Partida Rol por web

Una vez tomadas las mascaras de las sombras y escondido tanto los cuerpos de los mercenarios como el del arconte, estaba listo y dispuesto a irme de aquel lugar, y en principio así fue, pues mientras emprendía la carrera, algo llamo mi atención por el rabillo del ojo.

Me gire para observar y no podía creer lo que veía, una sombra bajaba con cautela y sigilosa en busca de los mercenarios que aún estaban inconscientes, mis ojos no podían creerse lo que veían así pues, apreté los dientes con una frustración obvia mientras corría de nuevo hacía el callejón.

- Tiene que ser una broma - espete mientras desenvainaba mi espada y confrontaba a la sombra la cual se había tomado su tiempo en defenderse, no obstante, no daría oportunidad alguna a el error, con la geminae en mis manos, alce su filo y busque dar un corte al cuello de la criatura.

Podría haberme ido, podría haber abandonado a aquellos hombres, pero volver y hacer lo correcto era lo que debía hacer, aunque mi cabeza estaba con los agentes de Elysium y las Lepus, ademas de aquella voz que tentaba mis acciones.

Mi corazón debía estar con aquellos que estaban desprotegidos, mi espada estaba forjada para proteger, no para matar y aunque es lo que buscaba para la sombra, mis intenciones, lejos de ser maliciosas, solo buscaban el bien.

Aunque aquello condenase mi contrato y el posible vínculo que aquella voz me había ofrecido...Aunque aquello condenase mi vida.

La imagen que encontré al llegar al Tártaro me espantó, tuve que reprimir las arcadas mientras avanzaba hasta donde se encontraba Varanus.

Al llegar, la sorpresa se esbozó en mi rostro.

"Si habíamos tenido problemas con el otro bicho con éste... Puf..."

Me mordí el labio nerviosa mientras miraba la sala intentando obviar los restos de personas que había esparcidos hasta que mi vista se posó en las torretas a la vez que Varanus las nombraba.

-Dalo por hecho, parece que tenéis peores problemas que nosotros, aunque no fue nada sencillo tampoco...- Comuniqué al mismo tiempo que me paraba frente a una de las torretas, la izquierda.

Saqué el kit de herramientas y me dispuse a buscar lo que había que reparar rápidamente.

A pesar de ver venir a Soma y permanecer cláramente en guardia, las espadas gemelas fabricadas en Elysium, ahora como una sola, silvaron y cortaron por la mitad al ser corrupto en el que se había transformado lo que una vez fue un humano con ambición, dejando solo su exoesqueleto en el suelo.

Soma notó entonces como las fuerzas le abandonaban, la bendición que le habían otorgado para seguir en pie se desvaneció, el dolor, ahora solo mitigado por analgésicos, volvió, asi como el cansancio. Soma tambien notó como la conexión recientemente establecida había desaparecido, dando a entender el fin de la oferta que se le había hecho.

Incluso aunque fuese ahora donde se encontraban sus amigos peleando ¿de que ayuda sería?, Soma estaba herido y las fuerzas parecían haberle abandonado, ¿de qué había servido luchar para proteger a dos mercenarios inconscientes de los suburbios que no hubiesen dudado un segundo en matar al neotemplario por un puñado de créditos?.

Soma pronto descubriría una verdad que había permanecido en su interior, una que no había visto o se había negado a ver. La verdad sobre la luz que portaban todos los de su sangre.

La luz solo se manifestaba ante el autosacrificio, solo cuando se deseaba proteger a los indefensos por encima de todo, renunciando incluso a la familia, los amigos, al poder o la propia vida. Soma lo había entendido mal todo ese tiempo, despreciando la vida de delincuentes y desconocidos y valorando mas la de Eva, la de su madre o la de sus compañeros de equipo. Ahora mismo Chell y Varanus estaban en peligro, asi como las Lepus y todos los que defendían el Tártaro, pero ellos podían defenderse, no se les había privado de ese derecho, sin embargo, aquello hombres iban a ser transformados mientras dormían, sin derecho ni capacidad para defender su propia vida. Ahí es donde entra el papel de un verdadero paladín, ahí es donde la luz de su linaje se manifestaría con mas potencia, ante la injusticia, ante la maldad que arrebata la vida de personas que no se pueden defender.

