Partida Rol por web

Cú-cú viendo lo difícil que era desatarse, se acercó a uno de sus compañeros, al ver a klucky liándose un porro mágico,se acercó a él y se lo quitó, era sabido que la "yerba" esa te hacía más grande, una vez klucky le dijo que los patas largas eran tan altos porque se pasaban el día fumando "yerba". Para pagarle por el porro y sabiendo lo fuertes que estaban los nudos, en vez de desatarlo, se puso a aflojarlos para que fueran más fáciles de desatar.

Y ya que estaba y porque el suelo estaba calentito, aprovecho el rinconcito oculto para que saliera un sospechoso liquido amarillento,... ¿donde escondía esa limonada?

Nggh... grrrr... aaarrrghh

Rashud continuó intentando deshacerse de las cuerdas, viendo que era complicado, intentó una estratagema, tumbándose en el suelo de masa pringosa, y se fue embadurnando con la misma con la intención de intentar hacer más fácile el deslizarse fuera de las malditas ataduras...

¡Aaaaaah!-exclamó la Sabia Momia Peleadura, señalando a Cú-cú mientras ayudaba a Klucky-¡Están pactando! ¡Están pactando! ¡Paaaaaactooooooo...!

Por el tono de voz no lo decía como un reproche o un arranque de alegría, sino más bien como si estuviese dando una noticia en exclusiva. Además, de la limonada no había dicho nada, así que no parecía que Cú-cú hubiese cometido ninguna irregularidad electoral.

Gracias a Cú-cú, el nudo del druida estaba más aflojado, pero Klucky estaba demasiado fumao como para pelearse con las cuerdas. Nada de peleas, solo paz y amor. Pero si el Consejero Klucky no hubiese estado tan "ausente", ya habría empezado a liberarse de ataduras, que es algo también muy de hippie.

Mientras Rashud se estaba restregando contra el merengue como una stripper kóbold en una despedida de soltero, Smoralek y Slorbo seguían teniendo problemas con lo suyo.

Y en cuanto al resto de habitantes del pastel... las águilas doradas picaban como un nido de avispas en la pasarela de un barco varado en medio de un pantano. Rashud, Klucky y Slorbo se llevaron de lo lindo, y unos incipientes chichones en la cabeza empezaban a coger una sana redondez y un estético rojor.

Viendo a los pollitos molestos picoteando a diestro y siniestro, miró cual de ellos tena las patitas mas churruscaditas y lo atizó para que se estuviera quieto - Pollito malo, a dormir, y churruchcarte bien pa'comer - pero al atizarle, notó que sus pies también se churruscaban y corrió a salir de la tarta, era mucho el calorcito de sus pies, para un obold tan joven.

Sin la ayuda de nadie más que sus capacidades, el elegido de Kurtulmak logró desatarse de las cuerdas todo impregnado de crema se escabulló hasta salir de la tarta como alma que lleva el demonio.

-¡Diez puntos, diez puntos!- Ladraba mientras escapaba de aquella tarta maldita salpicando de crema a unos y otros...

¡DIEZ VOTOS-que no puntos-PARA RASHUD POR SALIR PRIMERO DE LA TARTA!-anunció-¡RASHUD SE DESTACA CON DIECINUEVE VOTOS EN LAS ENCUESTAS!

Y tan en cuesta: lo que le ha costado salir de allí. Cuando los Mascapájaros ya daban por supuesta la victoria de su nuevo presidente, entonces, llegó el vuelco electoral...

¡EL KÓBOLD QUE ESCUPE AL HABLAR GANA CINCO VOTOS POR MATAR A UN ÁGUILA DORADA! ¡EL PARTIDO VERDE RECORTA DISTANCIAS CON EL PARTIDO VIOLETA NEGRO!

Entonces los kóbolds contuvieron la respiración. Y Cú-cú hizo su jugada maestra, como gran estratega-hechicero que es: salirse de la tarta en segundo lugar.

¡Uooooooooooh! ¡EL KÓBOLD QUE ESCUPE SALE EL SEGUNDO DE LA TARTA! ¡¡¡OTROS CINCO VOTOS!!!

La Sabia Momia empezó a hacer un recuento rápido con los dedos. Necesitó pillar prestado a otros dos Mascapájaros para que le salieran las cuentas.

El kóbold que escupe al hablar lleva veintiún votos, y de momento va primero. Rashud va segundo con diecinueve votos. Quedan en juego dieciocho votos: tres por salir el tercero de la tarta y cinco por cada una de las tres águilas doradas que quedan. ¡Smoralek aún puede ser presidente!

Pringado de merengue, y respirando afanosamente por el esfuerzo Rashud negó con un gesto de su garra.

-Las reglas no especificarban que no se pudieran matar los pollos desde fuera. ¿Por qué atacar de frente y en peligro, pudiendolo hacer a salvo y a tración? Kurtulmak lo aprobaría!

