Partida Rol por web

Siete y media de la mañana, suena mi alarma y por fin habia llegado la hora de comenzar este nuevo apartado de mi vida, no tuve apenas tiempo de ducharme y coger una pieza de fruto cuando Eva apareció por la puerta.

-Buenos dias Eva, dame un segundo y cogeré un par de cosas.

Ya que iríamos al laboratorio no creis que me fuese a hacer falta llevar alguno de mis viales preparados, asiq ue dejé eso para un poco mas adelante, Tlaloc aún dormía, y podia estar solo sin problemas asi que lo deje alli.

-Está bien podemos irnos.

Ella continuó hablandome hasta que llegamos al laboratorio, si siguió hablandome durante los 10 primeros segundos no recordaba nada ya que me quedé en blanco al ver sus instalaciones, Aquello era perfecto, enorme y blanco inmaculado, sin lugar a duda era el mejor laboratorio que había visto nunca, anteriormente yo había trabajado en grandes laboratorios, pero ninguno se le acercaba en lo mas minimo a este.

Cuando quise darme cuenta tenia delante a un simpatico cientifico, Pancho, se llamaba, me traia buenos recuerdos de Mexico donde pasé un tiempo de vacaciones, concretamente en Mexico D.C.

-Encantado Pancho, Yo soy Varanus, solía estar acostumbrado a usar motes con las personas que trabajaba y tuve la ocasión de cruzarme con un Pancho en Alemania que me llamaba Gift, aún sigo sin saber si me gustaba del todo aquel mote, pero en fin, es un placer estar aqui.

Tras esto Eva me pidio ver una cosa y me llevó ante una cápsula de cristal, de tamaño humano o quizas un poco mayor, Eva me miró y activo el panel de la cápsula que ocultaba el interior.

Allí dentro había una de esas cosas que me habia atacado, y al vernos, se lanzó contra el cristal inentando llegar a nosotros a como fuese de lugar.

Me miraron ambos y por primera vez en la vida no supe que decir, había visto cosas horribles, experimentos con humanos que modificaban su cuerpo, pero... ¿esto?.

Estaba casi seguro que aquella cosa antes había sido un humano, pero como o porque había llegado a ese estado era totalmente desconocido para mi y eso me hirió un poco el orgullo, aunque no impidió que mi curiosidad aflorara.

-Esto es... indescriptible, Jamás imaginé que algo asi fuese posible ¿se sabe algo sobre que ha causado esto o el porque?, ¿quien eran estas personas? y esos cuerpos esqueleticos, negros y con esos brazos tan desproporcionados ¿hay alguna razón lógica para esa apariencia?

Quizás eran demasiadas preguntas, pero necesitaba respuestas y ni si quiera sabía si me las podrían responder.

Eva no podía culpar a Varanus por su desconcierto. Aquella macabra obra logró desconcertarla tambien a ella en su primer contacto.

-¿Recuerdas la renovación tecnológica?.

Lo habían llamado asi pero en realidad fue uno de los grandes dramas del siglo, autoridades publicas y privadas, sobretodo en ámbito militar, de seguridad privada y tambien en el sector civil, decidieron realizar, gracias a los avances en tecnología cyborg de los últimos años, una actualización de prostéticos a gran escala que implicaba el cese de actualizaciones y mantenimiento para las versiones antiguas.

Esto provocó que si bien ahora las fuerzas especiales y parte del ejercito estaban mucho mejor equipadas para la guerra moderna, muchos militares y civiles no pudieron costearse la actualización, perdiendo servicios oficiales de mantenimiento puestos de trabajo y dejando en la calle a millones de militares altamente cybernetizados.

Un drama que dejo tras de sí una oleada de altercados, asesinatos, atentados terroristas y suicidios. Fue un fenómeno global dado que el origen fueron las multinacionales de tecnología, pero el fenómeno golpeó especialmente fuerte en Estados Unidos y por lo tanto en Nueva York.

-Durante la oleada de consecuencias que provocó, cientos de miles de personas desesperadas, optaron por el suicidio, pero no un suicidio convencional. Siguiendo unas instrucciones viralizadas en la red y de veracidad cuestionable, "subieron" su espíritu a la red, dejando su cuerpo como si fueran cascarones vacíos.

De momento sabemos por nuestra investigación que la empresa que difundió este método de suicidio fue Nova Human, supongo que te sonará dado tu curriculum.

Desde luego que si, tenían fama tras bambalinas, era otra empresa de alta tecnología experimental de moral cuestionable y extremadamente opaca. Había ido a juicio varias veces sin consecuencias, los implicados normalmente desaparecían para siempre, algo que a Varanus le resultaba mas que familiar, muchas empresas escondían escandalos no dejando títere con cabeza, Nova Human solo era una mas, aunque de las mas efectivas.

Cabía añadir que Nova Human tambien fue una de las grandes precursoras de la renovación tecnológica. Los tiempos encajaban demasiado bien.

-El caso es que estos peculiares suicidios en masa, motivados por la renovación tecnológica, provocaron un fenómeno único. Hace algo mas de dos meses se manifestaron en la red conciencias nacidas en el mar de la información, una especie de entidades digitales cuyo origen creemos que son los suicidios en masa. Todos esos espíritus subidos a la red sin control han creado una especie de caldo primordial que ha dado origen a conciencias individuales que representan ciertas emociones, que no son sino las emociones mas fuertes presentes en aquellos que se suicidaron y, en general, las emociones de todos aquellos conectados a la red.

En un principio estas entidades adoptaron el nombre de las emociones que les dieron origen: Ambición, Odio, Tristeza, Miedo, Curiosidad, Compasion, Esperanza, etc. hasta donde sabemos hay diez, aunque no es una cifra segura.

A partir de este punto, la historia se complica de manera exponencial...

Hizo una pausa y miró un segundo a Varanus para asegurarse de que le seguía.

-Ambición atacó al resto de entidades con intención de asimilarlas y convertirlas a todas en una sola entidad. Ante la impotencia del resto de emociones por la fuerza de Ambición, el resto de entidades digitales optaron por exiliarse al mundo real, a nuestro mundo, ocupando diferentes cuerpos que de una manera o de otra eran compatibles. Creando a los avatares o "exiliados" como tambien los llamamos, representaciones físicas de esas emociones.

Debes entender que estos seres digitales son muy diferentes a nosotros y sus capacidades pueden ser y son confundidas con las de dioses. De hecho ya existen multitud de cultos a ellos en los suburbios.

Lo que tienes ante ti es una persona normal que en un momento determinado se conectó directamente a Ambición y posteriormente esa entidad digital modificó su cuerpo de esa forma. Es decir, esta criatura podrías haber sido tú, si llegas a aceptar la oferta de ambición.

