Partida Rol por web

Tras varios dias en compañia de estos hombres, distinguis finalmente la impresionante fortaleza que será vuestro destino.
En las puertas, varios enanos, que os hacen recordar el combate que casi acaba con alguno de vosotros, sin embargo, tras unas breves preguntas de rigor y viendo que no pareceis una gran amenaza, cuatro enanos acorazados os acompañan al interior de la montaña.

para vosotros han dispuesto 4 habitaciones y dos enormes baños en cuyo interior hay bañeras llenas de agua humeante, agua natural de las fuentes de agua caliente del interior de la montaña.

a pesar de la sensación de estar de nuevo solos, sabeis que en todas las salidas, hay guardias enanos. No sois prisioneros ni muchisimo menos, pero los enanos son celosos con sus pertenencias y no dejaran a unos desconocidos deambular por la fortaleza
 

Tras pasar unos días en la fortaleza,  decido que es hora de tomar a l toro por los cuernos y pido hablar con nuestro anfitrión.

Una vez frente a Lord Kainen....

Mi lord, mis hermanos y yo agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros, pero debemos proseguir nuestro viaje, ¿Será posible que nos permitan marchar el día de mañana al alba y nos entreguen los ponis de nuestros difuntos victimarios a efectos de recuperar el tiempo de viaje? - interrogo con amabilidad al noble.

En definitiva no me agradaba en lo absoluto estar rodeado por los partidarios de la orden de "La rosa dorada".

Ufff. No sé vosotros, pero yo hace mucho que no disfruto de estos lujos...

Zisintharax se acerca a una de las bañeras y, dejando la ropa a un lado, se mete en una de las bañeras.

¡Qué descanso!

Aruna también aprovecha la oportunidad de asearse como es debido. Nunca se sabe cuándo será la próxima vez que puedan hacerlo.

Adam se acicala durante horas. Los feligreses no lo verían con buenos ojos después de tal aspecto desaliñado que tenía. Su pelo deja de estar grasiento tras el uso milagroso del jabón y por vez primera se consigue ver al espejo. El rostro quemado por el ataque del dragón le ha marcado, por fuero y por dentro al clérigo de Kelemvor.

Una vez descansado ve que Washakie reúne a sus hermanos* y solicita una audiencia con Lord Kainen. Una vez ante el señor, su hermano habla en nombre de todos. Estoy seguro de que no se nos ha traído aquí solo para proporcionarnos comida y descanso... Habla Adam hacia su hermano Washakie... pero claramente el mensaje es para el noble.

Lo primero que hace Zoren cuando le dejan solo en su estancia es comprobar las salidas. Una vez seguro atranca la puerta, se deshace de su ropa y armadura y se da un baño. Ha estado muy cerca de la muerte esta vez, necesita encontrar el modo de poner distancia entre él y sus enemigos... tiene algunas ideas, pero no está seguro de que vayan a funcionar. Primero tiene que hacer algunas pruebas.

Una vez limpio y aseado, hace recuento de sus pertenencias. Ojalá hubieran encontrado algo de valor que le sirviera. Tal vez pueda comprar algo a los enanos, con un arma más larga quiza...

Tras llegar a la fortaleza aprovecho para asearme y apertrecharme adecuadamente, antes de continuar el viaje.

Por alguna razón no me sentía cómodo dentro de la fortaleza y quería largarme allí cuanto antes, es por ello que en la primera oportunidad que tuve, aproveché para comprar una lanza larga y de ser posible una cota de mallas.

Una vez comprado mi nuevo equipo, busco un lugar donde meditar en paz y observar todo lo que me rodea sin llamar mucho la atención.

El baño es largo y reconfortante, aunque la sensación de estar controlados estropea esta estupenda situación.
Alguno de vosotros se dirije a los guardas del pasillo intentando una audiencia, pero estos, con educación, pero tajantes, os informan que no es posible por el momento salir de las estancias.

