Partida Rol por web

La noche del funeral del doctor Opfern, Soma enseguida comenzó a tener pesadillas. Nada que no hubiera sucedido ya otras noches, pero la intensidad de aquellos fatidicos sueños fue especialmente intensa aquella noche.

Los recuerdos que Shiro había desenterrado en su mente acerca de Inma no paraban de atormentarle, asi como las imagenes de Manami llorando sobre el cadaver de su padre. Todas tenían que ver en sentido consciente o subconsciente con la compasión.

Tal fue el sufrimiento y la intranquilidad que Soma se despertó. Era la una de la mañana y descubrió que le sería imposible volver a dormirse, no almenos de momento, era un estado de inquietud muy poco corriente en el joven neotemplario, casi parecía que su instinto le estaba tratando de decir algo...

...algo urgente.

Un extraño sentimiento me aparto de mi sueño pues, del letargo al que estaba acostumbrado, mis pesadillas me levantarón sobresaltado y estremecido, para cuando me di cuenta, mi mano se poso sobre mi rostro el cual estaba empapado en sudor, un sudor frío que no me dejaba tranquilo.

- Hah..hah...- mi respiración entre cortada y aquella extraña intranquilidad me levantaron de la cama, apenas y tenía la parte inferior de mi pijama y me puse a andar en la habitación, estaba descalzo, no me importaba realmente, mas allá de mi vestimenta solo quería quitarme aquel extraño sentimiento que amenazaba la paz que creía sentir, la compasión de aquellos sueños se torció en un instante volviéndolos pesadillas que no lograba descifrar.

Así pues y con las pintas que tenía, salí de mi habitación para ponerme a andar por los pasillos del edificio, sin rumbo fijo mas allá de mi puro instinto que me guiará hacía donde tuviera que ir, pues no me detendría hasta calmar aquel sentimiento de intranquilidad.

- Maldición...- masculle mientras andaba llevando mi diestra nuevamente a mi cabeza, buscando calmar aquel dolor que se agigantaba en mi cabeza y que parecía no querer cesar - ¿acaso me llamas, Daya?...- me cuestione mientras andaba - ¿O son mis remordimientos los que no me dejan ir?....- continué mientras andaba sin rumbo fijo, pero se podía denotar un extraño patrón.

Puesto que no dormiría bien, sencillamente ande por todo el edificio, tal vez la respuesta consciente que buscaba y que mi instinto me gritaba era la que encontraría si me aseguraba de cada uno de los habitantes de aquel edificio...o al menos donde residían sin molestarles.

La incertidumbre se apodero de mi así como la agonía que parecía reflejarse en mi mente, una que no conocía y que azotaba con gran opulencia en mi ser....

¿Quien era el que me llamaba, Manami, Daya, Shiro o era mi ser el que quería venganza por ignorar deliberadamente un tema como mi pasado?...¿cuales eran los demonios que ahora me atormentaban?...

El silencio y apenas la tenue luz permanente de los pasillos acompañaron a Soma durante su andanza, la quietud de las instalaciones contrastaba drasticamente con la inquietud que ahora sentía Soma en su corazón. Era frustrante no ser capaz de interpretar aquel mensaje que parecía provenir de su instinto, o de saber si simplemente era fruto de las pesadillas y unas circustancias emocionales complicadas en aquel momento.

En cualquier caso la idea de dar un paseo parecía estar ayudando, ver aquellas complejas instalaciones en un estado aletargado parecía otorgarles humanidad, sobretodo a Alicia, al fin y al cabo aquel edificio era su cuerpo.

En un momento determinado los pasos de Soma le llevaron hasta la piscina interior, sus enormes cristaleras dejaban pasar la ténue luz de la Luna y provocaba constantes reflejos en toda la sala y solo gracias a dichos reflejos, Soma pudo divisar algo, o mejor dicho a alguien, en un lugar y a una hora en la que normalmente nadie se la esperaría encontrar.

En lo alto del trampolín principal, estaba Eva sentada mirando los reflejos del agua, casi hipnotizada por ellos, estaba lo suficientemente lejos como para que Soma no pudiera ver con claridad su rostro.

El neotemplario podía acceder a las instalaciones si lo deseaba o dejar a aquella joven inmersa en sus pensamientos como parecía estar.

Claire descansó en el jacuzzi sentada al lado de su hermana, un lujo que dos jóvenes de los suburbios no habían tenido en mucho tiempo. "La bañera es el lavadero del alma".

-Yo tambien me alegro de que estes conmigo, pero cada dia tengo mas dudas acerca de todo. Entre mas averiguo mas mentiras descubro en todo cuanto sabemos y no solo hablo en general, hablo tambien en nuestro ámbito personal.

No puedo evitar pensar a veces que nuestra vida fue programada asi, al igual que nuestro vínculo, hay tantas cosas que no sabemos y tantos intereses de terceros detrás de nuestro nacimiento, que cada vez sospecho que nada de esto es fortuito.

Cada vez me creo menos la historia de las dos huerfanas que sobreviven en los suburbios gracias a su talento. Y desde que vi el cuerpo de Alysa, ahora me creería cualquier cosa.

