Partida Rol por web

Erik se había quedado en silencio al entrar en el edificio. Despacio se dirigió a las tribunas, donde los "grandes" del pueblo se sentaban a parlamentar, juzgar o ignorar cualquier asunto que pasara por allí. Con la mirada perdida, el guerrero se quedó allí de pie. No miraba nada en particular, pero su mente estaba viajando años atrás. Cuando no era más que un crío, con su madre y su hermana. Su madre intentando hacer entrar en razón al consejo del pueblo y ellos negándose a escucharla.

Erik dio un paso acercándose a la tribuna mientras su mente seguía viajando por sus recuerdos. Siendo un joven a punto de convertirse en adulto, aún recuperándose de las heridas sufridas en el ataque que le arrebató a su familia, acudió al consejo con la esperanza de que le ayudaran a hacer justicia. Pero dio igual. Sus plegarias cayeron de nuevo en saco roto. Y él tuvo que vivir con el dolor, con el odio. Con un deseo de venganza que le consumía hasta lo más hondo del alma. Y cuando tuvo la oportunidad de iniciar su venganza, ni siquiera miró atrás.

El guerreró gritó, con un dolor que hacía tiempo que no desenterraba, y lanzó un fuerte puñetazo a la tribuna de madera. La madera se rajó y su mano empezó a sangrar. Si el destino le hicioera el regalo de ponerle a ese bastardo... Con gusto le partiría el cráneo con las manos desnudas.

Después de montar ese numerito, Erik respiró hondo y se giró para mirar a sus compañeros.

 -¿Habéis encontrado algo de utilidad?

A pesar de que casi todas las páginas del tomo encontrado en la chimenea se han quemado aún pueden leerse unas palabras en un idioma que gracias a las artes arcanas del pequeño Gnomo lográis identificar cómo identificar como "Infernal". 

" He conseguido iden........ debilidad.......camin.......cast.... (en la última página que no se ha quemado se pueden leer 4 palabras junto a un símbolo cada una:

- Primavera (Flor).

- Verano (Sol).

- Otoño (Hoja de arce).

-  Invierno (Copo de nieve).

Maldit....bruj....me ven.... est vz......"

El texto acaba aquí lo demás no puede ser leído debido al estado en el que se encuentra el libro.

A continuación Erik se acerca a la tribuna con cierta ira repentina, de pronto arremete contra ella haciendo añicos el mueble que queda esparcidos en la mesa central y alrededor de el. Cuando el polvo se disipa en el suelo se puede ver un objeto cubierto de polvo, se trata de un brazalete dorado con runas inscritas en su contorno, parece estar hecho a medida para un brazo ancho y fuerte.

En cuanto os acercáis al lienzo para tantearlo notáis que su superficie vibra al contacto con la luz. Cuando tratáis de tocarlo para desplazarlo de la pared vuestras manos atraviesan el propio marco como si de una ilusión se tratase, movéis las manos incrédulos por la superficie del lienzo pero lo que vuestros ojos ven vuestras manos no lo sienten tratándose de algo inmaterial a todas luces.

Detrás de esta ilusión un pequeño hueco hecho en la pared se oculta de 3 pies de ancho por 3 de largo. Ambos miráis curiosos que se oculta tras el lienzo de la diosa. Únicamente se puede ver un pequeño joyero caído y abierto bajo un manto de polvo, este mismo también delata que junto al joyero se encontraba algo de forma rectangular parecido a un libro que ya no está.

- Yo también percibí algo raro en este cuadro, su tamaño es demasiado grande en relación a la pared o el resto de elementos decorativos, el propio marco parece vibrar. 

- En este tema no os puedo ayudar soy clérigo, sé de ritos funerarios de religión y puedo hacer la misa al difunto además también tengo el mismo Dios, Pelor, ¿será coincidencia o es el destino? No sabría decir.

- ¿Será el cuadro un portal a otra dimensión?, dijo viendo que sus manos podían desaparecer tras él.

- ¿Qué puñetas? comenta Kaelyn mientras se pone de pie. La sorpresa y las ganas de mirar con detenimiento el cuadro y el compartimento escondido han hecho que recupere inconscientemente la forma humana.

- En este pueblo hay más fenómenos extraños que en una torre de magos. Habla en un tono en que no parece muy contenta.

Se acerca a Erik y recoge sus cosas, sonriendo al enorme guerrero como señal de agradecimiento. Cuando ve la herida en su mano no puede evitar un gesto de preocupación. No por la herida, sabe que las ha sufrido mucho peores, sino por la razón que le ha causado ese ataque de furia. Hace una nota mental de "no olvidarlo, pero dejarlo para otro momento mejor" y se vuelve hacia Guiraud.

Abre los brazos señalando toda la sala.

