Partida Rol por web

Thais había preferido hacer la guardia con Shoren y el humano se había sentido alagado. Sonriente le contestó:

Será un placer, Thais. Ahora descansemos. Una siestecilla nos repondrá, aunque no pareces cansada.

El clérigo y el mago tendrían, a su vez, la posibilidad de limar sus diferencias. Shoren se tumbó en la todavía caliente arena y se quedó dormido enseguida. Sólo echó de menos algo con lo que cubrirse, pero estaba tan cansado que no tardó en soñar. En el sueño llegaba a un oasis y allí el agua se le escurría de las manos, no podía alcanzarla con la boca y no tenía ningún recipiente. Al final decidió sumergirse, lanzándose al agua entero y fue el mayor placer pudo imaginar en toda su vida.

 La noche pasa bastante tranquila, la quietud sólo es interrumpida por el espontáneo zumbido que producía el propio desierto. 

Tras unas horas de tranquilidad leyendo su rudimentario libro de conjuros, Stravos ve regresar a los compañeros que habían ido de caza.  El elfo llevaba las manos vacías, mientras que el enano sólo había encontrado una planta que le proporcionaría comida y bebida para consumo propio en las próximas horas. 

Era el turno de cambio de guardia y las noticias no eran del todo buenas.

 Conforme descanséis recuperáis todos vuestros puntos de psiónica y conjuros utilizados (con 4 horas lo doy por suficiente), no quiero hacer una matanza.

- Lo siento ha sido mucho esfuerzo para escaso premio y seguimos en la misma situación que en cuanto amanezca sera peor. Solo nos que da aguantar y seguir avanzando - suspira el enano.

- Teníamos que intentarlo... -comenta a Arthor y Alief tras el escaso éxito, para que intenten animarse para la dura travesía que les sigue esperando.

Tranquilos, el primer animal que veamos, lo cazamos. Me importa más el agua que la comida. Si alguien encuentra alguna fuente de agua, que la emplee. Salgamos ahora y caminemos mientras no hace calor. Esperemos encontrar algún refugio para las peores horas de sol y alguna fuente de agua.

Dijo Shoren al grupo y se puso a caminar. Había recuperado su poder y eso le daba seguridad ante los peligros. Pero esperaba seguir como hasta ahora.

Las manos vacías, la boca seca y un estómago que grita de dolor por no tener nada. El desierto no tiene perdón con nadie, la clemencia  es desconocida para su ardiente mirada.

Mis compañeros hablan de cazar y yo cada vez me siente más débil como para hacerlo y aún si lo lográramos, creo que optaría primero por beber su sangre y luego comer algo, por más repugnante que suene, pero estoy dispuesto a ello.

Miro ya desesperado el horizonte que es igual para todos lados y más a estas horas, pero la sed me domina y tengo que saciarla o me moriré de sed al caer la próxima noche. - No se ustedes, pero yo me pondré a buscar agua, necesito agua. Y sin mediar palabra alguna, me pongo a rastrear cualquier posible fuente de la misma, ya sea una raíz solitaria, una planta seca que pudiera contener aun que sea un dejo de humedad.

Thais aprovechó la luz existente antes de marchar para meditar, se sentó cruzando sus piernas, con las palmas de las manos hacia arriba y su cuerpo se quedó inerte. Permaneció diez minutos en esa postura para después abrir los ojos y levantarse con las necesidades de su cuerpo satisfechas.

Cuando el grupo se puso en marcha ella fue detrás.

- Ánimo, nos debería quedar poco camino. 

 Albergando pocas esperanzas, reanudáis la marcha cuando aún no ha amanecido. La belleza del horizonte os ayuda a reunir las fuerzas necesarias para alcanzar Urik antes de que sea demasiado tarde. Es difícil mantener la cordura cuando hace un día que no os habéis llevado más que un pequeño sorbo de agua a la boca.

La situación es cuando menos desesperada.

