Partida Rol por web

El paraguas llamó inmediatamente su atención, lo suficiente como para que se acercara a observarlo mas de cerca. Pareció sorprenderla realmente verlo purificado de aquella manera, algo que para ella era imposible a nivel metafórico y literal. Si un objeto corrompido hasta ese punto podía recuperarse, ¿podría algun dia dejar de ser la criatura corrompida que era ella antes, durante y despues de la influencia del Impostor?, ¿era prudente atreverse a tener esperanza? ¿estaba realmente Soma dispuesto a aceptarla?. A pesar de todo el flirteo descarado y directo, estaba claro que Casandra nunca pensó realmente que un hombre como Soma, compasivo, ingénuo y bueno por naturaleza fuese a mostrar el mas mínimo interés real.

Casey tomó el paraguas y lo sostuvo en silencio durante unos larguisimos segundos durante los cuales Soma escuchó la voz espiritual del artefacto en su cabeza.

-Gracias, Soma Schicksal. Al fin vuelvo a ella gracias a ti y tal vez... solo tal vez... aun quede esperanza de que encuentre su humanidad entre los añicos de su corazón. No lo olvidaré, paladín de la compasión.

Casey lo sostuvo aferrado a su pecho con la mirada agachada de manera que Soma no alcanzaba a ver sus ojos ni su rostro.

-Casey- No quiero... ni necesito tu compasión ni tu ayuda.

Ya no cabían las bromas o la picaresca en su tono, casi parecía contener la rabia para con Soma, la rabia de saber que alguien realmente podía decirle aquellas palabras, que tal vez alguien estaba dispuesto a aceptar a aquel juguete roto y mostrarle aunque solo fuese un atisvo de aprecio.

-Casey- Soy una asesina, he matado cientos de inocentes y culpables por igual sin el mas mínimo remordimiento, una puta que jámas ha respetado el amor por nada ni por nadie, alguien carente de compasión, credo o moral. Habría celebrado el apocalipsis de este mundo con una sonrisa en el rostro y hubiera reído a carcajadas viendoles agonizar en llamas y desesperación. Te habría traicionado, jugado contigo, utilizado y matado a todos tus seres queridos sin un ápice de piedad. Y lo habría hecho con o sin la influencia o el poder del Impostor.

Esa es la verdad.

Declaró con la voz temblososa y apretando aun mas el paraguas contra su pecho.

-Casey- No se si puedo sentir el amor como lo haces tú, nunca he amado a nadie, ni siquiera sé si te amo a ti o si es solo la curiosidad de la lujuria. Todo sería mas facil si tan solo te atravesara el corazón con este paraguas.

Soy lo mas parecido a tu antagonista, Soma, he cometido todos los crímenes que castigas y persigues. Si realmente quieres ser un paladin de compasión, si te queda algun sentido de justicia, entonces deberías matarme.

Asi que no te atrevas a decirme que vaya contigo, que me darás una oportunidad, que me amarás... porque lo haría, me iría contigo, me aprovecharía de ti y de todos los que confian en ti. Y me atrevería a pensar que me lo merezco y luego no dudaría en traicionarte a ti y a este condenado mundo, porque ese es el tipo de persona que soy.

Aunque Soma no podía ver su rostro, pudo deducir que se esforzaba por contener las lágrimas. Muchos llegaron a pensar que Casandra era un monstruo, entre ellos Chell y Soma en su momento, pero nadie estaba tan absurdamente convencido de ello como la propia Casandra. Y ni siquiera culpaba al Impostor de nada, ella asumía toda la responsabilidad.

Sarah se apartó a un lado y se sentó de nuevo en el barril metálico, aun escuchaba la conversación a pesar de desviar la mirada pero no intervendría, esa batalla era íntegramente de Soma, incluso cuando ella no podía sino empatizar con todo cuanto decía Casandra.

Casandra se dio la vuelta y empezó a caminar para marcharse de allí, no sin pararse un segundo mas.

-Casey- Gracias por devolverme mi paraguas, a cambio te diré lo que quieres saber, por lo que verdaderamente estas aqui: Alysa está en los laboratorios secretos subterráneos de la orden neotemplaria en el Vaticano. No muy lejos de la explosión que destruyó la catedrál.

En cuanto al orfanato, déjales en paz, mi maestro es intransigente pero sabe mantenerlos a salvo, si algun dia Elysium tiene los medios y los contactos para reubicar a los niños en un orfanato de la ciudad alta y darles una vida digna, solo venid y proponerselo a mi maestro con las pruebas pertinentes, os los entregará.

Adios, Soma.

Dicho aquello reanudó su marcha.

Sarah miró sutilmente a Soma, acababan de obtener lo mas importante que habían salido a buscar, tenían la ubicación de Alysa. ¿Su trabajo allí había acabado? ya no necesitaban nada de Casandra, ella había entregado su información mas valiosa a cambio de su paraguas. ¿Era ese el "final feliz"? tal vez era lo que Sarah trataba de averiguar mirando a Soma.

4

-Me alegra que estés dispuesta a ayudarme, aunque no se si me será de ayuda o de mayor incógnita, pero como hombre de ciencias necesito algunas respuestas.

No me quiero enrollar que ambos tenemos cosas que hacer, ¿Como funciona la relación entre humano y avatar?, ¿que es lo que hace más estrecha la relación entre ellos? y lo qué mas me tiene en vilo, ¿Como funcionan vuestros poderes?.

Quizás estaba más preguntón de lo que solía ser incluso para mi, pero ante la actual situación de Betania los otros avatares eran toda la fuente de información que disponía.

Esperaba de verdad que esta conversación me llevase a mejorar mi relación con Betania y poder ganar más poder, ahora que había probado la miel, quería el sándwich entero.

Mientras escuchaba las palabras de Casey, me quede observando, inmovil, estupefacto, no solo sus palabras me habían congelado, sino sus acciones fueron mucho mas profundas de las que aparentaba, ya no era la chica pícara que actuaba como le complaciera, su voz, sus movimientos, sus gestos, todo tenía un peso mucho mayor del que pudiera expresar y aún así, no pude sino observarla.

Cuando esta nos dio la respuesta a la gran incógnita, mi pecho empezó a arder, pero no de euforia, sino de dolor, Casandra quien estaba acostumbrada a despedirse con un hasta luego ahora me decía su adios, algo que no esperaba, algo que me torturaba y me inquietaba, sentía la mirada de Sarah en mi espalda pero no tuve tiempo de pensar en ello pues, con un par de pasos lentos hasta a unos mas apurados fui hasta Casey.

