No puedo crerlo otra vez no
Dice Blue sacando su espada y atacando a uno de sus atacantes mientras recita las lecciones de buenos modales mas aburridas que recuerda (por si se duermen
La cuchara se tene que bla bla bla bla bla bla
Coñón observa sorprendido como sus compañeros echan a correr.
Así que echa a correr tras ellos, para preguntarles a donde van.
El grupo echa a correr por la Calle Espárrago, que baja la colina por la pendiente opuesta a por donde la subieron y desciende hacia el Puente Estrecho para cruzar el Ankh.
La excepción es Blue Beetle, que contempla con horror cómo sus compañeros le dejan sólo combatiendo contra el matón y con un nutrido grupo llegando a la carrera.
Sin embargo, descargado de casi todos sus pasajeros, el carro pesa lo bastante poco para que el burro saque finalmente la rueda del charco y emprenda la marcha de nuevo por la Calle Espárrago.
A medida que baja por la empinada pendiente el carro va cogiendo velocidad, hasta que tanto Blue como el matón acaban pegados al pescante, con la cara deformada por el viento y el burro sentado entre ambos por la velocidad, rebuznando desesperadamente.
Antimonio, Coñón, Medas, Onish y Vincent que corren jadeando cuesta abajo ven por el rabillo del ojo el borrón oscuro que se les acerca por detrás a toda velocidad.
tu te apeas aqui
dice blue intentando dar una patada al maton
- Arf... arf... ¿a dón... de demonios... estamos... corriendo?
no se....pero corre! una mujer burro a las riendas!
Maldicion.. ademas.. viene a nosotros...vamos.. rapido...esperemos para saltar a el , medas se detiene para aprovechar de saltar sobre el carro para subirse a el cuando este pase a su lado
- Oh, pensé que ya había terminado esa fase.
Imito a Medas, subiéndome la túnica por encima de las rodillas para no tropezar.
no, no hemos terminado, no había punto de control.
Onish también se prepara
Coñón no dice nada, sólo ríe, pero también se prepara para saltar al carro cuando pase al lado....
El carro sigue lanzado a toda velocidad calle abajo. Blue Beetle intenta atizarle una patada al matón, pero sin embargo le da al burro, que responde con una coz que manda al guardia fuera del carro, rodando sobre los adoquines pendiente abajo. Al mismo tiempo Medas (inexplicablemente) y Coñón logran subir al carro y entran en un mundo de velocidad, descontrol y rebuznos. Sus menos atléticos compañeros Vincent y Antimonio no consiguen asirse al acelerado trasto con el brío suficiente como para subir y se quedan atrás. Por otra parte a Onish se le quedan pillados los dedos entre las tablas del lateral del carro y se encuentre medio arrastrado y medio corriendo a una velocidad que despertaría la envidia de Blue Beetle.
El caso es que el carro avanza a toda velocidad hacia el Puente Estrecho, donde otro grupo de matones se había apostado esperando cortaros el paso. Ahora los hombres ponen una cara de extrema preocupación.
CUIDADO!!!! BURRO SIN CONTROL!!!
ehh vosotros ayudarme a subir que amo todos mis dedos y cada uno de ellos.!
onish intenta mantener la velocidad vertiginosa haciendo pequeños saltos y levantándose para volver a tocar el suelo. Provocando una estela detrás suyo de polvo por la gran velocidad.
Medas comienza a gritar has que acelere... has que acelere.... gritandole a Blue Bettle para que golpee mas la velocidad para que este avance mas rapidamente , mientras con su mano busca donde esta Onish para ayudar a subirlo
- ¡Qué cosas! - digo mientras veo el carro alejarse.
Camino aceleradamente, resignado, para llegar al que parece que será el final del viaje del entrañable burrito. Y voy pensando en algún conjuro malicioso.
"Qué cosas me obligan a hacer..."
Blue se recoloca y antes de percivir el dolor de los moratones corre al templo.
se que puedo llegar a la jubilacion
Coñón, riendo todavía, intenta subir a Onish.
Al ver que el carro era demasiado rápido para él y Vincent, se detiene en medio de la carrera, y, tras unos segundos de meditación, exclama...
-Ya está! Tirémonos a la cuneta!!! Así, seguro que no nos encuentran detrás de una roca.. O algo.. Plomo! Seguro!
Y pilla a Vincent, obligándolo a hacerse a un lado del camino con él...
- ¡Aaaargh! ¿Por qué me tenía que tocar precisamente con este chalado?
Caigo hacia atrás adonde me lleva el bueno de Antimonio.
Antimonio y Vincent se lanzan a un lado y aterrizan en el suelo unos metros más allá, entre unas cajas. Un ratón sale de detrás de las cajas y olisquea el sombrero de Vincent con curiosidad*. Luego hace lo que cualquier experto en psicología y sociología murina calificaría de encogimiento de hombros indiferente y se aparta del mago**.
Unos metros más adelante los nuevos pasajeros del carro rescatan a Onish, a quien las piernas ya empezaban a fallarle mientras el vehículo cruza el Puente Estrecho. Los matones que bloqueaban el puente se lanzan instintivamente al agua, lamentandolo cuando se sumergen en el legamoso curso del Ankh. Los más afortunados e inteligentes mantienen su posición y sólo son atropellados por quinientos quilos de carro rodando a toda velocidad.
*La curiosidad y los ratones son aliados por naturaleza. Después de todo, dicen que la curiosidad mató al gato.
**Los ratones sólo tienen dos preocupaciones: comerse el queso y no ser comidos por el gato. Vincent no parecía ni lo uno ni lo otro, así que el ratón prefirió no arriesgarse.
- ¿Y ahora qué, alocado muchachuelo? ¿Qué nos va a sacar de ésta? ¿El PLOMO, PLOMO, PLOMO, PLOMO?
Refunfuñando le doy un pescozón al alquimista y me coloco el pedazo de túnica que se me ha metido por la entrepierna.