Y Soma, actuando en defensa propia, era el responsable de que no se pudieran defender, él los había dejado indefensos, olvidandose por un momento de cual era la verdadera amenaza, la única amenaza que deberían estar combatiendo.

No había forma de que Inma no supiera ya como funcionaba aquel don, de que no se hubiera dado cuenta como Soma en ese momento de lo que debía hacer para recuperarlo. La culpabilidad era por supuesto una de las razones, pero no la única, Inma había dejado de defender a los indefensos, de trabajar de manera desinteresada, de hacer el bien por el bien sin buscar nada a cambio o un beneficio exclusivo. Inma había abandonado esa vida para cuidar únicamente de su hija y tal vez la de aquellos que le importaban, nadie mas, se había desentendido del resto del mal que afectaba al mundo, por eso había perdido tambien su luz.

Adirael no se equivocaba, pero tampoco había revelado toda la verdad, ya fuera por desconocimiento o porque quería que Soma se diera cuenta por si mismo.

Finalmente, Soma notó de nuevo una calidez familiar en sus manos y en su corazón, su luz había vuelto a través del autosacrificio, renunciando a su ambición de poder, haciendo el bien por el bien e incluso salvando a aquellos que habían intentado matarle. Soma ahora no era un neotemplario, no era un inquisidor, tampoco un justiciero o un guerrero. Soma había descubierto lo que era ser un paladin.

Afortunadamente Chell pudo identificar a simple vista el motivo por el que se había detenido la primera torreta, el sistema de refrigeración no estaba recibiendo energía, la conexión se había soltado y por consiguiente se habría sobrecalentado y realizando una apagado de emergencia, la solución era tan simple como reconectar la alimentación del sistema de refrigeración y resetear la CPU interna para ponerla a funcionar de nuevo.

Mientras tanto la bestia se había lanzado contra Varanus y le había mordido en un brazo, apenas le había alcanzado con los incisivos de la parte posterior de la mandíbula, pero todos habían penetrado en la carne y la sangre comenzó a brotar del brazo del alquimista.

Ahora la bestia estaba ante Varanus y preparada para acabar con él y sus bombas.

Tras acabar con la sombra, todo el dolor que había acumulado, todo el cansancio, hizo acto de presencia nuevamente, la oferta había caducado, mis piernas me fallaron mientras caía de rodillas, la sangre comenzó a brotar una vez mas de mi cuerpo y el frío comenzó a ser cada vez mas intenso.

Y aunque no tenía mas fuerzas para nada mas, algo había cambiado, mi corazón se sentía caliente, mi mente se sentía en calma y mi pesar se había aligerado, libere mi espada de mis manos para observar las palmas de estas sorprendido, casi podía ver la luz nuevamente salir de ellas.

Hice fortaleza de mi debilidad, recogí y envaine mi espada mientras me levantaba del suelo, el dolor era ardiente pero la calidez que sentía era muy diferente a la que había sentido antes, había recuperado mi luz a través del auto sacrificio.

Me sorprendía como algo tan simple hubiera sido la respuesta después de tanto tiempo en la oscuridad, en el pecado, proteger el inocente y el indefenso, ese era el deber que había olvidado, el secreto de la luz en mi sangre no era otra sino la de hacer el bien sin reprimendas, sin búsqueda del reconocimiento, solo hacerlo por que era precisamente eso, lo correcto.

Pero ahora no podía abandonarles, incluso cuando me habían buscado para acabar conmigo, ahora no podía dejarlos, mi mente se vio confusa mientras observaba a los dos hombres en aquel contenedor, mi cuerpo no resistiría mucho mas de lo que ya estaba.

¿Si quiera podría ayudar a mis compañeros en aquel estado?, aquella duda parecía querer carcomer mi mente mientras me planteaba alguna de las ideas, pero no podía perder aquella luz de nuevo, no cuando tantos y ahora mas que nunca los inocentes me requerían.

