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Barrio Azul - Sector B4 - Gremio de Ladrones la Mano Blanca

Se trata de un gremio apoyado por las autoridades. Cuando un afiliado a la Mano Blanca comete un golpe, debe dar notificación a Madre, la líder del Gremio. Así, cuando los guardias reciben la denuncia, dejarán de investigar si aparece en los informes de la Mano Blanca, o seguirán hasta el final si se trataba de un ladrón no agremiado.

Estas actividades tienen un límite: hay un listado de personas importantes que no deben ser robadas, así como un cupo anual de robos y una cuota que la gente poco pudiente puede pagar a la Mano Blanca para no ser robada. Todos estos límites obligan a los ladrones a compaginar los hurtos locales con incursiones para robar fuera de la ciudad, con lo que en sus salas se organizan expediciones constantemente, utilizando los portales que la Facultad les indica que son más estables y no se van a cerrar en cuestión de horas.

Barrio Azul - Sector B4 - Prisión

Dependiente del Capitán de la Guardia, en la Prisión se encierran tanto los criminales juzgados por el Cónclave que dirige la Ciudad, como los recién llegados por accidente atravesando un portal y que pertenecen a razas humanoides consideradas peligrosas. Gnolls, hombres lagarto, orcos, trasgos, kóbolds... Este tipo de criaturas, en lugar de matarlas nada más llegar, son capturadas y llevadas a prisión, incluso si van desarmados, o acompañados de otros aventureros de razas no sospechosas. Tras pasar un día en prisión, detectan sus pensamientos para decidir si se le deja allí encerrado, se le expulsa a su plano de origen o se le permite quedarse en la Ciudad de las Mil Puertas como un ciudadano más.

Los centinelas de la prisión consisten en una serie de gólems que pueblan los corredores y realizan tareas rutinarias como alimentar a los presos. Los constructos están bajo la supervisión de uno de los Guardias de la ciudad, que por turnos rotatorios son destinados a esta tarea. Además, cuenta con una serie de contramedidas mágicas: los patios tienen techos de muros invisibles, hay celdas con campos antimagia para los lanzadores de conjuros, y zonas consagradas para dificultarle las cosas a los nigromantes que intenten fugarse.

Barrio Azul - Sector B4 - Los Talleres

Los Talleres forman un complejo de edificios públicos aledaños que rompen el paisaje arquitectónico del Barrio Azul. Aunque hay partes que son comunes, como el taller de alquimia, con el tiempo ha ido evolucionando hacia dos zonas bastante diferenciadas:

-El Taller de Artilugios, dirigido por el enano Jerebías Stölnic, se ocupa de tareas mecánicas. Han construído la totalidad de gólems utilizados en la Prisión y el Cuartel, y se ocupan de repararlos y reemplazarlos cuando son destruídos. También se ocupan de ensamblar los trozos de carne que les llega desde el Granero todas las mañanas, con los que construyen un gólem de carne que se filetea a sí mismo para vender carne en la Plaza del Mercado. Por encargo privado, construyen máquinas de asedio para llevar por piezas através de algún portal y montarlas del otro lado para su comprador, fabrican armas de fuego y también hacen partes de gólems para que el mago de turno pueda comprar el tiempo que le costaría si tratase de hacer el gólem por sí solo.

-Los Telares, ocupados y sostenidos con el trabajo de una sola "persona", Aranna Telar, que ha hecho de las instalaciones su propio nido. Aranna Telar es una siniestra ancianita con cuerpo de araña (una khóldrizh), que se ocupa del entintado de tejidos y el curtido de pieles para las tiendas de ropa de toda la ciudad. El hilo que sale de su abdómen tiene tanto poder mágico, que los utiliza para mantener abiertos los portales inestables que se abren dentro de su taller, pero solo los que llevan a su añorada Faerún natal. No es extraño que algunos aventureros tengan una mala experiencia al llegar a la Ciudad de las Mil Puertas por los Telares, pero Aranna se retirará si los intrusos la hieren lo suficiente o los dejará ir tras dejarles malheridos.

Barrio Azul - Sector C3 - El Granero

La Ciudad de las Mil Puertas no tiene campos de cultivo ni pastos para el ganado. Depende absolutamente de los alimentos que los mercaderes compran en otros planos y almacenan en el edificio conocido como el Granero. Este almacén es vigilado por un único vigilante, que hace un extenuante único turno de doce horas todas las noches. A mayores, las patrullas nocturnas de los Guardias de la ciudad suelen revisar los alrededores del almacén cada cierto tiempo.

