Partida Rol por web

De pronto veis como algo, una especie de voluta en el aire, como la imagen que crea el calor sobre un coche se mueve a unos metros de vosotros y se aleja hacia el bosque...

- Padre. - digo acercándome al sacerdote. ¿Le apetece echar un último vistazo al Libro? - le pregunto.

No te preocupes tanto, Michael... fue un momento de estres puntual y si te acusan de algo siempre podemos decir que me ata..¿Qué demonios...?

Sybill estaba charlando tranquilamente en el porche con Michael, relajada por primera vez desde que habían llegado a aquel pueblo y tratando de animar al policia que parecía seguir pensando en el vagabundo al que había disparado. Sin embargo aquel momento de tranquilidad parecía estar a punto de terminar. La grotesca sombra que se extendía y se movía cerca de ellos dirigiendose hacía el bosque llamó pronto la atención de la chica.

Michael...¿has...has visto eso?

Michael lo había visto. Lo había visto muy bien.

Sin saber cómo, de pronto se encontró apuntando hacia el lugar en cuestión con el revólver. Ni siquiera recordaba haberlo sacado de su funda. Era como si hubiera unos segundos en blanco en su memoria. Sin embargo, no tenía tiempo para preocuparse por su salud...

Tenían que averiguar qué era aquello. Y pronto. Michael ya volvía a tener el control de sí mismo, pero temblaba, y eso no le gustaba nada...

- ¿Qué demonios era? -preguntó con la voz tensa, mientras comenzaba a notar un sudor frío.

Alexander volvió en sí cuando el profesor le habló. Había estado sumido en sus pensamientos mientras dejaban que las horas pasaran hasta el momento en el que debían realizar el ritual.

Está bien. Echémosle ese vistazo, puede que se nos haya pasado algo por alto.

Hubo un pequeño silencio, tan solo roto por el crujir de las hojas del volumen.

Tras ojeasrlo nuevamente te das cuenta de que, sio lo que dice el libro es cierto, contiene hechizos poderosos, muy complejos y muy tenebrosos. Por desgracia para poder entenderlo deberías pasar horas estudiando el libro y no dispones de tanto tiempo... ni siquiera estás seguro de querer saber más sobre aquello.

Sybill no pudo evitar apartarse de un salto cuando Michael sacó el arma y apuntaba a la sombra que ya había desaparecido de su vista. El policia tenía la mirada perdida y por un momento temió que fuese a ponerse a disparar al vacio...o lo que era peor...a ella o a él mismo. Afortunadamente, no se dió el caso así que volvió a a acercarse a él y suavemente intentó bajarle los brazos mientras decía.

Baja el arma Michael... creo....creo que era esa cosa- la chica miró hacia la espesura del bosque sin atreverse a moverse del lugar- Será mejor que vayamos dentro

Michael no pudo hacer otra cosa que asentir trémulamente y guardar el arma. Hizo pasar a Sybill primero.

- Sí, vamos...

Sybill y Parker entraron en la casa de nuevo, ambos parecían bastante nerviosos y el policía llevaba la pistola en la mano.

- ¿Hay algún problema Agente Parker? - le pregunto al ver el nerviosismo que tiene y que lleva la pistola en la mano.

Michael no respondió a la pregunta. Simplemente negó con la cabeza y miró a Sybill. Estaba claro que se acercaba con rapidez al límite de lo que su mente podía soportar...

Tranquilo Michael... se...se ha ido

Esa cosa se ha ido....acabamos de verla.- respondió con voz temblorosa la mujer retirandose un par de rizos de la frente- Era una especie de ser de humo...

Sybill tampoco tenía demasiadas ganas de hablar del tema, había tenido suficiente aquel día y estaba claro que aún iban a tener más. La joven comenzaba a dudar que fuesen a salir vivos de aquella casa y sentía unas terribles ganas de chillar como una loca.

Espero que Michael esté bien...al fín y al cabo el es el que tiene que protegernos

- ¿Qué? - digo. ¿De qué está hablando Sra. Leefolt?

- ¿El ser que se supone que está atado a esta casa? - añado. Entonces debemos de darnos prisa en terminar con todos los preparativos antes de que se demasiado tarde.

Ya está todo listo profesor....los textos...la estrella, los polvos...todo... Ahora solo nos queda esperar. respondió sentandose en el suelo

La voz de Sybill sonaba molesta, aunque no eran las palabras del profesor lo que la había irritado. No esta vez. La mujer simplemente estaba nerviosa y DESEABA que hubiese algo que preparar. Cualquier cosa era mejor que sentarse durante las horas que quedaban en silencio sin hacer nada más que pensar en lo que se les iba a venir encima.

Solo esperar-repitió en un susurro

- En ese caso. - digo. Tomen asiento e intenten relajarse. - añado. Sin duda su cuerpo y sobre todo su mente se lo agradecerá.

Alexander no dijo nada, pero ante la mención de que aquel ser parecía una columna de humo... un escalofrío le recorrió de arriba a abajo.
Si aquel ritual pagano no resultaba, qué se suponía que podrían hacer contra... humo. ¿Soplar?
Lo que había leído hacía un rato en el libro le había puesto más nervioso que otra cosa. Lejos de encontrar algo útil tan solo sirvió para desquiciar sus nervios un poco más.
Tras la sugerencia del profesor intentó buscar un lugar cómodo en el que sentarse y poder alejar de su mente cualquier cosa que pudiera ponerlo más nervioso.

Como si eso fuera posible.