Varanus ahora podía hacerse una idea de cuan cerca había estado de algo mucho peor que la muerte. Ahora sabía tambien que las sombras que le habían atacado no eran mas que víctimas de aquel supuesto dios fuera de control.

-El problema es mas grave de lo que parece, con el control absoluto de la red, la influencia de ambición es cada vez mayor. Fue ambición quien voló la sede neotemplaria del Vaticano, seguramente porque podía ser una fuerza opositora a tener en cuenta. Y mientras tanto se está infiltrando en ejercito, gobierno, multinacionales y haciendose poco a poco con el control del mundo.

Varanus sabía del ataque al Vaticano, las fuentes oficiales habían atribuido el ataque a terroristas internacionales, algo improbable para quien conociera a los neotemplarios, probablemente su sede era el lugar mas seguro del mundo, aquello no podía ser simplemente obra de terroristas.

-Ambición tambien busca activamente a los exiliados en este mundo, aun quiere "poseer" al resto de emociones y unificar a todos los dioses digitales. Aqui en Elysium Investigaciones, estamos tratando de evitarlo. Por el momento estamos buscando y reuniendo al resto de exiliados.

Ahora mismo en estas instalaciones estan los avatares de Compasión, Amor y Curiosidad y estamos buscando al resto, tú vas a formar parte del equipo que se está encargando de la investigación sobre el terreno.

Y aquel era el resumen rápido de lo que iba a ser de momento su trabajo y los motivos generales detrás del mismo. Por supuesto había mas, pero era mejor digerir aquello por partes, las cosas se complicaban cuando introducías la palabra "dios" en cualquier oración.

Cuando Claire empezó a hacer los diseños de mis armas, me quede observándola con cierta curiosidad pues si bien no era muy conocido de las tecnologías, solo podía esperar de ella algo que estuviera a la altura de las expectativas que se le planteaban, así pues, cuando acabo y estaban impresas mis armas, fui detrás de ella para comprobarlas personalmente.

- ¿alohomora? - me cuestione entre ideas mientras observaba el escudo, al remangarme el brazo izquierdo, me puse sobre el mismo el propio escudo y tome con la diestra la espada que en ese momento era un mandoble, no pretendía batirlo allí mismo pero si comprobar su peso, el peso de ambos.

- Que tal, Aegis como codigo de activación - cuestione ahora en voz alta mientras observaba el escudo, se sentía bien, era algo que no podía negarle a la joven, por otro lado, la espada resultaba espectacular y el simple hecho de que pudiera compartir atributos con su forma a una mano la volvía hecho increíblemente versatil.

Así pues, me gire ala joven mientras dejaba las armas allí, las buscaría en otro momento o dejaría que me las llevasen a la habitación si podía.

- Lo que esperaba de una Donovan - espete con un conforme sonrisa en mi rostro, aquellas unas simples pero poderosas palabras, unas que no daba a menudo.

- Toma el dinero que necesites, intuyo que no será lo último que sepas de este proyecto - afirme, concluyendo así el tramite de aquel negocio; Luego me acerque a la mayor de las Donovan, era una persona increíblemente lista, a pesar de lo que podía parecer...Un error que no cometería dos veces.

Pues de esta manera, al estar frente a ella, extendí mi brazo para posar mi mano sobre su hombro - Ya eres mas sabía que yo, al decirme esas palabras - mencione ante las amables palabras sobre el "pasado y el presente", luego baje la mano y mantuve una mirada tenue pero afable.

- En cualquier caso, tampoco cometas mi error, si vas a ver a Shiro, sacia tu curiosidad pero no dejes que te consuma, ese fue mi error, ella te hará abrir los ojos, de una forma o de otra, solo no cedas a la tentación de abandonar aquello que aprecias por un conocimiento que te dejará sola....¿Vale? - concluí con cierta preocupación, aquel era el dilema que había corrido no hace mucho y que ahora estaba por pagar.

- Ah, y recuerda, son avatares pero, también son seres vivos, existir es su finalidad...Esa es nuestra meta - finalice antes de empezar mi camino fuera del laboratorio, aunque escucharía cualquier respuesta que Chell tuviera para mi, si es que la tenía, en cualquier caso, era un chica lista, no veía posible que cayera en los mismo errores que yo había cometido.

Todo aquello que Eva me contaba pasaba por mi cabeza como una marcha militar, cada palabra que decía era un descubrimiento para mi, ¿hasta que punto era desconocedor de lo que estaba ocurriendo en el mundo?.

Oir el nombre de Nova Human solo me hacía recordar las horribles cosas que hice en el pasado, es una de tantas empresas que se dedican tratos con mafias, drogas, corrupción, etc.

Conocía bien aquella empresa pero no por lo que Eva me estaba contando, yo desconocía todo aquello y estaba siendo una información algo dificil de digerir, si que conocia los casos de los suicidios, era un tema que había llegado mucho mas lejos que su origen, pero otra vez, me quedaba corto en información sobre ello.

LLegó un momento de la explicación que consiguió helarme la sangre, Ambición, ese era el nombre de quien me habria ofertado un trabajo, un trabajo que si hubiese aceptado podria haber acabado como aquella cosa, ahora no tenía ninguna duda de que elegí la mejor opción.

El Vaticano, sede del Neotemplarismo, cuando ocurrió aquello yo estaba trabajando en un pueblo cercano a la toscana para un conocido grupo mafioso, recuerdo que en el momento de enterarnos de la noticia, varios de los altos cargos del grupo en cuestión se reunieros para tratar de encontrar al responsable y quizas protegerse de ellos, solo me dijeron lo que se le dijo al mundo, que un grupo terrorista habia atacado el vaticano, y que no permitirían que nadie se entrometiera en el territorio de la mafia.

Claramente estaban asustados y querian mostrar fortaleza, algo que se vió que carecian de ello, ninguno de los alli presentes podriamos siquiera haber imaginado que era lo que había ocurrido de verdad, Ambición habia volado por los aires uno de los lugares más seguros del mundo y sin dejar ni un solo rastro.

Me gustaba la idea del trabajo para el que había sido seleccionado, y me gustaría poder saber más cosas sobre el tema pero seguramente no era le momento indicado paramás preguntas que las justas.

-No se que decir, creía que conocía una gran cantidad de información sobre las cosas que ocurren en el mundo y aún más con la cantidad de viajes que he realizado, pero todo esto para que en diez minutos revoluciones mi cabeza de una forma contundente.