No es posible comprender la importancia del Granero sin recordar las Revueltas del Hambre de hace cincuenta años, una serie de crudas rebeliones entre la población por la falta de alimentos. Todo empezó con lo que algunos llaman sabotaje y otros accidente que terminó con el Molino averiado y todos los portales cerrados. Las semanas siguientes, solo los Merkanos con su magia podían viajar a otros planos a traer alimentos, y no bastaba para abastecer a toda la población. La gente del Barrio Azul, desesperada, asaltó el Granero, pero fue repelida por el vigilante nocturno. Poco después la situación se apaciguó gracias a la aparición de un sacerdote humano que con su magia divina creaba comida de la nada: el Padre Parnissola. Los ánimos se calmaron gracias a él, y se terminó de reparar el Molino y restaurar las vías de suministro a otros planos, pero en la mente de los más viejos aún perdura el recuerdo del caos y la anarquía durante las Revueltas del Hambre.

Barrio Azul - Sector C3 - Gremio de Asesinos el Dedo Rojo

Aunque el asesinato sigue siendo ilegal en la Ciudad de las Mil Puertas, el Dedo Rojo ha ido ganando influencia hasta lograr salir de la clandestinidad. Al igual que la Mano Blanca, ha establecido con las autoridades un macabro sistema de cupos, aunque la mayoría de los asesinatos se realizan en planos lejanos. La mayor parte del tiempo, los asociados al gremio forman una especie de cuerpo especial de ejecutores interdimensionales.

El artífice de esta transformación es el azotamentes llamado Vlotung. Vlotung tiene fama entremezclada. Por un lado, su crueldad es temida; por otro, salvó la vida a Lord Hewlos, uno de los líderes del Cónclave, al matar a una criatura que se coló por un portal, y el Padre Parnissola lo ha puesto como ejemplo de redención.

La planta baja del edificio es siniestra, ya que está ocupada por un bar llena de sillas y mesas vacías, lleno de murmullos y vasos que se mueven, con la única presencia de un camarero enmascarado vestido de negro. No es ningún poltergeist: solo docenas de asesinos que para entrar y salir del gremio con discrección se lanzan un conjuro de invisibilidad.

Barrio Azul - Sector C3 - Plaza del Mercado

La lonja conocida como la Plaza del Mercado es un espacio para el comercio de alimentos frescos. Los mercaderes de la Plaza del Mercado pagan una cuota a las autoridades para explotar la concesión, pero solo si venden los productos suministrados por el Granero. También es el sitio perfecto para perderse entre la multitud, en caso de ser perseguido por los Guardias de la ciudad, o por simples maleantes.

-Fannie Kriskow se encarga de las verduras y frutas.

-Mihula Lucter vende agua y licores.

Además, todos los días llega a la lonja un gólem de carne que se filetea con un cuchillo a sí mismo para surtir de carne a los clientes, y al final del día regresa a los Talleres. Queda vacante la concesión de venta de pescado; hasta que alguien la compre, los mercaderes dimensionales no traen pescado a la Ciudad de las Mil Puertas, pero siempre habrá algún rico adinerado que encargue a unos aventureros que pesquen algo para él en otro plano.

Barrio Azul - Sector C4 - Pajarería

La comunicación con conjuros y poderes psíquicos siempre ha estado limitada por los confines de los planos, y los mensajes no logran traspasar los portales. La Pajarería se encarga de usar pájaros modificados mágicamente y entrenados para viajar a otros planos, encontrar a los receptores, entregarles un correo y volver sanos y salvos a la Ciudad de las Mil Puertas.

Los experimentos llevados a cabo para tan noble fin pueden ser un poco cuestionables, y la Pajarería no está exenta de ataques ecoterroristas de druidas radicales que pretenden liberar pájaros y hacer pintadas en las paredes. ¡Malditos hippies! Afortunadamente el negocio no es tan popular como para que la mayoría de los aventureros druidas, que utilizan la Ciudad de las Mil Puertas como lugar de paso entre mundos, sepan de la existencia de este establecimiento y lo que hacen en su interior.