- Vamos a ver que me quede claro. ¿Nos estás diciendo que en este... salón, edificio o lo que sea se toman todas las decisiones importantes? ¿O sea que todo el que es importante en el pueblo viene aquí regularmente, y justo aquí hay ilusiones, magia, libros que no quiero ni pensar que contienen y a saber qué mas? ¿Cuántos secretos más tiene este sitio? ¿Cuánta gente participa en esto? Su tono es acusador, pero no va dirigido directamente a Guiraud, que de momento ha sido uno de los pocos que les ha ayudado, sino a la situación y al lugar. Resopla en un acto reflejo para calmarse.

- ¿Alguien puede detectar magia ahora mismo? Pregunta a sus compañeros mientras mira los objetos que han encontrado. Se maldice a sí misma. Acostumbrada a la vida en la naturaleza nunca considera ese conjuro una prioridad, y como de costumbre no lo tiene preparado.

Guiraud miró con desaprobación al guerrero.

- Esa tribuna conservaba años de antigüedad, Erik, la hizo con sus propias manos el carpintero del pueblo, mi padre, que ahora ya no está entre nosotros...

Ante las palabras de Kaelyn y viendo los hechos acaecidos, el monje parece sorprendido.

- Yo mismo estoy tan extrañado como tu ,druida, este siempre ha sido un lugar común para nosotros pero parece que alguien lo ha usado para sus propios fines...

Pese a nuestros intentos de saber un poco más del colgante, todo parecía ser una pérdida de tiempo. Lo que me resultaba extraño era que, si Ella estaba ocultando esos objetos, lo más normal era que el huargo que los intentó robar no estuviera en su bando. Pero si no estaba con ella, ¿qué intenciones tenía? ¿Acaso había un tercer bando? Las revelaciones de Samantha hacía que no fuera una idea descabellada, pero en ningún momento había escuchado de gente que combatiera contra Ella. Todo esto estaba siendo demasiado confuso, y dudaba que fuéramos a sacar algo en claro.

El gnomo se sacude el polvo de pelo con cierto desencanto mientras se acercaba a Erik.

- Erik, no debemos llamar mucho la atención si queremos salir bien parados de este pueblo, recordad que estamos de paso.

Después recoge el brazalete del suelo y lo pone a la luz de la chimenea. Pronuncia unas palabras arcanas y las runas inscritas en metal parecen iluminarse con intensidad de un color azul claro.

- Ciertamente este objeto que tenemos aquí es mágico, parece algún tipo de brazal. Estas runas son enanas, no logro identificar lo que dicen salvo una, escrito en ella está la palabra "nocturno".

La tribuna había quedado destrozada, revelando una especie de brazalete en su interior. ¿Qué diantres? Porque entre eso, el libro y el cuadro intangible, aquello parecía más una caja fuerte que una sala común pueblerina. ¿Qué se estaría intentando ocultar en aquel lugar? ¿Y cuánto tendría que ver con la misteriosa "Reina"?

Mientras pensaba en todo aquello, Kaelyn se le acercó para recoger sus cosas, mirándole preocupadamente la herida de la mano.

 -No es más que un rasguño, ni te molestes.

Acto seguido, Ptolomeo y Guiraud le echaron una reprimenda por su comportamiento. Había llamado innecesariamente la atención y además había destrozado una reliquia fabricada por el padre de Guiraud. Claro, que a cambio había encontrado un brazal que el gnomo se dispueso a investigar rápidamente, así que de lo malo malo...

 -Siento haber roto un recuerdo de tu padre, Guiraud. No sé qué me ha pasado.

En realidad lo sabía de sobra y no lo sentía tanto como quería hacer ver, pero respetaba el cariño que el monje sentía por la obra de su padre. Después de todo, si a él le pasara lo mismo, tampoco se lo habría tomado bien. Dejando aquel asunto aparte, erik se centró en el brazalete que Ptolomeo sostenía en las manos.

 -¿Creéis que estará relacionado con el resto de objetos? Guiraud, ¿te suena a ti este brazal? Si tu padre construyó la tribuna, es probable que él fuera quien lo dejó allí.

Asintiendo comprensivamente el monje observó con cuidado aquel brazalete.

- Podría ser que mi padre lo hubiera ocultado ahí, pero no reconozco para nada este brazal. El era carpintero, no herrero, en su taller fabricó con esfuerzo nuestra casa y almacén del que vivimos durante muchos años.

Miró al grupo, que seguía inspeccionando la habitación, sin ningún resultado aparente.

-Dudo mucho que saquemos nada más en claro. Deberíamos partir cuanto antes, no me gustaría seguir en el bosque cuando anochezca. Podemos ir a la herrería antes de internarnos en él, y creo que tras eso dispondremos de todo lo necesario.

Lleváis unos 30 minutos investigando el centro de reuniones del pueblo cuando decidís que no se puede sacar más información que os ayude en vuestra empresa. Se acerca el mediodía y os apresuráis a la Herrería de Gerard y Mirabel, parece que los aldeanos vuelven a actuar con normalidad, al salir os encontráis con uno de ellos que junto a unas herramientas suspira con hartazgo mientras trata de arreglar el estropicio de la puerta, educadamente saluda al monje, no parece realmente sorprendido como si aquel tipo de cosas sucedieran habitualmente en el pueblo.