- Aquí Soma - hable por la intranet - Estoy algo apartado pero tengo a dos sujetos que necesitan protección - espete, aunque se podría denotar el dolor al hablar, trate de disimularlo lo mejor que podía - Han sido objetivo de las sombras del impostor...no puedo abandonarlos, alguien, quien sea, puede ayudarme...- pedí algo desesperado, impropio de aquel que había tratado de hacer todo solo.

Aunque aún habían varias opciones que podía tomar, decidí preguntar a las Lepus para aquel dilema, tal vez fueran mercenarios pero también eran personas y necesitaban ayuda, sino tendría que contar con su decisión, podría despertarles mediante el uso de mi don para luego convencerles de que no era su enemigo.

Era difícil pensar con tanto dolor pero, debía hacer algo, al menos para evitar mas tragedias...

Si, yo mismo me había buscado que la sombra me atacase a mi pero de esta manera Chell podía reparar las torretas sin problema y Ripper estaría medianamente protegido, y por otra parte, necesitaba probar el nuevo mutágeno, no sabía con certeza que efectos tendría pero ardía en deseos de probarlo y probar la fuerza que me otorgaba.

Saqué el frasco y con un rápido gesto lo destapé y me lo bebí.

 Los resultados no tardaron en aparecer, una densa niebla oscura se había formado al rededor de mi piel, como una especia de armadura etérea, también parecía ser mucho más ligero y fuerte, podría haberme acostumbrado a eso pero ahora tenía delante un gran problema, literalmente.

sin pensarlo por un momento si quiera me lance en ataque contra la bestia con la esperanza de poder dañarla lo suficiente como para que cesara un poco su furia, aunque simplemente no esperaba que fuese a cesar y lo mas seguro es que recibiese otro de esos golpes , pero por lo menos habría sacado el tiempo suficiente para darle un buen golpe.

-Ostara- No podemos movernos de la azotea o entrarán por este acceso, aparte de que no habrá ruta de escape para nadie, pero si los acercas de forma que estén en linea de visión podemos cubrirlos desde aqui, almenos mientras aguantemos la posición, vamos cortas de munición.

Cargar con dos cyborgs fornidos sería demasiado incluso para Soma, pero no hacía falta cargarlos con delicadeza, bastaba con arrastrarlos hasta un lugar cercano al Tártaro y que las Lepus tuvieran una clara linea de visión, no era la solución mas segura, pero era todo lo que podían ofrecer. Al marcharse del Tártaro, Soma había perdido practicamente todas las opciones de ayuda por parte de sus compañeros.

Las palabras de ostara retumbaron en mis oídos mientras escuchaba aquellas palabras, el problema no era que los cubrieran o no, era que solo podrían hacerlo hasta que estuvieran las Lepus, eso significaba que en cuanto se fueran estas, aquellos hombres estarían desprotegidos, así como muchos otros si es que no habían muerto ya.

Aprete los dientes mientras pensaba en alguna idea, pronto observaría mis manos y una idea vino a mi cabeza, aunque no sabría decir si era la acertada o no, era algo que podía hacer por aquellos hombres que habían perdido su derecho a la protección en cuanto los había dejado en aquel estado.

Si mi luz había vuelto, tal vez la purificación que esta daba también, así como la capacidad de sanar heridas, aunque estaba mucho mas herido que aquellos mercenarios, extendí la mano sobre uno de ellos y me concentre en canalizar aquella energía santa sobre su cuerpo.

Era arriesgado y probablemente estúpido pero, quería creer que si podía razonar con aquellos hombres, tal vez sus vidas no fueran malgastadas aunque, tal vez verían que había hecho lo que había podido por ellos, tal vez sentirían la misma calma y paz que yo sentía en ese momento.

La calidez de la luz broto así pues de mis manos sobre el primer mercenario, mientras aún me concentraba pensaba en las personas que había conocido, las que habían dejado marca en mi ser y por las que quería hacer algo, pero esta vez era diferente, no como un deseo egoísta, quería ayudar a todos los que pudiera con la misma calidez con la que podría ayudar a quienes quería.