En la planta baja hay un mostrador para atender a los clientes, quedando la planta alta como laboratorio para experimentar con los pájaros. En la azotea del edificio están las dos cúpulas en las que se encierran a los pájaros en total oscuridad, pudiendo separar a las aves de una misma especie por sexos, cuando no se desea que se reproduzcan, y juntándolos en la misma cúpula cuando lo que se pretende es conseguir una tasa de reposición para suplir con nuevas aves las que no son capaces de volver del viaje planar, o simplemente las que mueren mientras se les adultera con magia.

Barrio Rojo - Zona Comercial

"El Barrio Rojo ya no tiene sus calles teñidas de sangre". Con este sugerente letrero en las puertas de los locales, los mercaderes del Barrio Rojo tratan de tranquilizar a los clientes: el motivo por el que esta zona comercial se había ganado el apelativo del rojo de la sangre ya ha sido solventado. Y es que era muy complicado mantener la seguridad en un lugar donde los aventureros se pasean inconscientemente con grandes cantidades de valioso equipo mágico. Eran frecuentes los combates y asaltos que ambicionaban matar por una nueva daga mágica.

Por fortuna, los asesinatos disminuyeron cuando el gremio de asesinos del Dedo Rojo se legalizó y se trasladó al Barrio Azul. Gracias a ese cambio, en el Barrio Rojo se han podido instalar muchos pequeños establecimientos que poco tienen que ver con la magia o la vida de aventurero: cerámica, vidrio, arte... Pero la gran estrella del Barrio Rojo sigue siendo el Callejón Ragnarok, donde un mercenario puede lograr armarse por completo, a la vez que vender su botín de armas, escudos y armaduras.

Barrio Rojo - Sector C4 - Talabartería el Collado de Marco

Ubicado en la calle Sur, el Collado de Marco vende una gran variedad de productos de cuero: látigos, armaduras, sillas de montar, cinturones, calzado, vainas de espada...

Su actual dueño, Marco, heredó la tienda de su maestro talabartero. Es un hombre que evita los conflictos, así que prefiere comprar la materia prima a la Facultad en lugar de comprar pieles de lobo a conflictivos aventureros y tener que regatear con ellos.

Barrio Rojo - Sector D2 - La Tortuga Voladora

La Tortuga Voladora es una tienda de objetos variados. Un aventurero poco avispado podrá encontrar aquí cuerdas, tiendas de campaña, y demás parafernalia de acampada, herramientas, y diversos objetos de segunda mano. El ojo experto puede encontrar aquí mucho más. Sus estanterías están repletas de fetiches, ungüentos y amuletos, objetos que no son lo que parecen y dan a la Tortuga Voladora su personalidad y toque especial.

La tienda fue abierta por Felildra, al poco de llegar a la Ciudad de las Mil Puertas por uno de los portales. Su novio Nikuu a veces se pasa por la tienda a verla.

Barrio Rojo - Sector D3 - los Establos

Aunque no hay ninguna ley que prohiba ir con animales por la calle, lo cierto es que las posadas de la ciudad no están acondicionadas apropiadamente para dar cobijo a ciertos tipos de mascotas grandes o asalvajadas. Para caballos, lobos y demás, la ciudad dispone de sus propios establos públicos en el corazón del Barrio Rojo.

Los Establos cuentan con un patio al aire libre para que los herbívoros corran en libertad, y varios patios bajo techo para los carnívoros. De este modo, en caso de que se acerque una tormenta eléctrica, los únicos animales que deben guardarse en boxes son los más mansos, que crean menos problemas a Malahierba.

En este establecimiento suelen encontrarse a dos hembras hobgoblin (gran trasgo). Una de ellas, Malahierba, es la encargada de gestionar los Establos y cuidar de las bestias. La otra es su némesis, Tralla, una domadora privada que ejerce su profesión en los Establos. Malahierba tiene tres quebraderos de cabeza: los métodos violentos pero efectivos con los que Tralla entrena a los animales, y los dos leones de Tralla.

Barrio Rojo - Sector D3 - Luz del Día

La tienda de bálsamos y elixires Luz del Día es el establecimiento de ventas de pociones más popular de la Ciudad de las Mil Puertas. Aunque su dueña es la hermosa y vital elfa Lerenia, es su hija semielfa Ga la que atiende en el local. Se da la particularidad de que como los semielfos envejecen más rápido que los elfos, Ga es ya casi una anciana, mientras que su madre aún se conserva joven y bella.

Además de pociones, también disponen de otros líquidos mágicos y pomadas (elixir de aliento de dragón, bálsamo de Keoghtom, elixir de amor...), pero no venden venenos.