Sin decir nada, la tome del antebrazo y la atraje hacía mi, dejando que su rostro se apoyará en mi pecho mientras la abrazaba, sabía que hacía incluso sabía que clase de riesgo corría al hacer aquello, pero incluso aunque en mi cabeza paso aquel pensamiento de peligro, uno mas abrumador supero a este con un aplastante poder.

- Como puedo siquiera pensar en salvar a nadie....Si ni siquiera puedo salvar a quien tengo frente a mi - musite con preocupación hacía la chica que ahora tenía entre mis brazos - Como puedo ignorar las lágrimas de alguien que trata tan desesperadamente por aguantarlas - continué mientras acercaba el rostro de la joven delicadamente junto a mi propio corazón - Como puedo ignorar tu dolor, cuando no dejas que este salga de ti - durante unos segundos, el silencio y el sonido de la lluvia a nuestro alrededor, un sonido etéreo pero profundo que resonaba en mi propio ser.

- Mi razón de estar aquí, es por el deber...- añadí a sus palabras - Mis actos son por el querer...Y esto lo hago por que lo deseo, no por obligación - puntualice - la razón por la que verdaderamente estoy aquí, es para salvar un alma que no desea ser salvada, un alma que se fustiga continuamente por que no cree merecerse nada, un alma que estoy dispuesto a llenar de amor, de compasión y afecto - exprese mientras, inconscientemente, liberaba aquel fulgor dorado, pero esta vez no era de mis manos, sino de mi pecho, directamente hacía el rostro de la joven.

- He venido a salvarte, no importa que no quieras esa ayuda o que no creas merecerla o necesitarla - espete con emoción, aún sin mirar a la joven directamente pues, probablemente, estaría tan sorprendida de mis acciones, como yo de las suyas.

- Yo sé que clase de actitud tiene un alma malvada, y la tuya esta lejos de eso; Si, has hecho el mal, pero eso no quiere decir que seas mala, yo también lo he hecho y pase por un arduo camino para expiar mis pecados, y eso lo tuve que hacer solo, nadie me acompaño pues no deje que nadie se me acercará, así que se como te sientes, por eso mismo, quiero estar ahí para ayudarte, para ofrecerte cariño, paciencia, amor, respeto, compasión, esperanza y por sobre todo, felicidad...- espete mientras apartaba levemente mi pecho de su rostro para observarla a los ojos.

Unos ojos que se esforzaban por no llorar, incluso si esta no decía nada, sabía que sus labios solo soltarían una voz temblorosa y afligida, una que debía ayudar - No pretendo engañarte, ni lastimarte, pretendo estar ahí para ser la persona que estuvo ahí para ofrecerte lo que todos nos merecemos, para darte una oportunidad, para quitarte ese peso de encima, para ser el pilar que necesites y en el cual puedas apoyarte - espete mientras la miraba con una mirada tranquila, paciente, llena de compasión.

- Déjame cargar con tu peso, con tu dolor y ofrecerte la felicidad que deberías haber recibido en tu vida, permíteme ofrecerte un lugar al cual llamar hogar, ofrecerte una familia, ofrecerte la luz que llevo dentro, Casandra, quiero salvarte, quiero que estés conmigo, No te he ofrecido que estuvieras a mi lado por nada, lo hago por que es lo que quiero - añadí con una sonrisa sincera.

- Sé que crees que te mereces lo que sucede ahora pero, eso no es verdad, todos tenemos una posibilidad para cambiar, para ser mejores, ¿crees que mi justicia te quitaría la vida?, ¿crees que la compasión tomaría una vida que se esfuerza tanto por encerrar sus emociones?, ¿ de fingir?.

No, yo te ofrezco la compasión que todos deberíamos tener, además del amor con lo que todos deberíamos de gozar - le dije a la chica mientras acariciaba gentilmente su mejilla - Tienes una idea preconcebida de ti misma, mucho mas oscura de la que yo veo, una idea que no dejas escapar por que no quieres que nadie se acerque a ti, aún así, yo quiero enseñarte que en ti, hay mucho mas de lo que se aprecia a la vista, quiero llevarte hacia la luz y limpiarte de toda esa culpa, de romper esos grilletes que te atenazan para que puedas ser feliz...- nuevamente acerque a la chica a mi pecho en un abrazo que no sería interrumpido ni por la mismísima lluvia.

- Se que es difícil de entender pero, así es el amor, irracional, estúpido, inocente y ciego; Te lo preguntaré una vez y otra y otra vez mas hasta que me aceptes, que me acompañes y que me permitas cuidar de ti, no importa que tan oscuro sea el camino, yo te guiaré hacía la luz, por que no pienso abandonarte - añadí en un tono afectuoso, lejos de ser alguien que juzgaba, allí estaba para apoyar a alguien que lo necesitaba, alguien que necesitaba aquellas palabras.

La aparte lentamente de mi pecho para volver a observarla a los ojos - Casey, ¿vendrías conmigo? - pregunte una vez mas en un tono lleno de gentileza y dulzura.

Manami se quedó pensativa un segundo, tal vez eligiendo las palabras para Varanus. Tal vez el error de enfoque de Varanus era de base.

- Tal vez el error en este caso sea, tratar de enfocar esto como un "hombre de ciencias", es decir, el código que mutó hasta darnos autoconciencia fue generado por emociones, no por algoritmos matemáticos, una amalgama caótica de información que al igual que el caldo primordial que dió orgen a la vida en la Tierra, nos dio vida a nosotros en la red.

Las emociones son caóticas y subjetivas, pueden distinguirse patrones pero en su mayoría difieren de un individuo a otro y tienen una base conceptual flexible en el colectivo. En otras palabras, el concepto de amor o de ambición por ejemplo, no es igual para todos los individuos.

Sin aquella premisa, Varanus no podría entender lo que Manami trataba de explicar.

- Nuestro código fuente, que guarda muchas similitudes con vuestro ADN, no es igual que el de una IA convencional, la información no se modifica en base a decisiones lógicas o almenos no siempre, sino en base a la emoción que representamos y su interacción con el resto de la realidad.