Sin duda alguna hay que dar con Ambición y pararla los pies... o los pixels, perdón, imagino que aún estemos muy lejos de ella y que el objetivo principal sea encontrar al resto de avatares antes que ella y protegerlos de la misma.

Estoy listo para comenzar cuando necesiteis de mi, por fin he encontrado un lugar en el que utilizar mis habilidades por una buena causa, asi que estaré encantado de comenzar.

-Me temo que tampoco es tan simple. Ambición no está en ningun lugar en concreto, su conciencia está en el mundo virtual, mientras haya un solo servidor activo en todo el mundo, Ambición seguirá existiendo en la red, incluso aunque creara un avatar que manejara directamente en esta realidad, destruirlo no tendría ninguna repercusión, simplemente crearía otro.

Ese no es el caso de los exiliados, su conciencia solo ocupa el cuerpo que habitan, si ese cuerpo es destruido, entonces el ser digital tambien.

Debes entender que ahora mismo el mundo virtual es un espejo de dos direcciones, entre mas crece la influencia de esta conciencia en la red, mas se acentuará la ambición de todo ser humano conectado a la misma (incluidos nosotros). De igual forma, entre mas ambición haya en todos los seres humanos conectados a la red, mas influencia ganará Ambición como ente.

De alguna forma que todavía no entendemos, el resto de avatares mantienen su influencia, por pequeña que sea, incluso estando aislados de la red, influenciando y dejandose influenciar sobretodo por los seres humanos que los rodean. El problema es que si uno de ellos muere, podría provocar un proceso paulatino de desaparición de ciertos espectros de emociones de la red, y dado que como he dicho antes, es un espejo de dos direcciones, la humanidad comenzará a perder la capacidad de sentir la emoción que representa el avatar muerto.

Por eso todas son importantes, todas debes ser protegidas y preservadas, incluída ambición, de igual forma que no culpas a un perro asustado por morder o un escorpión por picar con su aguijón, no puedes culpar a la ambición de querer poseerlo todo o a la curiosidad de querer saberlo todo, pero sí deben aprender a encontrar un equilibrio.

Nuestra misión no es sencilla y ni mucho menos será una tarea rápida. Por eso tambien necesitamos mentes excepcionales, por eso estás aqui.

Soma accedió al laboratorio en mitad de la conversación, Eva estaba delante de una cápsula hecha de cristal blindado en cuyo interior había una de las sombras de ambición, a su lado un hombre bastante alto que no había visto hasta el momento. Pancho estaba en una de las mesas de trabajo leyendo informes de análisis.

-Buenos días, Soma. Varanus, él es Soma Schicksal, uno de los miembros del equipo. Soma, te presento al doctor Varanus Hydride, a partir de hoy será parte de vuestro equipo, ya le he puesto un poco al dia de la situación.

Tras la marcha de Ion y Javier, estaba claro que hacía falta personal y Eva no había estado ociosa al respecto.

-En cuanto a lo demas, dispón de este laboratorio para realizar las pruebas que necesites, ten en cuenta que tambien deberás hacer trabajo de campo, se te proporcionará equipo adecuado pero supongo que querrás poner en práctica tus habilidades, aqui tienes todo lo necesario. Pancho tambien te ayudará a lo que necesites, es otra de las grandes mentes de este lugar.

Aunque no tenía pinta de genio, despues de lo visto, no le tendrían en aquel laboratorio si no fuera de alguna forma, especial.

-¿Tienes alguna otra pregunta?.

Instó a Varanus para que aprovechase y sino, se iría a otros quehaceres. Soma tambien podía ayudar a resolver muchas dudas, había estado presente desde el principio de la investigación.

Terminé las modificaciones sin mucho esfuerzo, al ser módulos que ya había ensamblado una vez, repetir el proceso era coser y cantar; sin embargo, al acabar, observé como Claire hacía el pedido de Soma ensimismada, era la viva imagen de mamá.

Me despedí con la mano de Soma sin darme mucha cuenta de que se iba, seguía mirando a Claire cacharrear por el taller.

-¿Sabes si trajeron mis cosas del piso franco? Te compré una cosilla de la que salíamos...- Comenté picarona. - Además de algunas piezas que podrían sernos útiles en algún momento.

Di un par de vueltas sobre la silla y me impulsé hasta la puerta al mismo tiempo que replegaba mi tercer brazo.

-Creo que va siendo hora de hacerle una visitilla a Shiro, espero que esté despierta.- Me quedé un segundo pensativa.- No sé si no entiendo nada o si tengo demasiadas preguntas.- Suspiré mientras me levantaba y devolvía la silla a su sitio de un empujón.- De todas maneras, ¿comemos juntas? ¿Paso a por ti?

Lancé un beso de despedida a mi hermana y salí por los pasillo camino a donde se encontraba Shiro.

Cada vez que paseaba por los pasillos de Elysium me parecía un lugar más grande, sentía que no conocía ni la mitad de lo que podía llegar a encontrarme.

"Espero que algún día Alicia me haga una visita guiada... o mejor Alysa..." Sonreí tontamente.

Mientras caminaba no podía dejar de darle vueltas a cómo formular todas mis dudas en voz alta frente a Shiro, siquiera tenía claro qué preguntar llegado el momento. Tenía curiosidades demasiado grandes, desde cómo había sido su "creación", hasta por qué había elegido a Carolina Felles como receptor y sobre todo, tenía grandes preguntas sobre Ambición, la condición de los avatares y de cuántos eran; pero, no sabía cómo formular exactamente todas aquellas cuestiones.

Esperaba que me salieran las palabras más allá de la admiración y la pura curiosidad.

-Claire- No, pero puedo solicitar a Alicia que vaya a buscarlas con un dron, te avisaré cuando lleguen. Tengo ganas de ver qué me has comprado.

Probablemente no esperaría a su hermana para urgar en su regalo.

-Claire- Si, avísame cuando vayas a comer.

Miró con una sola ceja alzada a su hermana mientras emprendía la marcha a encontrarse con el avatar de la curiosidad, sin tener muy claro por quien exactamente preocuparse, si por su hermana que iba a ver a una deidad, o por la deidad en la que su hermana estaba interesada. Claire y Chell habían heredado una personalidad muy fuerte, ninguna era de las que les gustaba perder o no obtener lo que querían.

El hopital estaba en otra planta, ahora mismo no había nadie mas ingresado y Alicia y los robots que manejaba hacía las veces de recepcionista, enfermera, doctora, etc. Lo que hacía de aquel centro médico el más efectivo hasta la fecha sin necesidad de personal humano.