Barrio Rojo - Sector D3 - Radaf el Conjurador

El enorme ego del Merkano Radaf Lucter le llevó a abrir esta tienda como paradigma de lo que piensa de sí mismo. Por dentro, grandes alfombras en el suelo, lámparas de araña en el techo y relieves en las paredes contando supuestas proezas nunca verificadas de Radaf aplastando ejércitos, creando mundos o matando a la Tarasca. Y en el centro, en lo alto de una pequeña pirámide de escalones, tras el escritorio en el que anota sus pensamientos, un ostentoso trono digno de un rey.

Lo que no hay en la tienda del Conjurador es mercancía. La principal actividad de la tienda está encuadrada en el sector servicios: Radaf lanza sus conjuros sobre sus clientes a cambio de un precio razonable. También se dedica a vender componentes de conjuros y focos, pero éstos los guarda en Cofres Secretos de Leomund, escondidos entre dimensiones, que convoca en su tienda cuando el cliente le dice lo que busca.

Aún sin mercancías, los tapices, bustos de piedra, alfombras de pieles y demás excentricidades, son un objetivo tentador en sí mismo para los ladrones. Sin embargo, aún cuando Radaf cierra su tienda, los suicidas que pretendan robar cuando él no está tendrán que medirse a objetos animados, gárgolas, Mastines fieles de Mordenkainen y demás defensas mágicas.

Barrio Rojo - Sector D3 - Urrick el Bardo

Esta tienda-taller, regentada por el ex-bardo gnomo ya retirado Urrick Groseyer, se ocupa de la reparación, afinación y compra-venta de instrumentos musicales. También se dedican a la compra-venta de obras de arte, pero como sería demasiado tentador para los ladrones tener cuadros valiosos, Urrick los deposita en la Casa de la Moneda.

Su ayudante para reparar instrumentos es su propia nuera, la bruta gnoma Bibi, si es que consigue niñera para su bebé Louie. Sin embargo, Bibi está muy limitada. Solo se dedica a cobrar a los clientes y a barnizar instrumentos, ya que no tiene la sensibilidad necesaria para ser marchante de arte ni el oído para afinar un instrumento.

En ocasiones, Urrick contrata aventureros para que custodien objetos de arte cuando son transportados a la Casa de la Moneda después de su compra, o de la Casa de la Moneda al Palacete de Mármol para hacer exposiciones.

Barrio Rojo - Sector D4 - Ropa y Calzados el Rey

Esta tienda con forma de corona se encarga de vender todo tipo de ropa, calzado y complementos, tanto mágicos como no mágicos.

Es extraño que un mediano como el difunto Rycer Gargali fundase un establecimiento en el que venden zapatos, precisamente cuando su raza va descalza, pero la tienda empezó llamándose Ropas y Cinturones el Rey, y fue más tarde cuando empezó a vender también calzado y cambió de nombre. Actualmente, la tienda la lleva Lali, hija del fundador.

Al igual que la talabartería el Collado de Marco, Ropas y Calzados el Rey recurre a la Facultad para hacerse con las materias primas, y como ambas tiendas venden cinturones y botas de cuero, también compiten por la misma clientela. Fue así como empezó la rivalidad entre Lali y Marco.

Barrio Rojo - Sector E2 - Mitaldhir la Herborista

La vieja dríade que fundó esta herboristería en un callejón perpendicular a la calle este, Mitaldhir, es una ancianita que llegó a la Ciudad de las Mil Puertas como una mera semilla en la bota de un viajero planar. Su tienda, por dentro, es como el hueco del interior de un árbol gigante, con ramas verdes en el techo. Eso es porque la dríade ha ido creciendo en el interior de la casa hasta ocupar todo su ancho.

La parte más humanoide de la criatura está pegada al suelo leñoso de las paredes (son el mismo ser) y se puede deslizar por él a voluntad, aunque normalmente se mostrará a ras de suelo, detrás de un mostrador de madera (que también es parte de Mitaldhir), que cruza de lado a lado de la tienda. Cuando le piden una hierba, ella baja alguna de sus ramas con el producto buscado.

En sus ramas anida una lechuza a la que llama cariñosamente Miluchi, con tendencia a perderse y necesitar que un puñado de aventureros bienintencionados la encuentren y la devuelvan a Mitaldhir.