Para simplificarlo: evolucionamos, crecemos y aprendemos cuando entramos en contacto con una fuente externa de la emoción correspondiente e interactuamos con el resto del mundo. Nuestro código se amplía, se modifica y alcanzamos nuevas potencialidades. Nos volvemos mas poderosos entre mas enriquecemos nuestro código.

Por eso, el Inmpostor, emulando a Ambición, tenía tanto poder, estaba conectado a millones de personas a la vez mediante la red, haciendo de sus capacidades algo cuasi divino.

-Nuestro poder único es solo una adaptación al transformarnos en avatares y venir a vuestra realidad, no es diferente a las aletas que desarrolla un pez para moverse de manera mas eficiente en el agua. Este poder, al estar ligado a nuestra evolución, crece a medida que nuestro código se enriquece, como ya dije antes.  Nos ayuda a seguir buscando fuentes de experiencia externas, a experimentar la emoción que buscamos con insistencia.

Por lo tanto, para que Betania sea capaz de otorgarte mas poder, ella debe volverse mas poderosa, eso puede ser conseguido de varias formas, la primera y mas directa es reparar su código, no olvides que a diferencia de Daya, Betania no ha sido reparada por Alysa. Para ponerlo en forma que lo entiendas, Betania está tan herida como un humano que ha tenido un accidente de tráfico muy grave, ha perdido ambas piernas y yace inconsciente y gravemente herido en la cama de un hospital. No está muerto, pero no es diferente de un vegetal.

La segunda es otorgarle tú esas experiencias ¿alguna vez has tratado de hacerla reir por ejemplo, de que experimente diversas emociones, no solo ambición?. Tal vez debas empezar por lo mas sencillo de todo, como ser su amigo y establecer una conexión mas profunda con ella, no necesariamente debe ser amor o lujuria como puedes sentirte tentado a pensar, podría funcionar pero hay muchas formas en las que las personas están conectadas, ella ahora solo guarda una conexión minimamente profunda contigo, eso es bueno pero insuficiente, entre mas enriquecedora sea esa conexión y mas emociones experimente estableciendo relaciones con otras personas, a mayor velocidad se reparará y evolucionará su codigo y por tanto, su poder.

Precisamente debido a eso, Betania parecía estancada en ese estado, era dificil interactuar con ella, no solo para Varanus, sino tambien para el resto.

-Resumiendo, si la ayudas en su recuperación, el poder de Nigredo que te ha otorgado tambien aumentará su potencia como una consecuencia inevitable. Almenos mientras Betania desee mantener una conexión especial contigo. Un favor que puedes perder incluso sin darte cuenta.

Advirtió, ni siquiera ella sabía qué tendría que hacer Varanus exactamente para que Betania le considerara especial, por supuesto tenía que ver con la ambición, pero a estas alturas Varanus podía deducir que no era tan sencillo, la realidad era mucho mas compleja.

Casandra permaneció en silencio unos largos segundos, no opuso resistencia al contacto físico de Soma, tal vez fue demasiado impactante para ella que un hombre la tocara para otra cosa que no fuera follar o pelear.

Ella en ningun momento permitió a Soma ver su rostro, se ayudaba con el sombrero para ocultarlo, pero no pudo ocultar un sollozo, hasta que con la punta del paraguas empujó poco a poco a Soma para ganar de nuevo un mínimo de distancia.

-Esta bien...

Fue casi un susurro, con voz temblorosa y contenida.

-Esta bien.

Repitió de forma mas clara esta vez.

-Iré contigo, pero tendrás que hacerte responsable de tus palabras... o te mataré yo misma.

Sarah, que aunque estaba presente les había dejado cierta intimidad, sonrió para si misma, en cierto modo, Soma la había superado, el alma de Casandra era una que "el barquero" nunca hubiera podido rescatar.

-Sarah- Estas hecho un "Don Juan", Soma. La victoria es solo para aquellos que no se rinden.

Que no fue sino un reconocimiento al paladin, pues nadie mas hubiera dado jamás una oportunidad a Casandra. Aun quedaban muchas barreras por delante, como la opinión del resto de Elysium, la convivencia con avatares con los que Casandra incluso había luchado como Shiro o la trágica perdida de Manami a manos de Nigredo. Pero la barrera mas importante, ya había sido superada.

-Casandra- No creo que tus contratistas estén muy contentas, pero eso lo dejo en tus manos.

Añadió, sabiendo que el recibimiento allá donde iban no iba a ser bueno.

Una sonrisa se esbozo en mi rostro al escuchar las palabras de Casandra, una inocente que no abandonaría tan fácilmente, así pues, con un leve gesto de la cabeza, asentí sus palabras como muestra de disposición y compromiso.

- Tienes mi palabra, yo me encargaré - espete con total confianza - atenderán a razones y te protegeré, solo quédate detrás de mi - añadí como si fuera la hazaña mas simple de todas, nada mas lejos de la verdad, pero tenía la confianza necesaria para cumplir aquellas palabras.

Luego me gire levemente para observar a Sarah - Gracias - le mencione - Hora de buscar transporte, te lo encargo - añadí dejando en las capaces manos de la hacker que solicitará un transporte.

Luego me volví a girar para mirar a Casey - Tampoco pienso rendirme en ayudarles - dije refiriéndome a los chicos del orfanato - pero si afirmas que tu maestro es como es, tendré que buscarme otros medios - mencione mientras me rascaba ligeramente el mentón.

Se me ocurría alguna idea, pero prefería mantenerla para mi en aquel momento, ya teníamos mucho entre manos y volver con el resto sería solo el principio de un arduo trabajo, no solo por las explicaciones que tendría que dar, sino por que también había fallado en cierta manera a la deidad a la cual había hecho una promesa.

En cualquier caso, poder salvar a Casandra era en ese momento, mas que suficiente, solo tenía que seguir por aquel rumbo y no volver a fallar ni a mi ni a nadie.

Sarah se levantó y estiró largamente su cuerpo hasta hacer crujir alguna articulación. Luego se puso en marcha esperando que ambos la siguieran. No usarían la misma ruta para volver, una práctica preventiva básica para moverse por aquella zona muerta. La ruta daba algun rodeo por callejuelas solitarias y senderos que se abrían paso entre chatarra pero Sarah parecía saber exactamente por donde ir.