Transcurren un par de horas antes que la puerta se abra tras unos toques en la misma y tengais enfrente a un Kainen mas "ligero". No lleva su armadura, tan solo unos ropajes de color celeste, sin simbolos de ningún tipo. Tampoco lleva ningun arma a la vista, aunque da la sensación de que aun asi, saldría exitoso de algunos combates.

Espero que hayais podido disfrutar de un baño y un rato para vosotros - dice cerrando la puerta tras de si. Otea la habitación, y finalmente decide que el mejor sitio para sentarse es una de las camas. Es hora de que conteis vuestra historia, nosotros ya lo hemos hecho. Si aceptais consejo de este desconocido, dejad vuestras armas y armaduras aqui, con ellas encima solo dariais la sensación de necesitar defensa o de estar preparados para atacar. Intentad ser sinceros, los clérigos tienen formas de saber cuando vuestras palabras son mentira y no se lo tomarian nada bien.
Si la sensación que tengo con vosotros es real, dentro de poco saldremos de esta fortaleza, aunque quizá no como os imaginais - sonrie. - en marcha, os espero en el pasillo para llevaros

Adam sonríe, le gusta ese tipo pero ya no se piensa fiar jamás de las apariencias. Recalca en sus palabras sobre los clérigos con poderes para obtener la verdad. Yo mismo puedo también discernir las mentiras milord. Generalmente me repugna usarlo, pues no quiero ofender a nadie. Pero entienda que esta vez usaré una "Zona de la verdad"... precisamente por el respeto hacia los anteriores enanos... aquellos que nos asaltaron... no lo utilicé y me arrepentiré toda la vida por ello. 

En realidad, si hubiera algo que ocultar, sería por la seguridad de todos. Me alegra su disposición a tomar la palabra y no las hachas. Con ello el clérigo de Kelemvor hace una reverencia y sigue a Lord Kainen.

Saludo con un gesto a kainen al entrar 3n la habitación. Tras pensarlo un instante, respondo con tranquilidad y respeto

Sin deseo de parecer descortés, me gustaría pensar que hemos aprendido de nuestros errores pasados en los que hemos confiado en la bondad de la gente y nos lo han pagado atacandonos. No me importa que intenten averiguar que no mentimos, pero no dejaré aquí mis escasas posesiones.

La pequeña Aruna tampoco parece muy dispuesta a dejar atrás sus pertenencias:

-Tenga en cuenta que llevamos tiempo corriendo de un lado para otro. No terminamos de poder asentarnos en ningún sitio. De hecho, hacía mucho más de lo que nos hubiera gustado que no disfrutamos de una hospitalidad como la suya. Le ruego nos permita portar nuestros chismes sin que eso suponga una ofensa. Son lo único que tenemos en este... en este mundo.

Cuando Kainen llega a nuestra habitación, lo observo en silencio mientras escuchó cada una de sus palabras, antes de dirigir una mirada significativa a Adam a través de la cual sólo había un mensaje muy claro: "Te dije que esto era una mala idea". 

Luego me concentro en nuestro gentil "anfitrión".

Mi lord, mis hermanos y yo no tenemos la costumbre de mentir, pero  confío en que Usted comprenderá que hay información que preferimos mantener en privado, cosas como que a mi me gusta dormir boca abajo y nuestra querida Aruna ronca más fuerte que un dragón. - digo intentando quitarle el hierro al asunto.

Así que agradeceré mucho que nuestra privacidad sea respetada, agradecemos su hospitalidad, pero nos urge continuar con nuestro viaje. Espero lo entienda. - digo en tono conciliador.

Fue tan solo un consejo, ahora es decision vuestra. Acompañadme entonces.

el corto paseo por la fortaleza os resulta muy agobiante y realmente largo. kainen va en cabeza, parece que conoce el camino pues no titubea en ningun momento. Se mantiene en silencio y cuando se detiene frente a unas enormes puertas de piedra, os recorre con la mirada de uno en uno, suelta un quedo suspiro y empuja una de las hojas para franquear el paso. No hay llamadas. no hay aviso de que alguien entra, simplemente lo hace.

