Partida Rol por web

Rook volvió a sacar la pistola cuando la cruda realidad le dio a entender que Clark no era un problema.

—Tenemos dos opciones, o eso creo—susurró—, escondernos en el vestuario hasta que tengamos vía libre para ir a la enfermería o arriesgarnos... aprovechando que esa cosa está entretenida y seguir a Doc.

Miró al ingeniero y el miedo que se reflejaba en sus ojos le hizo replantearse la situación, le dio un par de segundos para conocer su opinión, mientras, volvía a mirar la escena que tenía delante.

—Pero, ¿qué mierda hace ahí McFadde? Venga chicos!!—dijo entre dientes. Esperaba la reacción de los secuaces de Clark, necesitaba que se cargarse a esa cosa o por lo menos que sus disparos la ahuyentase, aunque también podían convertirse en dos nuevos aperitivos para esa mujer, eso  los ayudaría, solo necesitaban un poquito de suerte.

Ni tan siquiera lo dudé, pero fui más lenta de lo que debía porque no me dio tiempo y la mujer acabó con Clark antes de que pudiera hacer algo para evitarlo. A mi alrededor, todo el mundo pareció bloquearse, excepto Harry, que huyó como si estuviese poseído.

Cuando pude reaccionar, agarré del cuello a la mujer, que pareció no inmutarse por ello, pues mantuvo aquella sonrisa casi diabólica, habría dicho mi capitán, mientras nos miraba a todos como si fuésemos sus juguetes.

Fuera lo que fuese, no solo no era humana, sino también más fuerte de lo que parecía.

Recorristeis el pasillo que os llevaba hacia la entrada de la sección de ingeniería. Cuando llegasteis, os colocasteis delante de la escalerilla que subía hasta la zona superior, y que estaba justo en la zona de entrada de la nave. Ahora todo lo que debíais hacer era subir, levantar la trampilla y llegar hasta la enfermería, que no distaba demasiado de aquel lugar.

La nave no era tan grande como os había transmitido allí abajo. Esperabais al menos que los demás lo hubiesen conseguido y que por fin pudieseis dejar atrás aquella locura.

Harry corrió y corrió, alejándose de la sala de entrada de la nave, dejando a su suerte a John , Jeremiah, McFadden y  Gemma y buscándote la vida lejos del peligro. Después de unos pasos, llegaste al recodo en el que estaba una entrada a la derecha, en cuya puerta ponía que se trataba de la enfermería.

También podías seguir corriendo por el pasillo y alejarte todavía más de aquel lugar.

Al ver que Roger no le seguía Harry paró la carrera y retrocedió sus pasos. - ¡Roger!¡Roger, tío! ¡Reacciona!- Con un par de tirones en el brazo intentó que el soldado comenzara a moverse y a alejarse de aquella mujer desnuda que ya tenía poco de mujer.

No se esperaba la acción de Gemma, pero para ella no representaba demasiado problema. Retiró el brazo del interior de Clark, cuyo cuerpo cayó desplomado en el suelo, inerte y con un agujero de tamaño considerable en su vientre, cubierto por sangre y dejando entrever las vísceras, pero a continuación agarró la mano del androide y realizó un tirón con fuerza, arrancándoselo de cuajo a nivel del hombro.

El fluido de la androide, de un color blanquecino y aspecto lechoso, comenzó a salir en todas direcciones, mientras la sorprendida androide permanecía en el mismo lugar, intentando analizar lo que había sucedido. Los androides de aquella clase podían prescindir de numerosas partes de su cuerpo y continuar funcionando, pero debían realizar procesos de autodiagnóstico para poder asimilar las modificaciones producidas, si bien era cierto que debido a la pérdida de fluido electroconductor, su actividad física y mental se podía ver mermada.

No se esperaba la acción de Gemma, pero para ella no representaba demasiado problema. Retiró el brazo del interior de Clark, cuyo cuerpo cayó desplomado en el suelo, inerte y con un agujero de tamaño considerable en su vientre, cubierto por sangre y dejando entrever las vísceras, pero a continuación agarró la mano del androide y realizó un tirón con fuerza, arrancándoselo de cuajo a nivel del hombro.

El fluido de la androide, de un color blanquecino y aspecto lechoso, comenzó a salir en todas direcciones, mientras la sorprendida androide permanecía en el mismo lugar, intentando analizar lo que había sucedido. Los androides de aquella clase podían prescindir de numerosas partes de su cuerpo y continuar funcionando, pero debían realizar procesos de autodiagnóstico para poder asimilar las modificaciones producidas, si bien era cierto que debido a la pérdida de fluido electroconductor, su actividad física y mental se podía ver mermada.