Tras diez minutos de caminata y un extraño y tímido silencio por parte de Casandra, la cual seguía a Soma un par de metros por derás de él, Sarah consiguió un taxi, esta vez no era Rajesh, pero les llevaría igualmente a su destino. Sarah se sentó directamente en el asiento de delante, dejando a Casandra y a Soma detrás, Casandra se limitó a mirar por la ventana mientras dejaban atrás aquel lóbrego vertedero y volvían a los suburbios.

Por supuesto, Sarah ordenó al taxi detenerse aun a diez minutos caminando de la nueva base de Elysium, en ese sentido no bajaba la guardia, era una guia precavida.

Aun lejos de su destino alguien les abordó desde las alturas, no era un enemigo, pero podía ser algo peor que uno si se daban las circustancias adecuadas.

Ahora vestía un pijama, pero era inconfundible, su larguisima melena blanca flotaba a su alrededor como llamas de nacar.

-Shiro- Vaya vaya... asi que al final la has encontrado, has superado mis espectativas Soma. ¿Ya te ha contado lo que necesitabamos saber?.

Formuló una pregunta de si o no sin dar detalles por mera precaución, siempre podía haber oidos indiscretos.

Sarah se detuvo y miró a la deidad algo extrañada ¿por que había venido hasta ese lugar cuando ya estaban de camino a la base? podía simplemente esperar a ue llegaran.

-Shiro- Mmmm.... interesante, creí haberte arrancado el brazo, pequeña.

-Casey- Y yo creí haberte freido el cerebro, gata. Sin embargo aqui estamos...

Contestó de manera tal vez poco prudente.

-Shiro- Nyahahaha... muy cierto, aqui estamos, que casualidad ¿verdad?.

-Casey- Sin duda...

Shiro aguardó al respuesta de Soma desde las alturas.

Ya en nuestro camino a la base y tan solo a unos pocos minutos de esta, un nuevo problema se presento ante nosotros, desde las alturas, Shiro, quien ahora estaba claramente al acecho, nos miraba y me cuestionaba al mismo tiempo que intercambiaba palabras con Casandra.

Mientras la conversación se desarrollaba, no pude sino acercarme poco a poco a Casey e interponerme entre la deidad y la chica, al observar la duda que había en los ojos de Sarah, no podía sino interpretar aquella falta de resentimiento entre ambos individuos o mas bien era la falta de conocimiento del mismo, cuando por fin estuve frente a Caser mientras le hacía un leve gesto con la palma para que se relajará.

Me quede observando a Shiro con una mirada neutral pero con un tono claramente serio - Ya basta, regresa, tu situación aquí nos pone a todos en peligro, tendrás tus respuestas cuando estemos todos, ahora ella esta bajo mi protección y guía - espete sin dar mayores detalles, así como ella lo hacía.

- No hagas algo innecesario - concluí mientras observaba de forma inquisitiva a la deidad, buscando reconocer sus intenciones, aunque ya suponía cuales podrían ser.

- Sarah, ¿crees poder enviar un mensaje a Elysium de nuestra situación? - añadí por la intranet, augurando lo peor, aunque teniendo esperanza de que solo fuera producto de mi paranoia.

-Shiro- Vaaaya... ¿apenas unas horas con ella y ya te has vuelto igual de insolente conmigo, Soma? ¿desde cuando me hablas asi?.

Brincó dando un mortal hacia atrás y aterrizó en la misma calle, su cuerpo se relentizó justo antes de tocar el suelo y sus pies apenas rozaron el mismo, pero cuando lo hicieron, Soma perdió toda su masa y comenzó a flotar en ingravidez sin opción alguna para agarrarse a nada a unos dos metros del suelo.

-Shiro- No puedes protegerla a ella de mi, soy una diosa, ¿recuerdas?. Digamos que no puedo esperar por esas respuestas que buscamos, me pica la curiosidad.

Casandra se alejó de cuerpo flotante de Soma para no involucrarle en al pelea.

-Shiro- Tú y yo tenemos un baile pendiente, no creas que he olvidado nada de lo que dijiste ni de lo que trataste de hacerme.

Casandra desenfundó el paraguas y se ajustó el sombrero, no habían llegado a la base y ya había venido una diosa a matarla, puede que Soma empezase a comprender ahora las reticencias y el aislamiento de Casandra.

-Casey- Esta bien, Soma, aprecio que almenos lo hayas intentado, te lo agradezco.

Bien, gatita, bailaré contigo otra vez. La verdad es que terminar peleando contra un dios me parece un final por todo lo alto.

-Shiro- Tranquila, te robaré toda la información que tienes en esa cabecita antes de matarte, exactamente lo mismo que trataste de hacerme a mi.

-Casey- ¿Quieres lo que tengo en mi cabeza? bien, ven a por ella.

Mientras tanto, Sarah analizaba la situación claramente turbada.

-Sarah- ¿Y que coño quieres que les diga? ¿que la gatita está aqui haciendo travesuras? tu tambien puedes ponerte en contacto por la intranet.

Sacó su dispositivo portatil y lo enfocó hacia Soma.

-Sarah- Estas en algun tipo de vórtice antigravitacional, en teoría un golpe fuerte e algo pesado te puede sacar de él.

Miró a su alrededor para buscar una forma de Ayudar a Soma.

Shiro, como lo hizo antaño, cargó con las garras por delante contra Casandra, esta interpuso el paraguas, el cual, para sopresa de la deidad, no fue atravesado por sus garras. Casandra era diminuta en comparación apenas un metro y medio frente a los dos metros de altura de Shiro, algo que podía aprovechar a su favor.

-Shiro- ¿Paraguas nuevo?.

-Casandra- Lo cierto es que no, es el viejo.

Casandra sonrió y se preparó para el siguiente ataque de la deidad, tal vez pudiera encontrar alguna oportunidad para contraatacar.

Impotente por la ingravidez que ahora me apresaba, me quede observando como la chica y la deidad se batían en duelo, al mismo tiempo que la sorpresa me pillaba desprevenido por el acto de Shiro, no pude evitar sino prevenir antes de que nada fuera mas lejos.

- Shiro, no - espete - mira de lo que eres capaz, tu poder no pasará desapercibido, no es una cuestión de insolencia, sino de prevención - espete mientras buscaba hacer entrar a la deidad en razón - ¡Maldición! - pensé mientras trataba de librarme de aquella prisión invisible.