Tal vez pudiera transmitir aquel sentimiento mientras ayudaba a quienes ahora estaban indefensos, así pues, espere expectante a que el primero de ellos despertara, esperando que aquellas ideas que les habían insertado en su cabeza fueran purificadas y que vieran que sus vidas estaban ahora en buenas manos.

La situación no era la más favorable; sin embargo, últimamente era lo normal y ya estaba empezando a acostumbrarme a trabajar bajo presión.

Rápidamente pude arreglar la primera torreta y en un movimiento veloz me acerqué hasta la siguiente y esperé encontrarme con el mismo problema.

Así mismo, un pequeño grito se ahogó en mi garganta al ver el monstruo abalanzarse sobre Varanus; aunque, se tornó en una gran mueca de sorpresa cuando se transformó en una extraña sombra.

"¿Qué cojones?"

Igualmente, intenté centrarme en la otra torreta, era más pertinente, ya tendría tiempo de preguntarle más tarde. Trabajando con Elysium no hacía más que ver cosas extrañas y peculiares.

-Valky, ayuda por favor, dispara a esa...cosa, pero cuidado con ¿Varanus?

La enorme sombra trató de cortar con las garras a Varanus, pero el terreno lleno de cadaveres y la barra de por medio le hizo desestabilizarse, llevando a cabo el golpe mucho mas arriba de lo que debiera, destruyendo todas las estanterías con botellas y salpicando alcohol de muchas marcas tanto a Varanus como Ripper Pig.

-Ripper Pig- Hija de puta...

La bestia gruñó con rabia mientras el dron de chell y la torreta que acababa de arreglar disparaban dañando a la sombra pero sin signos aparentes en la misma de dolor o impedimento por el daño.

En cuanto a la torreta situada a la derecha, Chell descubrió a simple vista que se había encasquillado, propio de modelos antiguos y altamente modificados como aquel. Solo tenía que desencasquillarla y reiniciar el sistema de apuntado. La otra torreta comenzó a disparar sobre la sombra.

Puede que Soma no ahorrara tiempo, pero desde luego que aquellos mercenarios salieran de allí por su propio pie era la opción mas segura, aparte de que, como bien había comprobado Soma, sabían defenderse.

El mercenario abrió los ojos asustado, confuso cláramente alterado.

-Mercenario 3- ¡Joder!... mierda... ¿que?...

Vió a su compañero inconsciente al lado, una calle llena de exoesqueletos de sombras y a Soma. El neotempalrio no le había desarmado, asi que se levantó y empuño su arma.

-Mercenario 3- ¿Qué cojones ha pasado aqui? ¿dónde están los demas? ... ¡¿y porqué me duele tanto la cabeza?!.

Soma debía tener cuidado, aquel hombre tenía sus recuerdos muy confusos y estaba dispuesto a pelear de nuevo, a veces un hombre confuso y asustado es mas peligroso que uno agresivo. Se suelen cometer aun mas estupideces.

Mi ataque si bien había dado en el blanco sentía que podía hacer mucho más daño, aún no controlaba bien esta forma pero sin lugar a dudas era algo extraordinario, ardía en deseos de descubrir hasta qué punto podría llevar la ventaja de ser el heraldo de la Ambición.

Pero ahora tenía que ocuparme de lo que tenía enfrente, Chell había conseguido reparar una de las dos torretas que disparó a la bestia junto con Valky, aunque pareciera que no le importase en lo más mínimo recibir daño, lo cual nos dejaba con el deber de acabar con ella cuanto antes.

Sin embargo la bestia trató de atacarme, pero por lazos del destino falló golpeando los estantes de alcohol bañándonos en el.

-¡Será posible!, ¿Has pensado por un momento en como voy a sacar las marcas de alcohol del traje?, ¿No verdad?, Demonios, malditas sombras estúpidas, pienso llevarme tus huesos para el perro.

Sin dudarlo más tiempo volví a cargar contra ella con la esperanza de hacerla algo más de daño.

Al usar nuevamente la luz en mi para sanar a aquel hombre, observe como este se levantaba, asustado, confuso y mas importante, armado, alcé las manos para mostrárselas al hombre mientras trataba de calmarle, de enseñarle que no quería lastimarlo.