Y sin esperar más, y sintiendo unas profundas ganas de pagar su malestar con alguien, lanzó un rayo violeta contra uno de los pollos debilitados. Un haz de energía cruzó la poca distancia hacia el debilitado ser amarillo, sacudiéndolo con fuerza.

Cú-cú, como todo buen hechicero, no quiso desperdiciar sus bienes materiales, no sabia donde conseguir más dardos y por eso buscó piedras lo más afiladas posibles, porque los pajarracos esos atacaban al sabio klucky y al primohermano suegro hijo ilegítimo de slorb, también llamado popularmente como el slorbo guapo de la familia, en la que ser guapo, no era precisamente un cumplido, por otro lado a smoralek no le conocía tanto, o si, pero el slorbo ese le resultaba más familiar ¿o con más familia? Bueno, nimiedades a parte, lanzó una afilada pedrada al cogorote del pajarillo más cercano a Slorbo.

Las pedradas indiscriminadas y los rayos de la muerte prosiguieron durante veinte segundos más. Algunos alcanzaban a los pollos, otros a los kóbolds. Es ley de vida. Al final, con tanto movimiento, la tarta se inclinó. Se la iba a poner el nombre de la tarta inclinada de pisa, porque Klucky, Slorbo y Smoralek no paraban de pisarla, pero al final se desmoronó fuera de la vertical del geiser. Como un dulce tsunami con pis de Cú-cú, la tarta cubrió a Cú-cú, a todos los Mascapájaros y, aún más, al ya de por sí pringado Rashud.

La masa se fue enfriando, los pollos se ahogaron en su propio dulzor y ya no había más peligros que hiciesen la prueba interesante. La Sabia Momia Peleadura Se abrió paso a mordiscos y subió sobre una roca para anunciar el resultado de las elecciones.

Sí... probando, probando... uno, dos, tres... Bueno, ya tenemos los resultados definitivos. El kóbold que escupe al hablar ha ganado. Rashud ha sido segundo, y Smoralek tercero. Klucky y Slorbo no han obtenido ni un solo voto, así que serán expulsados de la cueva para morir congelados en la arena fría y blanca del exterior.

Pero tenemos un problema... El kóbold que escupe al hablar no ha obtenido la mayoría absoluta. Ya sabéis lo que eso significa, ¿verdad?

Los Mascapájaros empezaron a corear al unísono...

¡GROSSE KOALITION! ¡GROSSE KOALITION!
¡GROSSE KOALITION!

Efectivamente. Los tres partidos tendrán que sentarse a negociar y formar un gobierno conjunto.

Al kóbold que escupe le hago entrega de este aceite de vestidura mágica y lo nombro Ministro de Escamas. Serás el encargado de desparasitar a todos los kóbolds de la tribu.

A Rashud le hago entrega de una poción de resistencia al fuego y le nombro Ministro de Hoguera. Deberás buscar y traer leña para que la hoguera no se apague.

Y por último, y no por ello menos importante, o quizás sí, Smoralek es nombrado Ministro de las Cosas Pequeñas. Le corresponde una poción de encoger persona y la encomiable labor de mover los sillones cuando a algún Mascapájaros se le caiga una moneda y ruede por debajo.

Además, los tres tenéis derecho a tomar todo lo que queráis del cofre secreto más famoso de la tribu de los Mascapájaros: el cofre del tesoro.

Dos kóbolds pringosos de tarta aparecieron empujando un cofre, y lo abrieron mostrando un crisol de riquezas.

¡A RAPIÑAR!

No, Slorbo. Tú no. Si querías rapiñar tendrías que haber conseguido al menos un voto. A continuación os enumero las grandiosas riquezas que contiene el cofre...

-840 piezas de oro.

-Diversos objetos de arte de estética dudosa y valor subjetivo.

-Trofeos para repartir cuando los Mascapájaros hacemos alguna competición: Trofeo Cabeza de Colibrí... Trofeo Cabeza de Canario... Trof... Vale, sí. Básicamente son cabezas de pájaros muertos.

-Tarros de encurtidos, comida rica digna de unos ministros como vosotros.

-Piedras brillantes.

-Fragmentos de cristales coloreados.

-Trozos abollados e inservibles de armaduras metálicas.

-Rajaperros rotos... Como supongo que ya sabréis, un rajaperros es un arma exótica de los kóbolds que se queda a medio tamaño entre una daga y una espada larga. Y no, no vale llamarlo espada corta.

-Cuatro pociones de tiritas moderadas.

-Una poción de resistencia al fuego... que no es la que le corresponde al Ministro de Hoguera por ser Ministro de Hoguera. Esta es otra poción de resistencia al fuego a mayores.

-Una varita de restablecimiento menor para sacarse los mocos de la nariz. También puede hacer magia... nueve veces.

-Un rajaperros flamígero armadelahostia.

-Una capa élfica talla S.

-Una cuenta de fuerza para capturar a alguien en un campo de energías cuánticas de Otiluke o para hacer pum.