Tal vez le esté dando demasiadas vueltas, por suerte me vale con que estes cerca, sino me volvería loca.

Apoyó su cabeza en el hombro de Chell y asi se relajó mientras dejaba que las burbujas hicieran el resto.

El baño fue reparador y con un efecto relajante que incitó a ambas a irse a la cama temprano aquel dia, el trabajo extra tendría que esperar a mañana con energías renovadas. Claire no hizo ni siquiera el amago de acostarse en su cama, fue directa a acurrucarse junto a su hermana buscando el preciado calor corporal.

Pero aunque el bienestar anterior auguraba un sueño reparador y profundo, no lo fue, extrañas pesadillas comenzaron a atormentar el descanso de Chell, imágenes confusas y oscuras, desesperación, inquietud, era como si su cuerpo estuviera queriendo alertar de algo. La última imágen que vió antes de despertarse abruptamente fue de Shiro, aunque no era demasiado clara.

Por suerte cuando Chell abrió los ojos seguía a oscuras en su habitación con su hermana abrazada a su lado. Su pulso estaba acelerado y había desvelado completamente. No podría volver a dormir, no almenos por el momento.

Mientras caminaba, fui divagando poco a poco entre mis ideas, el sentimiento que se arraigaba en mi era extraño pues no comprendía la totalidad de su procedencia o al menos, eso trataba de pensar, engañándome de alguna forma con los sentimientos que ahora portaba y el como afrontarlos.

Para cuando me dí cuenta, estaba en la instancia de la piscina interior, un lugar calmado y distante en aquella penumbra recreada por la inactividad del propio edificio y la aparente calma que lo acompañaba.

Pero aquello no fue lo que llamo mi atención, pues aunque apenas tenía unos pantalones para dormir sobre mi, no fue sino la curiosa silueta de Eva la que llamo mi atención en aquel lugar, confuso y algo frustrado por el sentimiento que me invadía, me dispuse a entrar a la sala de las piscinas, contrastando con el aparente aspecto de Eva, que fuera descalzo y sin camisa por allí no parecía el menor de mis problemas, no con la carga ajena que portaba y desconocía.

Camine poco a poco hacía el borde de la piscina mientras mantenía la mirada en su centro, la cristalina e hipnotizante superficie que parecía tener ensimismada a Eva, luego alce la mirada para observarla, no dije ninguna palabra, solo la observe unos instantes tratando de buscar su mirada, de poder ver su rostro.

Después de un instante, desvié la mirada hacía las cristaleras y observe lo que se podía ver de aquel cielo nocturno.

- ¿Todo bien? - pregunte al aire mientras mantenía la mirada hacia un lado, luego la torne hacía el trampolín donde se encontraba Eva - ¿Hay algo que te inquieta? - proseguí mientras ahora observaba la superficie de la piscina - ¿algo que te quite el sueño? - añadí con intriga - ¿algo que vislumbres? - concluí mientras sin subir la cabeza, alzaba la mirada para observar desde lo mas bajo a la persona que se encontraba en lo mas alto.

Estaba intrigado, mezclado con mi incapacidad de concebir el descanso, me sentía especialmente receptivo sin razón aparente o tal ves por una razón tan lógica como la propia Compasión, no lo sabía, no lo entendía, ni eso ni el motivo real de las inquietudes de mi corazón.

Algo que trataba de enmascarar fríamente con aquel rostro sereno a pesar de que aún podían correr gotas de sudor indivisible por mi frente.

Poco a poco, desde lo alto del trampolin, los ojos de Eva se tornaron ligeramente para mirar a Soma, mostrando un rostro que no revelaba mas que introspección. Desde luego era comprensible el lugar elegido para tal actividad, aunque poco ortodoxo.

Eva se quedó mirando a Soma durante unos instantes y aun sin pronunciar palabra, se puso en pie y se lanzó a la piscina con la habilidad de una nadadora experta a pesar de seguir llevando el uniforme que acostumbraba a vestir.

Buceó unos poco metros hasta que volvió a emerger más cerca de Soma.

-Creo que si todo fuese bien ninguno de los dos estaría a esta hora aqui, ¿no te parece?.

Se acercó otro poco mediante un nado probablemente estabilizado por sus habilidades telequinéticas.

-Hace apenas tres años, hubiese muerto por zambullirme en una piscina de agua fría desde un trampolín. Saber que ahora puedo hacer estas cosas cuando quiera es suficiente motivo para disfrutar de ellas mas de lo que cualquier persona imagina.

Sonrió un segundo y por fin procedió a responder de manera mas directa.

-No puedo dormir, al igual que tú, supongo. Algo que tambien podía matarme en el pasado. Hasta que llegó mi hermana para salvarme y permitirme dejar de sobrevivir para empezar a vivir. Algo que muy pocos entienden, practicamente a nadie le fascina la vida tanto como a mi, por desgracia las personas como yo encajamos mal la muerte.

Una breve explicación de por qué le afectaba hasta ese punto la muerte de un desconocido como el doctor Opfern.