- Alto, espera por favor - espete mientras le miraba a los ojos - No soy tu enemigo - añadí mientras mantenía cierta distancia de aquel hombre que a todas luces era víctima de su propia situación - Tus compañeros han sido poseídos y transformados en las criaturas que vez aquí - explique mientras exponía aquellos hechos con la mano, enseñando así las sombras que ahora yacían derrotadas.

- Pude evitar que os tomarán a ti y a tu compañero a tu lado antes de que fuera demasiado tarde, desgraciadamente, la transformación en sombras es irreversible, no pude hacer nada por tus compañeros - explique mientras me acercaba con cautela hacía el hombre - Mas importante aún, están atacando el tartaro las mismas sombras que puedes observar aquí y el principal benefactor de esta zona esta en peligro - añadí buscando aclarar la situación a aquel hombre.

- Os trataron de convertir en estas abominaciones por lo que me quede a ayudaros, pero ahora necesito que os vayáis y busquéis un lugar seguro, en cuanto ayude a tu compañero - mientras decía aquello, extendí muy lentamente la mano libre para acercarla al hombre aún inconsciente y sanarlo usando nuevamente aquella luz.

- Por favor, necesito que me creas y que os vayáis a un lugar seguro, No tenemos tiempo, esta guerra no es una por la cual debáis morir innecesariamente - mencione mientras decía aquellas palabras con todo el corazón - Ayúdame a ayudaros - concluí mientras terminaba de sanar al segundo hombre.

No quería que murieran mas inocentes y aunque no estaba en el derecho de exigir, si quería pedirle a ese hombre asustado y confuso que confiara en mis palabras, ahora que había recuperado mi don, ayudar a los indefensos se había vuelto una tarea tan importante como cualquier otra.

¿Podría el hombre creer en mis palabras y ayudar a su compañero, o caería víctima de su miedo?

Mientras arreglaba la torreta no pude evitar una leve carcajada al ver cómo Varanus y Ripper Pig eran bañados en alcohol y poco después puse los ojos en blanco ante el comentario de Varanus.

"¿Y te preocupas por el traje?" Sonreí.

-Parece que alguien va a tener que ir a la tintorería...- Bromeé.

Al terminar, agarré el rifle y aprovechando la cobertura de la torreta disparé; no es que pudiera hacer mucho más en aquel momento, por lo menos las torretas estaban dándolo todo y Valkyria ayudando, parecía que estábamos por las de ganar.

El hecho de ver a su compañero levantarse de nuevo con prácticamente todas las heridas sanadas, fue tal vez lo que evitó otra pelea, con aquella gente no valían las palabras pero sí los actos.

El segundo mercenario se levantó igual de confundido y por sus gestos, tambien con un terrible dolor de cabeza.

-Mercenario 4- ¿Qué cojones?  ¿no estábamos tratando de matar a este tio?.

-Mercenario 3- Si, pero nos vamos, venga levanta...

-Mercenario 4- Pero...

-Mercenario 3- ¡Que te levantes coño! nos largamos de aqui.

Soma debía conformarse con que aquellos lunáticos violentos se fueran de manera pacífica, un logro mucho mas grande de lo que pudiera parecer a primera vista, ni siquiera le dieron las gracias. Ambos salieron corriendo y se perdieron en las calles, acabando ahí el papel de Soma, había salvado a dos personas y había pasado por un infierno para conseguirlo, pero estaba a dos almas salvadas menos para redimir sus actos pasados.

Incluso con todo el dolor de sus heridas, algo dentro de él le hacía sentir satisfecho y en paz.

-Ostara- Las sombras se retiran... nos reuniremos en el bar del Tártaro.

Avisó la comandante de las Lepus, poco a poco el eco de las ametralladoras fue desapareciendo, la batalla del Tártaro parecía haber terminado.

Tras el disparo de Chell, se hizo el silencio en el bar que ahora parecía mucho mas amplio que cuando los clientes estaban de pie y no tumbados formando una alfombra de cadáveres. Todos los que se habían quedado a luchar o estaban muertos o gravemente heridos.

