El interior de la casa no parece afectarse por el conjuro del druida que sigue oscuro, como la boca de un lobo. El druida y su oso entran despacio en la casa, con precaución. En la calle ya solo queda el mediano con el cadáver del enano.
Al entrar en la casa, una extraña fuerza mágica te sacude. Similar a lo que percibiste en los vigilantes de la puerta, pero mucho más intenso. Tus conocimientos sobre magia y hechicería te revelan que pudiera ser un conglomerado de energías mágicas muy concentradas. Cualquier hechizo estaría potenciado a unos niveles inimaginables.
Al entrar en la casa la puerta se cierra de golpe. En la casa no hay oscuridad, sino una infinidad de luces de colores que pasan ante ti a una velocidad increible. También, se escucha un ruido, confuso y desagradable. A tu lado, el oso gruñe, como si no le gustara lo que tiene a su alrededor.
¿Estoy con el elfo o con Inglanar? ¿Veo a alguno de ellos? ¿Publico para ellos?
Por cierto: me estoy olvidando completamente del familiar... ¿Qué prefieres: a) que lo lleve conmigo, b) que se haya quedado fuera, c) que haya entrado conmigo pero ahora no lo vea o d) que yo no sepa donde está?
Vuelves a estar solo. Al señor Wenceslao lo notas que está revolviendose en un bolsillo interior de la túnica. El ruido tambien lo percibe y no es agradable.
Alaster metió brevemente su mano en el bolsillo, y acarició a su amigo animal, tratando de tranquilizarlo.
—No os preocupéis, señor Vyechislav... —murmuró Alaster con poca convicción—. Es sólo una ilusión. —Una ilusión de mierda, pero una ilusión. Agarró con fuerza la daga.— ¡GARZHAL! ¿Dónde estás, viejo senil? ¡Deja ya de susurrar mi nombre, que vas a gastármelo!
Mientras hablaba, iba avanzando paso a paso, con los ojos entrecerrados para no quedarse ciego, con la mano izquierda por delante, tanteando, y la derecha empuñando su arma.
La voz de Alaster resuena por los pasillos llamando a gritos a Garzhal.
- Alaster, ¿eres tu? Alaster, ten cuidado, esto es muy peligroso.
El tono de voz cambia constantemente según va hablando, pasando de una grave y serena voz adulta a aguda voz infantil, suave voz de mujer amante, chirriante voz de goblin nenaza, y así continuamente
- Alaster, debías haber permanecido en un sólo sitio. Ahora estás en varios, esta será tu perdición.
Los pelos de mi cuerpo se ponen de punta. Entre la magia y los gruñidos de Tobby, no hay quien se concentre.
Tranquilo, pequeño dije acariciando la cabeza, pero con prudencia. Primero se habla y después se toca, por si se asusta y me arranca la mano.
Esto es demasiada... magia, Alaster comenté como si fuera algo obvio explicarme. Los sonidos eran muy desagradables y a cada paso que daba, esa sensación extraña parecía aumentar.
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+8)=12
Tiro escuchar para ver si distingo los ruidos.
Motivo: Saber (Arcano)
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+8)=20
Tiro por Saber (Arcanos) a ver si entiendo qué quieren decir las voces y se me ocurre qué puedo hacer para no morir horriblemente.
La voz del druida resuena cerca de la tuya. Demasiado cerca y demasiado nítida.
- Esto es demasiada magia, Alaster.- Tu tono de voz sobrado y altanero expresaba algo que resultaba más que evidente.
Por otro lado, tus conocimientos sobre magia te revelan que esa casa tiene un algo especial. En principio no es peligroso, pero no hay que dejar la prudencia. Parece ser una contención de una falla en una línea-ley. La magia, en su esencia más pura, se ha salido de la "tubería" por la que discurre y esa casa parece ejercer una función de contención para evitar que se desparrame por la ciudad. Ahora sólo queda saber que le ha pasado a Garzhal y porque ese comportamiento extraño.
No es fallo de imprenta ni nada. La voz se oye asi que puedes probar a ver si te oyen a ti tambien. Ni que decir tiene que todos estais cegados y con el ruido technoviking a tope.
¡Siento que me invade un sabroso ritmo vengador! —grito mientras me muevo frenéticamente al ritmo de la "música"
Desmarco al resto, por si no me oyen. Ni que decir que mientras tanto, estoy tanteando para avanzar.
Aunque esteis cegados y tengais presente el ruido ese en vuestras cabezas, estais uno al lado de otro, pero no os podeis ver, aunque si comunicar. Cuando vuestro personaje hable o haga algo que provoque un ruido (gritar, rugir, hablar, tocar el xilófono) podeis poner a los demás.
La pared avanza por un pasillo hasta una sala con dos puertas de madera y cristal. O al menos, eso sugiere el tacto. La manilla de la puerta se encuentra sin dificultad, pero la puerta debe de estar atascada de alguna manera, porque se le ve que le cuesta abrirse. Tal vez con un pequeño empujoncito o un ligero puntapié se abra.
La voz de Inglanar resuena por el pasillo, por lo visto dice que le invade un extraño vengador, o algo así. Con tanto ruido es muy difícil estar seguro de lo que dice.
—¡Grischler! ¿Eres tú realmente? ¡Por todos los dioses de Darkon, no te muevas del sitio! —Durante unos instantes, el mago no dijo nada más.— Esta... —Titubeó.— ...casa parece una especie de presa... Una contención contra una falla en una línea-ley... —Alaster sabía que no se está haciendo entender—. ¡Vamos, que la magia pura se ha salido de sus tuberías! La casa evita que se desparrame por la ciudad... —Dudó, tardó unos segundos en continuar.— Debemos encontrar a Garzhal y descubrir qué le ha ocurrido. —A continuación, alzó el tono.— ¡Garzhal! ¿Dónde estás? ¡Sólo queremos ayudar! ¡Venimos a ayudarte!
Mientras hablaba, Alaster bajó la daga, no fuera a dañar a uno de sus aliados por no verlo. También permaneció en el sitio, girando sobre sí mismo sin moverse, con su otro brazo extendido y tratando de encontrar algo sólido. Comenzaba a dolerle la cabeza.
¿Las visiones nos impiden vernos a nosotros mismos? (Por ejemplo: mi mano.) ¿O sólo nuestro entorno?
No te ves ni el ala del sombrero. No estás atrapado en una realidad alternativa ni nada, sólo estás cegado por luces de colores.
¡Calla un momento, imbécil! grité e hice un movimiento al aire de manera tajante. ¿No escuchas a Inglanar? me quedé un rato más en silencio.
Le he oído algo sobre que le invade un extraño vengador o algo así. Venga Alaster, vamos a continuar.
—¡Maldito elfo engreído...! —gruñó Alaster entre dientes.
Hm... No oigo a Inglanar : P