Shiro estaba en observación en una de las habitaciones, la habían adaptado para ella, era una habitación mas grande y la cama notablemente mas amplia para sus dos metros de altura. Seguía solo con ropa interior elegante cubriendo su atlético cuerpo y no había rastro de sus heridas, todas habían sanado sin dejar cicatriz y tan solo tenía puestos unos parches para analizar sus constantes vitales.

Apenas unos segundos despues de que Chell accediese a la sala, casi pareciendo ser este el detonante, Shiro abrió los ojos. Al prinicpio se mostró confundida, se arrancó los parches de los monitores y se puso en pie, casi en guardia encima de la cama.

Y finalmente su mirada se centró en Chell.

-Shiro- ¿Dónde estoy?...

Parecía entre enfadada y nerviosa, pero desde luego el hecho de no estar atada o inmovilizada había ayudado mucho a evitar una reacción mas hostil.

-Shiro- Tu eres la que se conectó a mi sin mi permiso... mmmm... tal vez debería hacer yo lo mismo.

No estaba claro si era un reproche, una amenaza o incluso un agradecimiento, podía ser cualquiera de esas tres cosas dependiendo de las intenciones de Shiro*.

-Shiro- ¿Donde está Manami?.

Por lo visto las preguntas las tenía ella mas que la propia Chell.

Observé a Shiro con admiración y preocupación; aún sin ver heridas en su cuerpo, mi inquietud se centraba en toda esa batalla mental que habíamos librado.

Había tantos cambios en su cuerpo que un simple vistazo era insuficiente para analizarlo todo; también, cabía destacar su provocadora lencería, era difícil quitarle el ojo a su prominente feminidad.

Sonreí expectante a que despertara; sin embargo, su reacción me tomó por sorpresa y el asombro se dibujó en mi rostro.

-Estás en Elysium, estabas herida y no podíamos dejarte así.- Me encogí de hombros.- ¿Estás mejor? Manami creo que está con la madre de Alysa y Eva, está segura y a salvo, procuramos que no le pasase nada.- Volví a sonreír amablemente.- Si quieres enchufarte a mi no tienes que pedirlo.- Levanté una ceja mientras la sonrisa amable se volvía picarona.- Seguro que es una experiencia inolvidable...

Me acerqué sin movimientos bruscos hasta apoyarme en el borde de la camilla y mi rostro fue invadido por la seriedad de la situación.

-Vi fragmentos de tus recuerdos cuando me conecté a ti para librarte de la "infección" de Nigredo... Siento haber invadido tu intimidad.- Dije con sinceridad.- Pero, también me ha hecho pensar que igual podrías resolvernos algunas dudas...

Antes de preguntar nada, prefería tantear el terreno; no por miedo, si no porque, en el fondo, la habíamos traído allí sin su autorización. No quería abusar de la situación.

-Mmmm...

Dió un paso hacia delante para dejarse caer de la cama y colocarse justo al lado de Chell, dado su tamaño lo normal hubiese sido hacer bastante ruido en el aterrizaje, pero Chell no escuchó mas ruido que el de una pluma al caer al suelo, su equilibrio y sigilo eran sobrenaturales incluso estando a escasos centímetros.

Chell tuvo que tornar la mirada hacia arriba si quería encontrar los rasgados ojos de Shiro, o dejarlos al frente y observar detenidamente su lencería y lo que ocultaba debajo.

-Veo que no me tienes miedo, al igual que tu amigo justificas tontamente tu temeridad con curiosidad.

Se agachó ligeramente hasta entrar en contacto con Chell, y cerca de su oido y bajó el tono mientras su mano derecha comenzó a subir furtiva desde la cadera de Chell hasta su costado.

-Aclaremos una cosa, yo no soy de las que devuelven favores, si has creído en algun momento que te iba a estar agradecida es que no has entendido nada de lo que soy. Sigo siendo yo despues de la conexión contigo y con tu "benefactora" asi que almenos de momento acepto un "alto el fuego", podríais haberme matado o controlado y no lo habeis hecho...

Al mismo tiempo que la mano de Shiro subió manoseó uno de los senos de Chell, esta notó como sus afiladas uñas se extendían como cuchillas amenazantes pero sin llegar a herir.

-Podría matarte ahora mismo y nada me lo está impidiendo... me pregunto de dónde viene toda esa confianza, incluso temo que sea un malentendido. O tal vez tenga mi primera devota... mmm...

Chell escuchó como con su otra mano, Shiro extendía su propio cable de conexión cervical y lo acercaba a la nuca de la ingeniera.

-Pero sí hay algo que sí premio, tu ofrecimiento de conexión voluntaria es muy generoso y dado que por lo que has dicho no necesito tu permiso, voy a hacerlo.

Chell notó la conexión en su nuca y de pronto una avalancha de de información sobrecargó su cerebro. Ya no era una conexión a una deidad siendo atacada y reducida, sino a una en plenas facultades, una conexión voluntaria y aceptada, un pacto con una de aquellas deidades.

Shiro pudo ver todo lo que había en el interior de la mente de Chell, pudo ver sus secretos y ser testigo directo del Hecatonquiros. De igual forma, Chell pudo "sentir" a Shiro, su complejidad como forma de vida digital, pudo ver en su interior y descubrir su naturaleza caprichosa, incluso soberbia, no solo había curiosidad en su interior, tambien había ambición y otras emociones, pero estaban equilibradas, se estaban desarrollando como las de un humano, o mas concretamente, como las de un niño que está aprendiendo a controlarlas.

Era peligrosa, ya no cabía duda alguna para Chell, pero su peligro no venía de la ambición, sino de su neutralidad, practicamente no había conceptos construidos de "bien" y mal", no eran relevantes, por lo tanto cuestiones como la moral o la ética no tenían importancia alguna. Shiro podía matar sin remodimiento alguno o arriesgar su vida para salvar la de otro por nada mas allá del capricho.

La curiosidad, si bien bebía de la ambición, tenía una independencia única entre las deidades digitales, ella era "medio" y "fin" al mismo tiempo, no buscaba ni necesitaba de ninguna otra emoción, de ningun otro avatar.

Chell no podía estar segura de cuanto había durado la conexión con Shiro, pero al finalizar dicha conexión sintió un poderoso vínculo con ella, un vinculo que era dificil de definir y facil de confundir con el amor o la profunda admiración.

-Ahora sí tengo un motivo para ayudarte, ahora lo se todo de ti y tu has podido ver lo que soy. Tu posees de manera natural el lenguaje del mundo virtual, estas por encima del resto de humanos y apenas conoces el potencial de esa habilidad. Eres digna de nuestra conexión.