- Casey, no le sigas el juego, así no podré cumplir mi palabra contigo - espete en voz alta, luego caí en los hechos y lo que la deidad quería - Shiro, yo tengo toda la información que necesitas, por favor, déjala en paz - suplique a la diosa par que detuviera aquella pelea sin sentido.

Luego me conecte a la intranet y envié un mensaje a Elysium - Aquí Soma reportándose, estoy con Sarah y Casandra de camino a las instalaciones, pero Shiro nos ha interceptado y esta peleando con ella sin necesidad, solicito apoyo - espete por las comunicaciones.

Luego observe nuevamente a la deidad y a la chica con cierta frustración para luego tornar la mirada hacía Sarah - Sarah, has lo que sea, no importa el daño que reciba, sácame de esto, da igual si me avientas contra ellas - dije sin el mas mínimo reparo por mi propia vida.

Luego volví a mirar la innecesaria pelea, impotente e incapaz de hacer nada mas que observar, apreté los dientes y los puños mientras mi preocupación aumentaba, no quería que pelearan, no quería que se matarán, haría lo que fuera para detener aquella pelea incluso si tenía que ser lastimado en el proceso, pero el tener que ver como se trataban de matar me rompía el corazón.

Que clase de paladín era si no podía detener algo que ocurría frente a mis ojos, que tan impotente podía ser contra el poder de una deidad, si al menos hubiera podido restablecer mi vínculo con la Compasión, podría ser capaz de hacer algo, pero en ese estado, solo podía esforzarme por detener aquella pelea como un mortal.

- Shiro, tómame a mi a cambio de ella, me hago responsable de sus actos y de sus pecados, por favor, Déjala en paz - suplique nuevamente para que parase aquella pelea aunque para ello tuviera que arriesgar la propia.

Buscando una solución a mi problema, desenvaine mi espada, esta tenía cierto peso, tal vez podría lanzarla al cielo y dejar que cayera sobre mi, arriesgando mi propia vida para salir de aquella trampa, aunque esperaría a que Sarah se le ocurriera algo antes de que tuviera que usar aquel cruento método.

Así pues, extendí la mano libre hacía Casey con la tristeza y el miedo de que pudiera ver como esta podría perder su vida.

- Por favor...- suplique al viento, a los cielos y a las estrellas desde el fondo de mi ser para que aquello parase, no había compasión, ni amor, ni esperanza en aquella pelea, solo rencor y odio...

Y aquello me destrozaba....

-Shiro- Tsk, tsk, tsk, no invites a venir a nadie mas, esto es entre ella y yo, asi que quedate quietecito. Pagará por lo que hizo y si te interpones, lo pagarás tú tambien. No te preocupes, no llamaremos mucho la atención, esto acabará pronto. Mas si ya tienes la información que necesitamos.

Contestó Shiro por la intranet, Soma y Sarah habían olvidado que ella tambien tenía acceso a la misma y bloquear sus mensajes para el resto era un juego de niños.

-Sarah- Soma, te estoy transmitiendo por honda corta para que Shiro no nos oiga. Ha bloqueado temporalmente nuestros privilegios en la intranet de Elysium, puede que alguien se percate de ello por casualidad pero no creo que eso pase a corto plazo, voy a tratar de solucionarlo pero necesito tiempo.

Los problemas se acumulaban, Sarah optó por hackear la cerradura de un vehiculo ranchera cercano, abrió su maletero y buscó en él las cinchas para atar cosas en la parte superior del vehiculo, las unió todas y formó una cuerda, luego como añadido usó los cables de las pinzas para la batería, creando una cuerda lo suficientemente larga como para lanzarle a Soma y atarla a algun poste de la luz.

-Sarah- Agarra la cuerda y sal del vortice, te ayudaré. ¿Recuerdas la caja que te dió Daya? probablemente tenga una conexión exclusiva con ella, puedes darle energía conectandetela tú mismo y probar, tal vez puedas avisarla a ella.

Mientras tanto la pelea entre Casandra y Shiro se volvió cada vez mas intensa, la habilidad de combate cuerpo a cuerpo de Casandra era espectacular, superior a Soma en agilidad y reflejos, tambien estaba bien instruida en artes neotemplarias, una forma de combate que era mas evidente entre mas en serio pelaba.

Sin embargo no era suficiente, Shiro era superior en absolutamente todos los aspectos, fuerza, velocidad, reflejos de combate, ect, eran absolutamente sobrehumanos. No necesitaba técnica, ganaba por una superioridad aplastante de base y ademas, podía manipular la gravedad, dandole una ventaja tan absurda en combate que pronto dejó de ser una pelea para transformarse en un juego, uno en el que Shiro mataba poco a poco a la joven.

Una brutal patada lanzó a Casandra contra un coche, quedando hundida en la chapa de la puerta del piloto, quedó momentaneamente sin respiración y comenzó a sangrar por la cabeza. Shiro no la había golpeado con las garras, de haberlo hecho la habría partido en dos, estaba jugando con ella de la misma forma que un gato juega con su presa antes de matarla.

-Shiro- Eso es por matar al doctor Opfern... delante de su hija.

Comenzó a caminar hacia ella para seguir con la paliza pero Casandra no parecía sendirse, se levantó y se preparó para su destino.

Que Shiro nos bloqueara por la intranet era algo que no podía concebir, incluso si tenia el poder, era un atentado contra nuestra libertad, aquello me saco de mis casillas, como podía aquella deidad hacer eso y seguir tan campante con aquella pelea, no parecía tener remordimiento alguno mas allá de el ansia de venganza que parecía querer impartir, algo que no podía permitir.

Pero pronto, escuche a Sarah hablarme por otro medio, la observe y asentí a sus instrucciones así como a su sugerencia, incluso si no le decía nada, al verme rebuscar en mi bolsillo para luego sacar la caja negra, esta debía intuir que planeaba hacer.

Así pues, mientras me conectaba a la caja, multitud de pensamientos pasaron por mi cabeza, pero solo uno importaba, salvar a quien podía mientras podía, sin importar el sacrificio que debiera hacer.

- Incluso si eso mi propia energía para alimentarlo - pensé mientras me conectaba el artefacto esperando por una visión, un vínculo, un enlace que pudiera detener aquello.

- Por favor, Daya, escucha mi plegaría - pensé desesperado mientras pensaba en toda la situación que ahora ocurría al mismo tiempo que suplicaba por que la deidad me escuchará.