La sala que hay tras la puerta es pequeña, apenas calentada e iluminada por una chimenea en el centro de la misma. En ella se encuentran 5 personas, tres enanos sin armaduras ni armas a la vista, el propio kainen y una ultima figura sentada en la mesa completamente encapuchado, aunque unas barbas largas, castaña y canosa a partes iguales, cae sobre su pecho.

con vosotros dentro la habitación daria la sensación de estar abarrotada.
Por favor muchachos, pasad......- dice el enano que esta en el centro.

Zoren no responde a los consejos de Kainan. No hay nada que añadir a lo que han dicho sus hermanos. El cuchillo del alma ya era desconfiado antes de empezar esta aventura, pero ahora lo es más que nunca. Hasta que no sienta que puede correr libre, no estará tranquilo. Pasea la mirada furtiva por los pasillos buscando todas las oberturas posibles.

¿Para que iban a dejar sus armas? Los enanos eran hostiles con ellos armados o no, así se habían portado desde que habían llegado. Les mantenían prisioneros, tal vez prisioneros de cortesia, pero prisioneros al fin y al cabo. No, Zoren no estaba tranquilo. Entró en la sala tras sus hermanos, pero permaneció en silencio ante aquellos desconocidos. Estaba claro que querían algo de ellos y que sabían cosas que ellos no. Que movieran ficha.

No me sentía nada cómodo en el lugar y en definitiva lo único que deseaba era largarme de allí y lo haría ni bien tuviera la oportunidad de hacerlo.

Finalmente opté por imitar a Zoren y marchar con mi hacha bien sujeta en el cinturón. La caminata se me hacía ominosa y molesta, pero lo peor fue el llegar ante los clérigos, estos últimos ya tenían todo dispuesto  para interrogarnos.

Aguarde paciente al lado de mis hermanos, esperando cualquier señal de peligro para lanzarme al ataque.

Tras escuchar la invitación para entrar en la sala, entro con decisión procurando colocarme como siempre en primera linea entre nuestros interlocutores y mis hermanos por lo que pueda pasar. No sabemos lo que nos vamos a encontrar en este momento, y ya no hay tiempo para lamentarse por no decidir entre todos lo que queremos contar o no. Espero no necesitar mis armas, pero el simple hecho de notar el tacto del pomo en mis manos ya me tranquiliza.

Accedo a la sala saludando a todos los presentes con una inclinación de cabeza, pero manteniendome en un silencio prudencial. Mi fuerte nunca han sido las palabras y tampoco estoy acostumbrado a estas situaciones.

Adam entra, sin reparos ni duda. La muerte llega cuando toca y sabe que hoy no será el día... Kelemvor le habla y le dice que confíe en esa gente. En que si algo sucede él se encargará de vengarle y de hacer justicia. Husmea el ambiente y mira al suelo y a la gente de su alrededor, buscando posibles sondajes mágicos a través de artes ocultas.

Quizá debería hacer un zona de la verdad... pero será mejor esperar a ver comos e presentan. Pensa Adam mientras saluda cordialmente a toda la gente de su alrededor.

Saludos... quiere añadir presentaciones, pero supone que será cuestionado antes de que pueda presentarse.

Zisintharax entra en la sala con los demás. Parece que el momento de las expliaciones ha llegado.

Acompañada por la purpúrea bolita flotante de incarnum, Aruna entra en la atestada estancia como animal resignado que llevan al matadero. Aún así, la enjuta mujer todavía mantiene la esperanza de que en este... en este... ¿pasado, pesadilla, mundo paralelo?, o lo que quiera que sea el lugar en el que se encuentran los hermanastros, las cosas sean positivamente diferentes.