-Ahora "vislumbro" a un hombre que quiere protegernos, pero no logro entender del todo los motivos que le llevan a querer hacerlo. A lo largo de la historia, los protectores del "linage blanco" solo han conocido la condena y la muerte. Y tu quieres formar parte de ellos.

Era una pregunta algo enmascarada aunque era la primera vez que Eva usaba el término "linaje" para referirse a ella y a su hermana.

Escuchar y ver a Eva me relajaba de alguna forma que no lograba comprender, mas aún, tras verla lanzarse con aquella gracia no pude sino observar con total atención y "vislumbrar" a aquella persona que tenía de mi todo lo que no conocía.

- Pillado...- pensé mientras reía nerviosamente resignado al ver que mi máscara había sido fácilmente descubierta, luego preste atención a la joven quien se mantenía con un curioso nado mientras se acercaba a mi en aquella piscina, por lo pronto, me acerque al borde de la misma y deje escurrir mis piernas en el agua mientras me sentaba al borde de la misma piscina.

- Hacer cosas que antes no podías - volví a pensar mientras la escuchaba, sus palabras eran extrañas, nostálgicas, hablaban de un pasado que desconocía y del cual parecía tener un especial dolor y gratificación para ella y para su hermana.

- Así que...vivir la vida eh...- musite mientras pensaba en mis peores temores, en mis pesares, mis pecados, mis miedos y mis mas profundos secretos, secretos que no conocía y no debía conocer y aún así estaba empezando a descubrir...poco a poco...

Luego observe a Eva, con la misma mirada que solo podía dedicarle, una tranquila y compasiva mirada que se acercaba inconscientemente al cariño y a la comprensión - ¿quien encaja bien eso? - dije retóricamente mientras la miraba.

Luego y mientras la observaba a los ojos, le escuche atento a aquella enmascarada pregunta sin poder pensar en una verdadera respuesta o al menos, no una que pudiera comprender sino hasta lo sucedido en aquellos últimos días.

- A estas alturas, si dijera "la Verdad"...verías atravez de mis palabras...ni yo podría creérmelo ahora...- mencione con cierta resignación - pero no creo que nuestro encuentro fuera fortuito, no al menos desde hace unos días, no te culpes por pensar que este "hombre" se libraría de la condena y la muerte solo por querer evitar todo esto, toda esta...guerra...- dije con pesar.

- No, este "hombre" la conocía y la ignoraba, pero las tablas cambiaron, poco a poco este hombre ve un poco mas cada día, "vislumbra" una perspectiva nueva, una forma de ver el mundo con unos ojos que no conocía, la penuria ya había tocado a este "hombre" antes del "linaje blanco" y aún así persiste en este lugar....- mencione mientras que con los ojos cerrados recapitulaba poco a poco todo lo que había conocido hasta ahora y todo lo que había cambiado.

Luego los abrí para encontrarme con los de Eva y una tenue sonrisa se esbozo en mi rostro, comprensivo, amable.

- Que motivo necesita un "hombre" para proteger a aquellos que quiere, para aquellos que sin ninguna razón, protegen a otros mas allá de un "futuro" que no conocen...- espete tranquilamente - Bueno, creo que es de hecho un motivo muy sencillo - afirme sin ninguna duda en la mirada.

- Porque, es lo correcto y mas importante...Es lo que deseo...- dije con total tranquilidad, aunque en el fondo, aún sentía una extraña presión en mi pecho, el motivo por el cual no lograba conciliar el sueño y el producto de mis inquietudes seguía siendo un misterio, aún así, hablar con Eva me calmaba de alguna forma, un suave recuerdo de la playa que azotaba mi corazón, un significado que aún no comprendía, uno cálido...amable.

Luego observe nuevamente a Eva con aquella mirada serena - Gracias, se que incluso ahora, te preocupas por los demás, con estas preguntas...sobre mi...- sonreí gratificado por su gesto - pero no tienes de que preocuparte, mi condena fue...- suspire mientras guardaba esa última parte para mi mismo - aliviada por tu gentileza y comprensión...Así que agradezco a Alysa por darte la verdadera oportunidad de vivir..a ti...y a todos...- dije con aire calmado, luego le extendí la mano a la joven para que la tomase.

- No comprenderé el peso que cargáis hasta que no lo compartáis y eso será cuando estén listas, por ello, déjame estas allí para protegerte a ti y a los que te importan, por que serán para mi los que me importan...

La vida es demasiado brillante para que la muerte la opaque, aunque no podamos afrontar la perdida, podemos continuar con el legado de quienes no están y seguir adelante...- espete tranquilo.

- Todos tenemos un motivo, un pasado, un secreto....pero el como lo afrontamos, nuestro presente...creo que eso es lo que realmente importa y ahora conoces mi resolución, a pesar de que aún hay cosas que desconozco, acepto lo que me mostráis y esperaré paciente a que vuestros corazones estén listos...- espete comprendiendo el peso de su conocimiento en aquel tiempo tan incierto.

- Ademas, ser un protector sería un honor, el blanco lo llevo...- bromeé ligeramente para sacarle una sonrisa a la joven mientras puntualizaba mi cabello, un extraño lujo del que pocos gozarían pues ella había sido la primera.