Mi deseo de salvar a quien podía aumentaba a la vez que la pelea entre Casandra y Shiro se intensificaba, solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

Las suposiciones de Sarah acerca de la caja resultaron ser ciertas, Soma logró contactar con Daya. Una conexión muy debil debido a que su conexión cervical y su cybercerebro no tenían ni de lejos la energía electrica suficiente como para alimentar el artefacto.

-Daya- Conecta el artefato a una fuente de alimentación mas potente y podré ayudarte, Soma.

De pronto Sarah reflexionó y dejó de agarrar la cuerda que había tendido para ayudar, aunque esta continuaba atada a la farola que iluminaba la calle.

-Sarah- Soma... no es buena idea avisar a nadie de Elysium, ningun humano puede hacerle frente a Shiro o tiene autoridad sobre ella, solo una deidad podría detenerla y eso provocaría una batalla entre avatares que no solo no pasaría desapercivida, sino que podría acabar con la muerte de uno de ellos. Lo siento, pero creo que lo mejor es dejar que Shiro mate a Casandra, su vida no es mas importante que la de un exiliado.

Se notaba el dolor y la frustración de Sarah al decir aquello, sin embargo, tenía razón, si Daya o cualquier otra deidad acudía y luchaba, las consecuencias podrían ser mucho peores que la muerte de Casandra.

Mientras tanto el combate seguía, aunque mas parecía una tortura, Shiro parecía encolerizada, sus ojos se habían vuelto rojos y su rostro aun mas amenazador. No parecía ella misma o almenos estaba fuera de sus cabales.

A pesar de los gráciles intentos de Casandra por esquivar sus golpes, gracias a la antigravedad de Shiro, logró derribarla, luedo la deidad se puso encima y comenzó a propinarle una serie brutal de puñetazos, cada uno sonaba como un estruendo en el suelo y la rotura de huesos era audible, un sonido grimoso entre gritos de dolor ahogados.

-Shiro- Esto por hacer daño a Amor e intentar matarla... esto por hacerle daño a Chell y a Soma.... y esto por intentar entregarme al impostor... maldita humana engreída...

La sangre que saltaba de los golpes estaba salpicando los coches cercanos. La estaba destrozando.

Quizás tengas razón, el hecho de que mis pensamientos y raciocinios hasta el momento hayan sido puramente científicos y basados en una serie de pruebas argumentadas estaba bloqueando la posibilidad de que una entidad o deidad o código informático que se ha establecido en un cuerpo necesite de cierto trato especial que no puede ser explicado por los métodos científicos que yo tengo a mi alcance.

No obstante, también es un buen consejo el que intente recuperar los sentimientos de Betania, es posible que aún siendo algo totalmente ajeno a la ciencia como la conocemos hoy en dia, este puede ser un experimento que podría ayudarnos a todos si descubrimos el efecto que tienen los diferentes sentimientos en los avatares.

Me has sido de gran ayuda, te debo un favor, aunque claro, si tiene algo que ver con tu poder, no creo poder ayudarte jajaja, fuera bromas, gracias, cuando saque algunos ratos libres trataré de recordar a su cuerpo mortal alguno de los sentimientos básicos.

Con un gesto apresurado me despedí de los presentes y volví al laboratorio, no tenía mucho tiempo que perder pues probablemente me estarían esperando para hacer algo, ya sacaría tiempo entre misiones o cuando regresemos de ellas para trabajar con Betania.

La cruenta batalla llegaba poco a poco a su desenlace mientras suplicaba la ayuda de la Compasión, no obstante, no fueron sino las palabras y las acciones de Sarah las que me habían dejado atónito durante unos segundos, mi gire para observarla durante unos segundos, aunque se denotaba su frustración e impotencia, no podía soportar que aceptará aquella situación.

- ¡No! - grite consternado - ¡Me niego a aceptar este desenlace! - espete ante lo que había dicho y lo que sucedía, no importaban las circunstancias, aquella afirmación no era acertada y no estaba dispuesto a aceptarla - ¡No existe ninguna vida mas valiosa que otra, toda vida merece ser protegida, merece ser salvada! - dije con una certeza inexorable - ¡O al menos darlo todo por intentarlo! - espete a la chica para que volviera a sus cabales.

- Necesito mas energía, busca una fuente de alimentación mas potente, mi cuerpo no es suficiente - añadí para que Sarah se diera cuenta de que no me iba a rendir de aquella forma, luego torne la mirada sobre Shiro que lejos de ser la deidad que había conocido, se había convertido mas en un monstruo del que debía proteger a otros.

- ¡Shiro, Detente! - espete para que la deidad cesará su ataque al cuerpo que ahora es escuchaba crujir de Casandra - ¡No continúes por este sendero, no resolverá nada mas allá que la satisfacción pasajera que tendrás de este horrible acto! - añadí pues conocía muy bien el sendero por el que se encaminaba - ¡Maldita sea, eres el avatar de la curiosidad, no de la ira, no dejes que tus emociones se salgan de control, sino te convertirás en un monstruo! - dije en un tono preocupado al mismo tiempo que exaltado.

- ¡Detén esta locura!, Manami ya la ha perdonado, yo tambien y estoy seguro de que Chell atenderá a razones, no hagas esto en nuestro nombre, por que no lo haces; Debes aprender a perdonar y a pasar página! - espete desesperado por llamar la atención de la deidad.

Pronto, tomaría la cuerda que antes Sarah me había ofrecido para tratar de liberarme de aquella prisión gravitacional, no me importaba si Sarah ya no me apoyaba, no me rendiría tan fácilmente, haciendo uso de toda mi fuerza para aquella labor.

No es que no pudiera entender como se sentía en ese momento, pero precisamente por que entendía como se sentía, también sabía que estaba a punto de cruzar una línea de la cual no tendría regresar, asi pues mi mirada se poso sobre Casandra, la cual se encontraba tumbada a merced de Shiro, a penas podía verla pero lo que si podía ver era aquella cantidad de sangra.

La escena era perturbadora, pero no me detendría, incluso si tenía que confrontar de alguna forma a la misma Shiro, algo que claramente, estaba fuera de mis posibilidades, pero aún así...

- Aún si debo dar mi vida para hacer lo correcto, lo haré sin remordimiento, pues mi fe me empuja y mi cuerpo avanza, no existe el temor, sino la determinación, no existe la desolación...Siempre que yo este ahí para evitarla - recite aquel mantra dispuesto a hacer lo que creía correcto.