-Un collar de bolas de fuego modelo I.

-Y cinco onzas de pegamento soberano, que antes de que preguntéis si podéis hacerlo: no, no podéis usar el pegamento soberano para cerrar el cofre. No es la primera vez que tenemos a un jefe idiota que se le ocurre gastar esa broma y no tiene ni puñetera gracia.

Venga... ahora sí. Ministros... ¡A RAPIÑAR! Y por cierto, ¡viva el triunvirato!

La tarta no estaba mal, pero quizás le faltaba estiércol de caracol, que no sabía que sabor tenía, pero sonaba bien.

Cú-cú miró el cofre, tras hacerse camino a base de nadar en esa espesa masa, orgulloso de lucir su impecable estilo mariposa, un estilo llamado así porque un polluelo con las alas tiesas adornaba su espalda, y pesaba de mala manera.

Mirando lo de dentro pensó, (si a veces pensaba, ¿sorprendente no?)

Miró el oro, y pensó que ya tenía un porrón, y que ni siquiera sabía para que servía a parte de ser un buen pedrusco duro que tirar al igual que las piedras brillantes y cristales de colores. Los objetos de arte le gustaron mogollón, eran muy de su estilo, pero sin una casa que adornar, eran un rollo. Los trofeos, tenía entendido que se llamaban así por tronar de tan feos, y los trozos de armadura, servían de escudo, pero el ya tenía uno.

Casi cuando pensó que nada molaba, escuchó de una rajaperros, pero sin perro no sería lo mismo, la poción de resistencia al fuego, solo era útil para no quemarse al hacer la comida, y ya estaba en tarros, aunque tras el pastel, no había más hambre. La varita mágica molaba pero eso de magia,... el no era de trucos baratos, era un hechicero orgulloso y eso no estaba a su nivel de perfección.

Cogió la capa élfica tamaño S, lo que iba a fardar de alto, pues los elfos esos eran altos, solo con llevar una capa de ellos ya iba a verse por lo menos 1 o 2 milímetros más gigante. Una orgullosa sonrisa se dibujó en su faz, - el enorme elfo kobold, hechicero maechtro del mundo mundial - hacía mil fantasías extrañas en su cabeza.

Después cogió unas pociones de tiritas moderadas y un par de onzas de pegamento.

Por fin, terminó el periodo de elecciones para ser Jefe. Dura campaña ha sido. Afortunadamente he sido la fuerza política más votada, si por más votada se cuenta la que queda en tercer lugar.
Ser Ministro de las Cosas Pequeñas mola...mola mazo.
Pero más molaba poder escoger entre todas las cosas del cofre de los tesoros.
-"Yo como gran guerrero necesito un arma poderosa y ese rajaperros no se qué flamígero sonaba bien, como también esa poción protectora contra el fuego, sería para no quemarme cuando fuera a la playa de los idiotas altos de dos patas....y la varita mágica....y esa cuenta de fuerza...y dos pociones de tiritas...y..dos bolas de pegamento....y....no sé que más pedir....para el pueblo de los kobolds....Salud y prosperidad" relaté alzando las garras como si un discurso de final de campaña electoral se tratara.
Aunque pensándolo bien.....esa varita no sé si sabría utilizarla, porque para sacarme los mocos ya tengo la uña de la garra pequeña, sin embargo para rascarme la espalda sí podría valer.

Rashud se limpió tan bien como pudo mientras se sentia ultrajado. Esas elecciones no habían salido como esperaba, por Kurtulmak que tendría que haber salido él solo, y asignar a garra los ministros para que él... los coordinara desde el trono. Pero es lo que había... peor suerte correrían Klucky y Slorbo.

Llevado por la codicia y la curiosidad examinó el contenido del cofre. Era un botín considerable. Cosas interesantes entre un montón de chartarra. Un par de garras le sirvieron para acariciar su morro escamoso en un gesto estudiado de reflexión. Escuchando a Carasapo y a Smoralek, comentó.

-En este cofre hay objetos que nos podrán servir para... neutralizar al ogro, nuestro primer desafío como tripartito. Lo sensa... sería bueno que cada uno llevara cosas que pudiera usar eficazmente. Parece oportuno que Smoralek empuñe la espada si la va usar. Y Carasapo la capa si la usa para acercarse a fisgonear. Mis bastos conocimientos mágicos me permiten usar la varita... las tiritas moderadas tienen que estar más repartidas, somo tres, no podemos llevar dos solo dos miembros, propongo que cada uno lleve una... y que el menos expuesto lleve una adicional para atender a alguien necesitado. Si Smoralek va a combatir de cerca a los enemigos del pueblo, veo sensato que tenga la poción de resistir el fuego mientras alguien va lanzando bolas de fuego.

Examinando el resto añadió.

-Los cristales tintados pueden ser un buen señuelo, el pegamento puede ser muy util para confeccionar un plan de la muerte... y la cuenta de fuerza, un seguro de vida.