Eva nadó boca arriba apenas unos metros mientras escuchaba la exposición de Soma, pero se detuvo justo en el momento en el que Soma dijo que sus deseos eran mas importantes que lo correcto. Se paró y le miró con rostro casi entusiasmado.

-Pos fin le das mas importancia a tus propios deseos que al sentido de lo correcto que te han inculcado hasta ahora. Puede que despues de todo tú tambien puedas empezar a vivir, Soma.

Por fin empezaba a dejar atrás un lastre del que no era consciente... hasta ahora.

-Siempre entendemos nuestros deseos como algo voluble e inestable y "lo correcto" como la verdad. Cuando precisamente es todo lo contrario. Nuestros deseos es la única "verdad" de la que podemos estar seguros y "lo correcto" depende siempre del punto de vista.

Proteger en la creencia de hacer lo correcto y proteger por el mero deseo de hacerlo son dos cosas muy diferentes. Si eres una persona íntegra y con unos principios fuertes y definidos, ¿porque ibas a tener miedo a tus deseos? estos serán tu mejor guía.

Invitó a reflexionar para que Soma se diera cuenta de la importancia de aquella conclusión.

-Es lo que separa al hombre que me encontré por la calle del que eres ahora, solo podrás protegernos si ese tu deseo, no por sentido de deber alguno.

Y tal vez ahora entiendas un poco mejor a Inma y todo lo que hizo en el pasado.

Almenos la parte que se sabía del mismo.

Eva nadó de nuevo hasta llegar ante Soma y salió del agua elevandose en una especie de ingravidez y se abalanzó poco a poco sobre Soma, obligandole a tumbarse de espaldas y quedando ella encima, apoyada en el suelo por sus rodillas y manos que encerraban ahora a Soma. En una actitud tal vez algo mas agresiva de lo normal.

-Solo hay una forma de matar a Alysa, Soma. Como su protector debes ser consciente de igual forma que Inma tambien se ha dado cuenta.

Dejó una pausa tensa, mientras las gotas de agua fría caían abundantes sobre el torso desnudo de Soma y parte de su rostro.

-Rompiendola el corazón. Un punto debil que nos puede matar a ambas... o a cualquiera.

Acercó su rostro unos centímetros mirando fijamente a Soma y esperando que captara el significado detrás de la última sentencia.

-¿Quien y cómo podría romperla el corazón a ella?... ¿quien y cómo podría rompermelo a mi?... tenlo siempre presente o fracasarás. Tenlo presente si quieres protegernos.

Permaneció aguantandole la mirada en aquella postura, sin dale espacio, sin dejarle mirar hacia otro lado, sin permitirle escuchar nada mas que su voz en lo que a todas luces era una advertencia muy seria.

Apenas estaba empezando a abrir su corazón y Soma ya podría sentir apenas un atisvo del verdadero peso que ambas cargaban, que amenazaba con aplastarle si daba un solo paso en falso, si cometía el mas mínimo fallo.

Una tenue sonrisa se esbozo al escuchar las palabras de Eva, que mi crecimiento se hiciera notable fue una sorpresa que ni yo mismo me creía, solo sus palabras me hicieron darme cuenta de aquel hecho y llevarme a la introspección una vez mas para sentirme de alguna manera, aliviado con el hombre en el que me estaba convirtiendo.

- Así que...vivir...- pensé mientras escuchaba la exposición de Eva, no obstante no fueron sino sus acciones las que me sorprendieron un leve instante, pues sin mayor opción que echarme para que ella su posara sobre mí, tome como un acto de confianza extraño, pues ahora y mas que nunca, sus palabras parecían mas trascendentales de lo habitual.

Podía sentir las gotas de agua cayendo de su cuerpo en el mío así como el eco de su voz en mi cabeza, en mis oídos, en mi corazón, aquella reflexión era increíblemente pesada, tanto fue así que mi mirada se nublo por un instante el cual cerré los ojos para luego abrirlos con mayor determinación.

- Quien...y Como...- musite mientras no perdía detalle alguno de la voz, del rostro, de la forma de su ser - Entiendo...- replique en voz alta, aunque esta vez no fuera para Eva - Así como entiendo lo que Inma tuvo que hacer...aunque no logro comprender su motivación...- reflexione - pero esperaré por su respuesta...- aclaré

- Todos podemos morir de ese veneno...¿No es así? - conteste ahora directamente a Eva mientras le miraba a los ojos - Lo que quiero...Lo que deseo, el como conseguirlo...- musite nuevamente mientras me incorporaba nuevamente, no obstante, no deje que Eva se apartase de mi, no esta vez, dejándola sobre mi cintura mientras me elevaba poco a poco, sujetada por mis brazos, recorriendo sus costados para acabar en su espalda.

- Quienes sean cercanos a nosotros, quienes tengan nuestra confianza, quienes tengan nuestros sueños y aspiraciones....- susurre ahora con el rostro al lado del de Eva, dejando que mis palabras llegasen directamente a su oído.