Y aquello, no lo estaba...

A medida que la sangre de Casandra abandonaba su cuerpo y se esparcía por la calzada, el pecho de Soma ardía con mas intensidad, un dolor desesperante, el dolor de la compasión, de sentirla y no poder hacerla realidad, pero sobretodo, tristeza por saber que el amor de Casandra era real, aunque ni ella misma estuviera segura de ello, Manami lo había confirmado. Ahora ese amor se desvanecía junto a su vida.

Shiro se giró al ver venir a Soma venir hacia ella e intentar agarrarla, un error fruto de la desesperación, no había nada que Soma pudiera hacer, no con su actual fuerza, ni armado ni desarmado, Shiro era uno de los avatares mas fuertes actualmente, podría despacharle a él tan rápido como a Casandra, un enfrentamiento físico no era la solución, si es que había alguna solución para aquella situación.

Una poderosa patada directa al estómago del paladin le hizo volar mas de cuatro metros hacia atrás, probablemente la patada mas brutal que le habían propinado en su vida, con una fuerza absurdamente sobrenatural, suficiente para matar a una persona. Afortunadamente para Soma, su armadura mejorada y resistencia naturales hicieron que todo quedara en un desagradable corte de respiración y un punzante dolor en el torso.

Shiro caminó hasta él y desde el imponente punto de vista que le otorgaban sus dos metros de altura, le habló amenazante.

-Shiro- Te dije que te estuvieras quieto, no te voy a matar pero puedo hacerte mucho daño. Ahora escúchame con atención, me parece bien y puedo respetar que tu la hayas perdonado por lo que te hizo, de igual forma que no voy a inmiscuirme si el resto de afectados deciden no tomar venganza alguna, estais en vuestro derecho.

Pero no trates de forzar tus estúpidos ideales en mi, eso no te lo voy a permitir, perdonarla es mi elección, al igual que tú elegiste hacerlo, yo elijo no hacerlo, porque por personas como ella es por las que estamos en esta situación y por las que el Impostor ha logrado lo que ha logrado.

¿Quieres ser compasivo? adelante, pero se lo impongas a los demas, no todos somos los heroes buenos y compasivos de tus historias de fantasía.

Con mirada inquisitiva y amenazadora, volvió a darle la espalda y caminó de nuevo hacia Casandra para terminar lo empezado. Cuando Shiro estaba a una distancia prudente, Sarah se acercó a Soma y cojió de su chaqueta el cubo de Daya. Permaneció mostrandoselo a Soma.

-Sarah- Dije que te ayudaría, asi que tu eliges, puedo conectarlo a cualquier poste de luz o a la batería del coche, pero si lo hago estaremos enfrentando a dos avatares, terminen heridos o muertos esto podría ser la mayor cagada desde que este infierno empezó.

La otra opción era dejar a Shiro cumplir su venganza para con quien tanto daño le había hecho a ella y a Elysium. Era el momento de elegir, ¿qué estaba dispuesto a sacrificar Soma por la vida de Casandra? ¿cuandos inocentes morirían por intentar salvarla?. Parecía que el peso de la culpa volvería a caer sobre él hiciera lo que hiciera.

Tras recibir la patada de Shiro y sus crudas, palabras, me lleve la mano al pecho inmediatamente, fruto del dolor y el ahogo que sentía al no poder respirar, para cuando se había acercado Sarah, me le quede mirando, su lógica era obvia visto desde aquel punto de vista, pero no podía estar mas en desacuerdo.

Con la palma apoyada en el suelo, la cual se convirtió en un puño, me quede mirando a Shiro en la distancia mientras aún permanecía al lado de Sarah - No pretendo enfrentar a las deidades, en ningún momento fue mi plan, solo quiero el apoyo de Daya para detener a Shiro - espete, cosa que parecía obvia por un lado e incoherente por el otro - La que no entiende, es que, no solo quiero proteger a Casandra, sino a ella misma de lo que esta apunto de hacer, si la mata, se marcará para siempre, por ese pecado, no importa que sea una diosa o no, eso nos afecta a todos de formas que no podemos imaginar, y si no hago algo al respecto, se destruirá a sí misma - le comunique aún con el aliento forzado y la respiración entre cortada.

- Ayúdame, busca una fuente de energía y conecta el artefacto, prepáralo para que me conecte justo después, así podre volver a conectarme con Daya y tal vez restablecer, aunque sea de forma pasajera mi vínculo con ella, mientras tanto, trataré de detenerla... - instruí mientras buscaba las fuerzas que me quedarán en el cuerpo para levantarme.

- No pretendo que nadie muera aquí, ni Casandra, ni Daya, ni mucho menos Shiro, pero no permitiré que se cometa el pecado si puedo evitarlo, no puedo abandonar a quienes jure proteger, ni a quienes prometí ayudar, así tenga tomar el dolor de otros...- le dije a la Hacker mientras daba pasos forzados hacía la deidad para volver a detenerla.

- ¡Shiro! - espete directamente a la deidad - acaso no te das cuenta, no se trata solo de ella, sino también de ti, ¿Qué paso con la curiosidad que solías portar, donde quedo aquella deidad?, por que lo único que veo es a un animal cegado por el resentimiento - dije para llamar su atención - Sabes cuales fueron sus circunstancias o acaso has abandonado tu curiosidad - cosa que ella me había recriminado a mi en el pasado, ahora debía hacérselo a ella.

Aún con pasos lentos y doloridos me fui acercando, poco a poco incrementando mi velocidad para alcanzarla - Mi compasión no solo esta con ella, también contigo, ¿acaso no te das cuenta a lo que te expones o pretendes ignorarlo?; Si continuas por este sendero, solo te harás daño a ti misma y eso no pienso permitirlo - exprese con un trote que se acercaba mas a la carrera.

- Ya deberías saber que estáis evolucionando, no solo eres la curiosidad, pero si te corrompes, no serás nada mas que una bestia - recrimine - No dejes que esos sentimientos se apoderen de ti, por que no habrá vuelta atrás y tampoco habrá satisfacción, por el contrario, solo sentirás un vació mucho mas grande - espete frustrado, tal vez me acercará a ella fruto de la desesperación, pero no era solo por la vida de Casandra, sino también por la suya.