Barrio Rojo - Sector E3 - El Fuego Frío

Hubo un tiempo en el que la Ciudad de las Mil Puertas estaba sumida en la oscuridad, y las antorchas siempreardientes eran de uso común. En ese contexto, un genasí de fuego, mudo y de movimientos parsimoniosos, llegó de Faerún con intenciones de establecer una tienda para las siempreardientes y otros objetos alquímicos. Llamó a su tienda el Fuego Frío. Y con los beneficios financiaba sus investigaciones alquímicas. Pero un día, el genasí decidió ir más allá. ¿Por qué no crear su propio sol?

A día de hoy, el pequeño sol de Corolien orbita alrededor de la roca sobre la que se asienta la ciudad. Sale por el precipicio en el que termina la calle Este y se oculta al final de la calle Oeste, manteniéndose la mitad de la órbita bajo la roca. Todas las mañanas, Corolien visita la calle Este y lanza con un pequeño arcabuz una carga alquímica para recargar su sol, y por ese servicio la ciudad le recompensa mensualmente. Esos pagos sustituyen las pérdidas en ventas de antorchas siempreardientes, permitiendo al callado Corolien seguir tranquilo con sus investigaciones en el sótano de su caluroso local.

¿Pero qué pasaría si un día Corolien desapareciese y nadie supiese prender la llama del pequeño sol?

Barrio Rojo - Sector E3 - Joyería Corazón del Dragón

Mr. Fagin es una de las personas más famosas de la Ciudad de las Mil Puertas, y no para bien. El único motivo por el que este pequeño gnomo es tan conocido es por su facilidad para ser caricaturizable. Representa todos los clichés negativos que muestran a su raza como una pandilla de avaros y tacaños, pues entre las actividades de la Joyería Corazón del Dragón, además de la compraventa de joyas y gemas preciosas, se incluyen los préstamos con usura. Debido a ello, los bardos han escrito canciones ridiculizándole, convirtiéndole en objeto de burla y escarnio.

Hace solo unos años, Mr. Fagin contrató a una dependienta, la enana Olga Zorban. Pero a pesar de que con eso su presencia ya no es necesaria en el Corazón del Dragón, el viejo gnomo no se fía de nadie. A veces espía desde la trastienda, a veces no se le ve, pero sabes que puede estar ahí, bajo un conjuro de invisibilidad, vigilando a los clientes con dedos muy largos, o asegurándose de que Olga no le sisa cuando la enana piensa que no está.

Barrio Rojo - Sector E4 - Callejón Ragnarok

Situado cerca del extremo por el que la roca en la que se asienta la Ciudad de las Mil Puertas surca el aire, unos tablones ponen fin al Callejón Ragnarok y lo separan de un gran precipicio mientras la madera retumba por la fuerza del viento en esta zona.

Este callejón es la calle más popular para los aventureros. Hay puestos especializados en armas, armaduras y escudos, que al llegar la noche echan el cierre hasta la mañana siguiente, dejando la callejuela vacía con un montón de portones cerrados. Las mercancías acumuladas en el Callejón Ragnarok suponen una fortuna equiparable al de la Casa de la Moneda, así que tienen que ponerlo a buen recaudo, pagando cuota de protección al gremio de ladrones y lanzando algunas defensas mágicas por parte de uno de los tenderos, un Merkano llamado Uferantos, que vende armas.

Los otros dos puestos ubicados en el Ragnarok son los del humano Ape Gansegi (compraventa de escudos) y la enana Betty Krein (compraventa de armaduras), que no se llevan bien entre ellos, y que se benefician de las protecciones mágicas nocturnas de Uferantos para todo el callejón cuando toca volver a sus respectivas casas.

Barrio Verde - Distrito Potentado

Originariamente, estaba poblado por los Merkanos. El Barrio Verde se llamaba así porque durante mucho tiempo fue el único lugar en el que crecía algo de vegetación en todo el seco meteoro. No había nada sobrenatural en ello: los Merkanos eran más ricos y tenían más tiempo libre para cuidar las plantas con la que alegrar mínimamente sus calles. Con la llegada de algunos druidas entre los grupos de aventureros, las plantas extendieron algo su semilla por otros barrios, aunque la tierra sigue siendo dura y problemática para el crecimiento de las plantas.

Cuando gente adinerada de otras razas empezó a mudarse al barrio, los Merkanos empezaron a marcharse. Así fue que las grandes casas adaptadas para la vida de los gigantes azules fueron reconvertidas en auténticas y espaciosas mansiones. También sigue siendo el lugar desde el que se ostenta el poder político de la Ciudad de las Mil Puertas.