Partida Rol por web

¿Qué recinto exploras exactamente?

Si recorres los pasillos de los dormitorios verás que todo consiste en largos pasillos con dormitorios a ambos lados y baños intercalados, al igual que los vuestros. Puedes encontrar una sala de descanso en la planta baja, un lugar con sillones, mesas y sillas donde poder sentarse. Algunos soldados veteranos estaban allí jugando a algún juego de azar, pero había aún bastante sitio libre por toda la habitación.

El guerrero se alejó del resto del grupo y se internó en los campos de entrenamiento, aún portando sus armas. Estando completamente solo y sobre la arena, podía decidir si continuar explorando o dedicarse a entrenar el resto del tiempo libre.

Brand entendió a la perfección la mirada socarrona que Helios echó a Bartos, a través de ella supueso que aquel hombre habría perdido su combate.. quizás no fuera tan fiero como parecía, aún así seguía pareciéndole un tipo al que no se le podía quitar un ojo si lo tienes como rival.

-Sí, vayámonos de aquí - Contestó - Aquí solo molestamos y será buena idea conocer algo más de este lugar. Por cierto, ¿dónde está Orión? Me gustaría saber cómo le ha ido a él.

Así es Helios vencí, aunque Arsenios no me lo puso nada fácil. Ha sido un combate muy igualado en el que ha vencido el más rápido.

Orestes se dirigó a Arsenios tras sus palabras... No dudo que puedas vencerme en el siguiente combate, pero te aseguro que no te lo pondré fácil. De eso se trata, de que aprendamos a combatir, pues es lo que haremos de ahora en adelante. Y cierto, la teniente es mucho más hermosa que yo, pero tiene una ventaja... que es mujer. Y contra eso nada puedo hacer...Te aseguro que sus golpes serán más certeros y dolorosos que los mios por muy bella que ella sea. Solo hay que ver como ha dejado a Inzuel.... Dijo Orestes sonriente.

Brand, a Orion le ha ido bien, aquí tienes la prueba..  Contestó Orestes señalando al aún inconsciente Balin. Creo que nuestro compañero apenas dió un paso antes de que Orion se le echara encima como la peor de las  tormentas.

Arsenios, os acompañaré enseguida, pero antes me gustaría reposar un poco más...   Dijo observando a Helios y Bartos con cierto gesto de preocupación.

Le parecio extraño que Orestres quiera quedarse, no era por un tema de salud, pero tendria sus motivos y los respetaba. La vista desde el patio era imponente, los edificios eran simbolos de la grandeza del reino, su altura era mayor que los que habia en su isla, y cientos de personas estaban contenidas en las paredes de la fortaleza. Le llamaba la atencion los dos enfrentados, al Norte y al Sur, aunque no tenia idea de que proposito tenian.

Camino a la par del mestizo y decidio cortar el silencio - En la Isla de Nildur no habia construcciones tan imponentes, es un lugar fascinante esta fortaleza. Hasta hace dias lo que mas he visto ha sido el hierro candente y el agua de mar, pero no me quejo, son dos pasiones a las que nunca he de renunciar. La tercera son las tenientes... - y rio al terminar la frase. 

Después de las curas salgo de la enfermería  y veo a otros reclutas y me dirijo al que se me hace muy conocido (Arsenios)

Ya caigo quien eres, tu eres el hijo del mejor herrero de Nildur , tal vez te suene mi cara ,soy el hijo del capitán de la guardia de la ciudad, Raelos seguro que en más de una ocasión al menos de pequeños nos hemos cruzado, ya pensaba que iba a ser el único de la isla de Nildur aquí y no encontrar a otro compatriota por aquí, porque no es que un servidor barra para casa pero los hombres y mujeres de la Isla de Nildur estamos hechos de otra pasta.

-Y qué lo digas -fue lo único que agregó el mestizo al comentario del otro hombre, era malísimo para los nombres, sobre la Teniente- tener cuidado, lo digo en serio.

Una vez fuera, Inzuel sonrió cuando escuchó al hombre, del cual no recordaba el nombre hablando sobre su isla de origen- Yo provengo de Eldor y, bueno, había fortalezas, pero no como estás y nunca había estado dentro -mentira, estuviste preso, ¿recuerdas?- ¿Qué te parecen esos dos edificios? ¿Vamos a ver como es el que está al norte?

Me las arreglo para limpiar bien mis magulladuras y mis manos, la enfermería estaba llena y no quería llamar la atención. Bueno mi físico es lo más importante estos días necesitaré de el para aguantar, eso fue lo que hizo desestimar un segundo intento de trepar. Y como un termo se volvió a guardar su rencor para cuando puediera vengarse.

Las horas pasaban y el día transcurría en la Fortaleza mientras los nuevos cadetes se dedicaban a diferentes tareas, unos exploraban, otros charlaban entre ellos, otros se dedicaban a sus ratos de esparcimiento y descanso. El sol se ponía en el Oeste, podíais ver que ya quedaba menos para el momento de la llamada, debíais ir apresurandoos para terminar lo que quisierais hacer antes de tener que acudir irremediablemente a la hora de cenar.