La herrería parece de lo más común, tanto el yunque como el martillo y la forja se encuentran en lateral de la casa debajo de un tejadillo improvisado que cubre de las inclemencias del tiempo a la pareja de herreros. En el lugar no se encuentra nadie, suponéis que estarán en el interior de la casa que como bien os comenta Guiraud es donde se vende la mercancía fabricada a mano.

Con decisión es el mismo Guiraud el que utiliza el llamador de la puerta principal, tras unos segundos no parece que nadie se encuentre en la herrería en ese momento, el monje empuja la puerta pero esta permanece cerrada. En ese momento os fijáis que varios cuervos negros descansan en el porche de la casa, sus graznidos son como una banda sonora que no os ha dejado de acompañar en ningún momento...

Thelarion miró la puerta por si encontraba algo inusual en el pomo y en la cerradura, por ejemplo que hubiera podido ser forzada, y miró a los cuervos... - ¿Hace mucho que hay cuervos en la aldea?, he escuchado que los magos pueden utilizar a estas criaturas como sus mascotas. ¡Qué raro que esté cerrada la herrería!, ¿hay otra entrada? Dijo y llamó a la puerta varias veces, después examinó el edificio por si había alguna ventana o puerta trasera para mirar o abrir. 

-Son espias de "la diosa" -comenta Tara refiriendose a los cuervos

Se acerca al Yunque y al horno y lo toca para ver si hace mucho que fue apagado. Después intenta mirar a través de una ventana, el que los cuervos estén allí no le da buena espina, esa diosa parece ir siempre un paso por delante de ellos

Los cuervos se apartan al ver como avanza la exploradora por la forja, después comienzan a dar pequeños saltos sobre la valla del porche graznando erráticamente, parece que por la templadez del yunque hace tiempo que el Herrero salió de su casa.

Una fornida aldeana camina por la calle cargada con dos fardos de paja bastante grandes, cuando os ve saluda y dice.

- ¿Buscáis a Gerard?, fue en busca de Mirabel, ella estuvo ayer recogiendo setas en el bosque como suele hacer y no regresó. El herrero salió esta mañana en su busca. Soy su vecina.

Un poco importunada por vuestra presencia la aldeana indica al grupo cuál es el camino que siguió el Herrero hacia el bosque (lo tenéis en el mapa principal del pueblo).

- Os recomiendo que os marchéis de estas tierras cuanto antes. Nada bueno trae a aquellos que se aventuren en el bosque.

Después se marcha hacia la calle principal, los fardos dejan un rastro de paja a su paso.

Acudir a ver al herrero del pueblo era una idea excelente. No sólo por la información que pudiera darles, sino por el aprovisionamiento que pudieran hacer allí para prepararse para el viaje. Erik tenía ya armas de sobra, pero municiones para arcos, algún cuchillo o hacha arrojadiza extra o cosas así nunca venían de más. Especialmente cuando se iba a iniciar una expedición peligrosa.

Llegar y encontrarse la herrería cerrada y con aquellas aves de mal agüero... Eso no era bueno, se mirase como se mirase. Afortunadamente una pueblerina pasó lo bastante cerca como para interesarse por ellos y comentarles lo que había sucedido con el herrero. ¿Otra desaparición más? ¿Acaso la Reina secuestraba más chicas aparte de los supuestos "sacrificios"?

 -Nos iremos en cuanto terminemos nuestros asuntos. Gracias por la advertencia.

Dejando que aquella mujer se marchara, Erik miró a sus compañeros.

 -¿Qué opináis? ¿Entramos en la herrería a investigar o salimos ya a buscar a todos los perdidos en el bosque?

Porque como se entretuvieran un poco más, la población entera acabaría tragada por la floresta.

Escuchando las palabras que nos dedicó la aldeana parecía sorprendentemente sensata.

- En mi humilde opinión, creo que no debemos romper aun más la pacífica vida de los lugareños, es mejor que partamos hacia el bosque para que cubramos la toda  la distancia posible antes  de que anochezca.

Cuando pronunció la palabra "pacífica" se hizo notar el sacasmo que era tan característico del gnomo, sabía perfectamente que estaban molestando, pero este pueblo necesitaba desesperadamente de la ayuda desinteresada de unos aventureros como ellos.

- Vaya no sabía que había animales que servían a la diosa, ¿qué diosa? Le preguntó Thelarion a Tara ya que se sentía fascinado con todo lo que tenía que ver con el culto y la religión. 

- Sí, mejor irnos, la herrería está cerrada y no es plan de hacer allanamiento de morada, ya hemos llamado bastante la atención con la muerte de la bestia, será mejor ir a buscar al herrero y su hija, además puede que el camino sea peligroso y podamos encontrarle antes de que los encuentre alguna criatura salvaje, si hay hombres lobos por las cercanías no tiene que ser seguro distanciarse de la aldea.