Partida Rol por web

La gran biblioteca es un edificio dotado de una enorme cúpula. Incluso desde fuera parece muy grande, aunque por dentro es aún mayor. Esto se debe a la enorme cantidad de libros que guarda. La magia deforma el espacio a su alrededor igual que un peso sobre una lámina de goma.
Claro que no hay gomas en su interior. O no debería haber. Se supone que los magos son célibes. Tampoco hay pesos, aunque sí hay un pesado. El Archicanciller Ridcully está sentado en una mesa de lectura al lado del joven Ponder Stibbons, mirando por encima de su hombro y haciendo preguntas que el otro responde cansinamente. El viejo Douglas Durbot, en una mesa cercana, les hace el característico ¡SHHHH! con el índice en los labios. Doug es totalmente sordo, sin embargo cuando alguien susurra en una biblioteca otro le tiene que hacer callar, aunque no pueda oirles. Es una especie de tradición. Delante de los dos magos el Tesoreroparece observar con extrema atención un libro que liene abierto boca abajo y que se remueve entre sus manos, intentando morderle la nariz.
Al final de las mesas de lectura, donde empiezan las estanterías, está el escritorio del Bibliotecario. El Bibliotecario parece muy ocupado actualmente ordenando los libros que los ocupantes nunca encadenan adecuadamente a los carritos.

Me giro hacia mis compañeros y con queda voz les advierto:

- No toquéis nada. Ante la duda... corred.

Voy a entrar pero me detengo.

- Ah. Todos los que no son magos tienen que identificarse como visitantes para entrar aquí. Así los libros os reconocerán y estaréis a salvo... tal vez. Para identificaros, es necesario que estéis en todo momento con una mano en la oreja y que nunca, bajo ningún concepto, pronunciéis ninguna vocal salvo la "O". ¡Recordadlo, es muy importante! ¿Entendido? La O es la primera letra de "Octarino" y subvierte los flujos mágicos en el aire y... bueno, simplemente hacedlo.

Espero su confirmación antes de adentrarme en el pericoloso mundo de múltiples dimensiones que se abre ante nosotros.

ocodo con todo.
Por suerte si puedo pensar con vocales ¿creo?

- ¿Con o? ¿Qué sed O? ¿Qué sed Boncales?

Suspiro en un amago por contener la risa.

- Habla siempre poniendo la boca de esta forma.

Y hago una O con los labios para que comprenda.

ontondodo solo hobloromos con O, poro soro on problomo poro ontondoros, so hoy on problomo solo tonomos quo grotor OHHHHHHHH, no?

empieza a andar hacia delante

Coñón mira a Onish y lo señala con el dedo antes de soltar otra carcajada de las suyas.

- JOJOJOJOJOJOJO.

Al reírse remarca el gesto con la boca que le indicó el mago, lo que hace que vuelva a estallar en otro ataque de risa menos contenible.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

.... on fon tondromos quo boscor on sostomo con osto ormoroo...

coge un anillo de los suyos y se lo da al bárbaro...

tonos quo sogotorlo con los lovoos oso sompro hobloros con O

Mordiéndome el labio a punto de estallar.

- Quizás el grandullón deba quedarse callado. Todos, no olvidéis poneros la mano en la oreja...

Miro al bárbaro y hago el gesto que debe hacer él.

- Así, siempre, no-quitar-nunca.

Habiéndome divertido bastante, entro en la biblioteca hacia el bibliotecario.

le sigue lógicamente con la mano en la oreja...

ridículo...pero vale mas asegurarse la salida de aquí

El bibliotecario levanta la mirada de los libros para observar al grupo acercarse hacia él con la mano en la oreja. Cuando se es un orangután encargado de una colección de volúmenes esotéricos uno no se sorprende por las excentricidades de otros.
Dirige una mirada inquisitiva a Vincent, que va a la cabeza.

¿Eek?

- Hola... eeehm. Yo y mis amigos del Centro de Disfunciones Cerebrales buscamos un libro o algo. Ahm... uno que hable de magia.

Mientras hablo me doy cuenta de que en mis años de estudio pisé infinitamente más veces el comedor que la biblioteca. Probablemente por eso aún estoy vivo.

miro a coñon con cierto temor...... creo que nos enterrara a todos.
Con la bien que estava yo durmi.. aciendo la ronda, ¿como me meti en esto?.... a si la pasa de valor,mañana ire al medico

Camina despacito para no hacer ruido, y haciendo caso a Vincent, se pone ambas manos en sendas orejas.
-Poro... por quó ol nooo??? Quón os oso?? Yo docoo yo quo osto os rodocolo... Porquo... Ollos no nos oyodoron... ol octorono nos comoro vovos... Gorn..gorn..gorn... Ohm... Osto os polvo? Quo ontorosonto... - Se queda ensimismado.. Descende una de sus manos de la oreja y toca con un dedo el lomo del primer libro que ve... para... examinarlo...

El lenguaje hablado es algo superfluo para mí, experto en idiomas, podré pedir sin pronunciar vocal alguna.

Medas comienza entonces a entonar una triste melodía sacudiendo un par monedas en su desportillada taza, y mordiéndose la lengua consigue arrancarse algunas lágrimas que inundan sus ojos y con ellas comienza a buscar víctimas que llenen algo más su taza.

Cuando veo a Antimonio acercar su zarpa a uno de los libros me muevo dos o tres pasos más allá, para alejarme. Sin dejar de echarle el ojo, vuelvo a hablar al bibliotecario intentando ser más preciso.

- Se trata de un... Octaprisma de Flujo Taumatúrgico Acoplado. Un OFTA, ya me entiendes. ¿Estará por la O de Octaprisma o la C de Cacharro? ¿O la M de Miscelánea?

poodo qoo osto tomboon on objotos voroos

No moriremos espero
Piensa mientras le tiemblan las rodillas save que el bibliotecario pega bien.
si estoy quieto no pasara nada

hozmo on fovor progontolo ol boblootocoroo so os on mono o on gorolo os quo mo corroo lo cortodombro

Mira el libro que tiene a su alcance, semi boquiabierto. En realidad no se da cuenta de lo que está pasando a su alrededor.

-Qué.... oooohhhhhhhhhhhhh!!!!!