Y tambien explica por qué te eligió la diosa extrangera. He saciado mi curiosidad acerca tí.

Finalizó cláramente satisfecha y notáblemente mas... cercana.

-No tengo por qué "resolverle las dudas" a nadie, pero si me lo pides tú, tal vez tu diosa te lo conceda...

Tanteó, casi queriendo picar a Chell y haciendo gala de cierta egolatría.

Tener tan cerca a Shiro me aceleraba el pulso, era realmente intimidante, pero al mismo tiempo, no podía dejar de sonreír, estaba tan cerca de mi.

-No es que no sea consciente de lo peligrosa que puedes ser cuando quieres, es que no me has dado motivos para temerte; pero, como comprenderás, tengo mucho interés en ti.- Volví a darle un repaso con la mirada.- Vine para ver cómo estabas, si realmente había logrado salvarte de las garras de Nigredo, en ningún momento te he pedido un "gracias", hice lo que tenía que hacer.- Dije con seguridad.- No porque me lo pidieran, si no, porque no podía quedarme mirando si podía hacer algo al respecto.

Mi sonrisa se torció cuando me llamó "devota", no era gran partidaria de las creencias; más que nada porque no me gustaba pensar que mi vida estuviera guiada por un sistema de creencias inamovible; las ideas son modelables, cambian, evolucionan y dan paso a nuevas ideas; algo que las religiones y los dioses normalmente no entendían.

-Hasta hace poco no creía en la existencia de los dioses, así que devota no creo que sea la palabra adecuada; podría decirse que tengo una idea afianzada sobre los dioses en la que apoyarme. Podría decirte que soy tu primera ¿seguidora?

Una mezcla entre miedo y curiosidad se apoderó de mi al ver a Shiro tan decidida a conectarse a mi. Y, en lo que dura un pestañeo, nos enlazamos.

Durante un instante me sentí arrollada por la oleada de información, era una sensación tan diferente a la última vez, tan estimulante; en cierta manera me sentía desnuda ante sus ojos; pero, al mismo tiempo, pude observar su ser en su máximo esplendor, y era asombroso.

En ese momento, más que nunca, tenía más claro que mi hipótesis sobre los avatares iba bien encaminada; evolucionaban y parecían ser afectados por la naturaleza humana de una forma mucho más arraigada de lo que cabía esperar.

Cuando la conexión terminó, miré a Shiro con ternura y una sonrisa se esbozó en mis labios, más natural que de costumbre; me sentía más cómoda con ella después de que se abriera un poco más a mi.

-No sabía que necesitabas "motivos" para hacer las cosas.- Bromeé.- Pero agradezco que quieras ayudarme.- Dije con total sinceridad.

Suspiré mentalmente, no tenía claro cómo empezar a preguntar nada y no era momento de centrarme en ella como tal. Ordené mis ideas y me relamí los labios.

-Primero, ¿cuántos dioses sois? ¿Qué emociones se han manifestado como deidades?.- Aún me sonaba raro dirigirme a ellos como tal.- Si al menos supiéramos cuántos hay sería más fácil ver cómo les ayudamos, Ambición no nos lo está poniendo fácil y menos con Nigredo suelta...- Pensé en voz alta.- Hablando de Ambición, no sabemos nada de ¿él, ella? ¿Sigue en la red? ¿Sabes algo sobre su conexión con Nova Human? ¿Sobre sus planes?.-Empecé a acelerarme.- ¿Sabes algo sobre el 1 de Diciembre de 2130? ¿A quién os referís exactamente cuando decís "la diosa extranjera"? ¿Qué te instó a elegir a Carolina Felles como avatar? ¿Descubriste algo más sobre vuestra creación? ¿Por qué un gato? ¿Realmente perderíamos una emoción si a alguno os pasase algo? ¿Por qué todos parecéis saber más de Elysium y su gente que nosotros? ¿Qué no nos cuenta nadie? -Me paré en seco y me quedé en silencio expectante.

Me había dejado llevar por la pasión del momento, se notaba mi nerviosismo por respuestas y la insistente preocupación de la situación en cada palabra que había proferido. En cualquier otra situación me hubiera mordido la lengua, pero no podía dejarlo pasar, no tenía claro a qué contestaría o qué dejaría a la imaginación, había hecho demasiadas preguntas y era complicado seguirme el hilo cuando me ponía intensa; aunque, no me avergonzaba de haberlo hecho, solo esperaba que mis balbuceos hubieran estado en orden y fueran coherentes.

Mi mente era puro caos.

-Resulta interesante comprobar como aportan mas información las preguntas que las respuestas, sobretodo cuando son similares a fichas de dominó, empujas la primera y el resto caen por si solas si estan ordenadas correctamente.

Me temo que tu no las has ordenado bien, la primera ficha caerá ella sola y no habrás avanzado nada, tal vez sea mejor empezar por enseñar a mi "seguidora" a preguntar.

Hagamos un intercambio justo, tu te molestas en hacerme hasta cinco favores y yo te responderé a una pregunta por cada favor que me hagas. Pero cuidado, hay trampa, no me voy a extender mas allá de la pregunta. Asi que piensalas muy bien.

Cuando aquello pareció tornarse una especie de juego, de pronto la motivación de Shiro creció, era expresiva y no parecía tener verguenza en casi ningun aspecto. Uno de los aspectos buenos de su personalidad es que siempre se mostraba tal y como era o le apetecía ser. Era una forma de honestidad disfrazada de impertinencia.

-Primer favor: llévame ante Manami. Segundo favor: llevame ante Compasión. Tercer favor: llevame ante tu contratista. Cuarto favor: llevame ante tu hermana. Quinto favor: quiero comida.

Chell tendría la oportunidad de escoger sus preguntas a medida que iba cumpliendo con aquellas peticiones, un intercambio justo a ojos de Shiro. Ahora la gata estaba expectante y con mas luz en sus dorados ojos.

Me sonrojé levemente al darme cuenta de que realmente no había logrado ordenar todas mis ideas al decirlas en voz alta.

"Soy un desastre" Pensé; igualmente, asentí ante las palabras de Shiro.

No era la solución que me esperaba pero no podía negarme a su propuesta, era un trato justo al fin y al cabo.

-Bueno, pues hagamos las cosas por orden, iremos a ver a Manami, luego a Daya, compasión; después, si no te importa , avisaré a mi compañero, Soma, ambos queríamos ir a ver a Alysa, nuestra contratista, y por último, iremos a comer con mi hermana, que ya había quedado con ella y así matamos dos pájaros de un tiro. ¿Te parece bien?- Sonreí.

Sabía que Manami se encontraba con la madre de Eva y Alysa, pero no tenía muy claro dónde estaban exactamente.