- Quienes nos traicionan, quienes nos hieren, quienes no nos comprenden...- continué mientras cerraba los ojos y dejaba que todo el flujo de mi ser fuera expulsado poco a poco, sutil, gentilmente a travez de mis manos, mi don nuevamente se manifestó, aunque esta vez, no fue por acción, solo por puro deseo, el deseo de una calidez que mis palabras con costosa dificultad expresarían.

Aquella calidez se esparció desde la espalda de Eva hasta todo su ser, si ella así lo permitía, mientras yo aún mantenía mi mente en aquella reflexión que inspiraba mi motivación de continuar.

- Lo tendré en cuenta...ahora y siempre...- espete tranquilo - por ello...os protegeré...- aclaré mientras ahora me alejaba poco a poco de ese abrazo tan sutilmente consagrado para ahora observar a Eva cara a cara, con apenas unos pocos centímetros entre nuestros rostros.

- Protegeré...vuestros corazones...- dije mientras ahora mostraba una mirada tranquila y una cálida sonrisa - Si me lo permitís - concluí con aquel veredicto que ahora había vuelto mi deseo.

Aquel peso podía ser grande, pero el llevarlo, no era una carga, era una responsabilidad guiada por el deseo que quería llevar conmigo, pues ahora podía "vivir" de la manera que deseara.

-Piensas demasiado.- Añadí, quitándole un poco de hierro al asunto.

Aunque no era la única que le daba vueltas al asunto constantemente.

Una vez en la cama, como excepción, no me queje de la intrusión de Claire, la había echado tanto de menos, que incluso me agradaba su empalagoso cariño.

Y, aunque la situación parecía óptima para descansar, la paz duró poco.

"¿La una de la mañana?" Suspiré. "Odio las pesadillas".

Intenté relajarme, respirar y recobrar la compostura. Me abracé a Claire, intentando acompasar nuestros latidos. Pero nada fue útil.

La intranquilidad que sentía acerca de mi hermana, junto con el terrible sueño, hacían un combo que me impedía yacer en la cama.

Al final, decidí levantarme cuidadosamente, colocando una almohada en mi lugar, para no despertar a mi hermana, y ya incorporada, me acerqué al baño, donde me mojé la cara y me quedé pensativa frente al espejo durante unos minutos.

"¿Por qué nosotras?"

Cogí un albornoz y decidí dar un paseo por las instalaciones; así pues, salí sin hacer ruido de la habitación decidida a deambular.

Pululé por los pasillos hasta llegar de nuevo a los baños termales, me había gustado la experiencia y era una gran opción para relajarme.

Lentamente me desnudé y me di una pequeña ducha antes de introducirme en el jacuzzi y dejar volar mi mente.

No dejaba de darle vueltas la pesadilla tan extraña que me había alterado y estropeado el sueño.

"Shiro..."

Ya tenía preocupación al respecto de las últimas reacciones de la gatita, pero ésto hacía que creciesen aún más.

"¿Estará bien el avatar de la curiosidad?"

La guerra que se cernía sobre nosotros minaba la moral de todos, y los avatares parecían padecerlo especialmente mal.

Eva mantuvo la mirada y poco a poco, milímetro a milímetro, fue acercándose a los labios de Soma con la mayor cautela de este mundo, un proceso lento, tentador. Soma pudo notar la respiración de Eva en sus labios, la superfície de su piel fría tras el chapuzón. Lentamente se acercó mas y ladeó su rostro para que la nariz no fuera un impedimento al contacto de sus labios.

Pero a cuestión de pocos centímetros se detuvo repentinamente, no dijo nada, solo se detuvo. Desde tan cerca Soma pudo ver en sus ojos que Eva estaba leyendo algun tipo de mensaje en su intefaz o viendo algun tipo de información. Asi permaneció unos segundos hasta que aquellos grandes ojos azules se centraron de nuevo en los de Soma.

Eva alejó su rostro de nuevo y se puso en pié.

-Puede que haya algun problema, Alysa me ha pedido que vaya a la sala de informes. Es raro que lo haga a esta hora.

Caminó hasta una de las taquillas y con inusitada eficiencia se desnudó en cuestión de segundos, quedandose de perfil y completamente desnuda a unos cinco metros de Soma. Su piel mostraba un blanco marfil y un cuerpo delgado, atlético y poco voluptuoso. Eva no mostró pudor alguno mientras sacaba de la taquilla una muda de ropa interior y un uniforme limpio y seco exactamente igual que el que había empapado metiendose en la piscina.

-Puedes volver a la cama o venir a la sala de informes si quieres, pero ponte algo de ropa antes.

Sin prisa pero si detenerse, Eva procedió a salir del pabellón de la piscina con rostro serio y neutro, muy diferente al que le había mostrado a Soma en la intimidad.

Los baños resultaban un recurso valiosisimo para tratar el cansancio y lograr relajar el cuerpo, pero la inquietud que tenía ahora Chell no era una cuestión física. Era un mal presentimiento, una sensación que de momento carecía de explicación racional. Su intinto le estaba alertando pero ¿de que?.