-Ostara- Las sombras se retiran... nos reuniremos en el bar del Tártaro.

Varanus, a pesar de su aspecto actual que podría recordar a una creación del Impostor, fue tomado aun por aliado por Ripper Pig, al fin y al cabo se había enfrentado a la bestia. En cuanto a Chell, simplemente asumió que era una mercenaria mas.

Lo primero que hizo Ripper Pig mientras se dolía de las quemaduras fue ir a por un botiquin y acercarse al hombre calvo que yacía inconsciente contra una pared, él era el responsable de dar cuanta de casi la mitad de la oleada de sombras que había entrado en el Tártaro.

-Ripper Pig- Joder...

Maldecía continuamente mientras le ponía una inyección de adrenalina y trataba de hacerle reaccionar. Pero en medio de este proceso bajaron por las escaleras Ostara y su escuadrón junto a la joven que Ripper había enviado con ellas. Esta corrió y abrazó a Ripper Pig.

-Ripper Pig- Mi niña... estas bien...

Ostara se acercó a ambos con cara de pocos amigos y se quedo mirando fijamente a Ripper Pig, tentada tal vez de asegurarse de que no volviera a ser un problema en medio de aquella guerra.

Ripper Pig puso detrás suyo a la joven y miró a los ojos a Ostara.

-Ripper Pig- Está bien... ¿que quereis?.

Ostara desenfundó su pistola y le apuntó a la cabeza.

-Ostara- Asegurarnos de que no vuelves a ser un problema para nosotras.

-Ripper Pig- Retiraré las recompensas que hay por vosotras y les diré a todos estos borregos que os dejen en paz, a mi me van a escuchar, pero si me matais, puede que al que ocupe mi lugar no.

Obviamente estaba estaba intentando salvar su pellejo, un rápido vistazo a Ostara era suficiente para saber que estaba decidiendo si le mataba o le dejaba vivir.

-Ripper Pig- Te recomiendo que decidas rápido, ya he llamado al resto de mis chicos que estaban fuera. Tambien a un monton de indeseables para que vengan a luchar y que va a costar mucho convencer de que no os disparen a primera vista.

Con las dos torretas activas, Chell, Valky y Ripper a pie de cañón, todo parecía inclinarse hacia nuestro lado, a lo lejos escuché una leve risa por parte de Chell y un jocoso comentario, -Tú no lo entiendes - Dije en un tono indignado a la vez que gracioso.

Tras esto Chell disparó a la sombra dándole el golpe de gracia y haciendo que los que allí quedábamos volviésemos a respirar con la relativa tranquilidad que nos dejaban nuestras heridas, Ripper se ocupó de los primeros auxilios del hombre misterioso mientras que las Lepus bajaron con quien tras su reacción al verla, me pareció que fuese la hija de Ripper Pig, aquella joven de la bebida pomposa quizás era mucho más importante de lo que creímos en un principio.

Pero cuando todo parecía haberse calmado un conflicto surgió de nuevo, esta vez por alguien de nuestra parte.

Si bien estaba de acuerdo con que Ripper había sido un soberano grano en el culo para las Lepus, este no era el momento ni el lugar para ajustar cuentas y mucho menos delante de la joven que Ripper protegió tras el.

-¡Basta!, ¿acaso no se ha derramado suficiente sangre hoy aquí?, Este no es momento ni lugar para ajustar cuentas, puede que la gente aquí tenga una reputación cuestionable, pero aún así mantienen su palabra, si Ripper dice que retirara las recompensas yo mismo responderé por él si es necesario, todo el mundo que haya investigado un poco conoce que soy hombre de palabra y yo mismo aprendí la gran mayoría de las cosas que sé en lugares como este, aún hay honor en estos sitios, así que por favor, baja el arma, ya bastante se ha perdido hoy.

Por una parte no me parecía justo hacer justicia aquí después de lo ocurrido y siendo egoístas, por otra parte tampoco quería perder una oportunidad de negocio e investigación que podría llevar a cabo aquí.