Era difícil seguir albergando esperanzas: el pequeño descanso le había permitido recobrar fuerzas, pero seguía sin tiempo para llegar hasta el próximo lugar donde abastecerse de recursos. Miró a sus compañeros de reojo: varios parecían aguantar mejor las condiciones que él, y mentalmente se lo reprocho: "Ya podían ayudarnos...". Pero eran un grupo de desconocidos solamente juntos por las circunstancias. No era cuestión de ir ayudando a los demás cuando puedes dejarte la vida en ello; de la misma forma que nadie le decía al enano que estaba retrasando al grupo, y que eso podía costarles la vida.

Sin embargo, tenía que creer en ellos, porque cualquier otro pensamiento conducía a la muerte sin remedio. Era el momento de recordar las palabras que Shoren pronunció antes de que anochecieran, pregonando lo bien que les vendrían unas monturas. Se paró de repente, sin seguir a los demás, y empezó a pasar páginas de su libro de conjuros. Al cabo de un momento, dejó el libro en el suelo y con las manos libres, empezó a realizar gestos mientras voceaba con tono alto palabras sin aparente conexión.

Con un destello de luz, apareció un kank a poca distancia de Stravos. Esperó a que el grupo se hubiera girado a atenderle, para llevar al animal junto a ellos:

- Khossur, tú conoces la dirección; Arthor, lamento decirte que tu corto andar nos esta retrasando -le comunicó a los dos, señalándolos.- Coged esta montura y adelantáos, tenéis unas 5 horas antes de que desaparezca, buscad cualquier provisión o adelantad en el camino, es igual... -no sabía si ambos habían montado alguna vez, pero tampoco le importó mucho: que se agarraran si no sabían.- Quizá más tarde pueda volver a invocar otra montura; pero no lo haré ahora, ya que nuestro anterior combate me ha mostrado que necesita el grupo y que necesitaré yo para sobrevivir si tenemos que volver a luchar.

 Despues de haber descansado mientras sus compañeros intentaban cazar infructuosamente. Khossur observa la montura que convoca el hechicero... Despues analiza el entorno a ver si existen cenizas alrededor.

Me parece buena idea, dejadme los odres vacios..., ¡Que!,  ¿no te animas?. ¿El resto de la gente está de acuerdo?

 Como nadie se ha quejado, habéis retrasado la marcha una hora para que tú tengas agua, te quedaría medio litro si mis cálculos no fallan.

Mientras todos ahora prestan atención a la montura que apareció, yo no soy menos y me quedo asombrado por el poder que tiene dentro nuestro compañero. Apensa saque otro me subo sin dudarlo. No tendré idea de como manejarlo, pero con tanto tiempo por aprender, a algún lado llego seguro. - Juntemos todo el agua en pocos odres y así te podrás llevar más vacíos. A mi me queda medio litro y de seguro a más de uno aquí también, pero espero que no se tomen todo de golpe por tener más. - Todavía receloso de confiar o no del grupo, aun en esta situación me cuesta hacerlo.

Muy buena idea Alief, dijo Shoren tras ver la nueva situación y las posibilidades que nos podía dar, al fin y al cabo no podemos dejar a los que ya no tienen agua sin ella. Al menos es mi forma de pensar. A mí me queda un poco de agua también. Si la administramos, podremos aguantar el día.

Te felicito, Stravos, has tenido una muy buena iniciativa. Esto nos dará una posibilidad de encontrar agua o alimento o por lo menos avanzar más rápido. Si mañana estamos igual, podrías invocar todas las monturas que puedas, no reserves poder para combates. La muerte por sed es nuestra peor enemiga.

Tomad, mis botes de agua, uno está casi vacío y otro está lleno. Pero debéis de pensar en el agua antes que en nada. Sin comer se viven días, sin beber en este desierto...

La idea contó con más aprobación de la que esperaba, y se sorprendió y alegró por ello. Tal vez tenían más posibilidades de las que podía ver, aunque tampoco es que la situación hubiera dado un giro radical.

Agradeció a sus compañeros de fatiga su apoyo y le dio su odre vacío a Khossur. De todas formas, a él ya no le iba a servir...