De pronto creyó oir algo parecido a susurros ininteligibles, como si fuera algun ruido residual o algun glich en el cybercerebro. Un chequeo en ese mismo intante sin embargo no revelaría nada, solo aumentaría la sensación de inquietud.

Finalmente llegó un mensaje de voz a su interfaz por parte de Alysa.

-Alysa- Chell, ya que estas despierta ven a la sala de informes, te diría que puedes venir desnuda pero mejor ponte algo de ropa, Eva está aqui conmigo.

Hizo el chascarrillo, dando a entender que sabía de su condición actual.

Tras la sorpresiva muestra de interés de Eva y tras su pronta detención, me quede intrigado de lo que había pasado para que en ese momento se detuviera, tal vez de esto era de lo que mi instinto trataba de avisarme, algo malo debía de haber pasado para que su semblante cambiara tan bruscamente.

No perdí detalle cuando se cambio no obstante, aquel no era el punto en cuestión, me levante del suelo y me dirigí a la puerta a la misma velocidad a la que ella se marchaba - De acuerdo - respondí seriamente - te veo ahora - añadí dando por hecho que nos reuniríamos en la sala de informes.

Así pues, fui a toda velocidad a mi habitación, sin perder ni un segundo, sin aguardar ni un instante, me vestí con mi ropa habitual y me dirigiría directamente allí donde Eva se encontraba.

Si las hermanas Shirokami se preocupaban, el resto debería hacerlo igual y mas conociendo la naturaleza de nuestra labor, eso era algo que había aprendido...absurdamente rápido.

Eché la cabeza hacia atrás, dejándola caer, mirando al techo, escuchando solo el sonido del agua, pero no lograba relajarme.

Empezaba a tener una pequeña sensación de paranoia; el no conseguir relajarme incluso en aquel magnifico lugar, sumado a el extraño susurro, por llamarlo de alguna forma, hacía que la situación me escamase.

Era la primera noche que no conseguía dormir desde que habíamos llegado a Elysium; en el fondo era comprensible la situación, había pasado por situaciones muy estresantes y descubierto cosas complicadas de procesar, no estaba para nada calmada.

El mensaje de Alysa me sobresaltó, haciendo que me hundiese en la bañera.

-Una pena... Ahora voy.

Asomé la cabeza y respiré hondo antes de incorporarme y proceder a secarme y vestirme de nuevo.

Durante un instante me planteé el ir sólo con el albornoz, si hubiera tenido dónde dejar la ropa, pero deseché la idea tan rápido como la había pensado, no era el momento.

Estaba resultando una de las noches más extrañas que podía tener, y con lo sucedido ya era bastante decir; no me gustaba el presentimiento que tenía y las pesadillas habían calado hondo en mi persona.

La preocupación se apoderaba poco a poco de mi, fusionándose con una inquietud que ponía la piel de gallina.

Así mismo, me dirigí a la sala de informes lo más rauda que podía.

Los pasillos de Elysium estaban completamente vacíos, normal por las horas, pero, aquella noche, me parecían aterradores; no solía dejarme influenciar así, pero el mero eco de mis pasos junto con los latidos de mi corazón, acelerado por un temor inexistente, o no, creaban una atmósfera tensa. A cada paso que daba, la sensación crecía, se me formó un nudo en el estómago, seguido de un sudor frío recorriendo mi nuca; intentaba respirar tranquila, exhalando el aire por la boca, tratando de calmar la ansiedad que me inundaba poco a poco.

Hasta que al final, llegué a mi destino; una vez allí, me relamí los labios, intentando eliminar la sequedad producida por la agitada respiración que a duras penas traté de recomponer, y piqué a la puerta esperando la aprobación para entrar.

Chell y Soma llegaron casi al mismo tiempo a la sala de informes, en dicha sala solo estaban Alysa y Eva, la primera llamaba la atención porque mantenía su aspecto robótico y estaba conectada por multiples cables a uno de los servidores de la sala y al proyector holográfico.

Sus ojos estaban cerrados salvo el localizado en su frente, que se movió para mirar a Chell.

-Eva- Le dije a Soma que estaba mejor aqui que deambulando por las instalaciones.

De hecho no lo había dicho asi, aunque Soma podría haberlo deducido.

-Alysa- Está bien, os pondré al corriente. Hay un coche oficial de la embajada del Vaticano aqui en Nueva York que se dirije a estas instalaciones. Pronto llegarán a este polígono. No lleva escolta oficial y no he detectado movimiento de fuerzas significativo.

-Eva- ¿Podemos saber quién va en el vehiculo?.

-Alysa- De momento no, es un vehiculo de alta seguridad y ahora mismo tiene activado el circuito cerrado, lo que quiere decir que nisiquiera están usando navegador para venir aqui. Ya he contactado con la mayoría de nuestros contactos y no se trata de ninguno de ellos. Mi primera teoría es que esto tiene que ver directamente con Inma, pero solo es especulación.

Estas intalaciones disponen de un scaner de alta potencia para vigilar los alrededores pero su alcance máximo son doscientos métros. Tendremos que esperar a que el vehículo se acerque mas.