- ¿Acaso planeas cargarle toda la culpa a ella por que es a quien tienes a mano?, pues entonces úsame en su lugar, pero no cruces esa línea, por favor, te lo suplico, no te hagas eso a ti misma - espete cuando ya la distancia entre nosotros era ínfima, no era que no tuviera miedo o me sintiera intimidado, Shiro era desde luego mucho mas alta que yo y mucho mas poderosa.

Pero no podía ver como aquella escena se desenvolvía, y gustoso tomaría el lugar de Casandra si al menos podía salvar a ambas del destino que veían mis ojos.

De una muerte que abarcaba mas de un sentido.

Nada más llegar al laboratorio recordé que debía ir al Tártaro a por mis honorarios, y de paso hacer una visita al "jefe", a ver que tal habían ido las cosas por allí.

Fui a buscar a Tlaloc, esta vez me lo llevaría, ahora que aquel lugar era amistoso para mi podía disfrutar de su compañía un poco más de lo que últimamente estaba haciendo, aún así, subiría antes de salir a preguntar si alguien podía acompañarnos, a modo de escolta, solo por si las moscas, no es que tuviese miedo ni nada, pero era mejor ser precavido que lamentarse luego.

Preparé mis compuestos, al menos unos pocos, suponía que no me fuesen a hacer falta muchos ya fabricados.

Me hice un par de viales designados al combate, esperaba no tener que usarlos pero siempre viene bien estar preparado para todo en estas situaciones, de la misma manera me hice un par de ellos enfocados en las  habilidades sociales y de investigación, lo que podría ser mi especialidad.

-Tlaloc, vamos, nos vamos a visitar a un amigo que ya te va haciendo falta hacer algo de ejercicio.

Subí y busqué a Ostara, quizás ella pudiese decirme quien podría acompañarme.

Sarah asintió y salió corriendo hacia un poste de luz, abrió el panel y luego fue a coger las pinzas de batería que había robado del coche, haiendo un rudimentario pero efectivo apaño.

-Sarah- Sigue sin parecerme un buena idea, con ellos las cosas nunca son tan sencillas.

Incluso Sarah sabía que Daya o Shiro no eran deidades que fueran a dar su brazo a torcer fácilmente.

Mientras tantos, Shiro se alzó de pie ante el cuerpo gravemente herido de Casandra y sus garras se alargaron como puñales listos para dar el golpe de gracia. Al ver aquello, una sonrisa de alivio se dibujó en el rostro de Casey, cerrró los ojos y tan solo se aferró su paraguas.

Pero hubo algo que hizo dudar por un momento a Shiro, cuando Soma mencionó la curiosidad, tenía razón en una cosa, no conocía nada acerca de Casandra, no se había molestado en hacerlo y era la primera vez que se involucraba tanto con un humano sabiendo tan poco de él. ¿Quería decir eso que se estaba dejando llevar por el odio? es mas, no había forma de que Claire, la menor de las Donovan no estuviera sintiendo su odio, seguramente ya estuviera al tanto de la situación pero no había aparecido ni dicho nada por al intranet.

Aquellas dudas y pensamientos en la mente de Shiro ganaron el tiempo suficiente como para que Sarah terminara de puentear la energía del poste de la luz, al cubo negro de Daya. En ese momento, el cubo absorbió tanta energía eléctrica que hizo fluctuar las luces de toda la calle, antes de que Sarah pudiese hacer nada salvo alejarse de los arcos electricos que se estaban formando alrededor, el cubo se abrió en cientos de piezas pequeñas que formaron una especie de portal rectangular cuyo interior emitía un fulgor blanco muy brillante, lo suficiente como para cegar momentáneamente a los presentes.

Cuando sus ojos pudieron enfocar delante del portal se alzaba la colosal silueta de Daya.

Sin mediar palabra, en dos rápidas zancadas saltó por encima de Soma y lanzó un enorme zarpazo sobre Shiro uno que de alzanzar su objetivo la hubiera cortado por la mitad. Shiro esquivó agilmente el golpe con un salto hacia atrás y al aterrizar su aspecto cambió, sus rasgos de bestia se acentuaron y su melena blanca se extendió como un manto gigante. Preparada para la batalla contra otro dios.

-Daya- Ella está ahora bajo mi protección, Shiro.

-Shiro- ¿Porque? ¿porque tu único seguidor te lo ha pedido? aparta Compasión, sabes que no dudaré en matarte si es necesario.

-Daya- No, esta bajo mi protección porque ella es compasiva.

-Shiro- ¿Ella? ¿compasiva? no me hagas reir... tiene mas sangre en sus manos que todos nosotros y media ciudad juntos.

No parecía que el dialogo pudiera detener la batalla en ciernes.

-Sarah- He reestablecido nuestros permisos en la Intranet, ya podemos comunicarnos con Elysium, Soma.

Luego miró a ambas deidades listas para luchar entre si.

-Sarah- Te dije que era una mala idea... no creo que aqui tengamos voz ni voto.

Casandra volvió a abrir los ojos pesadamente y lo único que vió fue la enorme figura de Daya protegiendola.

En cuanto Varanus mencionó su destino, alguien se mostró inmediatamente interesado en acompañarle, alguien bastante adecuado para acompañarle al lugar al que iba, no era otro que Strakh, el avatar del miedo.

Eva no puso ninguna pega, ambos tenían conexiones con el Tártaro y conocían bien la zona, aparte de que al contrario que otros avatares, Strakh sabía pasar desapercibido. ¿Y qué mejor escolta que la deidad digital del miedo?.

Tlaloc no parecía muy cómodo al lado de Strakh, se mantenía distante y con las orejas agachadas, Varanus sabía que no era nada fácil intimidar a Tlaloc, pero tal vez este caso era excusable.

Una vez en el taxi, Strakh se montó en el asiento de alante y dejó a Tlaloc y a Varanus detrás. Durante el viaje habló por la intranet.

-Strakh- Mi partida del Tártaro fue algo... precipitada, hay algunas cosas que quiero pasar a recuperar.

Justificó su interés por acompañar a Varanus.

Una vez en el Tartaro, ambos comprobaron como no habían perdido el tiempo con la reconstrucción y reacondicionamiento del lugar, ahora había dos gorilas en la puerta y en el interior el numero de torretas automáticas y medidas de seguridad se había multiplicado. El moviliario tambien había sido repuesto y como de costumbre, el local estaba bastante lleno.