspiró, aunque no se permitió relajarse. Meditó sobre sus energías y la necesidad de guardarlas lo máximo posible en ese ambiente tan hostil. Desperdiciar magia sólo la haría un blanco fácil, y seguramente Aristóteles ni Platón pudieran ayudarla en esos momentos críticos.

Sus pensamientos fueron alterados por la discusión entre Onfale y Fosco. En su interior, la inocente Aire escuchaba con ansia las palabras vertidas por los dos. La hechicera podía notar cómo su corazón se rompía al dar validez a la conversación anterior con el eunuco. Su querido hijo ya no lo era. Había cambiado, no era ese dulce infante del que ella se sentía orgullosa.

La hechicera, por el contrario, se mostraba fría y serena. Las acusaciones vertidas sobre la seguidora de Hala le parecieron innecesarias. Leiath había estado allí siempre, invocando a su diosa cuando todos lo necesitaban, y gracias a sus curaciones, muchos de ellos estaban vivos. Aire consideraba a la sacerdotisa un elemento fundamental en ese grupo tan dispar. Sus actos hablaban por ella, y para la muchacha eran más que suficientes. Y, aun sabiendo que las palabras de Fosco no la afectarían en absoluto, quiso ofrecerle su apoyo. Pasó por su lado y apretó su brazo con dulzura. Y, tras este gesto, sin dar más importancia a la discusión, participó en las decisiones.

No podemos ir a buscarla, a no ser que tengamos una cuerda suficientemente larga para poder salir con seguridad. Hay que seguir las instrucciones de Gloria, aunque ella no esté. Y si ella conoce las Brumas, podrá regresar sus palabras no eran más que deseos, pues tras lo poco que había visto, ya dudaba de todo.

Respecto a las tarifas... hizo un gesto con la mano, no queriendo entrar en el tema muy profundamente. Creo que Tangrem será el que mejor nos pueda orientar en eso.

Caminó distraída, alejándose de las brumas. Si no podemos encender fuegos, debemos prepararnos. Sacad mantas y ropa de abrigo. Y tenemos que redoblar las guardias. No sabemos qué tipo de criaturas pueden acecharnos.

Flame no dijo nada durante toda la conversación. Onfale sabía perfectamente de que lado estaban todos sus compañeros y no había ninguna necesidad de recalcarlo. Fosco estaba dejando claro que además de inútil, estorbaba. Flame se había encontrado con mucha gente como él a lo largo de su vida de aventurera, y sabía perfectamente como iba a terminar. Tarde o temprano moriría presa de su estupidez o bien moriría porque alguien lo matase mientras dormía. Y Ayash empezaba a sospechar que podría ser uno de ellos.

La cara de asco y de molestia dejaba clara su opinión sobre la discusión. Sentía que Onfale e incluso Leiath hubieran entrado al trapo de las tonterías del mediano. Pero Flame tenía muy clara su opinión al respecto. Aunque por desgracia no sería ella la que lo matase. Aunque no sería por falta de ganas.

Mientras discutían, el brillo que siempre recorría a todos sus compañeros volvió a desaparecer. Para ella no era un invitado, era una carga, y hasta los caballos se veían protegidos por el resplandor de la chamán. Estaba a un paso de rebanarle el cuello, pero a la hora de la verdad, sabía que sus compañeros no lo aprobarían, así que se contuvo.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH! Gritó ya sin poder evitarlo. ¡Cállate! ¡Son muy molestas tus palabras en este lugar! Dijo sin poder evitarlo. Fosco, eres insoportable. Puede que nuestros acompañantes se pongan de tu parte e incluso que piensen que Onfale no sea el líder más adecuado. Pero él tan solo es nuestro representante, y ellos sin nosotros estarían muertos. Así que cállate la boca y deja de molestar o de liarla más. Aún no sé que pretendes con tantas tonterías. Cállate y en cuanto puedas, te marchas, y así estarás más agusto. No sé en qué hora decidimos que nos acompañases. 

-Aham, te entiendo. El bebé te aprieta la vejiga o tienes mareos prenatales o alguna mierda se te ha descolocado en la cabeza... Anda, mona. Ve a hacer pis y deja a tu representante hablar.- le dijo a Flame menospreciándola. Relegándola a su papel. La segunda posición. Bueno, no tanto, Flame sólo rellenaba hueco. -No me importa tu opinión, la verdad.- le seguía diciendo. ​-Además, tú no decidiste nada. Tú no decides nada. Lo decide tu amo.- decía a la exclava del harén de Onfale. ¿De verdad se pensaba aquella mujer libre? Desde que había vuelto sólo servía para decir "Onfale, ¿yo que hacer?" -Cuanta desfachatez... Qué mal está el servicio...- decía a uno que pasaba por allí. -Me iré cuando haya encontrado lo que busco "en este lugar"...- como perder la oportunidad de hacer mofa a aquella expresión absurda que acababa de soltar. -Y ahora...- azotaba con la mano el aire expulsándola de la conversación. Era mejor dejar a los mayores hablar. A su "representante".

El eunuco se mostraba impertérrito antes los pataleos del mediano.

- No escuchas, Fosco.- Le dijo tan tranquilo. Cuanto más dejaba hablar al mediano más seguro se encontraba de sí mismo.- Ya he dicho lo que hay. Si aceptas venir con nosotros como cliente, bien, el precio es negociable y todo el mundo aquí presente ve que no es abusivo. Son los precios del mercado. Ni siquiera he añadido el aumento correspondiente a tu precaria situación. Ley de la oferta y la demanda.- Fosco seguía parloteando y diciendo más y más barbaridades.- Supongo que eso es un no. No tenemos tiempo que perder. Que no se diga que no lo hemos intentado.- Miró a Leiath y se encogió de hombros. No podía hacer más por el alma perdida del mediano. Quedaba ahora en manos de Hala.