John y Jeremiah seguían en estado de shock, sobre todo tras ver como su capitán caía muerto con aquel enorme agujero en su vientre. En esa situación, miraron a su alrededor y decidieron volverse y correr hacia la esclusa para intentar salir de la nave, de cualquier manera que pudieran hacerlo.

De repente sus prioridades eran huir sin pensar en nadie más.

Agarrando la mano del valiente Harry, Roger se dejó guiar saliendo a toda prisa de aquel lugar donde el capitán Clark acababandr ser asesinando por la maciza alienígena. Si Clark había ido en su búsqueda con intención de slavarles o estaba allí por casualidad, era toda una incógnita, aunque lo cierto era que al menos les había dado otra oportunidad de seguir luchando por sus miserables vidas. 

John intentaría subir y levantar la trampilla primero para ver si había moros en la costa. Bueno, en realidad no moros, si no alienígenas devoradores de cabezas. Intentaría escuchar con atención. Si nada disparaba sus alarmas, le haría señas a Milton para que lo siguiese hasta la enfermería. Era tan simple y fácil que las posibilidades de que algo saliera mal eran infinitas. 

Me quedo a la espera de que el capitán inspeccione la zona y me haga indicaciones para avanzar.

Ante tanta violencia y muerte, viendo que esa mujer mataba solo con la mirada, decidí ir... para atrás. Agarré a Hate y le volví hacia el pasillo por el que vinimos.

-"¡Santo Dios! ¿Pero quién es esa tiparraca? ¡Madre del amor hermoso! Como pasemos por al lado nos hace un agujero en el abdomen del tamaño de un balón de Nivea. Lo siento por Gemma y McFadden, pero más vale que corran. Los dos tipos robustos, creo que son los siguientes en la lista de agujerear. Yo no quiero terminar así, no señor. ¿Volvemos por dónde hemos venido y buscamos otra manera de llegar a la enfermería?"

Smith se asomó, levantando la trampilla con cuidado. Lo primero que vio fue dos pares de piernas alejándose a toda velocidad hacia la zona de la esclusa, como si fuesen a largarse de la nave. Después, al mirar hacia delante, vio dos pies desnudos... y el cuerpo del capitán Clark que yacía en el suelo, con su rostro vuelto hacia ti y los ojos abiertos de par en par, mirándote sin reaccionar, con las pupilas completamente dilatadas, y un hilillo de sangre resbalando por la comisura de sus labios.

Corristeis  a través del corredor y fue entonces cuando vieron a una doce de aquellos bichos con patas aproximándose a ellos, como si fuese un pequeño ejército. En aquellos momentos, os cortaba el paso a cualquier lugar, menos a la enfermería, cuya puerta teníais al lado, o lo que habíais dejado atrás, con John y James a punto de escapar de la nave y Gema con un brazo menos.

Donde estarían Paul, Tristán, Smith y Rook era una incógnita.

John abrió los ojos como platos, y bajó la cabeza y la trampilla sobre él lo más sigilosamente posible. Hizo a Tristán una seña con su dedo indice sobre sus labios, pidiendo silencio. Luego bajó muy lentamente y habló a su oido.

- Clark está muerto. La chica alien está ahí arriba y dos personas se dirigían a la esculsa, tal vez sería mejor seguir tu plan de tratar de aislar a alguien desde ingeniería.

- ¡Rápido, a la enfermería! - Gritó McFadden.

Acto seguido se puso a disparar contra aquellos seres diminutos y asquerosos. No perdió el tiempo y se internó en la sala de la enfermería. Tenían que esconderse y buscar una salida y eso hizo. Una vez dentro esperaría a Harry y cerrarían la puerta. Acto seguido se pondría a buscar una trampilla o conducto a través del cual salir de allí.

Solo tuvo unos segundos para observar la dantesca escena. El el tirón de Stamerts lo trajo de nuevo a la realidad, tenía que sacar su culo rápido de allí si no quería morir. Lo siguió hasta una zona más segura y entre susurros contesto a su pregunta.

—¿Quién es? Es la abeja reina. Con suerte ,si terminamos con ella, también terminemos con los bichos. Sin nadie que los controle tendrán menos peligro. Entremos en los vestuarios, tal vez encontremos algún conducto que nos lleve lejos de ella. Si no, siempre podemos volver a la sala de hipersueño.