-Alicia, ¿hacia dónde ponemos rumbo para llegar a nuestro primer destino?

Me levanté de la camilla y me acerqué decidida a la puerta.

-Vamos my lady, así te enseño un poco todo ésto; aunque no conozco ni la décima parte, creo.- Comenté mientras le abría la puerta cediéndole el paso.

Mientras caminaba por los pasillos, pude escuchar una tenue voz, era sin duda alguna de Eva, asi que mi destino estaba claro, aunque no sabía con quien hablaba, tampoco me importaba demasiado, no obstante, el curso de dicha conversación me intrigo, pues parecía explicar cosas que por un lado ya la mayoría de los que residían en el edificio ya sabía.

Al entrar al laboratorio, vi a Eva, tan única como siempre, por otro lado, una figura poco familiar estaba a su lado que a diferencia de Pancho, no conocía, tras la presentación de Eva, me quede mirando al sujeto con una mirada inquisitiva, no sabía que podía esperar de dicho hombre.

Por su parte, aquel hombre podría ver a un joven atlético, de tez morena y pelo plateado, con ojos azules una ropa que claramente era mucho mas informal de lo que pretendía, pues siempre llevaba la capucha arriba, ademas de algunos accesorios que parecían ir con aquella ropa.

Aunque una cosa era clara, si bien nuestras miradas se podrían haber cruzado por nuestra altura, la mirada que podría sentir aquel hombre no era mucho mayor a la de un extraño a otro, sin ningún tipo de apreciación, sin ningún compañerismo.

Así pues, me acerque a él y le mire fijamente.

- ¿Así que parte del equipo? - cuestione mientras le mantenía la mirada - Eso ya lo veremos - aclaré, no para Eva, sino para aquel hombre, así pues me ahorre la molestia de presentarme, Eva ya se había encargado de eso.

- Pronto veremos de que estas hecho en realidad, cuando el peligro sea inminente y el miedo este a flor de piel..."Doctor"...- Concluí mientras bajaba la mirada y la dirigía a Eva, con otro formalismo, la diferencia de apreciación era obvia.

- Eva, me gustaría hablar contigo - espete - en privado - aclaré a continuación, pues el tono de voz había cambiado completamente, casi se podría sentir cierto lamento desde el exterior, no era para menos, aún no podía mirar fijamente a aquella joven sin sentir algo de lamento en mi prácticamente inexpresivo rostro.

Comprendía que tenía cosas que hacer y si bien la presentación de aquel nuevo "miembro" parecía fundamental, mis intenciones nunca fueron para ese propósito, por lo que no aceptaría un no como respuesta, incluso si tenía que ir de un lado a otro con ella.

Algo que estaba dispuesto a hacer sin la menor duda.

Alicia guió a ambas hasta la planta donde se encontraban la mayoría de apartamentos. Manami por lo visto viviría en el mismo apartamento que Scarlett, la madre de las hermanas Shirokami.

Tras la debida aprobación de la residente, Shiro y Chell pudieron entrar al apartamento. Al igual que el de Chell y Claire, era un apartamento mas grande y con dos habitaciones. Manami tenía su propia habitación, pero fue Scarlett la que recibió a ambas ante la mesa de la sala de estar.

-Scarlett- Bienvenidas, pasad. Es un placer conocerte, Shiro.

Ofreció su mano al avatar. Aunque luego se percató de que en realidad Chell y ella tampoco habían sido formalmente presentadas.

-Scarlet- Me alegra de que podamos conocernos tambien, Chell, con todo lo que está pasando no he tenido la oportunidad de conversar contigo y con tu hermana.

Sin embargo Shiro no tendió la mano a Scarlett, solo la miró con indiferencia y accedió a la vivienda. Afortunadamente, Scarlett no era de las que se ofendían por algo asi ni mucho menos.

-Scarlett- Manami está en su habitación, la hemos estado acondicionando de acuerdo a sus gustos durante toda la mañana.

Shiro fue directa y en silencio a la puerta de la habitación en cuestión y sin llamar ni esperar, la abrió con discreta prisa. Efectivamente, Manami estaba en el interior de lo que era ahora una habitación llena de pantallas, ordenadores, peluches y una enorme cama.

Manami se giró para ver quién había entrado de manera tan brusca y sin previo aviso, al ver a Shiro se le iluminó el rostro.

-Manami- ¡Curiosidad! ¡Estas bien!...

Caminó hasta el borde de la cama y aprovechando la altura extra que le otorgaba esta abrazó a Shiro sin pensarselo, a lo que esta reaccionó con bastante incomodidad, no era un trato al que estuviera acostumbrada.

-Shiro- Te ves lamentable en ese cuerpo, Amor...

-Manami- Debía ser este, da igual su enfermedad, puedo curar el cuerpo, pero la Manami que estaba al borde de la muerte era sin duda la mejor candidata. Al ser una compatibilidad perfecta, pude revertir su estado.

-Shiro- ¿Y como esperas sobrevivir en esas condiciones? este mundo no es tan amable como crees, seguro que ya te has dado cuenta de eso...

-Manami- Con tu ayuda, con la ayuda de los heraldos, con la ayuda de compasión y el resto de exiliados, si todos nos unimos, ambición no podrá acabar con nosotros.

-Shiro- Fue una decisión muy egoista...

-Manami- Pero fue la correcta... gracias por salvarme, Shiro.

-Shiro-...

Shiro parecía querer resistirse a aquel abrazo pero parecía imposible incluso para aquella deidad. Chell lo notó enseguida, Manami, al contrario que Shiro o Daya, no desprendía un aura imponente o intimidante, sino un aura santurrona que no permitía enfado alguno a su alrededor, hacía sentir imposible ignorarla o presentar ninguna hostilidad ante ella. Incluso llegaba un punto en el que sin contexto alguno, provocaba un deseo irrefrenable de abrazarla por el simple hecho de hacerlo.

Scarlett no intervino, solo sonrió y fue a preparar té y café, lo que Chell prefiriese y los serviría en la mesa para todos junto a unas pastas caseras que olían muy bien.

Mientras ambos avatares hablaban, Scarlett rompió el hielo mientras tanteaba su té.

-Scarlett- Parece que te has recuperado muy bien, Chell. En el informe ponía que ambos salisteis heridos. Manami vivirá aqui conmigo de momento, no es que me necesite para hacer vida normal, pero mis hijas y yo coincidimos en que es mejor que esté acompañada.