-Eva- De acuerdo, voy a conectarme para monitorear canales de información.

Alysa abrió los ojos finalmente, se desconectó del servidor y se acercó a Chell.

-Alysa- Chell, he construido un modelo mejorado de dínamo vital adaptada exlusivamente para ti, iba a dartelo mañana pero por si acaso lo necesitas te lo voy a dejar instalado ahora. Puedo acceder desde tu espalda, será un momento.

Si Chell se lo permitía, se conectaría a ella para realizar la configuración al mismo tiempo que quitaba la carcasa de piel sintética de la esplada y sustituía la dínamo antigua por una algo mas grande pero adaptada al espacio interno reservado. El proceso era completamente indoloro y bastante rápido, sobretodo si era la propia Alysa quien lo hacía.

Mientras Alysa realizaba el cambio, Eva se conectó para analizar datos.

-Alysa- Tambien estoy monitoreando los canales, la actividad es normal, la red del ejercito está en silencio.

-Eva- Puede que precisamente ese sea el problema, los grillos alertan con su silencio, no haciendo ruido.

-Alysa- Puede ser...

En el holograma central salieron los datos del escaner exterior de las instalaciones, finalmente pudieron escanear el coche que se aproximaba, estaba a punto de llegar.

-Alysa- Escaner en curso...

Guardó un breve silencio al ver de quien se trataba. Mas pensativa que nunca.

-Alysa- Es Edwart Colvert... mi creador. Viene con dos guardaespaldas altemente cybernetizados, las firmas electrónicas pertenecen a Nova Human. Interesante... parece que esta visita es para mi.

Eva se desconectó en silencio y miró a Alysa, no había miedo en su rostro, pero si una infrecuente inseguridad ante aquel movimiento.

-Alysa- Parece que el tablero está dispuesto y las fichas se mueven, pero este movimiento es... inesperado.

Alicia, activa el protocolo de alerta silenciosa, despierta a todos, avisa tambien al Corvus y a las Lepus, que se mentangan a la espera de momento.

Finalmente los tres pasajeros del vehiculo se bajaron y esperaron ante la puerta del hall.

-Alysa- Monitoread desde aqui, ire yo a recibir a nuestros invitados.

Desde luego dos guardaespaldas altamente cybernétizados no iban a suponer peligro alguno para Alysa. Lo que parecía descolocar a Alysa es que no entendía el porqué de aquel osado movimiento por parte del Vaticano, Nova Human o la mismisima Ambición. Tampoco de qué forma estaba involucrado un genio como Edwart Colvert, su otro "padre".

Alysa no cambió su aspecto, recibiría a Edward Colvert con el aspecto de su diseño original.

Tras un breve momento para alistarme, me encontré con chell que de hecho, tambien iba a la sala de informes, era extraño verla despierta pero la salude como de costumbre con un leve movimiento de cabeza mientras trataba de ocultar mi pasada preocupación y los últimos eventos.

Pues una vez dentro y observar a Alysa, la cual parecía no tener ningún interés en estar en su forma humana para estar en su forma original, nos aviso de algo que me pondría los pelos de punta, un mal presagio que sucedería a la catástrofe, todo anunciado por demasiados anexos, palabras peligrosas y cruentamente relacionadas a los allí presentes.

- El Vaticano...- musite mientras escuchaba la narración de Alysa sobre los hechos, por supuesto, la compañía que había hecho sufrir a Chell no pasaría desapercibida, pues cuando menciono a Nova Human, no pude evitar tornar la vista un leve instante para observar la reacción de Chell, para luego continuar viendo a Alysa.

Todo era preocupante y extraño, para colmo la revelación de que era su padre, el creador de Alysa...de Maggie, no ayudaba en lo mas mínimo, demasiadas coincidencias como para tomarlo a la ligera.

Pues cuando concluyo su explicación me gire levemente para observar a Chell directamente, no sabía como decirlo así que sin mas le hable con una clara preocupación.

- Chell...No pretendo saber como puede ser la situación que has vivido ni como te sentirás al respecto, tampoco voy a detenerte si así lo deseas pero, por favor, no te reúnas con ellos...- rogué con un rostro preocupado, algo que no sucedía a menudo - Si tus padres lo dieron todo para crear lo que tienes tu y tu hermana en el cuerpo...y descubren eso ahora o peor, que lo sepan y vengan a confirmarlo...No pongo en duda tu capacidad pero...- dije mientras bajaba levemente la mirada, verla a los ojos me era difícil cuando se trataba de la seguridad de aquellos que apreciaba, no soportaría que algo les pasará, no ahora.

Luego me gire para encarar a Alysa que parecía haberse olvidado de mi presencia - Alysa, si me lo permites, puedo ir contigo a recibirles...- pregunte con el mismo rostro de preocupación - No se con que intensiones o finalidad vinieron pero, no dejo de sentir un mal presagio - explique mientras empezaban a recorrer por mi mente los peores desenlaces - Aunque no tenga mi equipo...al menos podré hacer algo si cualquier improvisto sucede...- me justifique pues mi insomnio debía tener un motivo y este podía ser el causante.