Me dedico a recorrer todas las instalaciones de las que les daremos uso proximamente, sea como banyos, armerias, cocinas, zonas de descanso, salas de reuniones, ect... luego me entretengo descubriendo la arquitectura del edifício principal i entro hasta donde se me permita por rango...
Más tarde me dirijo a mi habitación a asearme un poco y prepararme para la imminente cena.

Orión tras un rato de entreno sentía su cuerpo cansado. Un paseo le vendría bien antes de la cena.

Las palabras de Raelos le dieron un aire de aliento y aumentaron su confianza en si mismo, que habia quedado golpeada tras la derrota con Orestres. Por lo visto habia varios que no pertenecian al continente, y seguramente se entenderian mejor entre si.

- Asi que eres Raelos de Nildur, yo soy Arsenios de Nildur y el es Inzuel de Eldor. Me da gusto que llevemos el sabor a sal en nuestra piel, eso es un buen augurio de Zembron para nosotros - lo saluda con el clasico cruce de manos que era costumbre entre los isleños

- Estabamos por ir hacia el edificio del norte con Inzuel, nos acompañas? -

Sargon se dedicó a caminar por los alrededores de la fortaleza buscado un lugar tranquilo sin alejarse mucho de las barracas, en su mente revisaba aquel combate, sin duda su oponente era muy bueno, pero además aunque había dado el primer golpe no tomo en serio la pelea, él sabía que tenía la suficiente fuerza para liquidar a un hombre de un solo golpe, pero aun con la fuerza que imprimió a su ataque la espada había sido empleada como un novato, así se mantuvo meditando acerca de sus errores en aquel entrenamiento para evitarlos en el futuro, al cabo de varias horas, vio que el sol estaba cayendo en el horizonte,  por lo que se dispuso prestamente a caminar hacia las barracas. Una vez allí, subió a su habitación y se recostó sobre  la cama mientras esperaba la hora de la cena.

acelero

Sargon uno de su cuadrilla le sorprendió era el único igual que el que se había acercado de momento a las habitaciones, Con la puerta entreabierta y desde mi habitación seguía reflexionando por lo ocurrido y cubriendo mis rasguños.

Pronto habremos de estar presentes durante la cena, he de prepararme bien.

Ya creí que solo iba a estar con las aburridas gentes de las tierras del interior, jajá. Si por qué no, os acompañare, a un tengo que explorar todo este complejo para poder habituarme a él y anticiparme a que zonas son mejores y con quien una se tiene que llevar bien para mejorar un poco  su calidad de vida, por cierto que tal te ha ido a ti el combate, el mío fue muy igualado salvo en el último momento que la diosa fortuna no me acompaño y mi rival me dio un tremendo golpe en las costillas, que me dolerán duran un buen tiempo,pero así son los entrenamientos,sudor, sangre y lagrimas.

Acompaño al grupo a explorar el edificio del Norte.

Estaba ya bastante mejor todos los remedios que utilizaron en la enfermería hicieron que mis contusiones se curarán el doble de rápido. Viendo que ya se acercaba la hora para cenar , fui a donde entablé el combate viendo a Orión entrenar, sigue así compañero y te harás famoso en la batalla me acerqué a él y le tendí la mano no quiero que me tengas por novato así que te diré que mi camino es para entrenarme en caballería , el combate ha sido desigual pues tú estas entrenado para combatir a pie y yo a caballo y con escudo, pero aun así me alegro haberte tenido como adversario, he aprendido a temer al que sostenga dos armas. Esperé su respuesta y luego me dispuse a coger todas aquellas armas que dejé en el patio de entrenamiento para subirla a mi dormitorio .

Luego de haber fallado en dar mi golpe el teniente soltó algunas palabras de aceptación y comenzó una nueva embestida, con toda la rapidez que pude intente poner mi escudo en medio pero no llegue a tiempo y la lanza paso por al lado de mi protección y dio de lleno contra mi clavícula, un segundo luego del golpe pude sentir en todo mi cuerpo como el dolor aumentaba a cada segundo, aguante el dolor todo lo que pude pero termine cayendo de rodillas con la saliva en la boca y algo de sangre producida por una fuerte mordedura de lengua, tome un momento para respirar y después acepte la ayuda del teniente para levantarme, con mucho dolor comencé a caminar hacia la enfermería acompañado de un muy pequeño sentimiento de satisfacción por haber logrado golpear a la montaña.

La enfermería se encontraba bastante limpia y el personal era muy atento en cuanto a sus tratos, me sentaron en una camilla y luego de unos minutos de punzadas de dolor y pruebas médicas terminaron aplicándome un ungüento que causaba escozor en la piel, para relajar el músculo me tome una amarga y humeante bebida naranja y luego me recoste en la camilla, me recuperare de esta y entrenare hasta poder derrotar al golem humano de un solo ataque pensaba cada vez que me volvía a acomodar para no ejercer presión sobre el hombro, aunque no tenia muchas ganas de hablar decidí pasar el tiempo puliendo mi equipo con un paño azul que estaba tirado al lado de la cama.

No quería que nadie se me avance, y antes de la hora de cenar ya estaba en el comedor. La idea era pasar desapercibido. Pronto llamarían a los demás. Me lave las manos y repase que mi uniforme estuviera en perfecto estado.