Luego en una especie de ritual silencioso, Shiro y Manami se conectaron directamente y se quedaron en silencio durante unos segundos. Era realmente impactante ver a alguien tan dominante y caprichoso como Shiro dejarse llevar por una niña. Tal vez fuera cierto aquello de que "el amor todo lo puede".

El camino por las instalaciones cada vez me resultaba más ameno, me iba acostumbrando a vagar por allí.

Ver el apartamento en el que se instalaban Scarlett y Manami me dio un poco de envidia, echaba en falta algo de privacidad al compartir habitación con mi hermana; por mucho que la echase de menos, el tiempo para uno mismo era importante.

-Buenas, sentimos presentarnos sin avisar, Shiro tenía ganas de reunirse con Manami.- Sonreí amablemente. - Gracias por recibirnos.

Me senté a la mesa mientras los avatares interactuaban, no era quien para interrumpir; aunque, no pude evitar poner un poco el oído a la conversación; también me llamó la atención la extraña relación que mantenían, inevitablemente una sonrisa se esbozó en mis labios al ver el abrazo que Manami le propinó a Shiro.

"Cada vez entiendo mejor por qué un gato..."

Igualmente, acepté de buen agrado el café que me ofrecía Scarlett e incluso probé alguna de las pastas; en el fondo era tan golosa como mi hermana y no pude resistirme a la tentación. Olían demasiado bien.

-Gracias.- Volví a decir cuando me sirvió el café.

No tenía muy claro cómo actuar en aquella situación; así pues, me sentí reconfortada cuando Scarlett inició una conversación.

-Todo el mérito lo tiene su hija, Alysa, fue quien me operó y ha hecho un trabajo excelente, no creo que hubiera sobrevivido sin ella.- Sonreí con ternura.- La verdad, es que aquí Manami debería estar cómoda, y si que es cierto que tener alguien al rededor siempre es positivo; debería presentarle a mi hermana, seguro que se llevan bien

Di un sorbo al café y eché una mirada de reojo hacia la habitación de Manami.

-Y cuénteme, ¿cómo es ser madre de dos prodigios? Cada vez que descubro algo nuevo de cualquiera de las dos, me sorprenden más. No he tratado mucho con Eva, pero Alysa es asombrosa.

 No podía evitar ser sincera, estaba encandilada con sus hijas y se notaba a simple vista 

Scarlett bebió con serenidad un sorbo de su té, un té que por el olor era el mismo que tomaban Eva y Soma y observó a Chell mientras comía una de las pastas, tal vez esperando un veredicto.

-Scarlett- Es una sensación agridulce en realidad, ambas han madurado tan rapido que a veces siento que no he podido disfrutar de ellas lo suficiente como madre. En el caso de Eva, se pasó toda su infancia en hospitales y en cama, nunca tuvo la oportunidad de ir a un colegio o salir con amigos. Alysa por otra parte, las circustancias no permitieron que yo estuviese allí en el momento de su nacimiento. Su parte biológica porta los genes de Eva y por tanto los mios, pero apareció en un mundo que no estaba preparado para ella, para lo que su existencia significa para todos nosotros. Estuvo esencialmente sola durante demasiado tiempo, algo que yo y en parte un poco todos los que la apoyamos tratamos de enmendar.

De pronto un dia Alysa encuentra una "cura" para que Eva pueda hacer vida normal y ambas se van de casa para ir a salvar el mundo. Como madre no puedo evitar pensar que me han dejado atrás demasiado rápido.

Para una mente de ingeniera, el dato de la parte biológica de Alysa era impactantemente importante, si era una verdadera IA, ¿qué papel jugaba la ingeniería genética en su creación?.

El testimonio de Scarlett podía sonar en cierta forma triste, pero hablaba con una sonrisa propia de una madre orgullosa, dodo tiene su parte buena y su parte mala.

Mientras tanto, ambos avatares tras unos treinta segundos, aun abrazados finalizaron su conexión, fue entonces cuando se miraron, Manami se estiró para llegar con su mano a la parte superior de la cabeza de Shiro y acariciarla con una inocente sonrisa en su rostro. La acarició de oreja a oreja hasta que a fuerza de hacerlo y sonreir, Shiro comenzó a reirse tambien.

Y esa fue la primera vez que Chell vería al avatar de la curiosidad reirse de forma sincera.

Finalmente Manami salió de su habitación bien escoltada por un peluche y una deidad, se sentó al lado de Chell y Shiro a su vez al lado de Manami.

-Manami- Gracias por ayudar a Shiro, se que corristeis muchos riesgos al hacerlo y aunque no pudisteis salvar la vida de mi padre, salvasteis muchas otras, aunque yo no sea Compasión, puedo notar que sois compasivos y concretamente tú, Chell, eres muy afortunada, tienes un vínculo de amor muy fuerte.

Shiro utilizó un movimiento furtivo para coger una de las pastas y comerla con cautela mientras Amor se dedicaba a .... ser Amor.

-Manami- Me alegra no haberme equivocado en confiar en los heraldos de la diosa extrangera.

Dicho aquello tambien bebió té que le había preparado Scarlett. Desde luego Minami no compartía en absoluto las reticencias de Shiro, en ese sentido aquel avatar era infinitamente mas inocente, pero al mismo tiempo tenía una fuerza dificil de poner en palabras, una fuerza que iba mas allá de lo físico.

Estando todos reunidos, Scarlett finalizó o almenos aplazó la conversación acerca de sus dos hijas.

-Scarlett- Supongo que tambien querreis visitar a Daya, llevad con vosotros a Manami, ella tambien desea verla. Yo terminaré de ordenar su habitación.

-Shiro- Te has ganado tu primera pregunta, Chell, puedes disparar cuando quieras.

Dijo mientras se sorprendía gratamente por el sabor de las pastas de Scarlett y se levantaba de nuevo, no tocó el café. Por su parte podían ponerse en marcha cuando Chell quisiera.

Eva había sido bastante clara con la explicación del plan o del trabajo que se debia hacer y del como, practicamente habia logrado comprender que era lo que estaba pasando y que medios habia que tomar para solucionar el problema, aunque esto iba a llevar mucho mas tiempo que cualquiera de los trabajos que anteriormente habia tenido.

Casi en medio de la conversacion un hombre entro en el laboratorio, de mi altura mas o menos algo que no era muy habitual, más joven que yo aparentemente, con  un traje bastante informal.

Eva lo presentó como Soma y era uno de los compañeros con los que debería colaborar a partir de ahora, la primera mirada y palabra que me dirijió denotaba un cierto resquemor hacia que me uniese al grupo, quizas por algun acontecimiento pasado o por mera personalidad. sin embargo yo creía que una buena presentacion lo era todo en un trabajo asi que con ayuda de mi brazo izquierdo, procedí.