Lleve mi mano a mi pecho y apreté con fuerza con la diestra mi pecho, tratando de contener la preocupación en mi corazón y armándome de lo único que tenía siempre...Valor.

- Ojala sea solo un...presentimiento...- pensé mientras clavaba la mirada en Alysa esperando su respuesta.

Justo después de picar a la puerta, llegó Soma, el cual me asustó y tuve que reprimir un pequeño salto, pero al instante me sentí más aliviada; me encontraba tensa; igualmente, sonreí, un poco avergonzada, pues vestía un albornoz y poco más, no había pasado a cambiarme.

"Ninguno de los dos podíamos dormir... ¿Casualidad?"

Una vez dentro, observé a Alysa con una mirada llena de adulación; aunque la expresión de mi rostro se fue tornando cada vez más seria según nos narraba los hechos.

Bajé la vista al suelo, pensativa, no tenía claro cómo sentirme al respecto; por una parte tendría la oportunidad de conocer al creador de Alysa me resultaba terriblemente tentador, pero, el hecho de haber nombrado a Nova Human hacía que me hirviese la sangre, tenía tantas preguntas, tanta rabia que soltar...

"¿Qué asuntos tendrá El Vaticano con Nova Human?"

Había pasado una noche terrible, mi instinto me decía que nada bueno se acercaba, había tenido pesadillas y la atmósfera tan tensa que me rodeaba, se había vuelto aún más agresiva.

Respiré hondo, tratando de calmarme de nuevo y suspiré.

Las palabras de Soma, me hicieron darme cuenta de la situación.

-No creo que tengas que preocuparte por mi, yo puedo esperar a un mejor momento; sin embargo, Claire no sé qué opinará.- Respondí. - Si no os importa, me gustaría ir a cambiarme, así la despierto y la traigo conmigo para que no haga ninguna locura propia de los Donovan.

Después observé a Soma con un toque de inquietud; esta visita nos afectaba a todos, el "padre" de Alysa, el Vaticano y Nova Human; no tenía claro cómo iba a resultar todo ésto.

-No eres el único que tiene un mal presentimiento; yo tendré asuntos que tratar con Nova Human, pero creo que tú también con el Vaticano, ¿no, exneotemplario?, y esta vez van de la mano, no sé yo si deberíamos acercarnos ninguno de los dos; además, igual Alysa quiere tener una conversación con su padre con un poco más de privacidad, estaremos monitorizando la situación desde aquí, si pasase algo, podremos intervenir raudos y veloces.

-Alysa- Precisamente por ese mal presagio, prefiero que te quedes aqui con Eva, Soma. Seguramente hayan venido con la intención de negociar y dicha negociación no me preocupa, sino lo que puede venir despues. Por el momento estad tranquilos, estas instalaciones están bajo mi protección y son completamente seguras hasta que Alicia o yo digamos lo contrario. En cualquier caso ve a por tu equipo y vuelve a esta sala, no perdemos nada por ser precavidos, el resto ya estan avisados.

Por otro lado la iniciativa de Chell era muy acertada.

-Alysa- Chell, no pierdas de vista a tu hermana, ella, al igual que tú o Inma, sois potenciales objetivos.

Dicho aquello se marchó de la sala en dirección al ascensor, Soma y Chell aun debían ir a por su equipo. No iba a ser necesario para monitorear, pero tal y como había dicho Alysa, no perdían nada por estar alerta.

Daba igual cuanto se desplazara por aquellas tranquilas instalaciones, aquella sensación de alerta e inquietud no se disipaba y los pensamientos de Chell volvían de manera recurrente a Shiro. Por desgracia la ingeniera no tenía la sensación de que la deidad estuviese cerca, ni siquiera la garantía de que se encontrara en Elysium. Alysa le había dado total libertad de ir y venir a sabiendas de que no podría (o no debía) obligarla a nada.

Cuando Chell llegó a su habitación, Claire se estaba vistiendo con una notable pereza y cara de sueño. Era sabido que la menor de las Donovan era terrible para despertarse.

-Claire- ¿Se puede saber dónde te habías metido? ahora tengo frio por tu culpa. ¿Que sucede? ¿por qué nos han despertado?.

Preguntó curiosa, era la primera vez que les despertaban a horas intempestivas, algo importante debía estar sucediendo y el cerebro de Claire apenas había empezado a funcionar.

Era la una y cuarto de la misma noche del funeral, Varanus dormía a pierna suelta a pesar de la novedad del lugar. Ni un funeral ni un sitio nuevo le iba a quitar el preciado sueño a un hombre con su experiencia.

Pero Alicia si podía quitarle el sueño despertandole, por desgracia. El infantil holograma apareció al lado de su cama, una mera formalidad dado que Alicia no lo necesitaba para tal comunicación.

-Alicia- Varanus, se ha declarado la alerta silenciosa en todas las intalaciones, todo el personal debe permanecer preparado y a la espera de ordenes. Ve a la sala de reuniones en cuanto estes listo.

No le metió prisa como tal, pero para que en unas intalaciones con semejante seguridad y tecnología pusieran a todos en alerta debía pasar algo gordo.