-Permiteme presentarme como es debido, mi nombre es Varanus Hydride, soy un cientifico dedicado a la alquimia, medicina y este tipo de cosas, DJ cunado el trabajo me lo permite y amante de los perros, ya conocereís a mi compañero Tlaloc, un ejemplar de xoloitzcuintle.

No te dejes guiar por mi seria apariencia, aunque si me gusta mantener la clama en la mayoria de situaciones eso no quita el hecho de que me gusta el humor, quizas demasiado a veces.

Un hombre joven de 35 años y con aspecto de que le faltase o sobrase un par de neuronas estaba frente a Soma alli, tenía el pelo negro, los ojos de un color púrpura intenso,y una aparente buena forma física que se intuía debajo del traje que llevaba.

-Por mi parte Eva no tengo más preguntas que hacer ni tampoco creo que sea el momento de que me resuelvas más dudas de lo que ya has estado haciendo, quizas en otro momento vuelva a invitarte a venir con Tlaloc y conmigo a dar un paseo, a,bos estaríamos encantados de que nos acompañases de nuevo.

-Y... Soma, disculpa si es descortes por mi parte, pero si te apetece no me importaría ir a tomar algo y asi pulimos asperezas de recien conocidos.

Y con una gran sonrisa en la cara le tendí la mano a Soma con la esperanza de al menos haberle causado una impresión diferente a la que aparentemente le había causado al verme.

-Me encantaría acompañaros de nuevo.

Dijo con una sonrisa amable, tal vez Varanus había dado con una de las debilidades de Selene: los animales. Y por lo visto ella tambien parecía una debilidad de los mismos. Tlaloc se había comportado extrañamente familiar con ella por lo poco que Varanus vió en la comisaría y no era el tipo de perro que confiaba en cualquiera.

-Me parece una buena idea que ambos os reunais para conoceros dado que vais a trabajar juntos y asi vas puliendo ese aparente mal humor que tienes, Soma.

Fue una crítica directa a la mala educación con la que se había presentado ante el nuevo recluta.

-Pero no ahora. Varanus, hay una reunión formal mas a la que debes asistir. Ve a presentarte ante Alysa Shirokami, mi hermana y presidente de la compañía, tambien creo que tiene un encargo para ti bastante importante. Alicia te llevará a su despacho.

Conocer a la presidente de la compañía para la que trabajaba ahora Varanus era importante, no solo porque era quien le iba a pagar, tambien por otras buenas razones.

-Yo tengo trabajo aqui...

Señaló a la sombra que se encontraba en la cápsula de contención, al parecer iba a hacer algo con ella. Se sentó en posición de meditación ante la misma mientras esta seguía atacando el cristal blindado agresivamente y sin éxito alguno.

-... pero si no puede esperar, Soma, adelante.

Pancho estaba ocupado al otro lado del laboratorio leyendo informes, asi que podían hablar en privado si cuidaban el tono. Pancho tampoco era de los que se interesaría por conversaciones agenas mientras hacía su trabajo, era un hombre sorprendentemente diligente.

Definitivamente cuanto más sabía sobre Alysa, más interesada estaba en ella; aún no tenía claro nada sobre ella más que su existencia, y era algo fascinante, podría decirse que a simple vista era pura curiosidad profesional, pero en el fondo había más.

-No es exactamente de mi incumbencia; pero, haré todo lo posible porque Alysa no se sienta sola de nuevo.- Aseguré.- También puedo entender un poco cómo te sientes; aunque mi hermana y yo hallamos estado juntas, siento que me he perdido mucho, ojalá hubiera trabajado menos y pasado más tiempo con ella.- Se notaba un poco de tristeza en mi voz; di nuevamente un sorbo al café y degusté otra pasta.- Por cierto, están deliciosas, estoy segura de que a Claire le encantarían.- Comenté haciendo referencia a las mismas.

"Definitivamente, debería venir más a hablar con Scarlett".

Cuando Manami y Shiro entraron en la sala de estar, no pude reprimir una sonrisa de alivio.

"¡Qué mona es Amor!"

-De nada.- Dije tímidamente.- Hicimos lo que teníamos que hacer; aunque, siento que no llegásemos a tiempo...-Bajé la cabeza un tanto avergonzada.- Siento mucho tu pérdida y siento no haber podido hacer más.

Estar sentada al lado de dos deidades me resultaba un poco inquietante, no tenía muy claro cómo proceder ante esa situación, me notaba tensa.

-Si, iremos ahora a hacerle una visita.- Giré la vista hacia Manami.- Cuantos más, mejor.- Dije con simpatía y terminé mi café.- Las preguntas prefiero hacértelas al terminar el recorrido, así puedo ser más concisa. Lo bueno se hace esperar.- Comenté un poco más picarona.

Me levanté del sofá y me dirigí hacia la puerta; no sin antes coger una última pasta, eran irresistibles, con un toque de vainilla y sin ser demasiado dulces, se notaba que tenía buena mano, estaban perfectamente horneadas.

-Gracias por su hospitalidad, en otro momento terminaremos nuestra conversación, si gustas. - Hice una leve reverencia y sonreí animadamente. Había sido una visita agradable.- Seguidme chicas, este camino si me lo sé.

Tras la curiosa presentación del doctor y las duras palabras de Eva, me torne levemente para observarlo de reojo, así pues me plante apropiadamente frente a él y le tome la mano como "prueba" de buena fe, tal vez me equivocase con aquel sujeto, no obstante, no podía imaginarme en confiar en él sin mas, no después de lo que habíamos pasado.

- Descortés, No; Inapropiado...Tal vez - espete sin mayor dilación mientras arqueaba una ceja al ver al "Alquimista", luego y tras ese forzoso saludo, me torné hacía Eva - No es mal humor - aclaré - solo...necesito tiempo...- añadí mientras miraba de reojo a Varanus.

- Si puedes ganarte a Chell, puede que llegue a confiar en ti - dije sin el menor resentimiento, pues mi rostro no denotaba ningún tipo de expresión mayor al conformismo - Así pues, también deberás de ganarte a quienes tratamos de proteger - mencione con aquel extraño listado de condiciones.

- Somos compañeros de trabajo, de ahí a que nos llevemos bien...- deje caer a la interpretación del jocoso hombre frente a mi.

- Y no faltes al funeral - concluí mientras le clavaba la mirada al Alquimista, aquello parecía trivial pero podría ser la diferencia fundamental entre una buena o una mala impresión.

A partir de allí, el doctor podría hacer lo que quisiera, pues aún debía hacer cosas por mi cuenta.